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Chapter 3 - Capítulo 3.

||Micaela Harrison||

Xx: Preséntate ante tus nuevos compañeros, no tengas miedo.

Dinos tu nombre, nacionalidad y tu fecha de cumpleaños.-le dijo al chico nuevo-.

Xxx: Hola, mi nombre es Ethan Miller, vengo desde Escocia y cumplo años el 24 de Diciembre.

Xx: Bueno Ethan, ahora mismo voy a designarte un lugar.

Como yo había tenido una relación con Mateo, el cambió de lugar con Romina, y se sentó al lado mío, pero ahora no había nadie ahí.

Rayos.

Xx: Ve a sentarte con la señorita Harrison.-me señaló-.

Ethan: Está bien, gracias.

Él a medida que se acercaba, hablaba con Adriana, quien se sentaba detrás de mí junto a Romina.

Adriana: Les presentaré a mi novio.

Micaela: ¡Aleluya!. Por fin conoceremos al misterioso novio.

Adriana: Si pero no les digas nada a las chicas aún, yo se los diré personalmente, porque si tú lo haces, gritarán como locas.

Micaela: Ay, que exagerada.

Adriana: Como digas. Y algo más, tu compañero de asiento ya llegó.

Micaela: Ah, adiós.

Me di media vuelta, y efectivamente el ya había llegado.

Estaba nerviosa porque el me miraba fijamente.

Micaela: ¿Qué tal?. Mi nombre es Micaela Harrison Smith, soy de España pero vivo desde que era una niña aquí en Londres.

Ethan: Mi nombre es Ethan Robert Miller Evans. Nací en Escocía, Irlanda, pero por motivos personales, tuve que venir aquí a Londres.

Micaela: Vaya, pues mucho gusto.

Ethan: Igualmente.

Micaela: ¿Te gusta leer?.

Ethan: No me gusta, me encanta. No entiendo como no les gusta a otras personas.

Micaela: Pienso igual.

Ethan: ¿Eres aplicada en los estudios?.

Micaela: Si, mis padres me insisten que estudie mucho para poder obtener una beca para Harvard.

Ethan: ¿Harvard?. Mis padres también quieren que consiga una beca ahí.

Micaela: Que coincidencia. Por cierto, ¿dónde estás viviendo actualmente?.

Ethan: Vivo en la residencia qué hay apenas unas calles antes de llegar al instituto. ¿Y tu?.

Micaela: Otra coincidencia, yo igual vivo en esa residencia.

Ethan: Esto es una obra del destino.

Micaela: Creo más en las casualidades que en el destino.

Ethan: ¿Hablas en serio?.

Micaela: Si, porque el destino a veces te trae cosas malas.

Ethan: ¿A ti qué te trajo el destino para que pienses así?.

Micaela: Me trajo a una persona que no me valoró, muy imbécil y cobarde.

Ethan: Oh vaya, no lo sabía, perdón por recordártelo.-dijo avergonzado-.

Micaela: No importa, la verdad, ya no me afecta mucho hablar de él. A pesar de que hace poco todo terminó.

Ethan: Bueno señorita, debemos dejar de hablar o nos sacarán del salón.

Micaela: Vaya vecino mandón que me tocó.

Ethan: No soy mandón.

Micaela: Si tú lo dices.

Ethan: Como quieras, mejor atendamos a la clase para que el profesor deje de vernos.

Y efectivamente, nos estaba mirando, con una sonrisa y un movimiento de manos, me disculpe por los dos.

Ethan es divertido, parecía un chico más callado y tímido pero al parecer no lo es, digo, no lo conozco mucho pero a lo que logramos hablar, se comportó de forma educada, y me hizo reír de vez en cuando.

Horas después.

Micaela: Por fin. -dije al escuchar el sonido del timbre-.

Ethan: Nos vemos después.

Micaela: Claro, adiós Ethan.

Y dicho esto, salí en busca de mis amigas. Encontré primero a Adriana y luego aparecieron las demás.

Adriana: Hey, por favor quiero que se comporten, mi novio es alguien que ya conocen.

Nosotras solo asentimos con la cabeza y esperamos.

Adriana: Chicas, ahí viene.

No lo creo.

Tom Anderson, es prácticamente nuestro mejor amigo, estuvo en nuestro mismo salón pero se cambió a otro por problemas personales, aún así, nos manteníamos en contacto.

Tom: ¿Qué hay chicas? Vengo a ver a las mejores amigas de mi novia.

Micaela: Estúpido, ¿porque no nos dijiste nada?.

Tom: Ocurrió hace poco, no te enojes.

Micaela: Están de novios hace más de un año, genio.

Tom: Que rápido pasa el tiempo, ¿no?.

Romina: Rápido será cuando corras con nosotras detrás tuyo.

Tom: Oh por favor chicas, no seas tan malas.

Sara: Prepárense. 1.

Romina: 2.

Micaela: ¡3!

Y así es como conseguimos lo que queremos.

Al final pudimos cobrar nuestra venganza y nos sentimos mal pero se lo merecía, no nos dijo nada, a nosotras sus mejores amigas, ¿pero qué se le va a hacer?.

De todas formas es como nuestro hermano y lo queremos mucho, estamos seguras de que Adriana está en buenas manos.

Tomamos un pequeño descanso y Noah trajo una botella de agua para los cuatro.

El era también mi mejor amigo, y como Romina, mi relación con el era diferente.

Teníamos mucha más confianza y nos conocíamos desde pequeños.

Noah: ¿Por qué le han seguido por tanto tiempo?.

Tom: Son unas brujas. Les gusta hacerme sufrir.

Micaela: ¿Brujas?. Perfecto, no voy a invitarte helado nunca más.

Tom: ¡No!. ¡Perdóname!. ¡Nunca más vuelvo a llamarlas así!.

Reímos de la actitud de nuestro amigo.

Amaba la comida.

En realidad, todos amábamos la comida.

{...}