||Micaela Harrison||
Por fin ya es Octubre, en un mes terminan las clases y además se acerca mi cumpleaños.
Hoy es sábado y la verdad no tengo nada mejor que hacer que molestar a Romina.
Micaela: Hey, Ro, despierta.
Romina: No me molestes, cinco minutos más.
Micaela: Noah Centineo está parado al lado de ti y estás babeando, asquerosa.
Y como por arte de magia, Romina se levantó como un rayo limpiándose la baba que tenía en el rostro, y al ver que no había nadie más que nosotras me dijo:
Romina: Maldita, te mataré. Sabes que mi mayor sueño es conocerlo.
Micaela: No es mi culpa que te creas las cosas a la primera. ¿Cómo rayos sabría Noah Centineo donde vivo?.
Romina: Eh, no sé, tú podrías haberlo llamado.
Micaela: Ni siquiera la persona que me gusta me llama.
Romina: A ti no te gusta nadie.
Micaela: Ah, cierto. Pero era solo un ejemplo. No lo tomes tan literal. -dije un poco nerviosa, de hecho, si me gustaba alguien-.
Romina: Como sea, tengo hambre.
Micaela: Si me di cuenta, en tus sueños decías, "Oh pero que linda se ve esa hamburguesa con papas", "Dame ese pollo, con una Coca Cola, por favor".
Romina: ¡OYE!.-gritó "indignada"-.
Micaela: Es la verdad.
Romina: De acuerdo, bajemos.
Fuimos a desayunar solas, ya que mis padres junto a mi hermana menor, viajaron a visitar un familiar que se encontraba enfermo.
Micaela: ¿Qué quieres hacer hoy?
Romina: Nada. Mi mente está en blanco.
Micaela: Hablaré con las chicas.
Micaela: Chicas, ¿les gustaría venir a mi casa?
Sara: Ok, aviso a mi mamá y voy. Pd: llevaré comida.🌚
Adriana: ¡SII! Ya estoy camino a tu casa.
Micaela: Ok, las espero.
Fin del chat.
Romina: ¿Las chicas vendrán?.
Micaela: Si, es mejor que nos vayamos a cambiar y a asear.
Romina: Ok.
Tocaron el timbre y bajé corriendo a abrir la puerta a mis amigas.
Sara me miró enojada y Adriana, andaba con una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.
Sara: Ya era hora.
Micaela: Oye, solo pasaron 30 segundos.
Adriana: No le hagas caso, está menstruando.
Sara: ¡ADRIANA VÉLEZ!. ¡¿No ves qué eso es algo privado?!.
Micaela: Ay dios, ni que estuviera tu chico.
Sara: No es mi chico.
Adriana: Como tu digas.
Pasamos la tarde cantando y bailando como podíamos.
Hacíamos el ridículo, pero nos gustaba.
Adriana: ¿Qué tal si jugamos a la "noche de confesiones"?.
M&S&R: ¡NO!.
Jugar eso con ella era muy malo.
No sabias que podría pasar.
Odiaba el juego.
Adriana: ¿Por qué?. Que aburridas son.-dijo con "tristeza"-.
Micaela: Agh, está bien.
Adriana: Bueno, Harrison, tu primero. ¿Te gusta Ethan?.
En ese momento sentí como la sangre subía directo a mis mejillas.
Nunca lo había pensado, éramos buenos amigos, pero jamás había pensado en si sentía algo más que amistad por el. Rayos, ¡ETHAN MILLER ME GUSTABA!.
Romina: Vamos, ¿porqué estás tan callada?. Responde a la pregunta.-Las muy desgraciadas se empezaron a reír-.
Micaela: Ah, si, me gusta, pero no vayan a decir nada malditas.-las amenacé-.
No eran muy confiables en este tema.
Te lanzaban hacia la persona que te gusta sin importarles nada.
Sara: ¿Sientes lo mismo que sentiste con mi hermano?.
Micaela: La verdad, no.
Adriana: ¿Cómo es eso?.
Micaela: Digo que, siento que esto es más sincero, con tu hermano solo fue como una atracción física. Algo que sólo sentí por un tiempo.
Sara: Oh, vaya, se nos enamoró la enana.
Romina: No puedo con esto. ¡Se enamoró!.
Con ella habíamos hablado sobre esto
Prometí no enamorarme en un largo tiempo, pero acabo de romper la promesa.
Es que Ethan era un chico tan lindo y perfecto.
Mateo no era nada comparado con él.
Era la verdad.
Micaela: Cállate que tú andas enamorada del mismo chico por ¡TRES AÑOS!.
Romina: Rayos.-dejó de reír y se tiró a mi cama a "llorar"-.
Adriana: Oye, pero a él igual le gustas. No entiendo porque quieres ocultarlo.
Micaela: ¿Cómo lo sabes?.
Adriana: En la forma que habla de ti, es notorio que está enamorado.
Micaela: Mm no lo sé. Siento que puede ser un poco apresurado que llegue y le diga: "Ethan, no se que sucedió, pero me enamoré de ti, que locura, ¿no?".
Adriana: Si no me crees, es tu problema. Lo único que puedo aconsejarte es que se lo digas ahora y no cuando sea muy tarde.
En parte, ella tenía razón.
Podía arrepentirme toda mi vida sino le confesaba mis sentimientos por el.
¿Qué hago?.
Mi cabeza va a explotar.
{...}