"Vamos, arriba, hoy salimos pronto."
Bernard entró en la habitación en la que Zaide y yo estábamos dormidos. Bostezamos, nos vestimos con ropa que nos proporcionó Bernard y salimos de habitación. Fuimos a la sala grande de abajo del todo.
Con la ropa que nos dio Bernard parecemos verdaderos aventureros. Llevamos chalecos de cuero ya usados, una camisa marrón claro, un pantalón del mismo color y además nos dio una capa simple, sin bolsillos pero con capucha tan usada y con muchos remaches. Para Zaide y para mí esto era un lujo.
"Je, verdaderos aventureros, eh Zaide."
"Sí."
Cuando llegó ayer y me dio un abrazo me sorprendió. Luego de que me contase que se había acordado de cuando le invité a beber alcohol me reí.
Estuvimos hablando largo y tendido, me contó cómo había ido su pelea con Chloe, que se enteró de que no éramos los únicos que habíamos tenido un sueño con nuestro animal invocado. En ese momento le dije que yo tuve otro sueño y se sorprendió.
"¿Quieres calmarte un poco? Avanzas más rápido que nadie."
"Jejejeje." Zaide suspiró. Se le notaba de buen humor.
Cuando llegamos abajo vi que solo estábamos los que me dijo Zaide que ayer decidieron ser aventureros.
"¿Qué tal estás Joyce?"
"Bien, Everett, ayer descansé muchísimo, luego vino Zaide a contarme lo que pasó y la formación de los dos grupos y me volví a dormir. Así que estoy como nuevo." Sonreí. "¿Tú qué tal? Me sorprende que quieras ser aventurero, pensé que tirarías más por caballero."
"Sí, pero creo que esto me puede llenar más."
"¿Sí? Bueno, me alegro verte aquí grandullón." Le dije eso y seguí para adelante.
No se que me pasa pero me siento de muy buen humor. Además veo que varias personas se reúnen a mi alrededor.
"¡Buenas Joyce!"
"Oh, Kiva, también estás aquí. Y tú también Kyomi, pensé que ibas a ser caballero."
"Vine aquí para ser aventurera y proteger a mi pueblo."
Esta chica es un poco seria, pero es bastante justa.
"Entonces demos lo mejor de nosotros."
"Este año es el primero en el que hay tantos alumnos que quieren ser aventureros. Normalmente no más que 3 o 4 quieren ser aventureros, así que Hilda estará conmigo para enseñaros." Bernard empezó. "Además es inusual que haya más chicas en este grupo que en el otro."
Oh, ¿somos más de los que esperaban? ¿Y por qué será lo de las chicas?
"Bueno, lo primero si queréis ser aventureros es apuntaros en el gremio de aventureros como tales. Esta es la última vez que lo voy a decir, pero si alguien quiere irse y ser caballero que lo diga ahora."
"¿A qué te refieres con lo que has dicho, Bernard?" Zaide preguntó en alto la duda de todos.
"Bueno, en este país la regulación de los caballeros o magos se basa en méritos y fuerza, por lo que las mujeres no son acosadas. Además de que la cantidad de aventureras es mucho menor que el de aventureros por lo que algunos sin vergüenzas abusan de las chicas contra su voluntad."
Cuando dijo eso cerré el puño. No me gustaba eso.
"Bien, entonces vamos."
Todos seguimos a Bernard hasta llegar al edificio circular donde estuvimos entrenando durante un mes. Cuando entramos había más gente que la usual.
Bernard va directamente a la secretaría del gremio.
"Hay unos cuantos aventureros nuevos que se quieren apuntar." Bernard habló a la chica que estaba tras el mostrador.
"De acuerdo-"
"¿No irás a apuntar a estos niños a ser aventureros? Luego nos quejamos de que si somos el hazme reír."
"Estos niños están bajo mi cuidado, Hos. Así que ten cuidado con lo que dices, algunos de ellos no tardarán en superarte."
"Con que son de la escuela de supervivencia. Les tendré que dar una paliza de bienvenida…"
Hilda se cruzó en su camino poniéndose entre él y nosotros.
"¿Qué te crees que haces?"
"No toques ni un niño."
"¿Bernard, también tienes una cuidadora?"
"Hos, no te metas mucho con ella si no quieres acabar mal herido. También es profesora."
"Con qué profesora..."
Hos se acercó a Hilda hasta que llegó a una distancia de un brazo. La tensión crecía.
"¿Te puedes apartar, Hos? Tu aliento huele muy mal."
Hilda provocó a Hos. Ah, por qué tanta escena. En ese momento me fijé que Hos tenía una cola, una cola de caballo.
"¿Qué dices engreída? ¿Quieres pelear?"
"No se llama pelea cuando vas a recibir una paliza."
"Por favor utilicen la arena 1."
La secretaria dijo eso con tono de cansancio sabiendo lo que iba a pasar.
"Sígueme, te voy a enseñar."
"Bueno, podemos dejar la inscripción para después, veamos la pelea. No pierdas Hilda."
"Voy a enseñar a los niños lo que es saber utilizar la magia y después lo terminaré."
Que bien le ha quedado.
Seguimos a la arena 1. Con nosotros venían un grupillo de aventureros, unos 5. Hilda coge una espada fina de madera y Hos una espada ancha y grande.
"¿Me vas a intentar dar con eso? JA. Creía que eras tonta pero ahora lo confirmo."
"Pobre Hos, espero que Hilda no lo mate."
"Bernard, ¿Quién es Hos?"
"Es un compañero aventurero, hicimos muchas misiones del gremio juntos y la verdad es que no es malo. Pero Hilda es una ex-caballero, os aseguro que Hos no llega ni a su suela."
"Empezad."
La secretaria, que también vino con nosotros, dio comienzo a la batalla.
"Puño de piedra."
Cuando Hos dijo eso su puño derecho se envolvió en piedra.
"No está mal, pero…" Hilda respiró hondo. "Las mil lanzas de piedra."
"¿Eh?" La reacción de Hos fue igual a la de todos.
Un montón de lanzas aparecieron ante Hos rodeándolo.
"Quieres seguir?"
"La batalla la gana Hilda." Determinó la secretaria tras la negación de Hos. Las lanzas desparecieron con un leve brillo.
"¿Qué ha sido eso?" "Ni idea." "¿Eso es magia?" "¿Tenemos que hacer algo como eso?"
Algunos de nosotros estamos realmente impresionados.
"Bueno chicos, esa es la magia especial de Hilda, no es la única que puede usar pero es famosa por ella. No es especial porque ella sea la única capaz de hacerlo, aunque es la única que puede sacar tantas a la vez, sino porque es un movimiento que te puede dar la victoria en una batalla."
"¿Qué tipo de batalla te obliga a utilizar eso?"
"Como ahora, una en la que quieres que el oponente se rinda. Pero cuando te enfrentas a un rival de tu mismo nivel, el rival frenará tu táctica con otra habilidad especial, se supone. Además de que los monstruos y animales salvajes son mucho más peligrosos de los que creéis."
"Impresionante." Everett dijo lo que pensaba.
"Bueno, vayamos a identificarles como aventureros." Fue lo que dijo Hilda cuando llegó. "Ya saben lo que es utilizar la magia a un verdadero nivel, ahora solo deben practicar."
Impresionante, simplemente impresionante.
"Jajaja, tú lo has dicho Hilda." Seguimos a Bernard dentro.
La secretaria nos preguntó la edad y raza. Después nos entregó una tarjeta de la mitad del tamaño de mi palma de la mano. En ella se lee mi nombre, edad, arma favorita (vacío), rango de aventurero (En prácticas). Y a un lado estaba el símbolo del gremio de aventureros. Tres picos de montañas con el amanecer de fondo. La verdad es que es una bonita escena.
"¿Rango 'En prácticas'?" Zaide se adelantó a preguntar.
"Los aventureros nos dividimos desde rango F, el más bajo, hasta rango SS. Vosotros todavía no podéis ser ni rangos F, pero realmente cuando salgáis de aquí habréis aumentado a rango E o D dependiendo de vuestros esfuerzos."
"Oh." Se me escapó, pero realmente es alucinante. "¿Qué rango es Hos?"
"Rango E, fue un colega de mis comienzos. Pero vamos, antes de nada hay que entrenar." Bernard puso una sonrisa tenebrosa.
"¿Bernard?" Se escuchaba a Kiva con una voz temblorosa.
"Vamos al campo mágico."
"¿Dónde entrenan el resto?" Chloe preguntó.
Chloe es algo parecida a la personalidad de Zaide. Solo que ella es bajita, aunque Zaide tampoco es muy alto. Pero su pelo negro corto y su altura hacen que al principio no te la tomes muy en serio.
"Ellos entrenan en la arena 2 o en el cuartel de caballeros de esta ciudad."
"Pero cuando nos fuimos de las habitaciones ellos ya no estaban." Zaide dijo.
"Bueno, a Björn le gusta el trabajo físico por la mañana, seguramente los sacó a correr alrededor de la ciudad."
Eh, que ganas.
"Pero mientras ellos se centran más en el aspecto físico, nosotros nos enfocamos más en la magia…"
"Pero-" Kyomi parecía que iba a quejarse pero Hilda la interrumpió.
"Pero también haremos físico, de hecho el entrenamiento de aventurero es peor que el de caballero."
Se escucharon como varias personas tragaron al escuchar eso. Yo entre ellos, la piel de gallina al escucharlo.
"¿Qué vamos a hacer?" Pregunté.
Bernard que estaba liderando el grupo mientras íbamos al campo mágico giro el cuello y me miró directamente con una sonrisa que daba miedo.
"Vais a entrenar. ¿Qué si no?"
No se pero cuando dices eso con esa sonrisa creo que vamos a hacer de todo menos entrenar. Tengo miedo.
Un momento después llegamos al campo mágico, esta vez no hay nada construido.
"Bernard, por favor."
"Por supuesto."
No me gustó nada ese intercambio entre Hilda y Bernard. En ese momento Bernard dio un paso al frente.
"Magia elemental de piedra: edificio circular."
En medio de la explanada se levantó un edificio circular, aunque no era muy grande.
"Bien, vamos a dentro."
Cuando entramos vimos que había bastante iluminación que entraba por el techo. En el suelo hay mini cuadros, 8 en total, y 4 entradas.
"Rápido, poneos cada uno en un bloque."
Nos pusimos cada uno en uno. Estaban repartidos haciendo un círculo, en el centro se pusieron Bernard e Hilda. Yo a un lado tenía a Zaide, al otro a Mireia.
"Bien, haced una piedra."
Todos menos Zaide y Kyomi hicimos una piedra.
"Zaide y Kyomi, una vuelta corriendo alrededor del edificio."
Zaide y Kyomi se miraron sin entender que pasaba.
"Vamos no tenemos todo el día."
Kyomi y Zaide se fueron por la puerta que tenían detrás.
"Ahora, haced una llama."
Esta vez fueron Morfeo, Chloe y Mireia. Y les mandaron a correr también.
Everett y Kiva se fueron cuando mandaron hacer viento. Yo fui el único capaz de hacer las 4 magias elementales.
"Oh, interesante. Ahora, Joyce, cada vez que digamos de hacer algo, tú tienes que hacer el doble."
"¿Eh? ¿Por qué?"
"Porque sí. Ahora empezamos de nuevo. Magia elemental de piedra, vamos."
Hice dos piedras, esta vez más pequeñas me estaba empezando a cansar. En ese momento llegaron Zaide y Kyomi. Les mandaron hacer el resto de magia. Kyomi solo sabe hacer magia de fuego y viento así que tuvo que hacer otra vuelta. Zaide supo hacer las otras tres.
Según llegaban les hacían correr por cada magia elemental que no sabían.
"¿Cómo hago dos corrientes de viento?" Pregunté cuando me tocó hacerlo.
"Ve a correr una vuelta, luego te lo respondo."
"Pero…"
"Vamos, menos quejarse y más correr."
Suspiré y fui a hacer una vuelta.
Esto es un infierno. Noto como la magia ha consumido mis fuerzas y ahora correr. Voy más lento porque aprovecho para recuperarme un poco.
Esto es un infierno. No creo que sobreviva al primer día.
Así pasamos el resto del día. Cuando llegamos a las habitaciones por la noche me dormí en el acto.
Al día siguiente Bernard nos despertó temprano y fuimos directos a la explanada de ayer. Hicimos lo mismo. Día tras día. Cada vez teníamos que hacer más y más grande.
El truco de la magia elemental de viento es hacer una ráfaga grande. Pero para mí es la más complicada, y al parecer para todos excepto Zaide.
Es verdad que notaba que la piel mágica noto que cada vez es mejor, pero esto solo es el principio.
Después de dos semanas así pasamos a hacer ejercicios con las armas que utilizamos. Ahora en vez de enfrentarnos a los maestros nos enfrentamos a cilindros con palos que sobresalían y que se movían. La idea es la misma, dar al cilindro evitando los salientes. Era más complicado, pero no cansaba como el uso de la magia, aunque siempre acabamos sudando.
Cuando pasamos dos meses así nos dijeron que íbamos a cambiar el entrenamiento. Vamos a salir de expedición al día siguiente fuera de las murallas. Todos nos emocionamos.
"Nos dividiremos en dos. Chloe será la líder de un grupo y Zaide de otro. Venir aquí."
Zaide y Chloe se acercaron a Bernard e Hilda.
"Bien, Hilda irá con el grupo de Chloe y yo con el grupo de Zaide. Chloe elige primero con quién ir, después Zaide."
"Everett."
"Joyce."
"Kyomi."
"Mireia."
"Kiva."
"Morfeo."
"Vale, pues lo dicho, vamos a la entrada de la ciudad, acordaos de llevar la tarjeta de aventureros."
Fuimos todos juntos a la entrada. En estos tres meses que llevamos entrenando sentía que no habíamos hecho cercanos. Era algo nuevo para mí y para Zaide, pero hacía mucho que no me sentía tan bien.
Cuando llegamos a la puerta enseñamos a los guardias las tarjetas de aventureros y salimos. Nos dividimos en los dos grupos.
Yo iba junto a Zaide, Mireia y Morfeo. Más o menos entendía porque Zaide nos ha elegido así.
"Lo primero que vais a hacer es atacar a un Kobold. Tenemos un par de campamentos de Kobold controlados y los usamos para entrenar."
"¿Cómo si fueran granjas?"
Mireia tiene razón, según lo que dice parecen granjas de Kobold.
"Jajaja, sí, tienes razón. Bueno, al final del día la idea es que hayáis matado a 5 en total."
"Aah. Yo quiero dormir todavía no he recuperado lo del primer mes…"
"Morfeo, no harás mucho, tenemos al rey de los elementales con nosotros."
Zaide me sonrió. Ese es un mote que me habían puesto hace un mes. Soy mejor que todos con la magia elemental y además de saber utilizar todo tipo. Aunque tampoco están muy lejos de mi.
"No dependáis de nadie cuando estáis fuera de las murallas. Nunca puedes saber lo que puede pasar."
Yo estaba disfrutando del exterior. Nunca había salido, tanta naturaleza a mi alrededor. Árboles, se escucha el sonido de los pájaros, aire fresco.
"Joyce, pareces disfrutar."
Me puse un poco rojo.
"Jeje, es que es la primera vez que salgo de las murallas, y esto es mucho mejor que vivir en una ciudad como Ferrepa."
Mireia que me miraba directamente a la cara y veía como yo me ponía rojo según hablaba se rio y miró al frente.
"Sí, es precioso."
En ese momento corrió una ráfaga de viento que le echaba el pelo para atrás mostrando su precioso pelo. El brillo del Sol se refleja en su cara. Sentía que estaba viendo un ángel.
Por el otro lado se me acercó Zaide.
"Como la mires tanto se va a gastar…" Me susurró.
"Calla."
Me puse rojo y miré adelante. Escuchaba la risa de Zaide de fondo.
"Shhh. Ya casi llegamos, no hagáis ruido."
En ese momento nos pusimos serios.
"Zaide, eres el líder, decide cómo vais a actuar."
"Joyce el primero, luego iremos Morfeo y yo, Mireia con el arco cubrirá las espaldas."
Me puse el primero con mi lanza y empecé a andar. Vamos a mostrar los frutos del entrenamiento.
Lo primero que hicimos fue enfrentarnos a un grupo de dos Kobolds. Yo ataqué al primero con la lanza, Zaide y Morfeo fueron a por el otro.
"Agáchate, Joyce."
Hice como Mireia dijo, un momento después dos flechas se clavaron en su hombro derecho, aproveche y le clavé la lanza en el pecho desde la posición en la que estaba. Un chorro de sangre calló en mi cabeza. Igualmente le clavé la lanza otras dos veces. Al final el Kobold calló de espaldas, Zaide terminó con el suyo y ya estaba limpiando sus cuchillos.
"Vale, venid aquí. ¿Por qué no habéis usado magia?"
En ese momento me di cuenta. Bernard suspiró.
"Vale, en el siguiente solo usareis magia. De hecho, Joyce se encargará solo de uno y si lo ve claro de dos."
"Pero, ¿y el resto?"
"Se tendrán que esforzar cuando encontremos más. Ahora ahí detrás hay otro grupo de dos."
Todos nos acercamos y cuando me dijo Bernard salí.
Les lancé magia de fuego, viendo que querían escapar levanté un pequeño muro de piedra. Directamente los estaba quemando vivos, pero escuchando sus aullidos de dolor les clavé la lanza para que no sufrieran.
"No lo has hecho mal, pero no se puede recuperar ningún material porque está todo quemado."
"Oh, perdón."
"Es mejor si usas magia de viento y agua si quieres preservar el bicho entero, aunque a veces es imposible."
Asentí con la cabeza.
"Ahora que lo sabéis, los otros 3 os enfrentáis contra otro dúo." Acto seguido apareció otro dúo.
"Mireia, usa flechas y redirígelas con magia de viento para darles por la espalda. Morfeo usa magia de tierra en sus pies para frenar su movimiento cuando se giren."
Mireia lanzó 2 flechas, ambas se clavaron en la espalda de los kobold, pero no murieron, cuando se giraron Morfeo uso magia de tierra e hizo aparecer piedras alrededor de los pies que frenaron su movimiento. Zaide se acercó corriendo silenciosamente e hizo dos burbujas de agua en su cabeza. Un rato después los dos kobolds estaban muertos.
Se escuchaba de fondo los aplausos de Bernard.
"Ahora podéis decir que sois verdaderos aventureros."
Esas palabras me llenaron de orgullo.
La verdad es que la experiencia había sido más cansada de lo que esperaba, pero es el primer paso.