— Llegue al Instituto, no quería ir sabía que sería un día aburrido , pero todo cambio, ya que no sabía que podía pasar, al parecer parece que varias personas ya sabían que iba a llegar una nueva, ¿Que ironía no? No me importaba si sabían o no. Llegue a mi casillero y estaba lleno de demasiadas notas y cartas, no puse atención así que me dirigí a mi salón, el caso es que no hablaba mucho, era la típica callada pero necesitaba a alguien que me enseñará donde estaba mi salón de clases, en lo que iba venía un chico nerd que me tiro el jugo que venía tomando encima de mi ropa. —
- Hola me llamo Dow y yo lo siento si tiré tu jugo encima no quería hacerlo créeme
- Si aja como digas ¿Como putas vas a recompensarme que tiraste tu jugo encima de mí? ¡Mira mi ropa! La estropeaste.
- Oye yo lo siento, vi que estabas distraída así que te llegaré al salón, y bueno estarás conmigo en el mismo, ya que yo soy de nuevo ingreso.
- Si como digas. — Me encogí de hombros —
— Llegue al salón. El me llevo donde se suponía que era de primer ingreso y llegamos al salón equivocado, seguimos buscando hasta encontrar el salón, y ya había empezado la clase, toque la puerta y entramos. —
- Incorpórate en el grupo y luego preséntate. Igual tú — Me dijo a mi y a mi hermano —
— Puse mi mochila en mi asiento y me puse de pie, tenía vergüenza no sabía qué hacer, y empecé a hablar —
- Hola soy Kayli, tengo 17 años, y espero llevarme bien con todos ustedes, gracias.
— Me senté, luego de eso hizo lo mismo Dow, yo me sentía rara , sentía que alguien me miraba, que no despegaba sus ojos de mí, no tenía miedo, pero me sentía rara, alguien me estaba vigilando no entiendo el cómo, ni el porqué, pero yo sentía que alguien no dejaba de verme , y bueno ya luego no puse atención, tal vez era sólo mi imaginación y lo único que hice fue poner todo el día atención a las clases. Luego de eso me dirigí a mi casillero para llevarme las cartas y cosas , quería saber que era lo que decían y bueno las eche en mi mochila y me fui a casa , la verdad es que en ese día no quise comer en la cafetería, ni salir, porque sentía que alguien me perseguía, que estaba detrás de mí, y bueno sólo fue un día pesado y así será siempre, y espero estos días así no se vuelvan monotonía. Llegue a casa y subí las escaleras, me cambié y baje a almorzar, luego de eso subí a mi cuarto y me puse a escuchar músicas, hasta que logre quedarme dormida, a la vez con la cosa de la persona que me perseguía y que me vigilaba, y si esa persona un día se cuela en mi habitación mientras me ve dormir, bueno luego de eso deje de pensar y me quedé dormida. —
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