Día 30 desde la manifestación del inframundo en este mundo.
Me he asentado un pequeño campamento subterráneo, cerca de la zona excéntrica, si tuviera que definirla sería como el infierno.
La anomalía o en este caso el "Sujeto" parece ser un caso #W1L4, con grandes poderes destructivos, por el momento solo pudo obtener información sobre la captura de aquel reino, o en este caso la zona central, pero es lo mismo, pequeñas poblados no sobrevivirán sin proveedor.
Gran parte de los ciudadanos del reino fueron asesinados y el resto al parecer fue puesto a trabajar, para mantener con energía una pequeña parte de aquel lugar, también capture ondas de radio, pero debo acercarme, para escuchar lo que dicen y es imposible.
Fin del reporte...
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"¿William me copias?"
"Te copio"
"Las radios funcionan, aunque su alcance es bajo, se deberá mejorar"
"Con magia es más fácil"
"Pero no estará siempre, debemos ser los más fuertes sin esa magia, cuando la magia desaparezca, fufufufu, nada parará una bomba atómica"
"Bien Sandy, puedes irte" dice William
Sandy se dirige a la salida y al abrir la puerta allí estaba Adel.
"Reina" Adel despide con una reverencia breve a Sandy.
Una vez Sandy sale, entra Adel.
"Rey William, le tengo noticias, la producción de motosierras mecánicas y mágicas ha finalizado, además me gustaría comentar algo"
"Me alegro de terminarlas, cuéntame sobre aquello"
"Es sobre los Dioses, en este caso su poder, por lo visto muchos humanos tienen un despertar, un poder divino, seguramente estén dando poder, para poder hacernos frente"
"¡Esos malditos Dioses!" William por el arrebato de furia tira todo lo que tenía sobre su escritorio, copas y hojas de crucigramas más que nada.
William se hallaba en su Reino, en una sala suyo, el antiguo castillo o lo que fuera fue retirado y se comenzó de cero algo nuevo, es más pequeño, tiene apariencia de mansión, pero es mejor que nada, además tenemos energía y nuevo armamento.
Tras tirar todo lo que tenía sobre el escritorio, William se dirige a un armario cercano, del cual saca una escopeta con rocas incrustada en ella.
"Iré a matar infelices, volveré luego"
Tras decir eso, William abre la ventana y se retira volando, con magia, hacia la ciudad mas cercana, que cumplía la función de puesto de control.
***
Esos infelices piensan que pueden ganar, les demostrare que están equivocados, los mataré a cada uno de ellos, uno por uno.
Por el momento no atacamos grandes ciudades, pero no fue por benevolencia, fue por el ampliamente de armamento y porque no estaba en mis mejores momentos, me deje llevar por la locura a niveles inimaginables, mí alma cada vez esta mas destruida, pero aun asi mantengo algo de mentalidad sana, algo.
Tras volar unos momentos estaba arriba de la aquella ciudad, para ser exactos 2 Km de altura debía tener del suelo.
Apunte con mí escopeta a un edificio sin importancia y disparo.
Aunque la distancia sea increíble el edificio explota sin problemas, destruyendo edificios cercanos.
Las personas cercanas al incidente, en realidad toda la ciudad se alarma.
Justo cuando me designó a disparar otra vez, siento el ataque por la espalda de ella.
Obviamente lo esquivó y le disparó.
"Mierda, creí apuntar a la cabeza"
"Maldito" Gritó una Arcángel con una mano explotada, esta no es contra la que pelee en aquel momento, durante la conquista, es una Arcángel de menor rango, pero sigue siendo fuerte.
"Ustedes siempre me molestan en mis travesuras, ¿acaso sus papis los mandan?"
Cada vez que salgo de mí Reino, un puto Arcángel o varios me atacaban, al parecer me controlaban constantemente, pero por el momento nunca fueron a matarme a mí casa.
"Infeliz, veras el poder de un Arcán..."
"Estoy harto, déjenme de seguir, me siento acosado" Dijo William con tono burlón, mientras atravesaba el pecho de la guerrera, pero justo antes de que tocase el corazón y se destruyera su alma, un Arcángel le exploto la cabeza a su compañera, con una lanza de luz, salvando su alma.
Hoy no es mí día al parecer.
Arrojó el cuerpo de la muchacha al suelo, con suerte la caída de su cuerpo mata a alguien.
"Ya me canse, nos vemos" dice William mientras bosteza.
"No te dejaré ir a ningún la..."
Las palabras del Arcángel fueron interrumpidas por un disparo en la cabeza, de la escopeta, con balas imbuidas en el aura de William.
"Te lo buscaste... ya que estoy aquí probare las granadas de gas de mí aura"
William arroja varias granadas que contenían un humo negro, sobre la ciudad.
Estas al tocar suelo liberan un gas negro, que mata a quien lo respire.
"Son un fracaso, deberían quemar las estructuras y cuerpos, pero al menos matan, es un comienzo"
Más tarde, William vuelve a levantar lo que tiro de su escritorio.
Ese fue un día que muchas personas no olvidan y muchos edificios desaparecieron.