- Puedes preguntarme lo que quieras.- Dice serio, levante mi vista para mirarlo.
- ¿Donde estamos?- Es lo primero que quiero saber.
- En New York, y esta es mi casa.- Valla como me trajeron de Los Ángeles hasta acá, y ya me imaginaba que esta es su casa.
- ¿Como me trajeron de Los Ángeles hasta acá?- Comencé a morderme los labios, es una maña que siempre he tenido, lo hago cuando estoy nerviosa.
- El medicamento que te dio Mike en ese pañito te durmió por 2 días...- ¿2 días? Quede impresionada.- Así que te trajimos hasta aquí en mi avión privado, como ya vez no tuvimos ningún problema.- Saco un sobre, y lo puso en el escritorio.- Ábrelo.- Yo obedezco, y tomo el sobre, saco los papeles que hay dentro. Lo primero que me llama la atención es que dice "Acta de matrimonio" mas abajo leo mi nombre, y otro al lado Daniel Scott ¿Y firmas? Yo nunca firme esto, no puedo creerlo ¿Que clase de loco puede hacer esto? Aquí dice que estamos unidos en matrimonio, y no es falso porque esta la firma, y el sello de un abogado.
Lo miro con pánico, esto no puede estar pasando ¿Para que, y porque me caso con el?
- Lo hice para hacerte mía completamente.- Para hacerme suya ¿Que pasa aquí? No entiendo nada ¿Para que este hombre me quiere para el? ¿Ni siquiera lo conozco?
- Estas loco.- Le grite. Esto no es normal. - ¿Desde cuando me conoces?- Estoy histérica, por Dios.
- Llevo siguiéndote, desde hace 3 meses. Conozco todo de ti, tus padres murieron cuando aún eras una niña, tu abuela fue tu tutora hasta que murió cuando cumpliste tu mayoría de edad, de en adelante te has cuidado tu sola.- No se que decir, este hombre está enfermo.- ¿Quieres saber porque te he seguido todo este tiempo?- No dije nada, no podía hablar.- Porque me pareces hermosa, desde que te vi quise hacerte mía, ni te imaginas. Desde entonces comencé a buscarte, quería saber todo de ti. Te miraba salir, y entrar de ese supermercado todos los días, sin que te dieras cuenta.- Y lo hizo muy bien porque nunca me di de cuenta. No sabia que decirle, muchas cosas por digerir.
- ¿Que quieres de mi?- pregunte dudosa, en realidad temía por la respuesta que me fuera a dar. Me miro mas serio que antes.
- Quiero que seas mía, completamente mía.- Pues claro que no seré de el.
- ¿Quien te crees que eres? No voy a ser tuya. No te conozco, y tu no sabes nada de mi.- Acertó en lo de mis padres, pero no me conoce de verdad.
- Se que no tienes amigos, después que sales del trabajo te encierras en tu apartamento, y no sales hasta el día siguiente que te toca trabajar de nuevo.- Sus palabras me golpearon, escuchando su punto de vista mi vida es muy triste.- Te conozco más de lo que crees.- Me molesta que diga eso.
- Claro que no me conoces, quiero irme de este lugar, no quiero ser tuya.- Me levante de la silla, el hizo lo mismo, camino hacia mi, y se posó en frente. El corazón me late rápido.
- Eso no va a estar muy fácil. Entiende que eres mi esposa, que de aquí no vas a salir... - Se acerco más a mi rostro, esta hablando enserio.- Que serás mía aunque no quieras.- Se relamió los labios, no puedo negar que es muy sexy, y varonil pero esto no esta bien.
- ¿Vas a tenerme encerrada en contra de mi voluntad?- Sonrío con malicia.
- ¿Y que crees que estoy haciendo? Sabes, no me interesa si no quieres estar aquí.- Se acercó a mi oído causándome un escalofrío por toda mi espina dorsal, jamás había tenido a un hombre tan cerca.- Créeme este matrimonio será consumado, quieras oh no.- Quede estupefacta, no dije nada, no sabia que decir, ya me quedo claro que no le importa mis principios.
- Estoy asustada.- Fue lo único que pude decir. Me secuestraron, me durmieron, me casaron con este hombre que no conozco, por Dios, y aparte quiere consumar el matrimonio osea que tendré que acostarme con el, de solo pensarlo me da escalofríos, nunca eh tenido sexo con un hombre, y jamás pensé que iba a ser así, me quedo bastante claro que no le interesa si no quiero tener sexo con el, igual lo tengo que hacer.
Esto es horrible, me tiemblan las manos. El solo me mira, y eso me pone aun mas nerviosa.
- Ven.- me extiende su mano para que la tome ¿Que hago? Creo que igual no tengo opción, así que la tomo.
Me saca de allí, y comenzamos a subir la escaleras de nuevo al segundo piso. Caminamos hasta llegar al final del pasillo, hay una enorme pared enfrente de nosotros, el coloca un código en ella «689236», lo recordaré me servirá para después.
Entramos a una habitación mucho más grande que la otra, las paredes son blancas, la cama es inmensa, las sabanas son de color negro, y blanco, hay mesitas de noche al lado de ella con lámparas, la madera del piso es igual a la que había en la sala.
Esta es su habitación, me trajo a su habitación.