Chereads / Un paso en el fin del mundo / Chapter 9 - Capitulo 9 “Entre la vida y la muerte”

Chapter 9 - Capitulo 9 “Entre la vida y la muerte”

Celes

Andor, mirador sur.

Cuando el equipo de extraccion llegó cerca del mirador, los dos pelotones de soldados siguieron las órdenes del sargento a cargo y se desplegaron en una formación de defensa.

Lo primero que vieron los soldados al llegar fueron cientos de bestias formadas en fila detrás de lo que parecía ser una persona espeluznante.

Para sorpresa del nuevo equipo, las bestias se mantuvieron calmadas esperando las órdenes e su amo.

Según las órdenes del sargento del grupo militar los dos pelotones se prepararon para la batalla.

Luego de levantar una radio, el líder del grupo de extracción llamo esperando una respuesta del equipo número 5.

—Aquí el capitán Fline, espero que estén listos para la batalla— dijo contento el capitan al sentir que el equipo tenía una mayor probabilidad de sobrevivir.

—Mas que preparados Señor, le habla el sargento Pierce, líder del 2do escuadrón especialista en rescate, de ser posible necesito información de la situación—

—Claro, lo más importante que deben saber, es que ese humanoide, autoproclamado "el gran Urik", controla a todas las bestias como sus mascotas, además su fuerza personal es desconocida, pero es capaz de atravesar el cráneo de una bestia con las manos desnudas.—

—Por mas fuerte que sea, no creo que sobreviva al impacto de un lanzamisiles, en breve comenzare el ataque, prepárense para actuar—

—Entendido, juntare a mi equipo para ayudar en la pelea—

Luego de cortar la llamada, Pierce informo a sus subalternos indicándoles la situación, los dos pelotones se desplegaron en una formación de abanico, buscando posiciones para poder defenderse mejor.

En el centro de la formación de soldados, los vehículos blindados empezaron a cargar sus cañones mientras los soldados se preparaban para la inminente batalla.

Cuando todo estuvo dicho, una fuerte explosión inició la batalla.

La bala del cañón en el aire impacto en el centro de las bestias creando una gran nube de polvo en el campo de batalla.

Los gemidos resonaron de las muchas bestias heridas, algunas lograron salir de la explosión evitando el daño, pero el único que no se movió fue Urik, que recibió la explosión de frente sin recibir ningun daño.

Pierce se asombró ante lo fuerte que era el oponente, en su mente decidió ejecutar un plan y pensó que solo lo usaría en el peor de los casos.

Preparando una pequeña nota se la paso a un soldado —entrega esta información a los demás equipos, solo deben actuar de nuevas ordenes, de otra manera solo actúen bajo la orden principal—

Luego que el soldado se fue, Pierce pensó en las batallas pasadas "no creo que esos viejos se enojen por usarla, además son demasiadas bestias, con nuestro poder de fuego solo podríamos controlar 100, en el peor de los casos tomare la responsabilidad".

—Parece que estos insectos no me tienen miedo, creo que es momento de que conozcan el verdadero terror—

Levantando su mano, Urik señalo a los vehículos blindados ordenando que sus bestias los destruyeran.

Como una sola mente, un centenar de las bestias rugieron y empezaron una carrera arremetiendo contra los militares.

Sin preocuparse del destino de sus mascotas, Urik se deleitó al ver el miedo en algunos ojos de los soldados.

Para el, aún quedaban dos tercios de sus mascotas esperando la orden de su amo.

Los pelotones, dirigidos por Pierce, dispararon sus armas ordenadamente frenando en ciertos puntos el avance de las bestias.

Observando como sus soldados enfrentaban a la marea de bestias, Pierce levantó su radio y pregunto —Equipo 2, ¿cómo está la situación?—

Entre las sombras de los árboles, un soldado de pequeña estatura levanto su radio y le contesto —Ya estamos listos, en este momento estamos regresando a la formación—

Al escuchar eso, Pierce se subió a uno de los vehículos blindados, ordenandoles dirigirse a otra posición.

Algunas bestias, como insectos persiguiendo la luz, dejaron de atacar a los pelotones y fueron en persecución de los vehículos que se alejaban.

Cuando Pierce noto que habían conseguido distraer a algunas bestias, levanto su radio e indico al líder de uno de sus pelotones —el enemigo esta siguiendo nuestro señuelo, aprovechen este momento y abran un camino de retirada para el equipo del capitán Fline—

El segundo pelotón seguía atacando a las bestias provocando grandes bajas entre ellas con una constante lluvia de balas, pero sabían que la situación no era muy buena para ellos.

Cada vez que una de estas bestias se giraba y alcanzaban a uno de los soldados, eran capaces de dejar gravemente heridos a sus compañeros de un solo golpe.

Mientras tanto, en el mirador, Fline ordeno que todos protegieran a los sobrevivientes mientras el pelotón les habría una ruta de salida, él estaba preocupado, porque aún no actuó el humanoide.

Urik solo tenía una sonrisa maliciosa en su rostro mientras se alimentaba del cadáver de una de sus mascotas.

—Lo hacen bien para ser unos insectos, lástima que el juego ya termino. Nunca deberían pensar mantenerse con vida después de que el gran Urik fuera su oponente—

Después de decir eso, la tierra empezó a temblar. En el campo de batalla, grietas de cientos de metros aparecieron en el suelo revelando cientos de bestias que salieron entre el segundo pelotón.

La especie dominante entre estas nuevas criaturas era un tipo de alacran moteado, estos levantaron sus pinzas y empezaron a atacar a todo lo que tenían en frente utilizando sus aguijones para someter todo soldado que tuvieran enfrente.

En este momento Lanz estaba observando la situación desde lejos, varios de sus compañeros estaban peleando por sus vidas, pero no podía hacer nada, se le había dado una misión especial.

Aprovechando la protección de los árboles, él avanzo rápidamente hacia el campamento del humanoide.

Aunque Urik detecto su presencia, no le importo lo que pudiera planear un pequeño alevín como el y se mantuvo mirando el espectáculo que le ofrecían sus mascotas.

Sin detenerse, Lanz enterró varias estacas en el suelo. La distancia entre cada una de ellas era de unos 100 metros, aunque después de enterrar la veinteava estaca estaba un poco cansado, siguió avanzando para terminar su misión.

Los vehículos blindados, que estaban alejándose del lugar, cada tanto disparaban sus cañones provocando algunas bajas en las bestias que las perseguían.

—Señor, termine mi misión— Pierce escucho la voz de Lanz al otro extremo de la radio y sus ojos brillaron fríamente —llego la hora, equipo 2 activen los explosivos— aviso a los demás soldados.

Luego de recibir la confirmación de su sargento, cientos de explosiones ocurrieron alrededor del campo de batalla aunque estas no causaron la muerte de las bestias.

Con las poderosas explosiones, cientos de pozos profundos rodearon el campo de batalla generando una vista extraña.

Urik no tenía miedo de lo que estaban planeando los soldados, pero sentía que algo estaba mal cuando las explosiones que se demoraron mucho en preparar no dañaron a sus mascotas.

—Porque gastarían tanto tiempo solo para destruir el terreno, nunca entenderé como piensas estos seres inferiores— sacudiendo la cabeza en negación, Urik se elevó en el aire dirigiéndose al segundo pelotón.

La pelea del segundo pelotón fue dura, los alacranes habían herido a varios de los soldados al tomarlos desprevenidos.

Cuando habían perdido a más de la mitad de sus integrantes, Urik apareció junto a uno de ellos tomándolo de la cabeza con sus garras oscuras.

—No tengas miedo pequeño, agradece que pronto serás parte de un ser superior, algo que nunca hubieras podido lograr en vida—

El soldado usando todas sus fuerzas intento liberarse y apunto su arma contra el atacante, pero todo fue en vano cuando el brazo de Urik se dividió por la mitad en una boca gigante tragando la mitad de su cuerpo de un solo mordisco.

El sonido de las mandíbulas triturando el cuerpo del soldado resonó en el lugar provocando que los soldados pudieron notar la presencia de Urik.

Todo el segundo pelotón se asombró ante la aparición del humanoide, pero rápidamente apuntaron a su cuerpo iniciando una lluvia de disparos.

Sin preocuparse, Urik río sadicamente y aparecio junto a otro soldado.

Al ser apresado por las fauces del brazo de Urik, el soldado libero el seguro de una granada antes de morir estoicamente.

Luego de tragar la mayor parte del cuerpo del soldado, Urik quizo desplazarse para atrapar a otra presa pero se sintió algo extraño y se detuvo por un momento.

¡BOOM!! con una fuerte explosión, la mitad de su brazo había desaparecido, quedando solo una gran herida en forma de una flor de carne que liberaba sangre de color violeta por todo el suelo.

—Basura, se atreve a dañar mi grandioso cuerpo— enojado, Urik utilizó su sangre para regenerar su brazo perdido, pero este era consciente que por el momento no sería capaz de absorber nutrientes de esa manera.

Ninguno de los soldados se preocupó de lo extraño del humanoide y se mantuvieron atacándolo. Mientras un grupo se defendía de las bestias, otro equipo mantuvo el asedio contra Urik sin dejarle oportunidad de tomar a uno de sus compañeros.

Urik estaba furioso, ya no tenía esa sonrisa arrogante en su rostro y decidió deshacerse de estas molestias.

Esta vez apareció detrás de un soldado ahorcándolo con sus manos, —tú serás el primero— dijo y empezó a absorber la energía del cuerpo del soldado enterrando sus dientes en el cráneo del desafortunado.

Lentamente, el soldado paso de ser un joven fornido a nada más que un esqueleto con la piel reseca cubriendo sus huesos.

El cuerpo esquelético no alcanzo a tocar el suelo cuando otro soldados sufrió el mismo destino que su compañero.

Poco a poco los lamentos de los soldados desaparecieron del campo de batalla, el segundo peloton pronto dejaría de existir.

Cuando el primer pelotón logro asegurar una ruta de escape, desde el interior del edificio salió el equipo de Fline junto a los sobrevivientes.

Luego de recibir sus órdenes, los soldados empezaron a retirarse del campo de batalla junto a los sobrevivientes.

Fline quería ayudar en la batalla, pero uno de los soldados le indico que debían seguir ordenes, para no afectar el plan que tenía el sargento.

—Señor, no aguantaremos más de unos minutos en este lugar, el humanoide ya ah masacrado a la mayoría de nosotros—

Pierce, luego de pensar un momento ordeno —de ser posible, retírense del lugar, el plan casi esta completo—

Aunque los vehículos blindados pudieron matar a sus perseguidores, uno de ellos había caído bajo el asedio constante de una pitón esmeralda que fue convertida en otra víctima de los cañones dobles.

Pierce sabía que quedaban más de 200 bestias aparte del humanoide, tenía claro que no podría matarlos con los equipos a su disposición, por ello había creado un plan muy peligroso usado en los tiempos de guerra por los que pasó Celes.

—Solo espero que nos den suficiente tiempo para ejecutar sin problemas el plan—

A las afuera del mirador, el soldado Lanz caminaba en dirección al segundo pelotón, sabia la situación de sus compañeros por las llamadas de la radio, pero quería ver si podía ayudar en algo.

Al mirar hacia el campo de batalla, Lanz no pudo encontrar rastro de sus compañeros y sintió un profundo dolor en su corazón.

—Lastima, ya es demasiado tarde compañeros—

En el medio del campo de batalla, una figura cubierta de sangre miraba al cielo, aunque todos los soldados estaban muertos, habían dañado bastante el cuerpo del humanoide dejando sus habilidades regenerativas inútiles.

—Como es posible, que yo, el gran Urik este en este estado tan lamentable—

Urik estaba enojado por lo inútiles que eran los soldados, aunque gasto mucha energía para matarlos pensó que podría recuperarla extrayéndola de sus cuerpos, pero la cantidad que obtuvo no fue suficiente para recuperarse.

Él estaba pensando si debería matar a sus bestias para recuperarse, pero no quería separarse de ellas, eran una buena defensa para el si llegara a evolucionar, "no quiero morir en manos de otro usuario cuando evolucione" pensó antes de bajar la mirada.

Urik, al sentir una presencia de vida a su alrededor miro en dirección a Lanz, estaba muy herido como para perseguirlo, aun así levanto su mano llamándolo.

—Acércate pequeño, tengo algo que contarte—

Lanz lo miro levantando su arma y dijo —si disparo lo más probable es que mueras, no necesito saber nada de ti—

—En eso estás equivocado, si lo quisiera, en este momento ya estarías muerto, es solo que tenía una pregunta que hacerte—

—Solo dilo, no necesitas que me acerque para eso— Lanz nunca bajo la mira de su rifle esperando terminar con la vida del humanoide.

—Que aburrido eres— dijo, luego de pensar añadió —Bueno, te tengo una pregunta, que pensarías si te dijera que todos los seres vivos de este planeta están destinados a morir—

—Que no eres más que un loco, no necesito escuchar nada más—

—¡Ah! que pequeño tan tonto, pensé que serias algo más inteligente—

Lanz estaba preparado para disparar, cuando Urik levanto su mano revelando un holograma, en él se veían varios planetas incluida la Tierra.

Todos ellos estaban cubiertos por una gran barrera roja evitando que nada entrase en ellas y cientos de ejércitos de criaturas colosales observaban codiciosos a la Tierra.

—¿Ahora me crees?, en este momento todos son presas en un juego, incluido yo— recuperando un poco su sonrisa, Urik continuó —quería que compartieras mi sufrimiento antes de morir, solo aquellos que logren tener la fuerza suficiente antes del fin podrán liberarse de este cruel final—

Lanz quedo aturdido, no era tonto, la barrera cubría todo hasta donde mostraba el holograma, apostaría que el sistema solar estaba completamente atrapado en ella.

Sin darse cuenta, Urik se le acercaba lentamente buscando absorber su energía, pero se detuvo al sentir una amenaza desde el cielo.

En ese momento Lanz salió de su desconcierto y recordó el plan, lanzando una granada hacia Urik Lanz disparo al humanoide mientras se retiraba, tenía que salir del área antes de que Pierce accionara el arma principal.

Las bestias, al sentir la amenaza intentaron liberarse del control de Urik y las que lo lograron empezaron a correr lejos del mirador.

En ese momento un halo de luz gigante cayó desde el cielo cubriendo todo el área cercada por el soldado Lanz, este último estaba corriendo hacia fuera del área de impacto mientras era perseguido por Urik.

Solo quedaban veinte metros para escapar de la muerte, pero un brazo necrótico lo tomó del hombro —Eres un niño muy malo— le dijo cuando empezó a absorber su energía, la muerte era lo único que le esperaba al soldado cuando cayó en las garras del humanoide.

Lanz estaba destinado a morir, si no fuera porque en el momento Urik corrió con el soldado en sus brazos hacia el exterior de la barrera, lastima era demasiado tarde cuando Amanecer ("Dawn") impacto en el suelo.

Amanecer era un cañón de plasma instalado en el espacio, perteneciente a las guerras del pasado de la independencia de Celes.

Todos los preparativos de Pierce fueron para evitar que los objetivos escaparan del lugar.

Pierce nunca imagino que volverían a usar esa arma, esta fue una reliquia dejada por batallas pasadas, que el país uso en el frente unido, tenía un cañón de 200 metros de largo y varias celdas de energía capaces de concentrar una cantidad de energía incalculable.

Lo malo de esta arma, era su tiempo de reúso, necesitaban al menos un mes para volver a usarla, aun así, existían 3 armas como está orbitando el planeta en caso de ser necesario.

Todas las bestias que no lograron escapar de la barrera fueron asesinadas por la energía emitida y las altas temperatura que permitieron sus cuerpos dejándolos irreconocibles.

Debido a los pozos que creo el equipo dos lograron controlar el daño residual del arma, como lo es el envenenamiento de la tierra, ellos habían enterrado varios dispositivos que crearon una barrera bajo el suelo capaz de contener la contaminación.

El cuerpo de Urik estaba perdiendo varias partes de su cuerpo mientras intentaba salir del ataque de plasma, debido a lo grave de sus heridas no pudo regenerarse y quedo en un estado muy patético, Lanz no era muy diferente, había perdido la mitad de su cuerpo y su piel estaba completamente quemada y quebradiza.

Urik al ver que Lanz aún no estaba muerto, quiso absorber su cuerpo para poder regenerarse, con un solo brazo se acercó a su cráneo e intentando activar su habilidad, pero nada sucedió.

—Maldición!— algo indeciso, Urik decidió usar algo riesgoso.

En el interior de Urik, una esfera esmeralda se movía en su cuerpo sin preocuparse de nada, no le importaba si el portador moría, en el peor de los casos buscaría un nuevo usuario y seguiría absorbiendo energía.

"Señor, necesito de su ayuda" se escuchó la voz de Urik en el tono más respetuoso, "necesito un poco de su energía para vivir", la esfera dejo de moverse y empezó a mirar en varias direcciones, después de pensarlo no hizo nada y siguió jugando en su interior.

Urik al sentir que la esfera no quería ayudar decidió extraer energía de ella por la fuerza.

Al sentir que era invadida, la esfera grito —Como te atreves a intentar robar algo mío, solo la muerte espera a aquellos que incumplen el contrato— Urik no se movió por esas palabras, si no lo hacía de todas maneras estaría muerto, toda su concentración estaba en obtener un poco de energía de la esfera, eso era suficiente para que él se sanara por completo.

Después de un momento la voz de la esfera sonó en su mente "Esta bien, te prestare una parte de mi energía, aun así quiero varias ofrendas a modo de compensación", "lo que quiera lo tendrá" dijo Urik extasiado y una fuente de energía empezó a recorrer su cuerpo.

Sin desperdiciar el tiempo, Urik empezó a distribuir las corrientes de energía por cada una de sus heridas regenerando todas sus extremidades perdidas.

Urik se burlaba de cuan inocente era la esfera, apenas él pueda salir de su control la abandonaría, pero debido al contrato aún se mantendría fiel a ella.

Al levantarse, miro el cuerpo de Lanz que estaba casi muerto, se burló de él ya que no lo necesitaba y decidió terminar su existencia, paso a paso el destino del soldado era inevitable, pero Urik sintió que algo estaba mal con su cuerpo.

En un instante cientos de grietas sangrientas aparecieron en su piel extendiéndose por todo su cuerpo —¡¿Que me hiciste?!— grito enojado Urik mientras la esfera en su interior se reía locamente.

—En verdad pensaste que sería tan tonta para dejar pasar una ofensa tuya, no eres el primero que intento usarme y pensó en salir vivo, lastima para ti que ya no me eres necesario, muere y únete junto a las almas de los miembros de tu planeta— dijo antes que un gran remolino apareciera en el frente de la esfera tragándose el cuerpo de Urik.

La esfera se sentía muy bien gracias a la cosecha del alma de Urik, flotando en el aire se acercó al cuerpo de Lanz y observo extrañado a la criatura moribunda.

Toda la energía que había absorbido la esfera era transmitida a otro lugar, su propia energía casi no existía y estaba por desaparecer, pero eso no le importo demasiado, ya que era solo una parte de su cuerpo principal encargada de juntar energía.

Un breve pensamiento paso por su mente antes de desaparecer, quizás podría usar este cuerpo para mantenerse con vida un poco más de tiempo, pero había calculado mal, su superficie estaba rompiéndose a una gran velocidad, "ahh, de todas maneras está muerto" pensó antes de descansar junto al cuerpo.

"Aunque obtenga mi energía no sobrevivirá al fin de su mundo", después de convertirse en polvo, la energía residual de la esfera junto a varios fragmentos rojizos ingresaron al cuerpo de Lanz.

Varias horas después del lanzamiento de Amanecer, un equipo encargado de rescatar los cuerpos de sus compañeros se dirigió al mirador.

La mayoría de los cadáveres habían sido destruidos por el ataque de plasma, pero había algunos que aún se mantenían para entregarlos a sus familiares, entre ellos estaba el cuerpo de Lanz.

Cuando el equipo de rescate lo encontró, este ya no tenía ninguna herida y su cuerpo estaba completamente regenerado, el único problema era que había quedado en coma.