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Chapter 2 - Capitulo 1: La prueba

Una semana paso desde que Trevor envió su respuesta a la ASEM, durante toda la semana sus padres no dejaban de presumir que su hijo seria un aumentado, su madre incluso lo llevaba a su trabajo para mostrarlo a sus compañeras.

—¡Siempre supe que mi hijo era muy especial! —repetía su madre una y otra vez a sus amigas. Su padre, por otro lado había estado tan emocionado que incluso había contactado al NYX DIARY, la compañía televisiva encargada de las noticias y el periódico local para que le hicieran a Trevor la entrevista mas vergonzosa por la que jamas haya pasado. Habían ido a su casa, con cámaras, reflectores, personal asistente y todo el equipo, la entrevista la realizaba una periodista muy famosa que al parecer era experta en noticias sobre aumentados, estaba muy emocionada o al menos hasta que le comenzaron a hacer preguntas sobre su vida.

—¿Cuáles son tus pasatiempos?, ¿Practicas algún deporte?, ¿Tienes alguna pareja?, ¿Cual es tu talento secreto?, ¿Tienes alguna novia?... —Hicieron preguntas tras preguntas y cuando la entrevista hubo terminado, la periodista que tan feliz sonrisa tenia en su rostro, ahora tenia una expresión de decepción que no tenia intención de esconder, parecía una niña a la que no le habían dado el regalo que quería y, después de todo, realmente no tenia nada que decirles, nunca había practicado deportes, no era especialmente bueno en nada (tampoco era tan malo), sus notas son promedio y nunca había intercambiado palabras con una chica por mas de cinco minutos.

Mauro por su cuenta había estado tan emocionado, que se había pasado toda la semana pensando nombres de superhéroes para Trevor (eso y consumir marihuana como si fuera agua).

—¿Qué tal la «Amenaza negra»? —sugirió Mauro.

—¿No crees que es un poco racista?

—No si eres tu el que lo dice. —A Mauro se le ocurría cada vez un nombre mas absurdo que otro-. Tal vez podrías llamarte el «Superior», o «La Justicia oscura», «Mecha Black», «El terror de lo injusto», «La Venganza», «El cazador», «Rayos X», «Iron Black».... -—Y así continua y continua la lista de nombres estúpidos (mayormente racistas) que Mauro había pensado.

Trevor por su parte no tenia mucho que pensar, no estaba nervioso o asustado, estaba mucho mas calmado de lo que podía creer, mayormente por el hecho de no saber que iba a pasar, en la carta decía que iba a tener que presentarse a una prueba especial, pero no tenia ni idea de que trataba la prueba, trato de investigar en Internet, pero no logro nada y como para tratar de prepararse, había intentado ponerse en forma yendo al gimnasio, por si acaso la prueba debía ser física... Pero no duro mucho, al segundo día se había aburrido ya y al tercera ya no seguía yendo, Trevor pensó que seria imposible para el volverse adicto a una droga, ya que nunca podía realizar la misma actividad varias veces sin aburrirse, su mayor enemigo era el aburrimiento.

Una semana se cumplió cuando aproximadamente al mediodía del martes, unos hombres vestidos con unos uniformes azules llegaron a su casa, los hombres tenia el símbolo de la ASEM (Una flecha atravesando una nube con las palabras ASEM debajo) bordado en el pecho de sus uniformes. Los hombres llegaron sin previo aviso y los había tomado a sorpresa a todos, Trevor estaba comiendo cuando llegaron, estaba en pijamas y medio dormido, tuvo que vestirse rápidamente, ni siquiera tenia una maleta lista, pero cuando había tratado de guardar algunas ropas y otras cosas, los hombres se habían negado.

—La ASEM se encargara de darte todo lo que necesites, desde ropa hasta comida y entretenimiento durante el tiempo que dure tu prueba. -—Los hombres venían en una limosna negra sorprendente mente grande, tanto que todos sus vecinos habían salido a ver, Trevor se sentía como una estrella de música o un actor.

El viaje duro unas tres horas, durante las cuales los hombres no habían entablado conversación ni por un momento y cada vez que Trevor les preguntaba algo, se limitaban a responder con una sonrisa. Cuando llego al Edificio central de la ASEM o como era llamado la «Aguja del Futuro», Trevor quedo sorprendido, el edificio era inmensamente grande, era el edificio mas grande que jamás había visto en su vida, parecía una púa que sobresalía de la tierra, el edificio estaba enteramente hecho de metal pulido y la luz que se reflejaba en las paredes causaban reflejos de todo tipo de colores, era tal el efecto que hacia que pareciera que del edificio salían arco iris en todas las direcciones, como si fuera alguna especie de lugar sagrado. La Aguja del Futuro se encontraba a las afueras de Nyx, y a su alrededor no se veía ningún otro edificio o casa en las cercanías, eso causaba que el edificio se viera mas imponente.

Al entrar, todo parecía un mundo nuevo. La sala de recepción era enorme y tenia una apariencia futurista, las paredes eran totalmente blancas y el piso era por completo de metal, en todo el medio se podía ver la inscripción en el piso del símbolo de MAJESTIC, se veía una zona de espera con sillas de formas extrañas y cuando Trevor miraba hacia arriba era como ver el cielo sin limites, el espacio hacia arriba era increíblemente grande, tal vez el techo se encontrara a varios cientos de metros, en el piso habían unos proyectores de los que salían hologramas de superhéroes famosos que pertenecían a MAJESTIC como «La Dadora de Vida», «Onda Fluctuante» o «Aguja Escarlata» . La recepción estaba abarrotada de gente, trabajadores en uniformes azules y personas normales que visitaban el edificio, ese mismo día un grupo escolar visitaba el edificio en una excursión, en cada pared se encontraban pantallas en los que se veían comerciales o vídeos informativos sobre la ASEM, en el centro de la sala se encontraba una recepción circular donde se proyectaba un holograma inmenso del superhéroe «Supremo», el holograma cambiaba continuamente, pero siempre mostraba a Supremo en distintas posiciones. Del holograma se escuchaba la voz del Supremo diciendo varias de sus frases famosas, «El mañana nos sonríe», «Con esfuerzo se puede llegar a la supremacía», «La vigilia del Supremo nunca acaba» o «El mal nunca paga».

El Supremo es posiblemente el héroe mas conocido y querido de Estado Unidos o tal vez del mundo, incluso Trevor que no era un fanático, había escuchado de muchas de sus hazañas, el ataque terrorista que había evitado hace 5 años, el avión que salvo de estrellarse en el océano hace 2 años, cuando venció al aumentado psicópata «HamerJack» o a «Dragón», aumentados peligrosos que disfrutaban matando personas. En una de las pantallas cerca de Trevor se podía escuchar la frase «Que el futuro brille a aquellos que lo merezcan», esa era la misma frase que venía escrita en la carta de bienvenida la cual también es el eslogan principal de la ASEM.

Los hombres de uniforme lo dirigieron por un pasillo que se encontraba al fondo de la estancia, en las paredes se veían fotos de superhéroes y personas importantes de la ASEM, al final se encontraban unos ascensores a los que solo se podía acceder por medio de unas tarjetas especiales de identificación, dentro se podía ver una pantalla que cambiaba la descripción según el nivel en el que estuvieran. El ascensor los llevo al piso 180, que según la descripción de la entrada era el «Piso de espera de los laboratorios», el nivel era un pasillo que parecía interminable y a cada lado se encontraban puertas tras puertas, caminaron por unos minutos hasta que llegaron a la habitación 68, los hombres le dijeron a Trevor que entrará y esperará a que lo llamaran.

El cuarto era totalmente blanco y vacío, solo había una cama pegada al piso, no había ningún otro tipo de mueble y el espacio era bastante reducido, casi parecía una celda de prisión. En la cama había un uniforme parecido al de los hombres que lo llevaron a la central, pero este era de color verde y encima había un brazalete digital. De repente de las paredes salio una voz de hombre que le pedía que se pusiera el uniforme y el brazalete que se encontraban en la cama y que esperará hasta que fueran a buscarlo. Trevor se quito la ropa, tal vez con un poco de nervios por miedo a que lo estuvieran viendo con cámaras escondidas y se puso el uniforme y el brazalete. Descubrió que el brazalete tenía una pantalla táctil la cual al parecer le decía sus signos vitales como, tensión arterial, el nivel de azúcar en sangre, la frecuencia de su corazón, la velocidad de su respiración, el nivel de estrés y una barra vacía que decía «Nivel G», cuyo significado no conocia.

Trevor espero varios minutos sentado en la cama cuando de repente tocaron a su puerta y unos hombres entraron, estos a diferencia de su uniforme o el de los otros , llevaban uno de color negro con franjas rojas, de entre los hombres entró una mujer con bata blanca. La investigadora (eso supuso) era una mujer joven, tal vez de unos treinta años, muy atractiva, usaba lentes, tenía el pelo largo y negro que le llegaba a la cintura y debajo de la bata llevaba un vestido de color morado que hacía juego con la sombra de ojos de color violeta que tenia, la mujer observaba una tableta electrónica que llevaba en las manos.

—Mmm, a ver que tenemos aquí... —decía la mujer sin apartar la vista de la tableta—¡Aja!, aquí esta, «"SuperGen" Número 536, nombre de civil Trevor Johnson, edad diecisiete años, ocupación ninguna, graduado con notas promedio de preparatoria, pareja ninguna, aspiraciones ninguna, grupo afiliado, ninguno». —La mujer bajo la tableta y miro Trevor—. ¡Vaya chico!, se nota que vives una vida muy relajada, pero tranquilo, lo puedo entender, ahora veamos tu compatibilidad con el «Genoma aumentado». -La mujer miro la tableta y de repente su cara tenía una expresión de sorpresa, con los ojos muy abiertos-. ¡Fascinante!... Estos números son increíbles... noventa y ocho por ciento de compatibilidad con el Genoma Aumentado con una probabilidad del noventa y cinco por ciento de éxito en la prueba, ¡Parece ser que tenemos el premio gordo! -La mujer se río a carcajadas mientras le decía a los hombres que lo llevarán a la sala común—. Me alegra poder decirte que tus números son muy buenos, ¡Tal vez los mejores que he visto en mi vida!, con estos números podrías entrar fácilmente en MAJESTIC. —Aquello emociono a Trevor, tal vez en verdad fuera capaz de convertirse en un superhéroe (sería mejor que comenzará a pensar en un buen nombre).

Los hombres de negro lo llevaron de vuelta al ascensor y se dirigieron al piso 195 cuya descripción decía «Sala común A», Trevor se pregunto cuantos pisos habría en el edificio. Una vez en el piso, los hombres lo llevaron por otro pasillo. Se dio cuenta de que no había ninguna otra persona por esos pasillos, a los únicos que había visto eran a los hombres de uniforme y a la investigadora, Trevor creía que habría cientos de investigadores yendo de un lado a otro, estudiando nuevos avances tecnológicos, es bien sabido que ASEM es también la organización numero uno en cuanto avances científicos y tecnológicos probablemente del mundo.

Al fin llegaron a una puerta principal con un letrero que decía «Sala común A», después de pasar por un montón de pasillos. Los hombres le pidieron que entrara y luego se retiraron. La Sala común A era, bueno, lo que podría ser una sala común, un gran cuarto parecido a una sala de estar o una cafetería, con varias mesas para sentarse y muebles donde relajarse con unas cuantas maquinas expendedoras de bebidas y comida. Dentro había un montón de personas, tal vez unas 300 o 400 personas, muchos otros como el, vestidos con uniformes verdes, la sala era realmente grande. Trevor pudo notar que había personas de todas las edades, había unos cuantos niños de tal vez diez años e incluso hombre y mujeres mayores de sesenta años, después de todo, la señal del Gen G puede activarse en cualquier momento y en cualquier persona y antes de eso no es posible saber si una persona puede ser un aumentado o no. Aquellas personas debían de venir de todas partes de Estados Unidos, ya que el único lugar donde se realiza la «Conversión de los Aumentados» siempre se hace en la base central.

Trevor como no estaba muy seguro que hacer, fue y se sentó en una de las mesas, allí sentado había varias personas, un viejo con cara gruñona y un hombre un tanto robusto que sudaba a cantaros y tenia el uniforme mojado, también había una mujer de unos veinte años, un hombre fornido y un niño pequeño de tal vez unos diez años. El hombre robusto miraba a todos lados nerviosamente mientras hablaba rápidamente.

—De que creen que será la prueba, creen que será muy complicada, he escuchado muchos rumores en Internet de aumentados a los que ya le han hecho la prueba, algunos dicen que la prueba consiste en puros exámenes físicos donde analizan si una persona es capaz de soportar las modificaciones y otros dicen que debes de realizar una tarea especifica que cambia según la persona... —El hombre hablaba sorprendentemente rápido, era un milagro que no se mordiera la lengua.

—No deberías prestar atención a los rumores —respondió la mujer que estaba sentada en la mesa y miraba al hombre con cara seria—. A los aumentados les hacen firmar un contrato de confidencialidad una vez realizada la prueba, ya sea si pasaste o no.

—Pero... ¿Y que tal si te hacen enfrentarte a tus peores miedos?, como en esa película de los niños magos o tal vez realizar algo horrible como matar a un perro como en la película de los espías elegantes o... -—El hombre sudaba cada vez mas y mas y Trevor no comprendía como era posible, en aquel cuarto hacia bastante frio.

—Creo que estas viendo muchas películas hijo -—dijo el viejo que estaba sentado a su lado—. Porque no te calmas un poco, mira a nuestro amigo aquí, es solo un niño y esta tan tranquilo como si estuviera en su casa. -—El viejo se refería a Trevor.

—Además, si la ASEM te obligara a hacer algo horrible, digamos, algo como matar un animal o enfrentar tus miedos, ¿Crees que las naciones unidas dejarían que la ASEM siguiera haciendo las pruebas? -—La mujer se refería al tratado de las Naciones Unidas con la ASEM, el cual dicta que toda prueba o experimento realizado que estuviera relacionado con los aumentados debía ser supervisado por un delegado de las Naciones Unidas.

—Deberías calmarte un poco amigo, mira, ya hasta pusiste nervioso al niño. -—Esta vez, el hombre fornido no se refería a Trevor, si no al niño de diez años que estaba temblando y parecía a punto de llorar-—. Al pobre lo obligaron a separarse de su madre, al parecer a estas zonas solo pueden entrar trabajadores o aspirantes a la prueba.

—¿E...en serio me harán m...matar a un perrito? -—pregunto el niño con lágrimas en los ojos

—N... no, quiero decir, ¡Claro que no! -—exclamo el hombre sudado-—. No, seguro que lo único que hacemos responder algunas preguntas en un examen psicológico y ya, ¡No hay nada por lo que preocuparse! -—El hombre mostraba una sonrisa nerviosa que no parecía convencer al niño.

Pasaron unos diez minutos cuando de repente por una puerta entraron un hombre con bata y dos hombres son uniformes negros.

—¡Atención!, Todo aquel cuyo nombre sea mencionado, favor de pararse y hacer una fila en orden de llamada. -—El investigador comenzó a llamar gritando «"SuperGen" Numero 112 o 321, seguido de un nombre distinto»-—. «"SuperGen" Numero 331, Alford Crant».

El hombre sudado se paro de pronto y fue hacia la fila, con un andar bastante torpe, tanto que incluso casi se cae. Después de un rato de mencionar nombres, el investigador llevo a unas veinte personas por la puerta por donde había entrado.

-—Todo el que no haya sido nombrado debe esperar en la sala común hasta que sea su turno, no deben, bajo ninguna circunstancia salir del cuarto. —Entonces el hombre se marcho y en la sala quedaron menos personas.

Paso el tiempo, probablemente unas dos o tres horas y el investigador entro y salio de Sala común una y otra vez, cada vez llevándose unas quince o veinte personas, llamaron primero al viejo, luego al hombre fornido, a la mujer y al final en la mesa solo quedaban Trevor y el niño pequeño. El niño tenia tanto miedo, que lo abrasaba con todas sus fuerzas y no lo soltaba sin importar que dijera para tranquilizarlo, al final se llevaron al niño y quedo completamente solo en el cuarto. Debieron de pasar una cinco horas (aunque no estaba seguro) desde que lo dejaron solo, para no aburrirse tuvo que agarrar comida de las maquinas, probablemente se comió mas de treinta bolsas de patatas. Comenzó a pensar que tal vez se habían olvidado de el, cuando de repente una persona entro por la puerta por donde llego el. Era una chica, tal vez de su misma edad, era delgada, un poco demacrada y tenia el pelo negro y corto, vestía con un uniforme amarillo distinto al suyo, la chica se sentó en la misma mesa que el, temblaba y miraba fijamente la mesa, con una gran concentración mientras movía los labios sin decir nada, eso asusto a Trevor que pensó que tal vez fuera alguien peligroso.

Otra hora paso desde que la chica llego y Trevor se sentía aburrido y cansado, ya debía de ser de noche y estaba harto de esperar, pensó en hablar con la chica, pero decidió no hacerlo. Trevor se levanto y comenzó a dar vueltas de un lado a otro por la sala, no era posible que se hubieran olvidado de el, debían de tener cámaras escondidas por todos lados, tal vez eso fuera parte de la prueba, tal vez realmente era distinta según la persona y estaban probando que tan paciente podía ser, o tal vez se suponía que debía de descubrir algún tipo de acertijo o escapar del cuarto como las películas de terror. De repente se dio cuenta de que la chica lo miraba desde la mesa, cuando la chica se percato de que la habían descubierto, volvió la mirada y siguió mirando la mesa. Pero aun así le dio suficiente tiempo para ver mejor la cara de la chica y casi se le paro el corazón cuando vio sus ojos... Aquellos ojos los conocía... Esa chica era Tamie Winks.

«Es imposible, es totalmente distinta» pensó Trevor, Tamie Winks era una de sus compañeras de escuela, una chica obesa que le gustaba vestir al estilo gótico y que siempre salia con los chicos malos pero que se reía de cualquier chiste que le contaran, la chica que Trevor tenia delante de, el era totalmente distinta, era delgada y mucho, casi esquelética y no solo eso, su piel estaba mucho mas pálida que antes y en su cara tenia unas manchas negras que le cubrían los cachetes y el cuello, además, era imposible que fuera Tamie, la chica había tenido un accidente de trafico unos meses antes y había resultado terriblemente lastimada, en aquel momento debería de estar en el hospital de Nyx donde su madre trabaja, el mismo la había visto hacia un mes cuando visito a su madre en el trabajo... Pero allí estaba y el estaba seguro de que la chica que tenia en frente era Tamie. Se quedo un momento mirándola, casi sin moverse, comenzó a tener escalofríos.

—¿Ta... Tamie? —pregunto Trevor con miedo, la chica alzo la cabeza y lo miro con una expresión de terror horrible—. Tamie... Eres tu, ¿Qu... Que haces aquí, no se suponía que estabas internada en el hospital Nyx? —Cuando la chica escucho eso, soltó un grito de terror y se tiro al piso, Trevor fue a tratar de ayudarla.

—¡No! —grito Tamie—. No... po... por favor, n... no te me acerques, por favor. — Tamie tartamudeaba, se retorcía y miraba a Trevor aterrorizada.

En ese momento comenzó a tener realmente miedo, aquello no era normal, no tenia sentido que Tamie estuviera en la central de la ASEM y vistiera ese uniforme, cuando nunca había sido identificada como una aumentada y mas aun en el estado que se encontraba, Trevor se encontró temblando igual que Tamie y ahora la Sala común A le parecía realmente tétrica.

Entonces Tamie soltó otro grito y como si se hubiera percatado por primera vez de el, comenzó a hablarle.

—Tre... Trevor... ¿Eres tu?... O no, a ti también te atraparon, no puede ser... -—Tamie se acerco y cuando estuvo en frente de el se tiro al suelo y comenzó a llorar, Trevor trato de ayudarla—. Oh, esto es malo, muy malo, Trevor, tienes que irte, tienes que escapar no, puedes quedarte aquí, este lugar es peligroso, muy peligroso, debes de irte. -—Tamie temblaba y lloraba.

—¿Que diablos te paso Tamie, quien te hizo esto?-—Tamie miro a Trevor con los ojos mojados en lágrimas y grito otra vez, esa era respuesta suficiente-—. O... ok, entiendo, debemos de salir de aquí, ¿Crees que puedas levantarte? -—Tamie trato de ponerse en pie, pero inmediatamente cayo otra vez.

Trevor se agacho para ayudarla, pero cuando fue a agarrar el brazo de Tamie... algo horrible paso... De repente cuando la toco, el brazo de Tamie pareció desintegrarse y este se desprendió de su hombro y cayo al piso, fue como si hubiera tocado un castillo de arena y se hubiera derrumbado, el brazo se había convertido en una especie de jalea amarilla que se retorcía en el piso, Tamie comenzó a gritar de dolor y comenzó a retorcerse por el suelo.

Trevor soltó un grito de miedo y cayo hacia atrás, era como si su cuerpo estuviera pasando de un estado solido a unos casi liquido, Tamie comenzó a desintegrarse y su cuerpo se fue volviendo una gelatina amarilla mientras que gritaba y pedía ayuda.

-—¡Ayuda!... -—El grito de Tamie era estruendoso y horrible, el sonido que hacia su cuerpo al desintegrarse era asqueroso, como si la estuvieran metiendo en una licuadora y la estuvieran destrozando, Tamie gritaba continuamente, hasta que su cabeza termino por desintegrarse y su cuerpo se convirtió en completo en una gelatina...

Tamie ya no estaba, Trevor volvía a estar solo.

Pasaron unos minutos y Trevor no se movía de donde había caído, tenia la boca abierta y los ojos completamente abiertos, sus piernas temblaban y cuerpo estaba completamente tieso, no podía pensar ni decir nada, estaba atónito, lo único que sentía era miedo y por un momento creyó que se desmayaría del shock.

-—Vaya, esto no estaba dentro de la planificación, bueno las sorpresas siempre son divertidas. -—Una voz de mujer reía a carcajadas desde atrás, cuando Trevor volteo la cabeza, se encontró a la investigadora que le había asignado su numero en el cuarto de espera-— Vaya chico, no pongas esa cara, ven, deja que te ayude. -—La mujer agarro a Trevor por el brazo y lo puso de pie.

—¿Qu... que fu... fue lo que aca... acaba de pa... pasar? -—Trevor estaba temblando y apenas se podía mantener de pie.

—Tranquilo chico, no es nada importante, ahora, creo que ya es hora de que comience tu prueba. —La mujer voltio la cabeza—. Por favor, podrías llevarte al chico, no lo trates mal... ¿Entiendes? -—La mujer hablaba como si todo estuviera perfectamente. Trevor entonces se dio cuenta de que la mujer no estaba sola, a su lado había un hombre con un traje ajustado de rojo con un símbolo en el pecho y una capa azul... Y supo en ese momento que estaba en frente del superhéroe Supremo, pero este tenia una expresión de felicidad con una sonrisa escalofriante en el rostro, que parecía casi inhumana.

—Tranquilo pequeño, ¡El mañana es brillante para nosotros! —Supremo hablo en un tono monótono y casi metálico, como un robot.

Trevor perdió el conocimiento poco después...

Y otra vez tuvo el mismo sueño, volvió a soñar con el fuego, pero esta vez la llama era mucho mas grande y esta no lo aceptaba, quería consumirlo...