Ciara reposaba su cabeza contra la ventanilla y observaba la mancha oscura que formaba el bosque que los rodeaba. Su hermano menor, Freddie, dormía profundamente a su lado. Sus padres iban en silencio y la radio sonaba de fondo en la clásica emisora de papá. La profunda oscuridad que los rodeaba estaba lastimosamente silenciosa y la ruta solitaria. James estaba retrasado y aumentaba cada vez más la velocidad. Se acercaban a una curva cerrada pero él nunca disminuyó la marcha.
De repente, una luz cegadora apareció en el medio del camino y no paraba de avanzar. Eso provocó que James se desviara de la ruta y desbarrancara en el silencioso bosque. El auto empezó a rodar violentamente golpeando contra los árboles. James soltó el volante involuntariamente y sus brazos golpeaban contra todo el interior del auto. Lea se encontraba inconsciente. Freddie, sujetado con el cinturón seguía dormido y Ciara había salido despedida del coche. El auto golpeó contra un gran árbol quedando con las ruedas hacia el cielo. La carretera se había perdido entre tantos árboles y penumbra. El coche estaba destrozado. La familia Hodel conservaba el silencio pero este se había tornado sepulcral. Ciara se encontraba alejada del coche, reposando en un pequeño claro del bosque. Ella regaba el suelo con su sangre, dejando la vida de a poco.
Unos arbustos a su derecha empezaron a moverse y de la oscuridad salió un can inmenso y oscuro. Serpenteando como si estuviera hecho de humo, se acercó a Ciara. Los ojos amarillos de la bestia brillaban al observarla como moría. Lentamente, una nube espesa y tan oscura como el propio firmamento rodeó a Ciara y al can. El perro la acarició con su hocico dejando un rastro negro sobre su brazo. La nube empezó a vibrar y el animal se fundió en ella.
-Sé do bheatha, bandia Morrigan! Má áit a bhfuil tú rudaí aisteacha a tharlaíonn agus tuamaí oscailte agus siúl na marbh agus a bheith ina bolg ama sa todhchaí, agus tá birthed níor chóir an bhroinn a wonders ionadh nó cibé do Tá tú an Banríon na speictream, an bandia Bán cath, an fiach dubh dubh throwing di caoin reo an anam cladhaire thú. Iarraimid ort a shábháil ar an bás óg an éilimh sin.- "¡Su vida, diosa Morrigan! Si tienes cosas extrañas que suceden y abres tumbas y caminas entre los muertos y te conviertes en el vientre del tiempo en el futuro, y has dado a luz, el útero no debería sorprenderte de maravillas o lo que sea porque eres la reina del espectro, la batalla de la Diosa Blanca, El oscuro negro que arroja caza, su grito congela el alma del cobarde. Le pedimos que salve a la joven de la muerte, de ese reclamo." Unas voces vibrntes salieron a coro de la gran nube que rodeaba a Ciara. - Oh, Mhór bandia! Sábháil an iníon na gealaí. - "¡Oh, gran diosa! Salva a la hija de la luna."
La nube parecía condensarse cada vez más y realizaba movimientos bruscos. Luego, de la nube salió otra voz.
- Sábhálfaidh mé an bhean óg seo ach tá praghas ar gach rud. Beidh ar an mbean óg seo déileáil le hainmhithe an dorchadais go deo agus nuair a thagann an t-am, caithfidh sí rogha a dhéanamh idir cinniúint chun troid ina gcoinne nó sástacht leo.- "Salvaré a esta joven pero todo tiene un precio. No fue fácil arrebatársela a Carman y sus hijos. Esta joven tendrá que lidiar con las bestias de la oscuridad para siempre y cuando llegue el momento, deberá elegir entre un destino de lucha contra ellos o de satisfacción junto a ellos."
Luego de esas palabras, el cuerpo de Ciara parecía absorber toda esa nube espesa. La mancha que había dejado el can en su brazo se había esfumado. La nube desaparecía y con ella cada herida que tenía.