Chapter 5 - 4

Maldita alarma.

Vamos, si lo primero que va a sonar es el celular no dudaría en romperlo. Me levanto con pereza de la cama y me cambio. Tengo que bajar a desayunar, hoy será un día largo.

Tras alistar la mochila de la gimnasia, bajo con ambas al comedor.

- Buenos días mamá. - besa mi frente.

- Buenos días cariño.

- Buenos días. - entra Luna.

- Buenos días Lu. ¿Dormiste bien? - pregunto mirando a mi hermana.

- Pinche libro de historia.

- Me hubieras pedido ayuda.

- Ya estabas dormida. - se cruza de brazos.

- Chicas, ayúdenme llevando los panqueques. - Las dos nos paramos de golpe y corremos a la cocina.

Servimos todo y nos sentamos.

- ¿Papá y el abuelo?

- Creo que salieron a buscar unas cosas. - responde ella.

Lu y yo asentimos, sin estar plenamente convencidas. Ambas acabamos el desayuno, nos alistamos para salir y nos vamos al colegio. Rey nos espera afuera de la mansión y entramos al carro. Para ser una fría mañana, el carro está con el calentador prendido, cosa que es reconfortante.

- ¿Cuál es su plan para hoy? - pregunta él.

- Después del colegio iré al Roller. - dice Luna.

- Voy con ella, del roller me queda más cerca la gimnasia.

- Le paso a recoger de la gimnasia a las 11, ¿cierto?

- Si.

- Listo.

Luna se coloca sus audífonos y comienza a escuchar música mientras que yo reviso ambas mochilas, asegurándome que no me olvidé nada. Repaso mentalmente mi rutina para asegurar que no me he olvidado la secuencia y en cuestión de minutos llegamos al colegio.

Bajamos, nos despedimos de Rey y entramos. Manuel está en la entrada y nos saluda al vernos llegar.

- Buenos días Manu. - le abrazo.

- Buenos días Cari, buenos días Lu.

- Buenos días. - responde mi hermana. - Parecen novios.

- ¿Qué?

- Pues si. Vamos, se abrazan a cada momento y están pendientes uno del otro. Eso es lo que hace un novio. - nos mira.

- Buenos días amore. - Mateo se acerca a Luna y ella besa su mejilla. - Hola chicos.

- Holii.

Suena la campana y nos miramos.

- Ten un buen día Lu, saludos a Nina.

Ella asiente y entra corriendo. Nosotros vamos conversando hacia el salón; Mateo se va a su salón mientras voy con Manu hacia el nuestro. Al llegar, no vemos a Jim, confirmando nuestra sospecha de ayer.

Veo a Delfi y me acerco para sentarme a su costado, pero Jazmín me gana. Suspiro, y me siento en la mesa de adelante sola. Manuel está atrás, e intenta levantarse para cambiarse de sitio, pero la profesora entra y lo impide.

- Buenos días chicos.

- Buenos días.

- Como usted.... - tocan la puerta. Ella se dirige a abrir, y vemos a Alex y a Mara fuera del salón.

- Buenas noches señor Gutiérrez y señorita Morales. Pasen a sentarse.

Ellos ingresan y ven que no hay asiento juntos.

- ¿Qué esperan? ¿Una invitación? Gutiérrez, con Laguardia. Morales, con Sánchez.

Mara bufa y Alex sólo se acerca a mi costado.

- Hola. - me sonríe.

Vamos Carmín, lo que te dijo Ámbar.

- Hola. - respondo, le miro y vuelvo a enfocarme en la profesora.

- Bueno chicos, como saben que falta poco para que acabe el año, y el área de letras y artes no ha propuesto un exámen final, nos hemos organizado para realizar un proyecto. Ya les iremos contando de qué será, pero necesito que Medina esté presente. - Yam levanta la mano.

- Posiblemente venga mañana o el miércoles.

- Perfecto Yam. Bueno chicos, saquen su libro de literatura, página 42.

Me dirijo hacia mi mochila y saco el libro. Me incorporo y dejo este en la carpeta, cuando veo un pequeño papelito bajo mi carpeta. Lo abro con disimulo.

"Carmín, perdón por lo de ayer."

- No te preocupes, no pasó nada. - murmuro.

- ¿Estamos bien?

- Sí. - asiento.

- Esta vez iremos hablando de los textos líricos. ¿Alguno puede darme algún ejemplo?

Ya veo que esta clase, aparte de larga, será aburrida.

- Las obras de teatro. - dice Gastón.

- Los poemas de amor. - dice Jazmín. Reímos.

- Bueno Jazmín, no solo los de amor. ¿Laguardia? - pregunta al ver que levanto la mano.

- Canciones.

- Todos estos son textos líricos. ¿Alguien sabe porque se llaman así?

- Porque se recitaban en la antigua Grecia. - dice Manuel.

- Exacto.

La profesora sigue explicando y juro que me da sueño. No es que no lo sepa, porque estoy segura que ya hemos tocado este tema, pero no estaba preparada para tanta habla por la mañana. Siento que Alex no deja de mirarme, pero de un extraño modo no me incomoda.

- Completen los ejercicios en parejas, con quien ya están sentados. - todos reclaman, ya seguro tenían sus parejas en mente.

Dirijo mi vista al libro y él señala uno de los puntos, a escasos centímetros de topar mi mano.

- La primera es con la c.

- Gracias.

Le indico cual es la respuesta de la dos y la tres, siendo la cuatro la última que queda.

- Somos un buen equipo. - dice.

Asiento. Suena el timbre y la profesora nos deja salir. No puedo entender como las primeras dos horas se han ido tan rápido. Salimos del salón para el mini recreo y Manu se acerca.

- ¿Qué tal la clase?

- Bastante bien la verdad.

- ¿Enserio?

- Sí.

- Wow, creo que el golpe de ayer te ha hecho daño. - río.

- Manu, hablé con Ámbar anoche. Me dijo que ceda, que tome como ejemplo su relación con Simi Simi.

- Ese es un buen ejemplo, como no se me ocurrió.

- ¿Me acompañas por un jugo? - asiente y nos dirigimos al patio.

Vemos a varios chicos conversando por ahi, algunos saliendo y otros entrando de la escuela. Nuestro receso es el tiempo más sagrado.

Me acerco al quiosco y me compro un jugo de mango y unas galletas de vainilla. Pago, me dan el vuelto y recibo mi comida. Vuelvo hacia Manu, quien automáticamente va a quitarme las galletas de vainilla.

- Te invito pero no te las comas todas.

- Pero después de clases irás a tu casa a comer. - infiere.

- Iré al roller con Luna, después me voy a la gimnasia.

- ¿Sola?

- Me queda más cerca.

- Te acompaño, ¿si?

- Está bien.

- Chicos, ya va a sonar el timbre. - dice Mateo acercándose.

- Gracias Matt.

Él se despide y nosotros regresamos al salón. Me tomo el jugo con rapidez y vuelvo a sentarme, pero a mi costado se sienta Mara en lugar de Alex.

- ¿Qué haces aquí?

- No veo de atrás. - miente.

- ¿Podrías sentarte en otro lado?

- No veo Carmín, que parte de eso no entiendes.

- Sé que si ves, Mara. Dime que quieres.

- Que te alejes de Alex.

- ¿Perdón?

- Alex es mío, estúpida.

- Lo sé, y créeme que no me importa.

- Parecía que sí.

- Pues no. Más bien, usa tus neuronas para algo que no sea Alex ni Laix.

- Lo dices porque nos tienes envidia, pobrecita.

- Déjame en paz.

Ella finalmente se levanta y se va, no sin antes mojarme parte de la blusa y la falda con su bebida.

- ¡Hey! Ten cuidado.

- Perdón, es que no te vi. - ella se ríe y ruedo los ojos.

Manuel nos mira desde atrás y decide intervenir.

- Dile a la maestra que ya vuelvo. - le digo y salgo hacia el baño.

No demoro mucho, e intento secarme el uniforme, pero me es imposible. No tengo idea que estaba tomando, pero huele fuerte.

- Necesito llamar a mamá. - murmuro. Podría ser que me traiga ropa para que me cambie.

Alto, tengo mi uniforme de deporte en el casillero, junto con la malla de gimnasia. Mientras no me quite la casaca todo bien.

Me acerco a mi casillero y jalo mi mochila. Me cambio en el baño pero dejo la malla, solo me pongo un polo negro. Llevo la mochila con la ropa mojada al casillero y vuelvo al salón.

- Perdón profesora, Mara me mojó y me fui a cambiar. - me excuso.

- Está bien Carmín, siéntate.

Me siento al costado de Manuel.

- Suerte que tenías tu uniforme de emergencia. - asiento.

- Chicos, comiencen a resolver la página 60, comienzo a llamar en cinco minutos.

Abro el libro y saco el cuaderno para trabajar. Veo a Manu igual de concentrado que yo, cosa que me alegra.

Los números son bastante fáciles, aunque los ejercicios son largos. Logramos avanzar casi toda la página. Manu se levantó para realizar la 8 y yo después para la 13. Siento que Mara me mira con odio, pero más que eso me incomoda lo que me dijo de Alex.

Si algo he aprendido en la vida es que Mara siempre miente. Aunque igual no es que confíe tanto en Alex que digamos...

El timbre suena. Guardamos todo y nos retiramos del salón, el día ha pasado bastante rápido la verdad. Lu me espera afuera y me dirijo al Roller con ella.

- ¿Qué tal tu día Lu?

- Bien, por suerte no tuvimos exámen. ¿Tú porque te cambiaste?

- Mara se sentó a mi costado, me amenazó que "me aleje de Alex" y me mojó. - hago comillas con los dedos. - Espero que mi malla no se moje.

- Si la separaste no creo que pase nada. - llegamos al roller. - Me voy a cambiar.

Se dirige al baño mientras yo voy a la parte de la pista a dejar mi mochila y a decirle a mamá que ya llegamos. Lu vuelve ya cambiada con un pantalón negro, una remera blanca y su chaqueta amarrada a la cintura.

- Te re inventaste.

- Claro que sí. - se suelta el cabello y se lo trenzo.

- Ya está.

- Gracias.

- Iré por algo de comer, ¿vienes?

- Después. Quiero aprovechar que la pista está libre para practicar un rato.

- Entonces me quedo a que no te mates.

Ella ríe y se coloca los patines. Entra y comienza a patinar.

- Bom dia. - volteo y veo a Juliana.

- Buenas tardes ya.

- Cierto, cierto. ¿Cómo estás? del golpe de ayer.

- Bien, me pasó rápido. ¿Hay novedades de Jim?

- Esguince, probablemente no pueda patinar hasta un mes. - responde mirando a Luna.

- Que mal.

- ¿No te interesaría unirte al equipo?

- Juliana, yo no patino. Yo hago gimnasia. - le enseño mi malla.

- Lo sé, pero eres bastante hábil en el movimiento.

- No estaría segura.

- Piénsalo. - asiento. - Luna, mantén la espalda derecha.

Mi hermana voltea al escuchar que la llaman y se choca con Mateo. Veo como discuten y río.

- Carmín, entra. - Luna se acerca y me llama. - Anímate.

- No lo sé Lu, tengo que acabar mi tarea.

- Tu tarea puede esperar.

- Está bien. - cedo y voy a buscar los patines blancos.

- Espera. - Luna me entrega una llave. - es de un locker, hay algo para ti.

- ¿Para mi?

- Sí, de parte de mamá.

Algo confundida y curiosa me dirijo hacia los casilleros y busco el número que está pegado en la pequeña llave, el 032.

Lo abro y cae una nota.

"Hola Carmín, esto es una idea de Luna que me agradó. Dado tu gusto por la pista en estos días, creo que esto te podría servir.

Ten cuidado. Atte, mamá."

Quito el papel arrugado y encuentro un par de patines. No son parecidos a los de Luna, pero son hermosos. Son entre celestes y azules, como con detalles en negro y estrellas en plateado. Los pasadores son blancos y las ruedas son azules.

- ¿Te gustó? - Luna entra.

- Me encantan. Enserio enserio me encantan.

- Sabía que pronto le tendrías un gusto a la pista, así que fui con mamá a buscar patines. Luego le explique todo y terminó aceptando.

Le abrazo y me coloco los patines. Se sienten algo duros, supongo que es porque están nuevos. Son cómodos, pero es una sensación distinta a los blancos que había estado usando.

Llegamos a la pista, Juliana nos espera.

- ¿Te nos unes?

- Aún no estoy segura. - admito.

- Tienes algunos días si te animas. - asiento ante las palabras de Juliana. - anda con Luna, que parece que está desesperada porque entres.

Sigo a Lu y patinamos un rato. Me encantaría poder intentar giros como los que hace ella, pero eso hace que me ponga un poco nerviosa, más aún con el recuerdo de Jim del otro día.

Veo que llegan los compañeros de Lu tras unos minutos, así que decido salir de la pista y cambiarme. Me despido de mi hermana y pido algo de comer en la cafetería. Eran ya las 2, así que podría irme al Fundom a quedarme allí con Chiara y las chicas hasta que sea hora de irme.

Lo pienso bien tras unos minutos mientras me acabo las galletas que pedí. Pago, tomo mi mochila, y salgo con Luna rumbo a casa. Llegamos, y no vemos a nadie.

- ¿Mamá? - llama Lu, se escucha el eco.

- Han salido. - le enseño una nota.

La leemos. Dice que se fueron a comprar a no se donde y que demorarán por lo menos unas horas más. Lu se va a su cuarto y yo voy a mi cuarto a cambiarme. Dejo mi mochila, y me pongo algo más ligero. Unas leggins negras y una remera blanca, debajo tengo la malla azul puesta. Tomo mi casaca y me tiro un rato en la cama, con la intención de dormir un rato, pero tras unos segundos Luna entra a mi cuarto.

- Caaaar.

- Dime Lu.

- Tengo hambre.

- Yo también. Vamos, preparo algo.

Me pongo mis zapatillas, tomo mi mochila y bajamos hacia la cocina. Mientras preparaba algo de arroz, tocan la puerta de atrás y entra Manuel.

- Buenas tardes señoritas. - dice él todo presumido.

- Hola Manu.

- Holii. - dice Lu.

- ¿Tienes hambre? - niega.

- Ya comí, gracias.

- Bueno, pues no me importa. - frío las milanesas y sirvo todo en tres platos.

- Te adoro Cari, esto está buenísimo.

- Mamá es la mejor cocinera, algo he de aprender. - me encojo de hombros.

Comemos y conversamos un rato. Me suena el celular, mas ignoro la llamada. Recojo todo y, mientras Luna lava, yo reviso quien me llamo.

- Me ha llamado Chiara. - digo, Manu me mira.

- Llámala de vuelta.

Asiento y marco el número.

- ¿Carmín?

- Hola Chi, ¿Cómo vas?

- Bien. Pensé que nos iríamos juntas del Fundom.

- Si. Si, si, ya voy, estaba almorzando. Manu nos va a acompañar.

- Esta bien, te espero. No te demores.

- No te preocupes Chi, ya salimos.

Ella se despide y corta.

- Manu, tenemos que salir. - toma mi mochila.- Ey.

- No soy de salir sin nada en la mano, perdón.

- Bueno, serás mi burro de carga entonces. - reímos.

- ¿Ya se van? - Lu voltea.

- Si Lu, Chiara me está esperando para irnos del Fundom.

- Está bien, avísame cuando llegues.

- Dale peque, no te olvides de acabar tu tarea.

Ella asiente y nos abrazamos. Tomo una liga para el cabello y salgo con Manu de la casa, guardo las llaves en el bolsillo de mi mochila.

- ¿Puedo quedarme a verlas?

- Supongo que sí. ¿Bia no se pondrá celosa? - le doy un codazo.

- No, ya sabes Cari, ella no tiene de que ponerse celosa.

Tras unos minutos, llegamos al fundom, y en la entrada vemos a Chiara, Celeste y a Bia.

- ¡Holiiiis!

- Holaa. - Bia se acerca y abraza a Manu.

- ¿Vamos? - pregunta Celeste.

- ¿Hoy nos quieren ver morir o que? - Chiara mira a los tres.

- Parece que sí, igual no creo que Tamara tenga en cuenta que nos están mirando. - me encojo de hombros. - ¿Me peinas llegando?

Chiara asiente, y entre los cinco vamos conversando. Bia, Chiara y Celeste nos cuentan que, en el colegio, llegó un chico nuevo llamado Guillermo y que Chiara está enamoradísima, y la mencionada da un codazo a Celeste.

- ¡Pero es cierto!

- ¡No, no lo es!

- ¿Y ustedes que tal?¿Algo que contar?

- Mara me derramó todo su jugo en la mañana, y me amenazó que no me acerque a Alex.

- Que horror. - dice Celeste.

- Lo sé. - respondo.

- Ella cree que maneja a todo y a todos, pero no es así. - Chiara se cruza de brazos.

- Tienes razón Bi, pero no hay mucho que podamos hacer. - Responde Manu. - Se cree la reina de todo.

- ¿No le dicen nada? - Less se cruza de brazos.

- Delfi y Jazmín también han sido víctimas de sus bromas, pero a pesar de lo que decimos, Marcus Golden siempre justifica a su ahijada. - respondo.

- Se dice que la suspendieron más de tres veces y que, si llega a la quinta, será expulsada a pesar que el tío pague indemnizaciones para que no la corran. - dice Manu.

- Que fuerte. - dice Chi.

- Lo sé. No pude evitar, al llegar al Fundom, vi que Daisy me miraba con odio.

- Sabes que pasa con ella Cari, sigue sin confiar en vos.

- ¿A pesar de todo lo que he hecho? Literalmente hicimos que Laix caiga, aunque se pagó algo para que no sea cierre definitivo. Ellos y sus "influencers" no se rebajarían a entrar al Fundom.

- Lo sabemos Carmín, pero sabes como es ella. - suspira Celeste.

- Lo sé, tampoco debería preocuparme por eso. – Paramos frente a un gimnasio color gris con azul.

- ¿Acá es? - Pregunta Bia y Chiara asiente.

Abrimos las puertas para pasar y volvemos a abrir más adentro. Por fuera puede tener una fachada diferente, pero por dentro es enorme. El piso azul cubre casi todo el espacio del gimnasio, hay un cuarto para casilleros, unos baños, la oficina de Tamara arriba de estos y unas gradas para el otro lado, donde - por lo usual - eran las madres quienes ocupaban ese espacio.

- Pueden sentarse por allá. - señalo las gradas.

- ¿Se van a cambiar? - asentimos.

Ellos se dirigen al otro lado y nosotras dejamos las mochilas en los casilleros. Nos quitamos las leggins, y nos ponemos unos shorts negros. Chiara toma el cepillo de mi mochila y me hace una trenza. Coloca la liga para finalizar y le agradezco. Tamara entra.

- Buenas tardes chicas.

- Buenas tardes Tamara. - responde Chiara terminando de hacerse un moño.

- Tamara, una pregunta. - digo con rapidez antes que salga.

- Dime Carmín.

- ¿Cuando vamos a ver mi malla?

- Cierto, faltan solo dos. ¿Te parece el jueves a la tarde? ¿El miércoles?

- Hablaré con mi mamá, te confirmo después. - asiente.

Chiara se me adelanta y va saliendo, mientras que yo termino de doblar la casaca y salgo de los casilleros. La veo conversando con los chicos, pero al momento que me acerco Tamara nos llama para iniciar a calentar. Unas chicas más se aproximan, y mientras nos da indicaciones de cómo trabajaremos hoy, sonrío porque siento que no moriremos, con Bia, Celeste y Manuel sentados allí Tamara no tendrá la menor intención de hacernos ejercicios fuertes.

- Falta poco para el festival, y creo que todas lo saben. Máximo hasta que acabe esta semana todas tendrán sus uniformes listos, e iremos dando los últimos detalles para tener toda la presentación lista.

Calentamos y luego vamos por agua.

- Wow chicas, no sabía que eran tan flexibles. - dice Bia.

- Secretos. - dice Chiara con aire misterioso, y reímos.

- Tengo una súper idea de un video colaborativo entre nosotras 4. - dice Less. - Bia puede animar sus movimientos, y digitalizarlos.

- ¡Sería genial! - dice Chiara emocionada.

- No lo sé chicas, no estoy muy convencida.

- Es solo una idea por ahora. Me muero por ver sus rutinas para el festival. - responde Bia.

- Espero que les gusten. - sonrío.

Vamos por agua y volvemos, sólo que esta vez Chiara trae entre sus manos una pelota de color negro y yo una cinta enrollada de color azul.

- ¿Jugamos quemados? - le susurro a Chiara, señalando a Manuel. Ella ríe.

- Hoy no, aunque suena tentadora la idea. - ríe conmigo. - ¿Vas a escoger otro color para el festival? - Diego señalando la pelota.

- No lo sé, digamos que el medio vestido terminó siendo un enterizo, no estoy taaaan conforme pero creo que con el Celeste el negro va bien. ¿Ya tienes el tuyo?

- Aún no, pero yo si lo quiero vestido. Que feo que no sea lo que esperabas.

- Bueno, no exactamente, pero es bastante lindo, no me quejo. - se encoge de hombros.

- Chiara, vos pasas primera. - llama Tamara. Río. - Después vas tú, Carmin.

Vemos cómo los chicos ríen, y se quedan callados cuando Tamara voltea a mirarlos.

Me acercó al grupo mientras desocupamos la mayor parte de la colchoneta y Chiara se coloca en el centro. Comienza a sonar la música. Es el instrumental de Una ves más, una de las canciones que las tres han escrito. Sin duda es un tema muy profundo, y Chi logra transmitir algo muy lindo durante la rutina. Atrapa el balón tras la última parte y acaba la música; todas aplaudimos.

- Muy lindo Chiara. - ella agradece y sonríe. - Carmín.

- Voy.

Me coloco en posición e inicia la música. Este es mi tema, o bueno, la base, mayormente instrumental. La hice con Simón y Manuel, y lo digitalizamos. Me muevo con agilidad y rapidez, atrapando la cinta con precisión y elegancia. Hago un último movimiento, me levanto y termino la rutina; la cinta cae detrás mío.

- Muy lindo Carmín. Sofía, sigues tú.

Me dirijo hacia Chiara y me abraza emocionada.

- Simplemente precioso.

- Tú también lo hiciste hermoso amiga.

- Una duda.

- Dime.

- ¿Al final le pusiste letra?

- Aún estoy en eso. - le respondo nerviosa.

- Espero escucharlo pronto. - sonríe.

- Espero poder acabarlo pronto. - me abraza.

Varias de las chicas pasan y, tras acabar todas, volvemos a practicar, pero esta vez Tamara ya nos indica que hacer. Practicamos las paradas de manos, bastante flexibilidad y coordinación con los elementos. Sin darnos cuenta, vemos que ya ha oscurecido afuera.

- Chicas, guarden sus cosas y antes de irse vayan a estirar.

Hacemos lo indicado, y tras media hora acabamos. Vemos a Bia dormida en el hombro de Manu, a Less leyendo y a Manu colocándole su casaca a Bia.

- Ya acabamos. - decimos Chi y yo al volver hacia los chicos con las mochilas.

- Bi, despierta, vamos. - Bia se remueve y se incorpora.

- Lo hicieron muy bien chicas. - dice Less.

- Gracias. - responde Chi.

- ¿Les parece si vamos a mi casa? Dormimos todos allí.

- Mi mamá no tendrá problema. - dice Bia.

- La mía tampoco. - responde Less.

- ¿Manu?

- Supongo que no pasará nada. - se encoje de hombros.

- Mi mamá está afuera, le digo que me voy con ustedes. - Dice Chi y sale con rapidez.

- Vamos, - señalo el gran carro negro. - Rey nos espera.

Chiara se nos suma y entramos los 5.

- Buenas noches Rey. - digo.

- Buenas noches chicos. - nos responde.

Conversamos algo en el trayecto de vuelta a casa. Bia estaba algo cansada, veo que Manu sirve como almohada humana. Less nos comenta que está emocionada por el festival, y Manu bromea diciendo que somos como chicles.

- Eso lleva tiempo. - reímos.

El carro se detiene.

- Llegamos.

- Gracias. - decimos los 5 y bajamos.

- Buenas noches chicos. - Mamá nos espera en la puerta.

- Buenas noches Mónica. - responden los 4.

- Hola ma. - beso su mejilla. - ¿Se pueden quedar?

- ¿No hay problema con sus padres? - los cuatro niegan. - Vamos entonces.

- Nos podemos quedar en los cuartos de arriba, están arreglados. - digo.

- Esto es enorme. - Chiara está sorprendida.

- ¿Mañana tienen clases? Estamos esperando que nos digan que es feriado en el Blake. - dice Manu.

- Nosotras normal. - dice Bia. - Es feriado para nosotros, amén por las batallas importantes raras.

- Mañana es feriado. - dice mam�� entrando.

- ¡Yei! - dice Less.

- Iré a preparar algo de comer, ustedes dos - mamá señala a Chiara y después a mi. - vayan a ducharse, están sudadas.

- Iremos al cuarto de Cari. - dice Less.

Subimos y entramos a mi cuarto.

- Muy lindo.

- Gracias chicas. - abro el ropero. - Tengo unos colchones en el ropero, podemos estar acá todos.

Manu se retira un momento porque le suena el celular, y tras unos segundos escuchamos un claxon afuera.

- Papá ha venido por mi, digamos que a él no le gusta esto de que esté con tantas chicas. - dice.

- No te preocupes, mañana vienes sino. - asiente. - Buenas noches.

- Buenas noches chicas.

Lo acompañamos, mamá se despide y Manu se va. Nosotras subimos y entro a ducharme, salgo y Chiara, con algunas toallas que mamá le da, entra a ducharse.

Bia y Less ordenan las camas, y terminan todas con colchas y almohadas.

- Si mañana llega a salir sol, podemos ir a la alberca abajo.

- Sería genial. - admite Bi.

- ¡Ya estoy! - dice Chi saliendo con un pijama celeste.

Me sorprende que tengan todas las mismas tallas, es raro, pero es fácil para este tipo de cosas. Bajamos a comer, mamá nos espera en la cocina.

- ¡Rico! - dice Chi.

- Gracias ma. - digo, nos sentamos a comer.

- No hay de que chicas. Aprovechando que están todas y que no somos de tener muchas personas en la casa, aparte de Luna y Carmín, les diré a sus madres que vengan a almorzar.

- Sería una buena idea. -dice Less.

- Mañana les escribo, es casi media noche, igual avisen ustedes para evitar problemas. -asentimos. - Me voy a dormir chicas, dejen todo limpio.

Nos despedimos de mamá y, cuando acabamos de comer, dejamos todo en el lavadero y nos comemos un poco de pastel a escondidas. Subimos de vuelta al cuarto y cerramos la puerta.

- ¿Qué hora es? - dice Bia.

- Doce y media.

- Es tardísimo. - dice Less.

- Nosotras nos dormimos a esta hora. - responde Chi.

- Nos damos cuenta. - dice Bia medio dormida y reímos.

- ¿chismes?

- Nah, mañana. - dice Less. - mañana en la alberca.

- Hecho.- aseguro y reímos.

- Buenas noches chicas.

- Buenas noches.