Chapter 8 - 7

Otro día inicia con la alarma sonando a mi costado. Aún cubierta por las colchas, lo busco, lo apago y este cae sobre la alfombra.

Hace frío, y si me es difícil levantarme va a ser peor rendir el día con sueño.

Me levanto y me cambio. Me pongo la falda, el short debajo claro - por la comodidad - las medias, los zapatos, la blusa, la corbata y encima de la chompa una casaca negra encima.

Para ser Buenos Aires si hace frío, cuando extraño mi México.

Tomo mi mochila y bajo, sonrío al recordar todo lo pasado ayer. Sin duda fue hermoso. Bajo a la cocina y veo a mamá ya preparando el desayuno.

- Buenos días ma.

- Buenos días Carmín. - dejo mi mochila.

- ¿Voy a despertar al oso?

- No, no te preocupes, papá ya fue.

- Está bien. - mamá me pasa los platos para comenzar a poner la mesa.

Alistamos todo, y baja el abuelo y sale papá.

- ¡Buenos días familia! - dice alegre el abuelo.

- Buenos días abuelo. - le abrazo.

- Buenos días Carmín.

- Buenos días papá.- le abrazo.

- ¿Y Luna?

- Durmiendo, pero ya la levanté. - responde papá.

- Buenos días. - aparece Luna sobándose los ojos, algo despeinada.

- Buenos días Lu. - me ofrece el peine y las ligas igual que ayer, y se sienta para que yo la peine.

Lu de a pocos se despierta y su humor característico se comienza a notar. Acabo su trenza y ella me hizo dos pequeñas trenzas a los lados de mi cabello, dejando casi todo suelto.

Mamá nos acerca el desayuno y comemos rápido, nos hemos demorado bastante peinandonos.

Rey toca el claxon del auto y nos indica que salgamos. Nos despedimos de mamá y salimos corriendo al auto. Entramos y nos quedamos conversando un rato, Lu sigue estando emocionada por lo que pasó anoche.

Me muestra los videos que tomó mamá y sinceramente salieron muy lindos.

Llegamos al colegio y nos despedimos. Subo hacia el salón, pero Mara se pone frente a mi.

- Mara, ¿me podrías dejar pasar por favor?

- No Carmín, tenemos que hablar.

- No tenemos nada de que hablar. - intento esquivarla, pero me pone el pie y me caigo.

- Mara, déjame, ¿quieres?

- Tenemos que hablar. - insiste.

Me levanto y siento una molestia en la rodilla, mas la ignoro. Entro al salón y me siento justo antes que la maestra llegue, y veo a Delfi sentada a mi costado.

- Hola Cari, ¿todo bien?

- Mara me paró afuera del salón, dijo que "teníamos que hablar". - hago comillas con los dedos.

- Ten cuidado, sé lo inteligente que es y puede hacer cualquier cosa para perjudicarte.

- Lo sé, y lo último que quiero es que me grabe o algo. - saco mi cuaderno.

- Cantaste muy bien anoche. - me felicita.

- Gracias, y Jaz contigo sin duda tomaron el backstage perfectamente.

- Vamos, ¿quién sabría que Manuel es un gran estilista? Fue la noticia de la noche. - reímos.

- Pues si.

- Buenos días chicos.

- Buenos días profesora.

- Como ya acabaron casi todos sus parciales, les daremos toda la hora de inglés y la hora de ciencias para que sigan con el proyecto de Letras, iremos supervisando sus avances.

Celebramos, y Delfi se levanta para irse con Yam y Alex aparece a mi costado.

- Cantaste hermoso anoche.

- Gracias Alex. Pero ya, dejemos lo de ayer, hay que avanzar, tenemos casi todo el día libre y podemos aprovechar.

Él asiente y saca la su cuaderno.

- ¿Esa frase de ayer se te ocurrió así de la nada?

- Bueno, recordé cuando éramos Carmilex y, como el profesor mencionó que se pedían deseos a las estrellas, lo combiné.

Asiento y tomo el lápiz que me ofrece, pienso unos segundos y en la parte superior de la hoja anoto "Pedirle a una estrella".

- Podría ser nuestro título.

- Me gusta. ¿Cómo te inspiraste?

- Bueno, literalmente en lo que acabas de decir se me ocurrió. - sonrío.

- Me gusta.

- ¿Ahora continuemos con la primera parte o con el coro?

- Cualquiera, pensemos en la letra que tengamos para poder continuarla. - asiento.

"Quiero pedirle a una estrella, que me devuelva con ella"

No puedo evitar sonrojarme, claramente entiendo su indirecta. Se me ocurre una frase, pero realmente no quiero ser yo quien la escriba.

Alex vuelve su vista a la hoja y anota algo.

"Que fue lo que pasó, en esa noche entre tu y yo"

Por todo lo que está bien, ¿son oraciones completamente al azar o son indirectas? Porque de aquí se nota que los dos nos conectamos de una manera diferente.

"Los únicos recuerdos, son tu aroma y tu pelo" anoto.

Él sonríe. "Y tú dulzura al besarme, dime que hago para olvidarte".

- Le falta una frase aquí. - señalo arriba de las dos que hemos puesto.

- Tienes razón.

Él toma el lápiz y vuelve a anotar. "Todo iba bien hasta que tú te marchaste sin decir adiós."

Corrijo. "Todo iba bien pero tú te marchaste sin decir adiós."

- Así suena mejor. - comento.

- Está bien, ¿pero quién se marchó primero? - comenta divertido.

- Yo, porque jugaste conmigo mientras estabas con Mara.

- Bueno, entonces fui yo, porque te usaba por los seguidores.- ríe.

- Eso no se discute, ambos aprovechamos un poco de cada uno. - admito. - ¿Vemos si todo encaja?

- Dale. - toma la hoja y comienza a cantar.

"¿Qué fue lo que pasó, en esa noche entre tú y yo?

Todo iba bien pero tú te marchaste sin decir adiós

Los únicos recuerdos, son tu olor y tu pelo

Y tú dulzura al besarme

Dime cómo hago pa' olvidarte"

- Suena muy bien. -admito.

- De ahi sigue lo que avanzamos ayer, ¿no? - asiento, él continúa.

"Y ahora que no te veo, veo

Siento que me desespero, pero

Te busco pero nunca llego, llego

No logro encontrarte."

- Quiero pedirle a una estrella, que me devuelva con ella... - canto.

- Para besarla más, más, más y más... - Alex sigue. - Quiero pedirle a una estrella, que me devuelva con ella...

- ¿Y si cambiamos "Devuelva" por "diga donde está"? Medio para no repetir.

- Me parece perfecto. - asiento.

Anoto lo que sigue y Alex sigue cantando. Termina y chocamos los cinco.

- Quedó genial.

- Eh, aún no terminamos. - sonrío.

- Lo sé Carmín.

- Esta parte del pre coro, ¿la repetimos? Así la cantamos las dos. - él asiente.

- A una estrella voy a pedirle que vuelvas y te enamores de nuevo, mira que te espero. - improviso, Alex lo anota con rapidez.

- A una estrella voy a pedirle que vuelvas y te enamores de nuevo, contigo todo lo quiero. - Canta Alex, lo anoto.

- ¿De ahi repetimos el coro no?

- Sí, ahi si. ¿Le ponemos una estrofa más?

- Dale, ¿Cómo sería?

- Y ya no sé donde más buscarla, he hecho muchos intentos pero nada me cuadra...

- Y no sé si está bien que aún le quiera ver, pero es que no puedo parar...

- baby. - termina Alex.

- ¿Baby?

- Oye, vamos, algo de inglés queda ahi perfecto. - reímos.

- Bueno, no hay nada que pueda discutir contra eso. - me rindo.

- ¿Cómo van? - la profesora se nos acerca.

Alex le muestra la hoja.

- Veo que han avanzado bastante, los felicito.

Ella se va y chocamos los cinco.

Para ser jueves, el día se nos pasa rápido. Acabamos nuestras cuatro horas de composición libre y salimos, siendo libres para volver a casa. Nosotros terminamos y, afuera, vemos a Luna junto a Nina.

- Lu, vamos.

Ella se despide de Nina, de lejos me despido de Manu y de Alex y entro al carro. Lu me cuenta de su exámen de historia y yo le cuento del trabajo con Alex, y ella se emociona.

- Lo vas a hacer genial. - me dice.

- Lo sé, pero aún nos falta una parte del tema creo. Igual en estos días nos juntaremos en el Fundom para acabar. - ella asiente.

Llegamos a casa, agradecemos y bajamos. Antes de pasar por la cocina, subo a cambiarme rápido, tengo que salir con mamá en tan solo un rato. Me pongo un vestido celeste con una campera negra, un top y unos shorts abajo.

Me pongo unas zapatillas y bajo hacia la cocina.

- Hola ma. - le saludo.

- Hola Carmín, ¿qué tal tu día?

- Bastante bien, avanzamos casi todo el trabajo de composición con Alex. - ella asiente mientras me pasa los platos para ponerlos en la mesa.

Lu se va a cambiar, aunque ya sé que es su excusa para no poner la mesa. La clásica.

Termino de ayudar a mamá y le sigo contando del proyecto con Alex.

- ¿Era él el argentino que estaba con vos hace unos meses? - asiento. - ¿Y cómo te llevas con él?

- Bastante bien la verdad. - me encojo de hombros. - Nos concentramos en lo importante más que todo, él aún sigue en Laix y yo no quiero saber nada más de ellos.

- Es entendible cariño, te sentías muy presionada, ya no era algo que te gustara.

- Lo sé mamá.

Luna entra ya cambiada y con sus patines colgados al hombro.

- Lu, ¿ya hiciste tu tarea? - pregunta mamá.

- Algo.

- No sales al Roller si no la acabas. - dice mamá terminando de hacer el almuerzo.

- Pero mamá.... - reclama.

- Pero mamá nada.

- Nina me va a ayudar allá.

- Dile a Nina que venga y te explique acá. - responde.

Yo solo me río.

- ¿Y tú ya hiciste toda tu tarea? - me encara Lu.

- Si, igual tengo que salir porque tenemos que ver la malla para el festival. -

- No es justo, por ser la mayor tienes privilegios.

- No es por eso Lu, se llama "Responsabilidad" y es algo que pronto tomarás más en serio.

Mamá se ríe. Almorzamos, Lu se queda lavando los platos y yo salgo con mamá hacia el gimnasio; Tamara nos espera en la entrada. Miro confundida la entrada cerrada.

- Tamara, ¿por qué está cerrado?

- Estan haciendo unas reparaciones, por eso no vinieron ayer. Estaremos entrenando en otro gimnasio hasta nuevo aviso. - me responde. - ¿Lista para tu malla?

- Sí. - sonrío.

Tamara nos lleva hacia la tienda de la modista, ella conversa con mamá y yo intento mentalizarme que estaré en bra y en shorts por un rato y no tengo que sentirme mal al respecto.

Llegamos; está a algunas cuadras, y la señora nos sonríe apenas entramos.

- Buenas tardes.

- Buenas tardes. - respondo con mamá.

- Sofi, ella es Carmín. - saludo. - y su mamá, Mónica. Nos toca hoy su vestuario.

- Muy bien, ¿Tienes algo en mente Carmín?

- Bueno, algo que sea con una falda pequeña.

- ¿Tienes la música que vas a usar para tu rutina? - asiento, y la reproduzco; el sonido sale por los altavoces del celular.

Tras escucharlo completo la señora asiente.

- Bueno, ya tengo una idea. ¿Algún color?

- Ya tenemos amarillo, verde, celeste, negro, violeta y coral. - menciona Tamara.

- ¿Un azul te parece bien Carmín? - yo asiento; estaba pensando en ese color también.

Me acerca una malla azul color entero y me dice que me cambie. Me guardo la vergüenza y me cambio frente a ellas; total eso tendría que hacerlo. Me pasa una falda corta de un azul más claro y doy un par de vueltas frente a ella.

- ¿El color está bien? - asiento.

- Me gusta mucho.

- A mi también. - acepta mamá.

- Esto es referencial. Podríamos hacer como segmentos en la parte del pecho, y que sea manga larga con algunos detalles con plateado por las mangas y por toda la malla.

- Me gusta la idea. - asiente Tamara.

- ¿Cuándo sería la segunda prueba?

- Dame tres días, hago lo básico y vuelven. Si todo está en orden con el diseño, procedo con las decoraciones. Si no, lo arreglamos con ustedes presentes.

Las tres asentimos, y me vuelvo a cambiar.

- Bueno, nos vemos el sábado.

- Gracias.

Salimos las tres y Tamara se queda frente al gimnasio.

- Listo, entones así quedamos. Les pasaré la dirección del gimnasio al que iremos mañana para entrenar.

- Gracias Tamara, nos vemos.

- Chau.- me despido.

Nos vamos pero el rumbo caminando es hacia el centro comercial.

- Mamá, ¿para qué vamos al centro comercial?

- El señor Alfredo ha decidido hacer la reunión con sus amigos y algunos conocidos de ustedes, esta vez si será algo pequeño. Tu padre ya viene con Luna y su abuelo, iremos a ver sus vestidos.

- ¿Es estrictamente necesario un vestido?

- Verás que encontraremos algo lindo hija. - asiento. - Tengo un buen presentimiento con tu malla.

- Yo también, siento que estará muy linda.

- El color queda perfecto.

- Justo estaba pensando en el azul. Chiara dijo que el suyo, de vestido, pasó a ser un enterizo, pero que le gustó. Tengo suerte que Tamara me haya aceptado el enterizo.

- Realmente si.

Tras unos minutos, llegamos al centro comercial. Subimos hasta el segundo piso y paramos frente a aquella gigantesca tienda. Luna y papá salen del ascensor con el abuelo.

- Vamos. - nos anima el abuelo.

- Esta tienda es muy fina. - murmuro, Luna asiente.

- Buenas tardes, ¿en qué podemos ayudarles? - una señorita se nos acerca.

- Buenas tardes, estamos buscando vestidos para ellas. - el abuelo nos señala, nosotras sonreímos nerviosas. - para una pequeña reunión.

- Está bien. ¿Prefieren ir a mirar ustedes primero? - asentimos.

Lu y yo nos dirigimos hacia unos vestidos cortos del otro lado de la tienda.

- Este se vería lindo en ti. - Lu toma un vestido color rojo con falda princesa.

- Luna, no exageres.

- ¡No exagero! Pienso que se te vería bien. - se justifica.

- Hagamos algo. Cada una escoge dos vestidos. Uno para ti y uno para mí, después nos probamos y vemos cual nos queda mejor.

- Me parece un trato justo. - nos damos la mano en señal de pacto.

Me dirijo hacia unos vestidos largos, y tomo uno color lila con una abertura en la pierna, manga cero y un poco de escote. Me parece raro que yo misma me esté escogiendo un vestido tan... distinto a lo que suelo usar, pero no pierdo nada.

Lo tomo, y veo un vestido corto color medio mostaza, falda sencilla y algo de encaje arriba. Siento que le quedaría muy lindo a Luna.

- ¿Ya estás? - Luna me llama, asiento.

Le muestro el vestido mostaza y ella sonríe, le gustó. Ella me entrega uno rojo algo más corto, y el que ella se eligió es uno azul de falda pomposa y algo de encaje de flores.

- ¿Vamos a enseñarles a mamá y papá? - asiento.

Nos acercamos y los cuatro voltean, sonríen al ver las opciones que tenemos.

- Me gusta mucho el morado que has escogido Carmín. - dice mamá.

- No pierdo nada probando. - sonrío.

- Los probadores son acá. - la señorita nos guía.

Me pruebo el que me eligió Luna, y siento que me gusta mucho, pero frente al espejo siento que se nota mucho mi busto, y eso me incomoda bastante. Mamá me pide que salga, intento tomar seguridad, y los tres se quedan sin palabras.

- Está precioso cariño.

- No me siento... cómoda. - llevo mis manos a mi pecho, cubriéndome.

- Eso se puede arreglar, - indica la chica que nos atiende.

- Mejor me pruebo el otro. - vuelvo y justo Lu sale con el mostaza que le escogí.

- Me gusta mucho este. - da un par de vueltas sobre su sitio.

- La segunda opción. - pide papá y nosotras reímos y volvemos a cambiarnos.

Me pongo el lila, y siento que me gusta más que el otro, pero el mismo problema del escote. Vamos, sé que no debería sentirme tan incómoda, pero no puedo evitarlo.

Salgo, y como supongo que me pondría esto con tacos, medio que el vestido me queda algo largo. Lu sale con el azul y damos un par de vueltas frente a ellos.

- Aún no me siento convencida. - admito.

- Me encanta este. - dice Lu.

- El azul te queda bien Luna. - dice el abuelo. - ¿Carmín?

- ¿Puedo seguir mirando?

- Si cariño, no hay problema.

Me cambio a mi vestido normal y Lu me sigue para ver algo más.

- A ver, pensemos como Manuel. ¿Qué nos diría? - dice Luna.

Río, pero tiene razón.

- Diría que, por la tez clara y cabello oscuro... podría ser... - cierro los ojos y paso mi mano por los distintos ganchos, hasta que paro en uno y lo saco. Abro los ojos y no me siento tan disgustada con el resultado.

Es un vestido color rojo oscuro, como un vino, corto adelante y un poco más largo por atrás, la falda es medio pomposa y en la parte del pecho y la falda tiene como mariposas.

- Me encanta. - decimos al unísono.

- Corre a probártelo.

Le hago caso a Lu, corro la cortina y me lo pruebo. Me queda bastante bien, y no tengo problema con el escote, porque tiene como unas mangas por los hombros.

Salgo y mamá sonríe.

- Ese es hermoso. - comenta el abuelo.

- ¿Ese? - asiento.

- Me gusta mucho.

- El color preciso, hija. - dice papá.

Asiento, sonrío y vuelvo a cambiarme. Mamá y el abuelo llevan los vestidos a la caja mientras Lu con papá miramos los dijes que tienen ahi. Lu lleva su cadenita, y yo tengo la estrella colgando de mi cuello.

- Esperemos que esto no sea un desastre. - murmura mi hermana.

- No lo será, no tengas dudas. - le abrazo.

Terminan de pagar y salimos, volviendo a casa. Lu lleva el vestido a su cuarto y yo al mío, y le tomo foto para mandarle a Manuel.

Literalmente apenas le mando, a los segundos me sale su respuesta.

" Que hermoso. ¿Lo escogiste tú? No sabía que tenías tan buen gusto."

"Jajaja, que chistoso. Sí, fuimos con Luna, pero su vestido no te lo voy a enseñar porque eres un odioso"

"Así soy cariño, y así me amas. Mañana hablamos, tengo que ayudar en la cena a Pietro"

"Está bien esperancito, te quiero"

Me marca visto y dejo el celular, y cuelgo el vestido en el ropero. Le escribo a Ámbar contándole lo que pasó hoy, y esperando que me responda, aunque no debería. Ya es tarde, y allá mucho más.

Bajamos a cenar con mamá, lavamos todo y nos vamos a los cuartos a alistarnos para dormir. Estoy muy satisfecha con mi malla para el festival, pero al mismo tiempo me preocupa lo del nuevo gimnasio. ¿Tendrá algo en especial?

Salgo al baño y me cepillo los dientes. Vuelvo a mi cuarto y mamá sube, le tiendo el peine para que trence mi cabello. Coloca una liga al final y me devuelve el peine. Lo dejo en la cómoda y me recuesto en la cama.

- ¿Buen día?

- Sí mamá.

- Espero conocer a ese tal Alex pronto.

- ¡Mamá! - me pongo roja. - No somos nada.

- ¿Entonces por qué te pones roja? - río nerviosa.

- Por nada, pfff.

- Ajá. Buenas noches hija.

- Buenas noches mamá. - besa mi frente y sale, apagando las luces.

Mamá tiene razón, si Alex y yo no somos nada, ¿por qué algo siento cuando lo mencionan? Torpe cabeza.

Me recuesto en la cama y quedo dormida, feliz porqué sé que lo veré mañana.