CAPÍTULO 67- Una niña muy peligrosa.
Después de recuperarse de sus heridas, Kei invitó a cenar a Luna.
Quería ganarse más su confianza… La necesitará.
Fueron a un restaurante barato. Luna llamó demasiado la atención, pero nadie se atrevía a hablarle porque Kei, al entrar al restaurante, dijo: "Queremos comer sin interrupciones". Viniendo de un noble, esas palabras asustaron a los pobres plebeyos.
Se sentaron en una mesa y un mesero se acercó a ellos.
—¿Qué desean ordenar?
Vieron el menú y Luna se sorprendió.
—E-espera… ¿Sushi? ¿Nachos? ¿Tacos? ¡Arroz con...! K-Kei... ¿T-tú...?
—Queremos "Suhmeik". Luna, el Suhmeik es arroz con carne básicamente.
—Y-ya veo... Y vino, por favor.
El mesero se retiró y Luna observó con asombro a Kei.
—¿Qué hiciste aquí? ¿Les ayudaste?
—Extrañaba el sabor de mi hogar, así que usé mi influencia para repartir recetas. Los tacos y los Nachos no son parte de la gastronomía de nuestro país, pero siempre me interesó la comida extranjera.
—Ya veo... Yo también quería hacer lo mismo, pero no sabía cómo prepararlo. Mi hermana se encargaba de la comida.
—Yo tampoco sabía hacerlo. Tuve que crear las recetas. Prueba y error. Prueba y error... Fue un largo trabajo… Por cierto, no hay necesidad de hablar tan bajo. Puse un campo de insonorización.
—Ah, lo olvidé.
—Por cierto… Quería verte de nuevo para entregarte una carta.
Sacó del "Almacenamiento mágico" una carta y se la entregó a Luna.
—Escucha. Por favor, no abras la carta... Cuando me consideres alguien peligroso, la abres, por favor.
—¿Cuando te considere alguien peligroso?
—Por motivos personales, no puedo decirte más... Cuando tú y las otras héroes me consideren peligroso, abres la carta y la lees en privado... Por favor, confía en mí… Yo no soy alguien malo.
Fravi, que estaba viendo a Kei, sonrió al escuchar eso.
—El Dios supremo me prohibió intervenir, pero esperar será mucho mejor. Luna no soportará tu traición, Kei... Perfecto.
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Después de cenar, Kei se despidió de Luna.
—Muchas gracias por tu ayuda, Luna. Si necesitas mi ayuda, háblame.
—Muchas gracias, Kei. Nos vemos.
Luna se alejó caminando y Kei sonrió.
—El plan va bien.- Pensó.
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La escuela comenzó de nuevo. Después de tener días difíciles, Kei podía relajarse un poco ahora.
—Regresar a la escuela se siente muy bien.
Entró al salón y Seiya se acercó rápidamente a él.
—¡Kei!
Lo abrazó con fuerza y Kei se puso rojo.
—¡¿S-Seiya?!
—¡Me alegro que estés bien! ¡Mei nos contó lo que te pasó!
—V-vaya, vaya... Gracias por preocuparte.
Kei podía oler el cabello de Seiya. Olía bien… Demasiado bien.
—¡El cabello de Seiya huele mejor que el cabello de Mei! ¡Se ve muy suave! ¡Seiya, superas a Mei en feminidad!- Pensó Kei.
Mei entró al salón y vio esa escena.
Inmediatamente, se puso celosa y los separó.
—¡Kei necesita descansar, su cuerpo está adolorido...! Aparte…
Mei abrazó a Kei.
Si fuera otra chica, Kei se pondría nervioso. Pero Kei no se ponía nervioso con su hermana. Mei era su hermana, era parte de su familia. Kei piensa que los abrazos y besos son muestras de afecto de la familia… Aunque Mei exagera con eso, pero Kei no lo sabía. Él piensa que lo que hace Mei era normal... Pero no lo era. Ninguna hermana besaría tanto a su hermano. Tampoco lo abrazaría tanto. Los hermanos son enemigos naturales, pero Mei nunca molestó ni peleó con su hermano.
Kei pensaba que eso era normal porque Nia también lo hacía… Pero Nia y Mei estaban enamoradas de él de una manera romántica. Aprovechaban su rol de hermana para abrazar y besar a Kei sin que sospeche.
—¡Yo soy la única que puede abrazarlo!
Kei sonrió y le acarició la cabeza.
—Eres adorable.
Mei se sonrojó al escuchar eso.
—¡¿A-adorable?!
Kei lo dijo sin pensarlo. Para él, Mei se veía muy adorable.
Lo adorable es la debilidad de Kei. No sabe lo que dice cuando mira algo adorable.
La profesora entró al salón.
—A sus lugares, la clase comenzará. Hoy tendrán una prueba sorpresa.
—¡¿Eh?!
Todos estaban nerviosos con eso.
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El descanso comenzó y las estudiantes salieron agotadas del salón.
—N-necesito un descanso.
—¡Me duele el cerebro!
Mei abrazó el brazo de Kei.
—¡Aprender duele, hermano! ¡Dame cariño para sentirme mejor!
Seiya abrazó el otro brazo de Kei.
—¡A mí también, por favor!
—V-vaya, vaya. T-tengo hambre. Vamos al comedor.
—¡Vamos!- Dijeron ambas.
Al salir del salón, Kei presenció acoso escolar.
—¡Una asquerosa plebeya no merece estar en la clase A! ¡No merece estar en esta escuela!
—¡Regresa a tu asquerosa aldea, plebeya!
Dos chicas estaban molestando a una estudiante... La estudiante parecía tranquila... Su rostro no reflejaba ningún sentimiento… No parecía triste. No parecía feliz... Kei descubrió un nuevo personaje.
—El personaje con expresión fría… Casi siempre son solitarios o tienen un pasado triste... Debo ayudarla.- Pensó Kei.
—No quiero problemas. La señorita Miferk me prohibió pelear.
Su tono de voz era bajo y tranquilo.
—¡No nos hables, asquerosa!
Una de ellas intentó golpearla, pero Kei la tomó del brazo y la detuvo.
—¡¿Quién me...?! ¡¿Kei Molfer?!
—Odio a las personas que se aprovechan de otros... Si vuelven a molestarla, no las golpearé, pero me encargaré de eliminar a su familia. Sei Molfer puede pedirle a la reina que haga desaparecer a tu familia. Te convertirás en una plebeya también.
—N-no te atreverías.
—Linda, no me conoces realmente. Sí me atrevería.
Les sonrió a ambas y se sonrojaron.
—Las chicas lindas no deben ser malas. Si son chicas buenas, se verán más hermosas.
Kei le acarició la cabeza a una de ellas.
—Por favor, ¿puedes dejarla en paz?
—¡S-sí! ¡N-nunca la molestaré!
—¡P-perdón por nuestro comportamiento!
Ambas se alejaron corriendo y Kei suspiró.
—Tuve que usar mi habilidad... Solucionar los problemas con mi habilidad es más rápido.- Pensó Kei.
Sintió un gran escalofrío y comenzó a temblar de miedo.
Mei y Seiya pusieron sus manos sobre los hombros de Kei.
—Hermano, no coquetees frente a tu linda hermana.
—No sabía que eras un chico tan fácil, Kei.
—¡S-solo trataba de ayudar a una chica!
La chica se acercó a Kei.
—Gracias por la ayuda. Adiós.
Ella se alejó caminando.
—¡Espera! ¿Puedo saber tu nombre?
Ella se detuvo.
—Mi nombre es Markam.
Siguió su camino.
—Markam… Es un nombre raro.
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Markam se alejó de la escuela... Se alejó demasiado.
—¡Esas asquerosas humanas!
Estaba furiosa, pero mantenía la misma expresión.
—¡Asquerosas!
A lo lejos, un anciano estaba caminando tranquilamente al lado de su pequeño nieto.
—¡Abuelo, cuéntame otra historia, por favor!
—Cuando lleguemos a casa, Timmy.
El abuelo le acarició la cabeza a su adorable nieto y sonrió.
—Cuando lleguemos, te contaré la gran historia de...
Una pequeña esfera de fuego impactó en la cabeza del niño.
La cabeza del niño explotó y el anciano cayó al suelo por el susto.
—¡¿Timmy?!
Markam se acercó al anciano.
Esferas de fuego estaban flotando alrededor de ella.
—¡No puedo resistir más! ¡Necesito sangre!
Tomó el cuerpo del niño y comenzó a devorarlo.
—¡Sangre, sangre, sangre!
El anciano se orinó en sus pantalones.
—¡M-monstruo...!
Una esfera de fuego impactó en su cabeza y explotó.
—Soy un demonio, no un monstruo…
"¡No mates a mi hija! ¡No lo permitiré!"
Markam recordó la voz de una mujer y bajó la mirada. Parecía triste. Le dolió recordar eso.
—Ustedes son los verdaderos monstruos.
Su rostro cambió y se volvió más pequeña... Se volvió una niña de 5 años.
—Nunca los perdonaré.
Markam, la comandante.
(Nota del autor: Busco ilustradores, quiero 2 portadas y no sé dibujar. Xd Dejen sus precios. Uwu)