Bell Andrews a demostrado ser un soldado ejemplar, ganandose consigo el apodo, Angel de Combate. Así se convirtió en la primera comandante de la década, siendo reclutada por la élite en Canadá dónde conocerá a su mayor dolor de cabeza.
El coronel Tower Banner.
Un hombre egreído, pedante y un maniático del control.
Entre ellos nace una terrible rivalidad, junto a una innegable atracción , que terminara por volverlos locos.
Las misiones se vuelven cada vez más peligrosas y todo cambia cuando el más grande narcotraficante empieza a respirarle en la nuca.
Obsesionado, psicópata y con una belleza demoníaca.
«Somos tan estúpidos y tercos que nos empeñamos siempre en ir tras aquello que nos lastima, solo por un momento de placer»