Para celebrar la bienvenida de los vampiros en Brathior, el alcalde ordenó a realizar un gran festín. Los duendes colocaron una mesa gigante en el centro de Brathior, las hadas se encargaron de la decoración y las sirenas se encargaron de la comida. Por último, el alcalde le mandó a Charlie que fuera a la ciudad de los vampiros, para decirle lo del gran festín al alcalde de los vampiros.
Charlie utilizó sus alas y empezó a volar. Pasadas dos horas y media, Charlie llegó a la ciudad de los vampiros. Se sitúa en frente de las murallas y grita:
-Charlie: ¡Soy Charlie! ¡Abrid!
El alcalde de la ciudad de los vampiros le abrió las murallas a Charlie y este le dijo:
-El alcalde de la ciudad de los vampiros: ¿Que te trae otra vez por aquí?
-Charlie: Veras, como agradecimiento a usted y a todos sus vampiros, esta noche se realizará un gran festín en Brathior.
-El alcalde de la ciudad de los vampiros: ¿A cuantos vampiros podré llevar a Brathior?
-Charlie: Llévese a todos. Estáis todos invitados al gran festín.
-El alcalde de la ciudad de los vampiros: Perfecto. Traeré a toda la ciudad.