La alarma de Charlie sonó. Se dispertó y se fué hacia la bañera. Para así poder ducharse. Se vistió y salió a la calle. Las hadas y las sirenas empezaron a cantar. Las calles se llenaban en un ambiente de música mágica. Él se dirige hacia el centro de la ciudad. Llegó justo a tiempo, las manecillas del reloj dieron las diez en punto y el alcalde dijo:
-El alcalde de Brathior: ¡Abrid las murallas! ¡Dejen paso a los vampiros!
-El alcalde del mundo de los vampiros: ¡Que bonito está Brathior!
Más de mil vampiros se adentran en Brathior.
-Charlie: ¡Cuántos vampiros!
El alcalde de Brathior y el alcalde de los vampiros se sentaron juntos.
-El alcalde de Brathior: Hacía bastante tiempo que no nos uníamos. Porfin hemos conseguido unirnos.
-El alcalde de los vampiros: Todo sea por Brathior y sobre todo por el joven cito.
Mientras tanto, Charlie, Meryer, Buidet y Thrachar se sentaron juntos.
De repente Buidet se cambió se sitio para saludar a un viejo amigo sullo vampiro.
-Buidet: Chrotherion, que tiempo sin verte. ¿Cómo te va?
-Chrotherion: hola, me alegro de volverte a ver. En la ciudad de los vampiros las cosas van regular. Después cuando termine la cena te contaré.
-Buidet: Vale.
Buidet se puso ansioso por saber lo que ocurría en la ciudad de los vampiros. Él sabía que nada bueno podía ocurrir.