Una tormenta de nieve azotaba a un hombre caminando sin rumbo aparente. De repente un destello de una luz de tono rojo vivo seguido de un gran terremoto que se siente por todo el continente. El hombre está intrigado y a la misma vez preocupado cuando se levanta una sombra más grande que las montañas se hace presente.
La sombra cada vez se hacía más imponente al revelar tres ojos rojos mirándolo fijamente. Tan solo la cara haciéndose visible el hombre se desmaya y escucha una voz tan desgastada, casi inexistente decirle:
?.... Debes prepararte el viene a predicar de su padre y aquel que lo escuche caerá en el abismo que el gobierna ten mucho cuidado Isinshia.
El joven Isinshia se levanta gritando con su corazón a punto de explotar y sudando frío. Sus padres no estaban en casa ya que era época de caza pero el sale a ver su preciada Aldea sana y salva. Intenta volver a dormir pero se acuerda de su sueño y no puede obtener el sueño nuevamente.
A pasar de las horas por fin amanece. Isinshia se levanta y mirando a el horizonte ve que el grupo de caza, está volviendo con sus lobos plateados y una cantidad de venado basta para el sustento de todos . Pero se ve una expresión muerta en ellos. El padre de Isinshia se hacer a el:
Isinshia: ¿Que paso Daliso? ¿Donde esta mamá?
Daliso : hijo mío nos encontramos un gran hoyo y decidimos entrar pero alguien nos siguió hasta allí algo que nunca he visto; los wendigos y wechuge estaban juntos, nos emboscaron tomando así la vida de tu madre.
Isinshia cae a el suelo destrozado y entre llantos solo se hacia una pregunta. ¿Quien ha, podido manipular a los dos espíritus antiguos para que trabajen juntos?
Las horas pasaron Isinshia estaba en su choza llorando con gran impontecia en su corazón gritando una sola oración ¿Acaso fue lo que paso en mi sueño? ¿El predicador ya está aquí?
Mientras tanto Daliso va a una reunión con el gran jefe de la Aldea y el jefe de caza para discutir lo que había pasado.