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Chapter 13 - Capitulo 13: Indecisión (2)

El cielo se había puesto oscuro y las personas de la aldea Ibor ya estaban cada una en sus casas para evitar el peligro nocturno, las familias se encontraban reunidas alrededor de las chimeneas hablando de los últimos puntos antes de irse a dormir parecía una noche normal igual que cualquier otra pero el sonar del relincho de los caballos sacudieron a los habitantes.

"Hay personas llegando" se dijeron entre ellos "mira con cuidado" se dijeron unos a otros antes de que las casas abrieran un poco sus ventanas o puertas, el silencio y el suspenso se apoderaron de las casas de la aldea.

Los hombres a caballo llegaron ruidosos golpeando todo en su camino y todos los que los vieron supieron que querían "bandidos" susurraron con terror, antes podrían haber esperado que los hombres se armaran y salieran a repelerlos pero actualmente no había más de 6 hombres sanos en la aldea contra casi 20 bandidos no había nada que hacer.

"Rápido escóndase" dijeron algunas madres a sus hijos.

"¡gente de Ibor nosotros la banda de Torj decidimos visitarlos esperamos nos den una cálida recepción!" dijo el hombre fornido que parecía ser el líder de la banda, su cuerpo era ancho y peludo además en su cintura brillaba una espada en buen estado pero por más que hablo nadie del pueblo salió a verlo "¡no quieren recibirnos, está bien, lo haremos nosotros mismos!" grito de nuevo el líder y le dio una señal a unos de sus hombres.

Dos bandidos se bajaron de sus caballos y caminaron hacia una casa cercana patearon la puerta y entraron, los gritos femeninos no se hicieron esperar parecía haber dos mujer que gritaban desesperadas, los bandidos eran personas sin moral ni valores no había nada que los diferenciara de los animales, uno de los bandidos atrapo a una de las mujeres y se lanzó sobre ella con obvias intenciones.

"¡muchachos aún no es hora de comer déjenlo para después, tráiganme todo lo que sea de valor!" grito el líder y el bandido soltó a la mujer con una sonrisa obscena antes de revolcar toda la casa para solo encontrar algunas monedas de cobre "¡Los demás ¿qué esperan?!" los otros también se bajaron de sus caballos y corrieron hacia las casas revolcaron todo y trajeron a las mujeres a la plaza como ganado que pronto sería comido.

"¡rapido rapido!" insisto el líder a su banda.

Yil era consiente de lo que estaba pasando y estaba aterrada tomo a Tulio y lo escondió bajo la cama, además tomo todo las monedas que tenía y las puso en un lugar fácil de descubrir para no tener problemas.

El corazón de Yil latía con demasiada fuerza pero aun así se quedó de pie cerca de la puerta esperando el momento en el que los bandidos entraran.

*Pumm* y el momento no tardo con una patada un bandido barbado y gordo entro en su casa y sin dar tregua con pasos largos sujeta a Yil de su pelo castaño.

"¿perra donde esta tu dinero?" pregunto mostrando sus dientes amarillos.

"La mesa, la mesa" dijo Yil rápidamente.

El bandido la arrojo al suelo y fue a buscar en la mesa, efectivamente en la mesa encontró un pequeño saco con 200 monedas de cobre, estos eran los ahorros de toda la vida de ella y su esposo.

"Estabas gorda perra" dijo el bandido con felicidad mientras tocaba la bolsa de monedas y luego salió la casa, Yil suspiro con tranquilidad cuando lo vio salir pero su tranquilidad duro poco.

"Ahora que te veo mejor" dijo el bandido entrando en la casa de nuevo y atrapandola de nuevo, esta vez el bandido examino a Yil detenidamente, una mujer joven con solo 25 años en la edad dorada de su belleza con buenas curvas y un rostro lindo, el bandido paso su lengua asquerosa por el cuello de la mujer "vendrás a divertirte conmigo y mis amigos" le dijo antes de empezar a jalarla hacia afuera.

"¡no, no, no por favor toma todo lo que quieres pero no!" grito aterrada, claramente ninguna mujer quería que un grupo de hombres asquerosos abusara de ella y menos cuando era una mujer casada y una madre.

"jajaja te vas a divertir" dijo el bandido jalando con más fuerza.

Yil estaba aterrada sus piernas le temblaron y su mente entro en caos, su corazón lo único que quería era que en un momento el hombre que amaba entrara por la puerta golpeara al bandido y la abrazara con fuerza, pero rápidamente se dio cuenta de que su marido no podía llegar aunque quisiera y su alma callo en la desesperación.

De un momento a otro dos hombres jóvenes entraron en la casa rápidamente, tanto el bandido como Yil los miraron sorprendidos, uno de los hombres era alto guapo y fornido además su piel era morena y su pelo oscuro, el otro era delgado pero fuerte, su piel era blanca aunque se veía algo bronceada y su cabello negro era muy largo y liso, también era guapo y ella lo reconoció como el viajero que la había ayudado en la tarde por lo que su corazón se llenó de esperanza.

"¡suéltala bastardo!" grito Atlas molesto.

"Tenemos dos héroes aquí" el bandido los reviso con su mirada y vio que ambos estaban desarmados por lo que respiro más tranquilo "déjame destriparlos" dijo el bandido antes de soltar a Yil y desenvainar la espada oxidada que estaba en su cintura.

El bandido salto dispuesto a apuñalar a Atlas pero para su sorpresa Vasco se atravesó y con su mano derecha atrapo con facilidad la espada del bandido "!Bastar…" intento gritar el bandido pero Vasco atrapo su cuello y con facilidad lo alzo.

"¿tengo permiso para matar?" pregunto Vasco con una mirada fría él se sentía muy molesto con estos bandidos.

El bandido estaba aterrorizado por el hombre frente a él y cuando escucho sus palabras miro a Atlas lastimoso.

Atlas también se sorprendió con las palabras de Vasco nunca había matado a nadie y aunque lo haría Vasco fue ordenado por el así que no sería diferente a matarlo el "no" dijo Atlas.

La mirada de Vasco se desanimó y la del bandido se alegró "no aquí, mátalo afuera" continuo Atlas, él era consiente de la mirada aterrada del pequeño Tulio que veía todo desde debajo de la cama, el bandido volvió a ser lastimoso, quería pedir misericordia pero la mano de Vasco en su cuello no dejaba salir ni un sonido.

Vasco volvió a animarse y sin esperar más salió de la casa y se escuchó un pequeño crujido como el de una rama rompiéndose antes de que Vasco entrara de nuevo.

"¿qué hiciste el cuerpo?" pregunto Atlas.

"Lo arrojé lejos"

Atlas asintió Vasco tenía media tonelada de fuerza ¿qué tan lejos podría hacer volar un cuerpo de unos 80 kilogramos? aún no lo sabía pero estaba seguro de que lo suficientemente lejos.

"¿estás bien?" pregunto Atlas mirando a Yil quien aun seguía en shock aun así asintió "escóndete bajo la cama" ordeno Atlas y ella no espero un segundo antes de hacer caso.

"Nía háblame" dijo el joven en su cabeza.

"capitán tienen exactamente a 24 mujeres en la plaza y 17 bandidos están con ellas, 4 mujeres fueron llevadas a la casa común de la aldea con el líder de la banda y otra persona"

"Vasco puede encargarse" dijo Atlas con confianza.

"Yo no estoy tan seguro" dijo Vasco algo tímido.

Atlas se sorprendió, estaba seguro de que Vasco con su fuerza y su resistencia era invencible por lo que nunca espero que él dijera algo así "¿a qué te refieres?" pregunto con algo de miedo.

"Encargarme de los bandidos seria fácil pero tienen a las mujeres como rehenes si solo ataco yo me temo que abran muchas bajas inocentes" explico Vasco.

Atlas se quedó sorprendido lo que dijo Vasco era muy lógico.

"Vasco tiene razón capitán, si desea salvarlas debe ayudar"

"Solo soy un tipo normal ellos son bandidos asesinos ¿quieres que muera?" dijo Atlas aterrado.

"Señor usted no es para nada normal, es el capitán de la nave intergaláctica T-12, además con su nivel físico y su maestría de 70% del Muay Thai ninguna de estas personas es rival para usted"

"Estoy desarmado" intento excusarse con temor, de hecho él solo había corrido al rescate de la aldea por que sabía que Vasco estaba con él y era más que suficiente para acabar con estos bandidos.

"No precisamente" dijo Nía y Atlas pudo sentir como sus brazaletes se estiraban y cubrían sus manos y sus codos además la punta de una cuchilla sobresalía 5 centímetros de sus puños "tiene toda la capacidad señoras, la pregunta es si tiene la voluntad"

Atlas era buena persona pero era joven nunca había estado en una situación como esta por lo que era normal que su cuerpo se pusiera rígido y su mente se confundiera.

"Capitán se acaba el tiempo, si no actúan rápido esas mujeres obtendrán un recuerdo traumático que jamás superaran incluso algunas perderán su vida capitán, no piensa hacer nada" esas palabras de Nía golpearon fuerte la moral de Atlas, esta gente le recordaba sus vecinos en Bread Sugar todos amables y comprensivos pero ahora estaban en una situación muy difícil ¿no haría nada?.

Atlas cerro sus ojos con fuerza durante unos segundos y luego cuando los abrió estos estaban llenos de decisión "hagámoslo"