ALEX
No sé en qué momento me quedé dormido y al despertarme no tengo ni idea de donde estoy hasta que recuerdo que me había quedado en casa de Carlos para no dejar sola a Gabriela.
En esos segundos que me cuesta recordar todo lo que pasó ayer y despertarme delo todo, me giro para ver si Gabriela sigue dormida, pero no la veo por ningún lado, lo que hace que me levante rápidamente y valla a ver a la cocina, pero al que me encuentro es a Carlos.
- ¿Sabes dónde está Gabriela?
-Pues la verdad es que no tengo ni idea, no la he visto junto a ti tampoco. ¿Dónde se habrá metido?
-No tengo ni idea, pero tengo que buscarla.
-Déjala un rato, estará bien, creo que anduvo toda la noche de un lado para otro, dudo que haya dormido algo. Tal vez se fue a la habitación de Ana y se quedó dormida allí, no es la primera vez.
-No debí haberme quedado dormido. Tenía que estar para ella.
-Y lo has estado, no te separaste de ella en ningún momento desde que te enteraste de lo que pasó, ella lo apreciará, pero ahora Gabriela no es la misma de siempre, se guardará las cosas para ella y necesita un rato para ordenar sus pensamientos, pronto volverá, no te preocupes y tomate un café que será un día largo.
-Me tiene preocupado.
-Lo sé, nos tiene a todos preocupados, pero se le pasará, siempre supera todo lo que se le venga encima, asique no te preocupes tanto por ella, es fuerte.
-Lo sé, y la admiro por eso, pero eso no implica que no me preocupe por ella.
-Me queda claro. Tío, sé que te lo digo a menudo, pero eres afortunado por tener a Gabriela en tu vida, te ha hecho bien estar con ella y se puede decir que estar enamorado de ella te ha ayudado.
-La verdad es que sí, a pesar de que había momentos en los que pensaba que me moriría si no la volvía a ver ni a hablar con ella.
-Pues ahora la tienes enterita para ti, cuídala, es especial.
-La cuidaré.
-Bueno, yo me tengo que ir, cualquier cosa no dudes en llamarme.
-Lo haré, hasta luego.
-Hasta luego.
Con eso salió por la puerta y yo me quedé solo en la cocina no sé por cuanto tiempo, pensando en donde podía estar Gabriela metida, y cuando me doy cuenta Marcos aparece en mi campo de visión.
-No piensas ir a la universidad ¿verdad?
-No, me tengo que quedar con Gabriela, pero antes debo encontrarla.
-Está en la habitación de mi hermana, se pasó allí toda la noche. Al parecer está mal.
- ¿Gabriela?
-No, Ana, estuvo vomitando gran parte de la noche y por lo que me dijo también tenía fiebre. No se movió de allí en toda la noche.
Justo en ese momento aparece Gabriela con cara de preocupación y se pone a buscar algo en la cocina.
-Marcos, ¿podrías dejarme las llaves del coche? Ve a casa y coges el mío para ir a la universidad.
- ¿Para qué lo necesitas?
-Para llevar a Ana a urgencias, sigue fatal.
- ¿Quieres que te acompañe?
-No, puedo ir yo sola, solo necesito las llaves.
-Te puedo llevar yo hermosa.
-Tú tienes que ir a la universidad.
-Ya te dije que no pienso ir, me quedaré contigo.
-Vale, pero no tienes el coche aquí, necesitamos las llaves igual.
-Están en el armario de la entrada.
-Yo voy a por el coche, tu ve a por Ana hermosa.
Con eso salió rápidamente de la cocina y se dirigió escaleras arriba para ir a por Ana, mientras que yo me dirijo hacia el armario en el que se encontraban las llaves del coche de Marcos, salgo de la casa y me dirijo hacia el coche. Gabriela no tarda nada en aparecer con Ana en brazos y se mete en la parte de atrás del coche con la niña.
Tardamos como quince minutos en llegar al centro médico y dentro de este tardamos como otro cuarto de hora esperando a que atendiesen a Ana y podía ver cómo Gabriela se desesperaba esperando, que hubo un momento en el que se levantó y anduvo de un lado a otro dentro de la sala de espera.
Cuando por fin llamaron a Ana para que la revisasen Gabriela me dejó el teléfono y me dijo que respondiese a cualquier llamada que le entrase por parte de su familia, lo cual no tenía intención de hacerlo, pero pensando que podía ser algo importante como cuando se enterraría a Rebeca, decidí que era la mejor solución. Además, que no tengo ni idea de cuanto tardarán dentro de la consulta, por lo que era mejor responder para que no se preocupase de que le pudiera estar pasando algo a Gabriela.
Justo en ese momento empieza a sonar el teléfono de Gabriela, y cuando veo la pantalla, compruebo que es su madre la que está llamando.
-Gabriela, ¿cómo no te despediste de nosotros ayer? ¿Y por qué no te quedaste en casa?
-Esas preguntas te las tendrá que responder más tarde ella misma.
- ¿Alex? ¿Dónde está Gabriela? ¿Por qué no contesta ella su teléfono? ¿Y qué haces con ella a estas horas de la mañana?
-Ahora mismo estamos en urgencias…
- ¿Está Gabriela bien? ¿Le ha pasado algo?
-Lara, relájate que no es por ella. Ana se puso mal durante la noche y ahora a la mañana estaba peor, Gabriela quiso traerla a urgencias para que le diesen algo.
-Pero sigo sin entender que haces con ella tan temprano, deberías de estar en la universidad.
-Eso es lo de menos, pero ¿para qué llamabas? Aparte de para que te contestara las preguntas claro está.
-Era para decirle que Rebeca se enterrará mañana, pero se lo diré más tarde.
-Se lo puedo decir yo, no me molestará.
-Bueno, creo que se lo tomará mejor si se lo dices tú, por lo que te lo agradecería que se lo dijeras.
-Se lo diré, no te preocupes.
-Dile que la llamaré más tarde para saber cómo está Ana.
-Se lo diré, no te preocupes.
-Gracias, hasta la próxima Alex.
-Chao Lara.
En cuanto colgué la puerta en la que hacia un rato habían entrado Ana y Gabriela se abre y veo a una Gabriela más preocupada que antes. Unos segundos más tarde entran unos sanitarios en la habitación que salen con Ana en una camilla, y es en ese momento en el que me acerco a Gabriela para enterarme de lo que estaba pasando con Ana.
- ¿Está todo bien mi reina?
-No, te puedes ir a casa de los chicos y llamarlos.
-No me pienso ir sin vosotras ni de coña, ¿qué es lo que le pasa a Ana?
-Parece ser que tiene una intoxicación y eso es lo que la tiene así de mal. Se la llevan al hospital y pienso ir con ella.
-Yo me voy con vosotras, no te pienso dejar allí sola con todo esto.
-Alex, alguien tiene que llamar a los chicos.
-Y lo pienso hacer, pero los puedo llamar desde el hospital, por lo que pienso ir con vosotras al hospital.
-Como quieras, pero me tengo que ir.
-Vais a ir l hospital en el que estuvimos en navidades ¿no?
-Si.
-Te llamo cuando llegue.
Le paso el móvil y ella salí disparada en la dirección en la que hace un par de segundos salieron los sanitarios con Ana. Yo tampoco tardo nada en salir del centro médico y dirigirme al coche para ir al hospital.
El camino se me hizo un poco largo, pero en cuanto llegué, aparco el coche en el primer sitio que encuentro y salgo de este con el móvil en mano para llamar a Gabriela. En cuanto me contesta la noto apagada, sin ganas de nada, lo que me dice que no está bien para nada. Solo me dice que está en la sala de espera de urgencias, y me dirijo hacia allí corriendo.
En cuanto llego la veo andando de un lado a otro en la sala y cuando llego a junto ella la abrazo haciendo que se echase a llorar. Me quedo abrazado a ella y pasándole la mano por la espalda para que se relajase.
-No te preocupes por Ana mi reina, ella se pondrá bien.
-Tiene que pasar esto justo ahora.
-Esto no tenía que pasar, pero verás cómo pronto encontrarán lo que le pasa y saldrá de aquí en nada.
En ese momento le empieza a sonar el móvil y cuando ve la pantalla se tensa más de lo que ya estaba si eso era posible.
-Marcos… No, estamos en el hospital… No lo sé… Solo me dijeron que era una intoxicación y que debían traerla aquí… Le están haciendo pruebas… No me dijeron nada más desde el centro médico Marcos, yo solo te digo lo que sé… Vale, hasta dentro de un rato… si en el que estuvimos con tu hermano… chao Marcos.
Con eso cuelga y se vuelve a abrazar a mí. No sé que es lo que le pasa a Ana, solo espero que se ponga bien pronto porque estoy más que seguro que Gabriela se volvería loca.
Marcos no tardó mucho en llegar al hospital y en cuanto nos ve, se pone en cuclillas en frente de Gabriela, ya que hacía un par de minutos que nos habíamos sentado porque estaba temblando de los nervios que tenía encima.
- ¿Sabes algo de mi hermana?
-La última vez que pregunté me dijeron que estaban terminando de hacerle las pruebas.
- ¿No te dijeron nada?
-No, y eso es lo que me estresa, no saber nada.
-Bueno, no te preocupes, seguro que estará bien.
-Marcos, estaba genial ayer, cansada, pero bien. ¿Cómo explicas que de la nada se ponga mal cómo estaba?
-No lo sé, igual ayer cuando estábamos en el parque le cogió el frío o algo.
-Ayer no hacía frío como para que cogiese frío.
-No lo sé, pero ya nos dirán que pasa con ella. No te preocupes, pronto estará bien.
-Me dejaré de preocupar cuando me digan que está bien y salga de aquí.
- ¿Familiares de Ana López García?
-Nosotros doctor, ¿Qué es lo que le pasa a mi niña?
-Bueno, por lo que parece, la niña a sufrido una intoxicación por fertilizantes.
- ¿Cómo que por fertilizantes? Si no tenemos en casa nada de eso.
-No lo sé, lo único que sé es que tuvimos que llamar a las autoridades para que investiguen lo que pasó aquí.
- ¿Investigar el qué?
-Si se trata de un intento de asesinato o solo un accidente.
- ¿Qué? ¿Está diciendo que alguien ha intentado asesinar a mi hermana?
-No lo sabemos, de eso se encargarán las autoridades. Mientras tanto la niña estará con servicios sociales.
- ¿Qué? No me pueden quitar a mi hija.
-Lo siento señora, pero son reglas que debemos de seguir.
- ¿Es que ahora somos sospechosos por lo que le pueda haber pasado a mi hermana?
-Lo siento, de verdad, pero como les he dicho son reglas y no puedo saltármelas. Que pasen un buen día.
- ¿Al menos puedo entrar a ver a mi hija?
-Dentro de unos minutos podrá. Le diré a alguien que la venga a avisar.
Con eso el doctor se fue y Gabriela se puso peor de lo que ya estaba hace un par de minutos. Aún no me podía creer que nos fuesen a investigar por intento de asesinato o lo que mierda sea, nada de esto tenía sentido, pero en lo que me tenía que centrar ahora es en Gabriela, no quiero que se ponga mal.
-No entiendo de que mierda habla este médico. ¿Si nosotros no tenemos fertilizante en casa? Y en la tuya tampoco hay. ¿De dónde mierda ha salido ese fertilizante?
-NO LO SÉ MARCOS. LO ÚNICO QUE SÉ ES QUE ANA ESTÁ AQUÍ PORQUE POSIBLEMENTE ALGUIEN LA HAYA INTENTADO ENVENENAR O ALGO, PERO NO TENGO NI IDEA DE LO QUE ESTÁ PASANDO AQUÍ.
-Oye Gabriela, cálmate, esto no te hace bien.
-CÓMO PRETENDES QUE ME CALME ESTANDO CON ANA EN EL HOSPITAL.
-Hermosa, es mejor que vayamos a tomar el aire un rato.
-No me pienso mover de aquí ni un segundo Alex.
-Pero…
-Que no me pienso ir de aquí. Esto es todo culpa mía.
-No, esto no es culpa tuya.
-Claro que lo es, si estuviera más pendiente esto no estaría pasando.
-Gabriela, no te eches la culpa de algo que no la tienes. No sé que es lo que ha pasado con mi hermana, pero de lo único que estoy más seguro es que tú haces todo y más por mí hermana, la tienes mejor cuidada de lo que yo y Carlos la tendríamos, no te eches la culpa de lago que no la tienes, eres una gran madre.
-Todo lo que hago no es suficiente, esto no debería estar pasando…
En ese momento Gabriela empezó a hiperventilar y a andar de un lado a otro en la sala de espera. Me acerqué a ella e hice que se parara.
-Hermosa, relájate, esto no te hace bien. Descubrirán lo que ha pasado con Ana.
-Me da igual que no me haga bien, yo tengo que ver a Ana.
Justo en ese momento aparece una enfermera preguntando por la madre de Ana y Gabriela sale rápidamente hacia ella.
-Alex, deberías ir con ella, no está bien.
-Ve tú, te estás muriendo por ver a tu hermana, yo llamaré a tu hermano.
-Vale, haré todo lo que pueda para que se tranquilice.
-Gracias Marcos.
Con eso sale en la dirección en la que hace un par de segundos había salido Gabriela y yo cojo el móvil para llamar a Carlos y contarle lo que pasó con su hermana. Cuando le cuento todo se enfada y creo que hasta tira algo, pero me dice que no tardará nada en venir al hospital, me cuelga y yo salgo al pasillo a esperar a Gabriela.
No sé exactamente cuanto tiempo pasó, pero veo como los dos se acercan a donde estaba yo, por lo que me separó de la pared y empiezo a caminar hacia ellos cuando Gabriela se para y de la nada, cae redonda en medio del pasillo.
- ¡GABRIELAAA!