GABRIELA
Las semanas fueron pasando y cada día estaba más enamorada de Alex. Desde el día en que fuimos a cenar a casa de su abuela y le pregunté sobre lo de Paula, me ayudó a estar más tranquila en algunas cosas.
Me contó todo lo de los rumores que no era tan rumores ya que sí que se acostaba con todas las tías que se le cruzaban, hasta que según él me conoció. La verdad es que no me molestaba que se hubiera acostado con todas esas chicas, pero sentí un enorme alivio cuando me dijo que no se acostó con Paula, ahora estoy más que convencida de que me lo dijo para que la golpeara antes o algo.
Mi padre empezaba a hacerse a la idea de que estaría con Alex, y a pesar de que a veces soltaba alguna cosa sobre lo que me había hecho, se comportaba cuando estaba él y eso era lo que me importaba.
Mis hermanos al parecer lo apreciaban y le hablaban normal, sin ese remordimiento con el que casi toda mi familia lo hacía, por lo menos los que estaban aquí, eso sí, la noticia ya había llegado a Holanda y mi primo Kevin no se lo había tomado demasiado bien que incluso me dijo que vendría para impedir eso, para mi suerte entre yo y mis tíos pudieron evitarlo, al menos hasta el verano que es cuando venían.
Cuando le contamos a Marcos lo de su madre y el porqué de los había dejado no se lo tomó tan mal como esperábamos, al parecer su padre ya se lo había dicho, lo que no tenía sentido porque según su madre, Marcos no tenía ni idea de nada, pero bueno, ahora las cosas iban bien. Claro está que me seguía preocupando por Paula y el resto que estaban demasiado calmadas, pero no me importaba tanto en este momento, mis hermanos sabrían defenderse en caso de que les quisiesen hacer algo, entrenábamos todos los días para que no perdieran la práctica.
También empecé a hacer más dibujos en lienzo porque hace un par de semanas me habían ofrecido hacer una exposición, querían que en esa exposición estuviesen uno de los dibujos que vieron en la universidad al parecer y que si podía que hiciese alguno más. Estaba contenta, pero a la misma vez estaba nerviosa porque era un gran paso que dar.
En este momento, mis hermanos y yo, íbamos hacia la casa de Marcos para cogerlos tanto a él como Ana, a ella la llevábamos al colegio y luego nosotros íbamos a la universidad. Carlos me había dado las llaves de su casa, que no era que las quisiese, pero se puede decir que casi me las pega a la mano con pegamento para que no se las devolviese, según él, debía tener unas llaves ya que era la "madre" de Ana, por lo que no rechisté más con ese tema.
Cuando entré en la casa Ana ya estaba en el salón poniéndose la cazadora para salir y Marcos como siempre corriendo por toda la casa para coger las cosas. En cuanto terminó de recoger todo nos fuimos al coche y nos dirigimos hacia la universidad para aparcar ya que el colegio de Ana quedaba a algo menos de un kilómetro de la universidad.
Tardamos poco en llegar, mis hermanos se dirigieron hacia la universidad y Marcos, Ana y yo nos dirigimos hacia el colegio de Ana. Antes de entrar en este, me dio un beso en la mejilla y yo en la frente y se fue corriendo hacia sus amigos que la estaban esperando cerca de la puerta.
"Oye Gabriela, sé que te lo digo mucho, pero serás una gran madre." dijo Marcos a mi lado "Es cierto, lo dices mucho, por lo que sabrás lo que te diré, no creo que haga falta ni repetírtelo." respondí "No, no hace falta, pero eso lo ve todo el mundo, por mucho que tú te empeñes en no creerlo."
"Como quieras, ahora vayamos a la universidad que tengo cosas que hacer." contesté tranquilamente "Morrearte con tu novio no es una cosa importante que hacer, más que nada porque es lo que hacéis todo el tiempo, sigo sin entender cómo es que sigues siendo virgen." dijo riéndose y rodé los ojos "Primera de todo, el tema de mi virginidad es mío y de nadie más, no quiero hablar de eso y mucho menos en público, segundo, morrearme con mi novio como dices es importante y tercera pero no menos importante no me refería a eso, estúpido, tengo más cosas que hacer."
"Entonces ¿qué es eso más importante que hacer si no es morrearte con Alex?" preguntó con curiosidad "Tengo que conocer a mi cuñado." dije simplemente "Espera, ¿Qué? ¿María tiene novio? ¿Cómo no lo dijiste antes?" preguntó sorprendido "Primera, María no tiene novio si no que es Mario, y segunda, porque yo me enteré hace poco. Tengo que saber todo de ese tipo, no quiero que le haga nada a mí hermano."
"No tenía ni idea de que a tu hermano le gustasen los hombres." respondió y asentí, porque yo tampoco, pero no es que me importase la verdad "Ni yo, pero eso da igual, me tengo que enterar quién es él y sus intenciones con mi hermano."
"Ya salió la Gabriela sobreprotectora." dijo Marcos riéndose "No soy sobreprotectora, solo me preocupo por lo que puedan hacerle a mi hermano, ¿es que acaso no puedo hacerlo?" pregunté a pesar de que dijese lo que dijese, no me iba a importar y haría lo que quisiese "Yo no te digo que no puedas hacerlo, solo que no deberías de proteger tanto a los que quieres."
"¿Por qué? Y te vuelvo a decir que no creo que sobreproteja tanto a nadie." Justo en ese momento llegamos junto a Carlota que estaba hablando animadamente con Alex, pero que se giran en cuanto llegamos Marcos y yo.
"¿Por qué estáis discutiendo tan temprano?" preguntó Alex, dándome un pequeño beso y abrazo "No estamos discutiendo, solo estoy intentando defenderme de lo que me dice Marcos, porque no es cierto." aseguré "El qué si se puede saber."
"Le dije que es sobreprotectora." dijo Marcos simplemente "Lo siento Gabriela, pero Marcos tiene razón, eres sobreprotectora, sobre todo con tus hermanos y Ana." dijo Carlota rápidamente "No lo soy." negué "Hermosa, sí que lo eres."
"¿Tú también? Deberías apoyarme en esto." pregunté, girándome en su dirección "Y te apoyó, pero es la verdad." contestó, encogiéndose de hombros "Bueno, pues esta hermana sobreprotectora se va a conocer a su cuñado y a buscar a María, ella tenía que saber algo de esto." dije, apartándome de mi novio "No entiendo de lo que estás hablando Gabriela, me perdí."
"No es nada, solo que Mario tiene novio, y como sabrás Gabriela quiere saber todo de él, solo es eso." respondió Marcos para mí "Oye, pues no me traumes al chico que es mi primo." pidió Carlota, y eso hace que me quede mirando para ella intentando entender que es lo que estaba pasando "¿Tú lo sabías y no me dijiste nada Carlota?"
"No era yo quién te lo tenía que decir, lo sabes muy bien." respondió esta como si nada "Lo sé, pero pudiste haberme dado una pista al menos." protesté "Lo siento, no se me ocurrió."
"Bueno, pues nos vemos luego." dije dándome la vuelta para ir en busca de mi hermano "¿No me vas a dar mi beso de los buenos días hermosa?" preguntó "Claro que si amor." Me acerqué a él y le di un beso rápido en los labios, no quería profundizar demasiado, porque entonces no me iría de junto a él, y quería saber quién era ese chico de verdad.
"Eso no es un beso de verdad mi reina." protestó, haciendo un puchero "Lo sé, pero te prometo que luego te compensaré, ¿vale?" respondí con una gran sonrisa en mi rostro, y pocos segundos después, aparece una en la suya también "Te lo recordaré."
"Pues ya está, te amo." dije "Yo más." Me despedí de ellos y me dirigí hacia la universidad, antes de entrar llamé a María para saber dónde estaba y le dije que viniese hacia la entrada y que juntas buscaríamos a Mario.
Mientras buscábamos a mi hermano le pregunté a María por qué no me había contado que Mario tenía novio, pero ni ella lo sabía, estaba más sorprendida de lo que esperaba, lo que me aseguró que no sabía nada. Cuando lo encontramos nos encaminamos hacia ellos y nos paramos en frente. La cara de Mario ya decía que no nos quería ver por allí.
"No deberías estar aquí." protestó nuestro hermano y ambas rodamos los ojos "Bueno, un hola creo que estaría bien, somos tus hermanas Mario." dijo María, cruzándose de brazos "A qué vinisteis, por tu cara María me puedo hacer una idea." bufó nuestro hermano "No sé qué es lo que estás pensando la verdad Mario, yo soy una niña buena."
"Eres mi gemela y nos pasamos casi todo el día juntos, te conozco y esa cara también, es la misma que pusiste cuando te enteraste de lo de Gabriela." apuntó Mario "Pues si ya sabes a lo que venimos ¿Para qué preguntas?" preguntó un poco molesta nuestra hermana "No, sé a lo que vienes tú, Gabriela no tengo ni idea."
Yo no dije nada, me quedé mirando para el chico que estaba al lado de Mario, no parecía mal chico y hacía buena pareja con mi hermano, puede ser que me cayese bien, pero antes de dar mi opinión, esperaría a conocerlo un poco.
"¿Son tus hermanas Mario?" preguntó el chico a su lado "Si, son mis hermanas ella es María, mi hermana gemela, y ella es Gabriela, nuestra hermana mayor." respondió, señalándonos a cada una "Encantado de conoceros chicas." respondió su novio con una gran sonrisa en su rostro "Lo mismo digo."
"Gabriela, por curiosidad no estarás haciendo Bellas Artes." preguntó el chico y lo que hace que frunza el ceño "Si, ¿por?" pregunté "No puede ser." respondió con un brillo que no estaba ahí hace un par de segundos.
No estaba entendiendo nada la verdad, el chico se quedó mirando para mí un rato y me empezaba a sentir un poco incómoda. "Perdona, soy Miguel, ¿es verdad que vas a hacer una exposición?" preguntó, ilusionado "Si, me lo ofrecieron hace un par de semanas." respondí, todavía confundida "Entonces los rumores son ciertos."
"¿Qué rumores?" pregunté, más confundida todavía "La profesora de dibujo nos dijo que debíamos seguir tu ejemplo, que hace un mes más o menos, estuvieron en la universidad críticos de arte y que se quedaran impresionados con tu trabajo, dijo que estaba segura de que acabarías siendo famosa y que pronto harías una exposición de arte."
"No es para tanto lo que hago, todo el mundo dibuja bien si se lo propone." dije sinceramente "A mí me cuesta, no me sale tan natural como a ti." respondió este, encogiéndose de hombros "Pues no es nada de otro mundo." dije, encogiéndome de hombros "¿Y no se te ocurrió decirlo en casa?" preguntó mi hermana, ahora centrando toda su atención a mí
"No, la verdad es que se me pasó por la cabeza." dije sinceramente "Espera cuando se enteren en casa. ¿Me vas a decir que ni Carlota, ni Alex ni nadie lo saben? Porque déjame decirte Gabriela es que no me lo creo." respondió mi hermana, con un bufido final "No lo sabe nadie, se me pasó decirlo. Sabéis que estoy ocupada estudiando y pasando tiempo con Ana."
"¿Quién es Ana?" preguntó el chico al lado de mi hermano "Ana es su hija se podría decir." respondió este "¿Cómo no me dijiste que tenías una sobrina?" preguntó sorprendido mirando hacia este "Porque no lo es realmente, Ana es la hermana de su mejor amigo y la llama mamá, sigo sin saber por qué, pero es como la llama, de ahí que Ana sea su hija."
"Yo la quiero mucho, ¿cuál es el problema?" Justo en ese momento tocó el timbre y yo me iba a ir hacia clase cuando mi teléfono empieza a sonar. No es que fuese a contestar, pero lo hice en cuando vi el nombre de Jack, el padre de Ana, Marcos y Carlos en la pantalla.
"Hola Gabriela." dijo este, más apagado de lo normal "Hola Jack." respondí confundida "¿Estás muy ocupada?" preguntó "Ahora mismo iba a la universidad, pero dime que es lo que necesitas. ¿Vais a volver a casa con vuestros hijos?"
"No, no lo vamos a hacer, me preguntaba si podías quedar a tomar un café conmigo, tengo que hablar contigo de algo y darte unos papeles." dijo simplemente y fruncí el ceño "Puedo hacerlo, dime cuando y estaré allí." respondí igualmente "Yo esperaba que pudiera ser ahora, como mucho a la tarda, es urgente."
"¿Está todo bien?" pregunté, preocupada de que le pasase algo "Más o menos, pero necesito hablar contigo en serio." insistió "Vale, dime donde nos encontramos e iré después de clase." aseguré "¿Puedes hacerme un favor?" preguntó y asentí hasta que me di cuenta de que no me podía ver "Claro."
"No se lo digas a los chicos, no quiero que se enteren de que hablamos, y mucho menos de lo que habláramos a la tarde." pidió "Son como mis hermanos Jack, no me puedes pedir que haga eso." dije "Solo te lo pido, por favor." insistió "Lo intentaré, pero no te aseguro nada." dije sinceramente "Con eso me conformo."
Me dijo que fuese al piso que tenían al parecer cerca de la universidad, cosa que no tenía ni la menor idea de que tuviesen un piso tan cerca, pero parecía un poco alterado y preocupado por algo.
El día pasó un poco lento para mi gusto, no paraba de darle vueltas a lo que era que quería y que era lo que lo tenía tan preocupado, porque se le notaba que las cosas no iban bien cómo me había dicho. No hablé demasiado en el recreo, cosa que preocupó a todos, pero es que no podía parar de pensar en lo que me había dicho Jack, me preocupé por lo que podía estar pasando.
Cuando era hora de salir, me dirigí rápidamente hacia la clase que tenía ahora Marcos para darle las llaves del coche y se fuese, al principio se quedó mirando para mí y preguntándome que era lo que iría a hacer, no le conté que me iba a encontrar a su padre. Lo convencí de que cogiera las llaves y cuando lo hizo me fui directamente a la dirección que me había dicho. Tardé como una hora en llegar al piso, y en cuanto llegué a la puerta en la que me dijo que estaría peté.
No tardó demasiado en abrir y en cuanto le vi la cara, supe que nada iba bien, que algo malo estaba pasando. Me hizo pasar y me dijo que me sentase en el sofá.
"Sé que te estarás preguntando qué es lo que quiero hablar contigo para que no puedan saberlo mis hijos, y que debes de estar enfadada por dejarlos sin explicación alguna, pero todo tiene una explicación." aseguró y me crucé de brazos "Pues explícaselo a ellos, yo no tengo nada que ver en este tema."
"Tienes que ver más de lo que crees. Antes de contarte la razón por la que dejamos a nuestros hijos quiero darte estos papeles, es importante que los guardes. Ya está todo hecho, tu solo tienes que cuidar a Ana." dijo y me quedé mirando un par de segundos para ellos "¿Qué son estos papeles?" pregunté "Son los papeles con los cuales te hago la tutora legal de Ana."
"¿Qué?" pregunté sorprendida "Si, tú la mantendrás cuidada, con eso no quiero decir que mis hijos no están capacitados, pero entre que no estoy seguro de que Carlos se quede en la casa y que Marcos es demasiado despistado, te dejo a nuestra hija." informó "Pero ¿Qué vais a hacer tú y Mónica?" pregunté "Yo tendré que cuidar a Mónica, y eso tiene que ser lejos de nuestros hijos."
"¿Qué le pasa a Mónica?" cuestioné intentando averiguar qué es lo que pasaba "Hace tiempo le diagnosticaron una enfermedad metal de la cual nunca recuerdo el nombre que básicamente hace que se vuelva como loca, con las pastillas estaba bien, pero dejó de tomárselas y no hay manera de que las tome, confío que con un poco de tiempo las vuelva a tomar, pero no sé cuánto tiempo me llevará, de ahí a que quiera que cuides a mis hijos, sobre todo a Ana."
"¿Esto lo saben ellos?" pregunté y negó "No, y quiero que siga así, no quiero que piensen que su madre es una loca, nadie debería tener esa imagen de una madre." respondió "¿Pero yo que pinto en todo esto?" cuestioné todavía sin entender muy bien que es lo que estaba pasando "A qué sé que no les contarás nada a ellos y harás lo que sea posible porque ellos estén bien. Acabarán por acostumbrarse a nuestra ausencia y tu ayudarás en eso, aunque no lo sepas, siempre lo haces."
"¿Pero no puedes meter a Mónica en una residencia especializada en su enfermedad?" pregunté intentando buscar soluciones "Podría, pero allí no la tratarían bien y ella lo que necesita es tranquilidad." aseguró "Esa tranquilidad podría conseguirla con sus hijos cerca."
"No, ahora mismo es como si quisiese acabar con todo el mundo, sobre todo con Marcos, no quiero que le haga nada a ninguno de ellos, no me arriesgaré a que eso pase." informó y asentí, porque siendo así, lo entendía "Está bien, no se lo diré, pero si necesitas ayuda, me llamas ¿de acuerdo?"
"Lo haría encantado." dijo suspirando "Puedes hacerlo, a mí no me molesta." aseguré "Lo sé, y por eso te quiero como una hija, pero a ti es a la que más odia, sabe que Ana te adora y piensa que se la quieres quitar." dice apenado "Pero eso no es cierto."
"Lo sé, eso es culpa de la enfermedad. Deberías de irte antes de que llegue de ir a visitar a sus padres." dijo "¿La dejas ir sola?" pregunté sorprendida "No, siempre hay alguien con ella, no estoy tan loco como para dejarla ir por ahí sola estando como está."
"Está bien, entonces me voy, pero te vuelvo a decir que si necesitas algo solo tienes que llamarme, ¿de acuerdo?" pedí y este negó "No va a ser necesario, no te preocupes, tu solo preocúpate por cuidar a mis hijos ¿vale?"
"Lo haré." Me levanté para darle un abrazo y cuando me separé entra Mónica por la puerta con Ana cogida de un brazo. Se podía ver que estaba enfadada, que no quería estar con su madre, pero pronto pasé a fijarme en Mónica que cada vez se estaba enfadando más.
"¿Ahora ella también es tu amante?" preguntó, empezando a enfadarse "Mónica, no es lo que piensas." dijo su marido "Claro que lo es, primero me engañas con una cualquiera, ¿y luego con la hija del vecino? ¿Con la misma chica que me quiere quitar a mí pequeña?" dijo, cada vez más enfadada "Mónica, yo no quiero quitar nada a nadie, Ana sigue siendo tu hija."
"Yo no quiero a mamá, yo te quiero a ti mami." respondió Ana e internamente me cagué en todo, porque en este momento no era lo que necesitaba saber "Oye renacuaja, ella no es tu madre, yo fui la que te parí, ella solo es una extraña."
"La extraña eres tú, y me estás haciendo daño." protestó Ana con lágrimas empezando a acumularse en sus ojos "Mónica suelta a Ana y déjalas ir." pidió Jack "Yo no pienso dejar irse a nadie, ella es mi hija y puedo hacer lo que me dé la gana, y ella es tu nueva amante y ladrona de hijas."
Jack se estaba acercando lentamente hacia Mónica. Ana estaba a punto de echarse a llorar y yo no sabía qué hacer para evitar que Mónica siguiese haciendo daño a Ana, por lo que me acabé acercando yo también lentamente hasta que Jack me dijo que parase quiera.
No sé cuánto tiempo estuvo intentando que Mónica soltara a Ana, pero cuando lo consiguió se fue acercando lentamente hacia mí con Ana cogida de una mano.
En cuanto llegan a mi lado, Ana me abraza y se echa a llorar y yo no dudo en abrazarla para que se calmase, ella no tenía que ver esto, por lo que la cogí en el colo para que dejase su cabeza sobre mi hombro y pudiese agachar la cara entre mi cuello y este como siempre hacía cuando la cogía en brazos.
"NO TRATES ASÍ A MI HIJA, ¡¡¡LA VAS A MATAR!!!" Rápidamente Mónica se dirigió a lo que parecía la cocina y empezó a abrir cajones. Antes de salir corriendo detrás de Mónica, Jack me dijo que me fuese con Ana, pero no lo iba a dejar con este problema a él solo, por lo que bajé a Ana y le dije que se fuese a agachar en una de las habitaciones.
Al principio no se quería ir, pero la convencí de que pronto iría a por ella y que nos iríamos de aquí. Cuando se fue, fui a donde estaban ellos dos discutiendo. Jack estaba aguantando la mano de su esposa en la cual tenía un cuchillo. No sé qué era lo que pretendía hacer con él, pero las cosas se estaban poniendo muy feas y muy rápido.
"Mónica, de verdad que no te quiero quitar a tu hija. Ella sigue siendo tu hija." dije, intentando que se calmase "TÚ LO QUE QUIERES ES QUITARME TODO EL AMOR DE MIS HIJOS, YA LO HICISTE CON DOS, NO PIENSO PERMITIR QUE ME QUITES EL AMOR DE ANA, ANTES TE MATO." gritó y Jack se gira en mi dirección "Gabriela, vete de aquí."
"No pienso dejarte con esto a ti solo Jack." aseguré "A mí no me pasará nada, solo vete." pidió "No lo pienso hacer." En ese momento Mónica se abalanza en mi dirección e intenta darme con él, y a pesar de que tardó un poco en reaccionar me aparto antes de que me toque. Iba a volver a lanzarse hacia mí cuando Jack se pone delante de mí. El cuchillo impacta en su abdomen y en cuanto Mónica se da cuenta de lo hizo, suelta el cuchillo dejándolo en el abdomen de este, que no tarda mucho en caerse al suelo. También es en ese momento en el que me fijo que Ana está detrás de una pared y que vio todo, que no tarda nada en dirigirse en nuestra dirección.
Mónica salió corriendo por la puerta mientras yo me ponía de rodillas para evitar que Jack sangrase como lo estaba haciendo y Ana no tarda nada en hacer lo mismo a mi lado. "Mami, ¿papá se va a morir?" preguntó Ana a mi lado "No, lo voy a evitar cueste lo que me cueste."