En Kakariko, los aldeanos veían cómo la Montaña de la Muerte hacía erupción y, de repente, explotaba, haciendo que un tipo que estaba en el techo se una casa casi se cayera. La Montaña de la Muerte comenzó a lanzar rocas ígneas y un rayo de llamas salió del cráter hasta el cielo. De pronto unas ondas extrañas surcaron toda la región y, tras unos segundos, las nubes que amenazaban tormenta en Kakariko desaparecieron y las nubes rojas que rodeaban la cima de la Montaña de la Muerte pasaron a ser normales hasta que el cráter dejó de hacer erupción.
Link apareció en la Sala de los Sabios enfrente del símbolo rojo, del cual salió Darunia. Él creía que Volvagia se lo había comido, pero gracias a las diosas estaba sano y salvo. Darunia miró a Link con una sonrisa inmensa y con el entrecejo fruncido mientras decía:
—¡Gracias, hermano! Lo que has hecho significa mucho para mí. ¡Te doy las gracias en nombre de todos los goron! ¡Has demostrado ser un hombre de verdad, justo como lo imaginé! Dicho sea de paso, yo, el indomable Darunia, era el gran sabio del fuego... ¿No te parece increíble, hermano? Debe de ser lo que llaman destino. Lo que más me ha gustado ha sido ayudarte a acabar con el mal. ¡Eh, hermano, toma! Es un medallón que alberga el poder de los espíritus del fuego... y mi amistad.
Y, como había hecho Saria y Rauru, Darunia levantó las manos y un medallón rojo cayó sobre las manos de Link. En la parte frontal tenía un símbolo, el mismo que estaba sobre la plataforma del cráter de la Montaña de la Muerte: algo así como una llama pero algo gorda; y detrás el símbolo de la Trifuerza. De repente todo se puso blanco y Link oyó la voz de Darunia:
—No lo olvides... ¡Ahora tú y yo tenemos un pacto de hermanos!
Link apareció en el cráter de la Montaña de la Muerte y decidió regresar a Ciudad Goron, pero le llamó la atención ver qué cosas interesantes había en el cráter, así que decidió explorarlo. Llegó a donde había piedras que no lo dejaban pasar, así que usó el Martillo contra ellas. Dos golpes bastaron para que las piedras se quitaran. Más allá seguía otro camino, pero Link decidió entrar en una cueva que había por ahí. Llegó a una Fuente de la Gran Hada y, tras el protocolo que había seguido en las ocasiones anteriores, la Gran Hada (que ésta vez era de la Sabiduría) aumentó la potencia de magia de Link.
Tras esto, Link, al ver que no había nada más importante en el cráter, decidió ir a Ciudad Goron. Ahí buscó a Link goron, el cual estaba muy contento de que su papá y el héroe Link acabaran con el dragón. Le dijo que él quería ser como Link cuando fuera grande y Link no pudo evitar esbozar una sonrisa. También vio que todos los goron ya estaban a salvo en su casa, de modo que, una vez concluida su labor, ya sabía a dónde se tenía que dirigir.