El túnel no era muy largo y pronto salió a la superficie. Creyó que se habría metido a una cueva mágica o algo así, pero en lugar de eso vio algunos pilares con unos símbolos extraños: eran como tres cuernos unidos por la parte más alta de éstos y en cada espacio de los cuernos había una bolita. Había entre los pilares algunas rupias y un poco más allá brotaban burbujas del fondo.
Link volteó y miró alrededor. Al parecer estaba en un lago muy grande, pero no sabía dónde era. Aunque era obvio que seguía en la Región de los Zora. Vio una pequeña isla a lo lejos, una casa en tierra firme y de repente, un zora que salió del agua y que le dijo:
—Oye, ¿has visto algo raro en el lago? ¡El río arrastra cosas muy extrañas!
¿El río? ¿A qué río se refería? ¿Al Río Zora? No era posible, estaba del otro lado de la región y no había visto más bifurcaciones en éste. Aunque probablemente hablara de otro. Pero volviendo a sus problemas, Link no encontraba algo ahí que lo ayudara. Sin embargo le llamó la atención aquellas burbujas así que se sumergió y vio una botella entre los pilares. La tomó y vio que tenía un papel enrollado dentro, como si alguien hubiese metido un mensaje dentro. Supuso que, al ser de los zora, el rey lo encontraría interesante, de modo que regresó hacia el túnel y se metió pata regresar a la Región de los Zora.
Una vez allí, se dirigió al salón del trono, se subió a la plataforma y le mostró la botella con el mensaje al rey. Éste la tomó, la abrió y sacó el mensaje. Unos segundos después dijo:
—¡Oh, una carta! ¡Y es de la princesa Ruto! Mmm... Veamos... ¿Dice que está dentro de Jabu-Jabu? ¡Eso es imposible! Jabu-Jabu es nuestra deidad protectora... ¡Jamás devoraría a nuestra dulce Ruto! Aunque desde que vino ese forastero, Ganondorf, Jabu-Jabu se ha comportado de un modo un tanto extraño... Pero debo admitir que las pruebas son evidentes... Está bien. Debes ayudar a Ruto —dijo, esta vez mirando sin bizcos a Link —. Puedes pasar por aquí para llegar al altar de Jabu-Jabu. Yo me quedaré con la carta. ¡Te cedo la botella! Por favor, encuentra a nuestra querida princesa Ruto. ¡Rápido!
Entonces el rey se empezó a mover hacia la izquierda muy lentamente, sin pararse, lo que le pareció muy gracioso a Link debido a que el rey así se veía por cómo se movía y además se tardó un poco. Sin embargo no perdió más tiempo y subió por el camino de la derecha y avanzó por el camino hacia el exterior que había visto.