Chapter 10 - odio

Después de mencionar aquellas palabras colgó, aquel hombre caminó directamente hacia donde se encontraban sus guardias para pedirle a uno de sus choferes que fuera hasta el hospital de la avenida Kingston número 578 para recoger al imbécil de su hijo. Los guardias aceptaron al instante y tomaron las llaves del coche para así dirigirse hacia la localización que su jefe les había dado a los minutos aquel auto de color negro llegó directamente hacia dónde se encontraba el hospital supieron que era el joven de piel morena por el parentesco con el señor Chanyeol, y efectivamente aquel joven Moreno se levantó del lugar en donde estaba sentado y caminó directamente hacia el coche para subirse en los asientos traseros después de eso el auto dio vuelta para dirigirse directamente hacia aquella casa donde había crecido, una enorme mansión de color blanco su antiguo hogar

cuándo al fin estaban llegando a la zona pudo observar a su padre cruzado de brazos mientras estaba parado observando el auto con una mirada llena de molestia. Al bajar del auto lo primero que hizo su padre fue observar que el cuerpo de su hijo estaba completamente lleno de moretones por lo que alzó una de sus cejas para acercarse de manera lenta a él.

-¿y a ti qué demonios te pasó?

El moreno al observar cómo su padre estaba fingiendo una perfecta faceta de padre sobreprotector lo mandó directamente a la mierda y caminó directamente hacia su antigua habitación sin mencionar una sola palabra.

Al entrar a su antigua habitación se percata de que todo estaba completamente igual que aquel día que dejó su casa, todo seguía exactamente igual sólo que con un poco más de polvo. A aquel hombre le importaba una mierda si se encontraba bien o mal y definitivamente así sería siempre. No tenia duda alguna de que su padre lo odiaba por el simple hecho de que no pudo realizar el compromiso con aquella mujer no ayudó a su madre y por supuesto era homosexual y eso era lo peor para él ¿es en serio? Pensaba mientras sacaba una playera amarilla de su maleta y se la colocaba.

-maldición...

se queja al colocársela chocando contra una de sus cosas notando que una ligera herida en su brazo se abre y comienza a botar sangre de la misma, negando con su cabeza camina directamente hacia su vieja computadora tratando de encenderla, bueno, al menos eso sí servía y estaba más o menos limpia al encenderla abrió el navegador y comenzó a buscar noticias sobre Kim Seokjin o como lo llamaba personalmente el fuego inmortal. se preguntarán a qué se debe aquel apodo, es completamente simple él siempre dejaba fuego y destrucción a su paso por eso lo había apodado de esa manera cuando hablaba con la prensa. Al revisar y percatarse de que no había absolutamente nada sobre aquel idiota rosado gruñó de manera fuerte y golpeó el escritorio donde se encontraba la computadora, no había rastros de él.

-Tsk, aún nada. Maldito seas Seokjin juro por mi vida que te regresaré cada una de mis heridas cada una de las heridas que están en mi cuerpo las plantar en tu estúpido cuerpo...

Todo era completamente patético no tenía comunicación externa su padre seguramente tendría dos changos afuera de su habitación para que no salga y nadie vea a su remedo de hijo.

-Joder.

El Moreno dando un suspiro se levantó de la silla donde se encontraba y caminó directamente hacia dónde se encuentra el armario observando la ropa detenidamente con una ligera sonrisa en sus labios, era un poco agradable observar y recordar el lugar donde creció y se crio a pesar de que su padre lo odiara, al caminar directamente hacia uno de los cajones y abrirlos se percató de que había algunas fotografías regadas por el mismo, tragó saliva al observarlo eran fotos de su madre y suyas por supuesto después de eso observó una fotografía de cuando era aproximadamente un niño de 4 a 5 años junto a otro niño de dos o tres años o que estuviera completamente extraño, Después aquella cartilla de matrimonio firmada por aquella mujer, Suspiro para sentarse nuevamente en aquella mesa comenzando a romperla en pedazos prendiendo fuego a los mismos apreciando como el fuego lentamente los consume.

-Hmg... Vale eso si es extraño...

después de observar aquellas imágenes escucha como la puerta estocada para después ser abierta de manera lenta una mujer de aproximadamente 56 años de edad llega para poder entregar una bandeja llena de comida, era ella, su abuela, Namjoon sonríe.

-Mi Niño, me enteré que estarías aquí por lo que me tomé el tiempo para hacer un poco de comida para ti. es mi famoso ramen picante Hace cuánto te gusta....

mencionaba la anciana caminando directamente hacia él para acercarse y abrazar su cuerpo mallugado, el Moreno sonrío en este momento sé que necesitaba un abrazo paternal y por lo mismo correspondió con una ligera sonrisa en sus labios y algunas lágrimas deslizándose por las mismas.