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Chapter 2 - Capitulo 1

Segundos más tarde de que la puerta de baño se abriera Hanna entró, Kiiro quien yacía en la bañera notó inmediatamente que la puerta hacia el cuarto de baño se había abierto y antes de que pudiese cerrar la puerta corrediza, Hanna ya había entrado a la habitación, soltando un leve grito de sorpresa Kiiro se sumergió lo más que pudo en la bañera para que Hanna no lo viera, lo cual funcionó gracias al vapor de la habitación. Hanna se sorprendió con el grito que pegó Kiiro que apenas entró al cuarto de baño asaltó sus orejas.

Kiiro: Se... señorita Hanna! Pero que está haciendo? no debería de estar aquí dentro!!

Hanna: Yo... yo lo siento... la costumbre me hizo entrar sin avisar! Solo quería entrar por sus ropas, lo siento mucho!!

Rápidamente Hanna tomo las ropas de Kiiro del cesto y salió de la habitación de baño mientras se disculpaba una y otra vez desesperadamente cerrando fuertemente la puerta mientras salía.

Kiiro intentó volver a los suyo después de aquel bochorno. Pero el agua ahora parecía más caliente, quizás por la vergüenza que acababa de pasar y Kiiro se sentía muy incómodo con todo, así que se apresuró en terminar el baño, mientras lo hacía,   llamaron a la puerta del cuarto de baño de nuevo tras varios minutos.

Hanna: Kiiro! Yo... puedo entrar? Soy Hanna de nuevo, Solamente dejare tu ropa de nuevo y me iré... ya está limpia...!

Kiiro: S...si! Puedes pasar.

En cuanto dijo eso la puerta de la habitación se abrió, y por unos segundos, el silencio dominó en ella, hasta que Kiiro sintió la necesidad de hablar de nuevo.

Kiiro: Yo... lamento haber reaccionado así antes, creo que te asuste. Lo siento, no era para tanto si lo pienso bien.

Hanna: N... no! Yo lo lamento! Estoy acostumbrada a entrar por la ropa de Nijuu, el siempre viene a mi habitación a ducharse por qué en la de el no hay agua caliente y... bueno, lo hice sin pensar...

Kiiro: Bueno... solo me sorprendió un poco... no es nada... -Está conversación no estaba resultando nada cómoda para Kiiro, quien inconscientemente se iba metiendo cada vez más al agua para cubrirse, realmente le resultaba incómodo hablar con alguien mientras se duchaba y aún más cuando ese alguien era una chica, a pesar de que ninguno de los dos pudiera verse, Kiiro intento no mostrar su timidez y siguió como si nada le pasara.

Hanna: ... es verdad...! Olvide mencionar que las toallas están en el mueble cerca del espejo, siéntete libre de usar una... dejare tu ropa junto a las toallas... la comida ya casi está lista, así que... procura no tardar mucho... yo... saldré ahora...

Kiiro: si... gracias... gracias por todo señorita Hanna...

Hanna salió de la habitación cerrando la puerta lentamente y al terminar apoyo su espalda contra ella soltando un suspiro.

Hanna: " uff... eso fue muy vergonzoso... espero que no se lo haya tomado a mal... será mejor que vaya a ver si ya está lista la comida..." -Sin más Hanna salió de la habitación y fue directo a la cocina.

Kiiro salió lentamente del baño algo tímido y tomó una toalla de un mueble que estaba frente a un espejo el cual mostraba su cuerpo de cintura para arriba. Se sorprendió un poco, por qué a pesar de que no estaba desarrollado muscularmente, al menos estaba en forma y se veía bien, quizás con algo más de trabajo podría estar musculoso realmente, también su cuerpo tenía unas cicatrices ligeras por muchas partes, así que supuso que antes debió de haber sido alguien que trabaja duro o que al menos entrenaba para ser alguien fuerte. Pronto se dio cuenta que ya llevaba un tiempo mirándose al espejo y que Hanna le había dicho que la comida no iba a tardar mucho, así que tomo una toalla y se secó para después ponerse la ropa, una camisa negra que ya se veía vieja y tenía algunos agujeros y unos pantalones que si bien ya estaban viejos, aún seguían en un buen estado, le llegaban hasta la pantorrilla, unas botas color café y la bufanda roja que había mencionado antes Hanna, después de vestirse Kiiro salió de la habitación y no vio a nadie, vio que la cama aún estaba sin arreglar, así que fue hacía ella y la arreglo, hasta ahora se dio cuenta que las sábanas de la cama eran de color rosa.

Kiiro: "cielos debí de verme ridículo... bueno... ha pasado un tiempo desde que salí de bañarme y no ha vuelto Hanna... saldré a explorar un poco, espero que no se enoje..." -pensó para si mismo Kiiro y salió de la habitación, en cuanto salió una leve corriente de aire pasó hacia el mientras que un rayo de sol lo deslumbraba un poco, al acostumbrarse a la luz del sol, un árbol de color rosa se postraba frente a él cerca de una pared mientras en el fondo una cadena de montañas altas y nevadas se alzaba en la lejanía, al lado del árbol había un pequeño canal de agua que llevaba varios peces de distintos colores y un césped muy bien cortado adornaba el jardín, el clima era fresco y el aire iba y venía de vez en cuando, era el clima perfecto, Kiiro se detuvo a contemplar aquel paisaje por varios minutos, hasta que una voz lo llamó.

Nijuu: así que aquí estabas, el maestro me pidió que te hablara, la comida está lista, te llevare al comedor, sígueme.

Kiiro no dijo nada en absoluto y el chico de cabello castaño dio media vuelta y comenzó a caminar, Kiiro siguió detrás de el por un sendero que estaba Justo al lado de la habitación, era muy simple, un camino de madera con un techo con unos pequeños pilares de madera de tanto en tanto que tenían lamparas rojas en ellos y, Justo al final, una puerta corrediza que daba hacía un edificio de tres plantas con un techo que sobresalía encima de ese edificio, haciendo que se viera más imponente. Aparentemente era el edificio principal.

Al entrar al edificio lo primero que vio fue el lateral de unas escaleras que subían al segundo piso trazando una ligera curva que pasaba Justo enfrente de la entrada formando un pasillo por el cual ir, detrás de la escalera había un par de puertas de madera muy similares a la puerta por la que habían entrado, el chico de cabello castaño siguió por el pasillo y al salir de él dio la vuelta hacia las escaleras, Kiiro siguió detrás de el, al salir del pasillo la habitación se ampliaba muchísimo más, el techo estaba increíblemente arriba con un tragaluz circular que abría paso a los rayos del sol y era suficiente para iluminar la inmensa habitación que tenia un pequeño balcón en el segundo y tercer piso. Del otro lado, a un lado de las escaleras unos árboles pequeños con hojas color naranja y un tronco café obscuro adornaban el lugar  mientras que un canal de agua separaba ese pequeño jardín del suelo de madera, en frente de las escaleras había una entrada que no tenía puertas o al menos no parecía tenerlas, a través de ella se podía observar un arco de piedra que comenzaba a tener algo de musgo por la parte de abajo y tenía figuras que no se alcanzaban a notar y más al fondo aún, lejos en la distancia, un valle increíblemente verde y a un lado  había un pequeño pueblo que se veía como una simple mancha que junto a ella pasaba un rio que se perdía en la lejanía.

Nijuu: Oye... es que no tienes hambre? El maestro y Hanna están esperándonos y no quiero que se molesten conmigo por qué tú te distraes.

Kiiro: Oh... lo siento... es solo que... no creo que haya visto nada parecido en mi vida... aunque... bueno... no recuerdo nada de ella aún...

Nijuu: ... yo también estuve así mis primeros días... pero ya tendrás tiempo de contemplar el paisaje, así que andando, no falta mucho...

Kiiro se quedó unos segundos más contemplando el paisaje sin poder separar su vista de el, el paisaje hacia que su pecho se sintiera lleno de alguna manera que el no podía explicar. Estuvo así unos momentos, hasta que reunió algo de fuerza de voluntad y siguió subiendo las escaleras, al llegar a la segunda planta lo primero que vio fue que en el balcón había una pequeña mesa con una silla a un lado, era obvio que se usaban mucho ya que estaban algo desgastadas y Kiiro comprendió de inmediato por qué, desde ahí el paisaje debería de verse más hermoso, aún así luchando contra si mismo, Kiiro hizo todo lo posible por no comprobarlo, no quería hacer perder más tiempo a Nijuu, además, su estómago comenzaba a sentirse vacío y hacer ruidos por el hambre, tras el balcón había una pequeña estancia con una puerta de madera, Nijuu y Kiiro entraron en ella, una gran mesa de madera con sillas al rededor se mostró, en ella había cuatro platos de comida servidos y una olla de cerámica en medio de esos platos, más allá de la mesa, tras una barra estaba el anciano en lo que parecía ser la cocina y Hanna apenas salía de la puerta que estaba cerca de la barra, llevaba vasos con ella.

Hanna: Oh! aquí están ya maestro, podemos comenzar a comer! Venga por favor!

Alexo: Muy bien! Apagare la estufa entonces! En un momento estoy con ustedes!

Hanna: si hubieran tardado un poco más los habría ido a buscar! La comida se estaba enfriando ya, creí que Nijuu estaría molestándote o algo por el estilo.

Nijuu: Por qué haría eso? Ni si quiera lo conozco todavía.

Hanna: Pues no lo se! Dímelo tú, eres el que siempre hace ese tipo de cosas en todo momento! Siempre me estás molestando a pesar de que siempre te ayudo! Siempre dices cosas acerca de mis ojos o incluso haces cosas para que el maestro se enoje conmigo!

Nijuu: E..eso no es verdad! Tu eres la que siempre me molesta con tus abrazos!

Hanna: No es mi culpa que seas un amargado!

Alexo: chicos, chicos, por favor, tenemos a un invitado, compórtense. No quiero que piense que no tenemos modales! Nijuu, ve por la jarra de agua por favor, se me ha olvidado por la conmoción... Kiiro, por favor tu siéntate en donde quieras, los platos son iguales, en cuanto Nijuu regrese podremos comer.

Kiiro: S...si

Kiiro con algo de timidez movió la primera silla que vio y se sentó en ella, Hanna se sentó a un lado suyo, el anciano se sentó en el lateral de la mesa y quedaba un asiento Justo en frente de Kiiro en el que estaría Nijuu. El plato tenía una especie de tortilla de color marrón con algo de arroz por un lado y algo de color amarillo que se veía viscoso. Siendo sinceros a Kiiro no le pareció muy apetecible, pero el olor llegó a su nariz, olía increíblemente bien e instintivamente su estómago soltó un gruñido por el hambre que el anciano y Hanna escucharon, ambos soltaron una pequeña risa simplemente mientras Kiiro se sonrojaba un poco y bajaba la mirada buscando escudarse de alguna manera.

Hanna: Vamos, no hay por qué avergonzarse, todos tenemos hambre, no hemos comido nada al fin y al cabo y tú debes tener más hambre que todos nosotros, así que es normal que tú estómago suene! -Decía Hanna mientras volteaba con Kiiro acercándose un poco con una sonrisa que en vez de ayudar a Kiiro lo avergonzaba aún más, aún así se las arreglo para formular un simple si después de balbucear un poco.

Mientras ellos "conversaban" Nijuu venía con la jarra de agua de la cocina, se detuvo antes de llegar a la mesa al ver que Hanna intentaba conversar aún más con Kiiro y que su lugar en vez de estar a un lado de Hanna igual que siempre, estaba hasta el otro lado de la mesa. El anciano de alguna manera notó su presencia a pesar de ser ciego y estar de espaldas y no dudó en preguntarle a Nijuu por qué tardaba tanto.

Alexo: que es lo que sucede Nijuu? La comida se enfriará aún más si no te sientas de una vez.

Nijuu: Lo... lo siento maestro, no es nada, es solo que siempre eh estado a un lado de Hanna, me sorprendió un poco que el chico nuevo estuviera ahí, es todo.

Hanna: Kiiro, su sobrenombre de momento es Kiiro, al menos hasta que recupere sus recuerdos.

Nijuu: Kiiro?

Hanna: Si! Es por las venas en sus ojos, yo sugerí el nombre y el estuvo de acuerdo! -dice Hanna mientras se señala y tiene de pronto un cierto airé orgulloso.

Nijuu: No era mejor que el escogiera uno? Apuesto a que ni siquiera sabe lo que significa.

Hanna: Eso no es verdad. Yo le dije lo que significaba, no es así Kiiro?

Kiiro: Emm s..si, ella dijo que esa palabra es amarillo en otro idioma y como dijo antes dijo que era por las venas en mis ojos que me llamó así, además, me gustó como sonaba.

Nijuu: Tch da igual. Ya lo han elegido al fin y al cabo, no hay nada que hacer, será mejor que comamos... - mientras todos iban charlando, Nijuu fue acercándose lentamente a la mesa hasta quedar frente a su lugar, se sentó y sirvió el agua en los vasos que había traído Hanna y, cuando terminaron de hablar, simplemente negó con la cabeza tras escuchar lo que Hanna le decía y se sentó, junto sus manos mientras el anciano lo seguía y la chica de cabello negro también, algo molesta por la "desaprobación" de Nijuu, pero si seguían conversando y perdiendo el tiempo el anciano se enojaría por qué la comida se habría enfriado.

Kiiro los siguió juntando sus dos manos al igual que ellos, aunque no sabía muy bien por qué, aún así debía de ser importante para ellos, supuso, así que les siguió la corriente, tras varios segundos en los que los tres permanecieron con los ojos cerrados, separaron sus manos hasta que el anciano dijo que ya podían comer y simplemente comenzaron a comer. Kiiro los veía curioso, comían rápido, pero con modales. Kiiro observó la comida frente a él, seguía viéndose poco apetecible, pero el hambre y el olor no lo dejaban, por lo que más pronto que tarde se hallaba dando el primer bocado a la tortilla, en cuanto la partió algo dentro de ella se desbordó, parecían verduras, pero Kiiro no estaba seguro. El aroma que venía de la comida se hizo aún más delicioso alentándolo aún más a probarla, con algo de dudas Kiiro dio su primer bocado y al saborearlo, una gran sorpresa le recorrió por todo el paladar, una sorpresa que el no logró entender, pero le encantó era dulce y algo picante, pero muy sabroso, así que sin pensarlo, dio otro bocado y otro más y antes de que se diera cuenta ya estaba comiendo al mismo ritmo que Nijuu y que Hanna. Para cuando todos terminaron el anciano apenas iba por la mitad.

Alexo: Nijuu, trae el té por favor, la cosecha especial, nuestro invitado se lo merece.

Nijuu:: pero maestro, esa cosecha tarda más de medio año en estar lista.

Alexo: tenemos un nuevo integrante de la familia Nijuu, no habrá una ocasión más especial que esta. Ni siquiera si el rey dragón reviviera y estuviera frente a nosotros.

Nijuu: entiendo maestro. -Nijuu fue de vuelta a la cocina mientras se escuchaban varios utensilios chocar entre sí y algunas puertas rechinar.

Kiiro: Me considera ya de la familia?

Alexo: Joven Kiiro, no recuerda nada y tampoco tiene un lugar a donde ir, usted también cayó en mis aposentos, lo menos que puedo hacer es hacerme cargo de usted hasta que recupere la memoria. Así que si, lo consideraré de la familia el tiempo que se quede conmigo.

Kiiro: Yo... no se que decir, a pesar de que no me conoce de nada... usted me considera ya parte de la familia...

Hanna: Solamente di gracias. - dijo Hanna con una sonrisa tan cálida que movió un poco el corazón de Kiiro e hizo que su pecho comenzara a sentir más caliente, hasta que ese calor llego a sus mejillas.

Kiiro: Gracias... ma... maestro!

Hanna y el anciano dieron una gran sonrisa al mismo tiempo tan cálidas que hicieron que el pecho de Kiiro se inflara con alegria y orgullo a la vez.