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Cerca de la península Crescent en la antigua mansión de la familia Blackwood, una fila de carruajes avanzaba lentamente con la intención de entrar, sus dueños siendo Nobles de diferentes partes del Reino Moon light habían llegado con el propósito de ganar méritos militares, pero ahora buscaban refugio en el núcleo del ejército.
El problema es que al ser "la clase superior" tenían estándares de vida altos, y sintiéndose especiales creyeron que al buscar refugio era normal llevar no solo a todos sus sirvientes, sino también cada objeto de valor que poseían.
Si bien algunos más razonables habían llegado solo con lo esencial, aun había un gran número de carruajes y sirvientes pidiendo ingresar a los terrenos de la mansión, lo que provocó un enorme dolor de cabeza para los guardias, todo esto fue visto desde la oficina del Comandante de las fuerzas militares en la región.
"Señor, solo 43 nobles aceptaron venir, actualmente se encuentran en el salón, los sirvientes y sus posesiones están siendo enviados hacia los barracones." - Informo el asistente del Comandante Bottom cuando ingreso a su oficina.
"Es lo esperado, ¿llegaron los Vizcondes?" - pregunto sin cambiar su expresión el comandante.
"Si señor, el Vizconde Nick hijo del Conde Aster pregunto por usted, por otro lado, el hijo del Ministro de finanzas tomo una de las habitaciones y no ha salido." - Podía notarse el desprecio en su tono al referirse a uno de los dos Vizcondes, ya que no se molestó siquiera en mencionar el nombre o título del segundo.
"Sigh. ¿ha pasado algo más?" - Dejando escapar un pequeño suspiro insto a su asistente.
"Así es Señor, han llegado dos nobles regionales, están solicitando su presencia en el salón." - estas palabras contenían obvia incomodidad al referirse a ambos.
"¿Dos de la región?, creí que habían muerto todos, ¿confirmaste sus identidades?" - las dudas crecieron dentro del Comandante al escuchar sobre la noticia inesperada.
"Si, los hemos confirmado, de hecho, ambos se anunciaron desde hace 2 semanas, pidieron una audiencia y enviaron algunas cartas durante estos días." - informo el asistente, dando un momento para que el comandante recordara.
"Estos dos son la Baronesa Blizzard y su Caballero..." - antes de que terminara sus palabras, el Comandante volteo rápidamente interrumpiendo sus palabras.
"¿Una baronesa?, creí que todos los nobles en la región eran Caballeros." - la sorpresa se debía a que, si sus palabras eran ciertas, entonces toda la región tomada por el Marques terminaría en manos de esta mujer quien sostenía un rango igual al dueño anterior.
Esta fue la ley de herencia, dicta que cuando dos Nobles sostienen el mismo rango en un territorio y uno de ellos fallece sin heredero, el otro noble puede solicitar el territorio siempre que no tenga que ver con la muerte del primero.
"Señor, probablemente sea uno de los siervos del fallecido Conde Blackwood." - con un pensamiento rápido el asistente llego a una conclusión.
Al escuchar sus palabras el comandante quedo en silencio, en su mente los pensamientos se arremolinaban sobre lo sucedido los últimos días y como ahora aparecía la que podría ser la última partidaria de la Baronesa caída.
"¿Los revisaste?" - con una fría expresión pregunto hacia un espacio vacío.
"Si, el Caballero probablemente fue soldado, pero su clase actual no está orientada al combate y parece ser más un compañero de la Mujer." - sin revelar su posición respondió una fría voz.
La expresión del Comandante se relajó un poco, después de eso acompañado por su asistente camino hacia el salón principal donde se reunían la mayoría de los Nobles para la cena organizada para darles la bienvenida.
Al entrar por la puerta encontró que el enorme salón estaba en su mayoría lleno de vitalidad con los sirvientes moviéndose mientras servían a los distintos nobles según sus pedidos, este salón tenía un amplio espacio con un área de cerca de 200 metros cuadrados, en los costados había algunas mesas con aperitivos y bebidas que en general eran llevados por los sirvientes, ya que era una etiqueta común que los Nobles no se sirvieran ellos mismos.
Sin embargo, el asistente señalo a una pareja que se encontraba cerca de la mesa de aperitivos, considerando que la mayoría de los Nobles estaban socializando en el centro de la sala y algunos incluso tomaron asiento en algunos lujosos sofás que estaban repartidos por el lugar, esta pareja que se aisló yendo contra la etiqueta normal resalto en más de una forma.
"La dama es la Baronesa, y el Joven..." - el desprecio lleno sus ojos cuando señalo al hombre que comía sin preocuparse en la mesa.
Después de darles una rápida mirada el Comandante decidió seguir con el protocolo como el anfitrión, así que tomo una copa y llamo la atención de los invitados.
Así fue como inicio esa inolvidable noche.
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PV: Teresa
Han pasado cerca de dos horas desde que ingresamos a la fiesta esperando una reunión con el Comandante, pero después de todo este tiempo solo hemos visto su espalda, por reglas tacitas en la Nobleza primero saludara y entretendrá a los Nobles de mayor rango, eso significa que el tiempo que tardara en llegar a nosotros seria largo.
No me molesta esperar, pero si tardamos demasiado nuestro plan tendrá más complicaciones, por tanto, usando otro enfoque camino en dirección al anfitrión quien se encuentra hablando con un par de hombres que por su indumentaria deberían ser Vizcondes, el rango más alto en el lugar.
"Jajaja, esa mujer era simplemente idiota, tratar de competir contra el Marques con 1,000 soldados no tenía sentido." - Las palabras del Vizconde hicieron que me tensara involuntariamente.
"Tienes razón, cuando el Marques llego a su ciudad ella debió salir desnuda a recibirlo y haber rogado calentar su cama, quizás así se hubiera salvado." - el comentario del segundo hombre provoca una serie de risas en toda la sala, y no pude evitar sentir enojo por la situación.
"Caballeros, a mí me parece hilarante... fufufu, una niña de 16 años con 300 soldados peleando contra 20,000 y tuvieron que perseguirla durante días antes de vencerla, una verdadera comedia." - cuando mi voz termino, la anteriormente ruidosa sala había quedado en un silencio mortal.
"Baronesa Blizzard, me parece que no tenía el gusto de conocerla." - dijo Bottom intentando romper la pesada atmosfera. - "Además creo que comete un error, la Baronesa tenía..."
"300 hombres, yo misma la vi partir del norte y no tengo dudas..." - cuando mis palabras lo interrumpieron su cara se oscureció, era claro que entendía la situación.
"Parece que necesitamos una mejor presentación Baronesa." - Con palabras frías me interrogo uno de los vizcondes. - "Soy el Vizconde Nick Aster, así que, ¿Quién es usted?"
Siguiendo la tradición formal, se presentó antes de solicitar mi nombre, aunque más que pedir fue una orden la que recibí.
"Mi nombre es Teresa Blizzard, una fiel servidora de los Blackwood desde mi nacimiento, aunque he fallado en proteger su linaje." - mis palabras fueron directas, y pude notar que la expresión de varios nobles se había oscurecido.
"Ya veo, según los informes eras su criada... deberías sentirte afortunada de seguir con vida." - un hombre junto a Bottom dijo de manera simple, probablemente un consejero por su indumentaria.
"Jajaja de tal amo, tal perro... sí hubieras agachado la cabeza nadie te hubiera buscado y sin embargo decidiste venir por tu cuenta." - el otro vizconde a quien no reconocía se rio fuertemente mientras me insultaba, la multitud se volvió ruidosa respaldando sus palabras.
"Es posible que tengas razón, pero tengo el deber... [Noblesse oblige]" - mis palabras silenciaron a la multitud, después de todo era la primera cosa que le enseñaban a cualquier noble.
"Una criada como yo lo sabe, ustedes por otro lado lo han olvidado, díganme cuando llegue nuestro momento de acompañar a los dioses, quien tendrá el mejor lugar." - pregunte de manera simple, ya que al final era sabido que esa frase fue aceptada por los dioses cuando se creó el primer reino.
"Tch, patrañas, si me dices que los dioses no aprecian a los guerreros, entonces solo puedo reírme de ti." - Nick respondió de manera simple.
"No son Guerreros, ante mí solo veo un grupo de ratas escondiéndose." - toque el punto sensible de todos los presentes.
"¡Maldita!" - el Vizconde Desconocido lanzo un bramido antes de dar un golpe con el dorso de su mano.
Desafortunadamente antes de que pudiera llegar a mí una mano tomo su brazo de la muñeca, después se escuchó un ligero crujido y vi como su rostro se volvía rojo por el dolor, sin embargo, fue soltado sin llegar a más.
"Verán, cuando tuvieron la idea de atacar a mi señora, no debieron haberla tocado, así como no debieron tocar a las jóvenes que la acompañaban." - mis palabras eran frías, y vi como los nobles se ponían en guardia alrededor.
"¿Acaso intentan iniciar un ataque Baronesa?" - pregunto el Vizconde Nick mientras retrocedía lentamente.
"Te equivocas, mi compañero inicio su ataque desde hace días." - con mis palabras los rostros de todos los presentes se pusieron pálidos, y entendí que había llegado el momento.
"Crack" se escucharon los huesos siendo triturados detrás de mí, cuando gire mi vista vi como un hombre vestido de negro había caído al suelo con su pecho sumido, parecía que su esternón se había hecho pedazos por el golpe de Jon, con el asesino muerto gire a ver al Comandante quien había tomado su espada y se veía nervioso.
"Esta noche todos ustedes darán una ofrenda a nuestros compañeros caídos." - con mis palabras como señal, Jon quien se había mantenido a mi lado se lanzó hacia delante.
Una verdadera cena sangrienta tendría lugar.
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Sangre salpico el lugar, Jon uso su espada sin filo para romper los huesos del brazo del Comandante Bottom, los pocos nobles que podían pelear habían rodeado a Jon, por otro lado, Teresa había desaparecido desde hace mucho.
"Agh, maldito ¿No sabes las consecuencias de tus actos?" - sosteniendo su pierna la cual tenía un hueso saliendo por un costado, exclamo el Vizconde Joe, quien fue derribado de un golpe anteriormente.
"Mataste a mis mujeres... me quitaste todo lo que tenía, ninguno va a salir vivo." - Su voz ronca llego a los oídos de todos en la sala, y muchos de ellos temblaron con evidente miedo.
"¿Por qué no vienen los putos guardias?." - con pánico y enojo grito el Vizconde Nick, quien miraba hacia la entrada del salón con impaciencia.
"Crack" el sonido de los huesos al romperse volvió a sonar, al mirar pudo ver como las piernas del Comandante habían sido golpeadas por la espada de Jon.
"¡¡Ataquen!! todos moriremos si no lo matamos." - Grito Joe al notar que los Nobles tenían miedo de avanzar.
Por extraño que parezca ninguno de los presentes noto que no había ningún sirviente en la sala, más aún en algunas partes se podían ver algunos Nobles de menor rango en el suelo, como si hubieran caído borrachos.
Todos se habían centrado tanto en Teresa y ahora en Jon, que no vieron lo que sucedía a su alrededor.
"¡Muere!" - con un grito cliché comenzaron su ataque los distritos nobles.
El primero lanzo un golpe con su espada hacia la cabeza de Jon, sin embargo, antes de que pudiera golpearlo se movió hacia un lado y esquivo con facilidad el tajo, pero antes de que contratacara llego el segundo ataque.
Esta vez otro noble hizo una estocada intentando atravesar el pecho de Jon, pero fue recibido por el lado plano de la espada de Jon.
El tercero no se dio a esperar y llego con un golpe horizontal apuntando a su cuello, no hubo éxito cuando solo corto el aire sobre la cabeza de Jon.
Así se repitió, cerca de 20 hombres lanzaron ataque tras ataque, cortes, estocadas, golpes... Jon se movía ligeramente como si pudiera predecir los movimientos de sus enemigos, y cuando no era capaz de esquivar solo bloqueaba los ataques con su propia arma.
El tiempo transcurrió lentamente mientras las armas chocaban entre sí, poco a poco los Nobles fueron derribados uno tras otro, los que tuvieron suerte murieron rápidamente los que no, terminaron en el piso con sus extremidades rotas soportando un inmenso dolor.
Ninguno entendía como este hombre podía enfrentarse a tantos enemigos con facilidad, ya que incluso un veterano no podría lidiar con tantos ataques simultáneos.
Un paso atrás, agacharse, un salto lateral, una patada para alejar a un enemigo, o acortar distancia para evitar el golpe de un enemigo.
Todos estos movimientos aplicados de manera experimentada, sin dudas y de forma fluida, como si tratara de un bailarín haciendo una coreografía.
Hasta que solo quedo en pie, la sangre salpicaba su cuerpo y los cuerpos rodeaban el lugar, por otro lado, los gemidos de dolor llenaban el lugar.
"M-monstruo..." - Nick dijo con miedo en su voz.
Eso no lo salvo de lo que siguió, ya que antes de poder decir algo más la espada de Jon se estrelló contra su mandíbula, eso lo dejo gimiendo por el dolor, pero sin pronunciar otra palabra.
"Esos fueron todos, los guardias afuera no han escuchado nada y el veneno ha hecho efecto." - Teresa apareció desde un costado, como si se hubiera materializado en el aire.
"Los cadáveres ya se debieron descongelar, eso significa que para mañana la mayoría de la ciudad enfermara." - Al notar que Jon no respondía sus palabras mientras arrastraba al Comandante, sin molestarse siguió informándole de lo que sabía.
"La iglesia y el líder del gremio llegaran temprano." - viendo como el Comandante era atado en una silla, le paso una pequeña jarra con agua.
"No morirán tan rápido... deben sufrir..." - Jon pronuncio cuando vio que el Comandante recuperaba su conciencia.
"Fue un error, el nivel más alto que tenían era el comandante y el asesino, todos los demás solo pasaban el 20." - Teresa dijo de manera despreocupada.
"Es por ti, si los sonidos hubieran salido estaríamos rodeados por más de 200 hombres entre nivel 20 y 30." - dijo Jon de manera tranquila.
Así era, Margaret era usuaria de Magia de Alteración, aunque cambio su clase a una [Doncella de Combate] cuando estaba con Margaret, su verdadero talento era la magia.
"Iré por los demás, trae lo que necesitamos." - con esas palabras Jon se dirigió a los dos Vizcondes que estaban en el suelo.
Lo que estaba por hacer era algo cruel, pero no había dudas en sus pasos al moverse, como si no hubiera otra opción desde el inicio.
"Elegiste mal." - fueron las palabras de Teresa a Bottom cuando llego a su lado.
Las últimas palabras que escucho el hombre antes de caer en el infierno.