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Chapter 2 - Capítulo 1

( Los primeros capítulos son contados en un monologo muy molesto para practicar la paciencia.)

¡Hola! soy yo.

Si, lo sé.

¿Y quién soy yo?, ¿no?

Bueno, pues no daré mi nombre. Madre siempre decía no hablar con desconocidos, así que, para ustedes ahora solo seré "el niño".

Épico, ¿no?

Tengo... 6… ¿7 años? no lo sé, ¡nunca me preocupó! tengo el pelo rubio, y estoy delgado hasta las costillas, con orejas que, según mi hermano son enormes. Aunque las medimos con él dice-algo de papá. ¡Y tenían el mismo tamaño...! Realmente, ¿qué tiene contra mí?

Separando mi mirada de mi hermano mayor, miré por la ventana apoyando una rodilla sobre el asiento. Estamos viajando detrás de una camioneta de un rojo oscuro por los años y la tierra, con un acoplado blanco, bajo el cual estoy ahora.

Este acoplado vibra tanto que casi parece una mezcladora...

Miré hacia atrás.

Estábamos dejando una polvareda enorme...

A nuestro alrededor, había un campo despejado, y un cielo de un azul intenso con nubes realmente, pero realmente blancas.

También había vacas pastando tranquilamente en las orillas. No pude evitar imitar el mugido de las vacas mientras levantaba la mano y las saludaba.

¿Sabes que me devolvieron el saludo? ¡Te lo aseguro! mugía y ellas mugían mirándome con una cara de charlatanes... las vacas realmente son charlatanas, ¿sabes? no entendí nada de lo que me decían, pero eso no evitaba que siguiera mugiendo felizmente con ellas.

Es un secreto, pero me pasa lo mismo con mamá cuando empieza a hablar.

Ahora que lo pienso, realmente encuentro algo con lo que divertirme no importa dónde. ¿Será mi talento?

Con una sonrisa volví a meter la cabeza, ahora despeinada por el viento, con un look franky

Sentía todos los pelos de mi cuerpo parados, y la piel, como si fuera de cuero por el frio del viento.

Mi hermano por alguna razón me miraba con una cara astiada... y se sostenía la cabeza y el asiento, tal vez por las vibraciones.

No pude evitar reírme levemente. Estas son las desventajas de ser grande. Aunque el solo tenga 5 años más... majuana… digo muajaja.

Mamá se reía en silencio en el asiento de adelante. Con unos mates, asientos esponjosos y papá... es realmente injusto, me siento engañado.

Metí la cabeza por la ventanilla que conecta ambas partes, y mis pies colgaban frente a mi hermano.

*gemido sin aire al pasar un bache

- mamá, *he ¿cuándo llegamos? *he

mamá-no te metas así, te vas a lastimar.

-claro que no. tengo músculos hasta en la panza. *herir *jochar *hechor

Papá-¿querrás decir que el estómago es un músculo?

-eso, eso.

Mamá-ya falta poco

-eso dijiste hace media hora...*he ugh... papá, ¿podes evitar los pozos? *ugh

Papá-oh, ¿no tenías músculos hasta en el estómago?

-grr...

Papá-jajaja, si estas tan apurado, puedes cerrar los ojos. ¡El tiempo pasará más rápido!

-… ¿enserio?... ¿mamá?

Mamá-jajaja, inténtalo

-tararear...

Aunque creo que me están engañando, decidí intentarlo.

Me senté recto y cómodo.

*cerrar los ojos.

-mmm...

*vibración de la camioneta

-mi-----

*curva pronunciada.

*patinando en el asiento.

*chocando con un hermano.

*rugir del estómago

*picazón por todas partes

-ms...(Aburrido)

*bostezo

Abrí los ojos mirando alrededor.

Las mismas vacas con distintas manchas.

El mismo hermano adolorido...

No funciona.

*bostezo

Instemos de nuevo... aunque es un poco...

*bostezo

______

Mamá-¡llegamos!

-Mm-- ¿eh? ¿Ya llegamos?

¡Tenías razón!..

Papá-¿eh? ¿Por qué me miras así?

-nada...

Mire a mi alrededor.

Estábamos rodeados de árboles enormes, más grande que la casa del abuelo de dos pisos.

También había una brisa cálida y el aire era puro.

A lo lejos se veían un par de ovejas pastando, junto con el abuelo que les gritaba en un tono raro.

Lo súper, era que le respondían, y le hacían caso. Siguiéndolo y entrando al corral.

El abuelo se acercó con un paso tranquilo,

Tenía arrugas en el rostro que le daban una mirada un poco gruñona y mala.

Él sonrió al verla a mamá, y comenzaron a charlar tranquilamente. Dejándome, como siempre, ignorado.

Decidí salir a explorar los animales después del permiso del abuelo, y un par de indicaciones.

Paseando por los corrales, me encontré con un par de ovejas, y una cerda enorme. Casi el doble de mi altura. Estaba rodeada de un montón de cerditos vagos.

Es la primera vez que veo una tan grande como esa. ¿Está bien que sea tan grande? ¿No va a explotar… no?

…¿no?

Decidí alejarme con pasos silenciosos.

El abuelo también me contó que eran peligrosos, carnivoros, y podían comerme...

No le creo, claro, pero...

Por si las dudas...

la cerda me miró raro al ver mi mirada afilada como chino mientras me alejaba caminando hacia atrás.

*un montón de pollitos amigables y un par de gallinas gruñonas pasean de un lado a otro.

Además, me encontré a mi hermano con un caballo rubio enorme, tenía ojos amables y sabios, con un poco de pereza.

En otras palabras, era como mi papá.

Mi hermano hablaba algo con el abuelo mientras acariciaba al caballo...

Oh, ¿ya es hora de comer?

los gritos de mamá se escuchan hasta acá...

Realmente...

Increíble.

¿Eh? ¿Me distraje y se fueron?

-¡espérame! ¡me voy a perdér!

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Hoy me levanté temprano, antes de que salga el sol, ¿tal vez? no lo sé, el cielo esta de un gris suave, y hay una neblina en el aire que solo te dejaba ver a unos... ¿10-20 metros?

A medida que fui caminando, buscando a alguien en esta casa desierta, salí y vi el pasto y las plantas cubiertas con una escarcha blanca y húmeda.

*soplar de la fría brisa pura matutina

* enrojeciendo de una nariz y un pequeño estornudo

* Hojas en forma de estrellas cayendo, húmedas ante la brisa.

Escuché unos ruidos raros, y entré en un gran granero, donde encontré al abuelo con unas máquinas raras y largas, al lado de una vaca que masticaba algo de quien sabe donde sacó.

ésta, de vez en cuando miraba al abuelo... ¡como despreciándolo!

-¡abuelo! ¿Qué estás haciendo?

-oh, nada, estoy terminando de ordeñar, ¿quieres ver?

*asentir curioso

*2 minutos después

Salí con una cara rara, algo avergonzada. Así que de ahí venia la leche, el queso, y la manteca...

*escalofrió

-tan... vergonzoso.

Parece que la niebla se está disipando...

*dejando entrar el sol como una columna de luz entre las grietas de las nubes.

*despertar y cantar de las aves y gallinas.

*gritos de mamá.

Era realmente, una hermosa vista.

Seguí al abuelo como un pollito por pura curiosidad, hasta que tomó una mamadera llena de leche casi del tamaño de mi brazo.

Silbó en un corral y salieron tres ovejas sin pelo.

Abuelo, ¿tienes poderes animales?.. me pregúnto.

Dos ... no, tres ternuritas de mi altura... casi.

El abuelo me dio la mamadera con una sonrisa rara, tal vez un poco molesto por mis constantes preguntas.

-ven, ayúdame a amamantarlas... mira, solo necesitas poner tus dedos en la boca de los tres, y con la otra, sostienes la mamadera así...

Mientras hablaba, puso mis dedos en la boca de las tres, y hubicó de algúna forma la mamadera en mi otra mano.

También dejó dos mamaderas más a mi lado.

-¡asa! ¡Me van a morder los dedos!-

Tal vez, el abuelo vio mi cara rara, y se rió leve y malvadamente.

Volteó y se fue dejándome con las tres ovejas bebés.

-¡abuelo-o!-

No puedo ni llorar...

Aunque se siente... ¿bien?...

Esa mirada que tienen es… adorable.

Ok, primero terminemos de alimentarlas.

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"¡Lo logré!" dije Con un sentimiento de logro hermoso

Pero mis manos se sienten raras... y pegajosas.

Necesito encontrar algo donde lavarme.

No pude evitar sonreír mientras daba un paso redoblado sin doblar las rodillas camino a casa.

Que linda es la granja.

¡Aquí puedo aprender algo nuevo todos los días!, ¡y hay ternuritas por doquier!

¡Imposible aburrirse como en casa encerrado todo el día!

Con una gran sonrisa, corrí a casa, preguntándole a mamá sobre la flora, en especial, los árboles frutales que haya.

Por cierto, mi color favorito es el amarillo. ¡amarillo como el sol!

es cálido, divertido, ¡y va bien conmigo!

¿cuántas cosas divertidas podré aprender cuando crezca?

¡estoy seguro que encontraré muchos amigos y aprenderémos júntos!