Tardé mucho tiempo para llamar la atención de mamá, y cuando por fin me respondió...
solo dijo "pregúntale a papá."
Mirándola con ojos chinos, me fui a buscar a papá que hablaba con el abuelo sobre mi hermano, que ya aprendió a montar, de cómo le enseñó a usar los tractores...
¡Yo también puedo si me enseñan! ¿Ok?
Está bien que sea su favorito y todo, pero...
¡También quiero aprender!
¡Hmp! inflando...
No, ¿siquiera tengo fuerzas para ello?
Volteando, me fui avisándole a mamá.
Que de seguro no lo oyó.
¡El campo es enorme!
Volví a pasear por los corrales, saludé a las vacas, miré precavido con ojos chinos a la cerda...
Perseguí a los pollitos y fui perseguido por las gallinas, hasta que por fin, encontré el primer árbol con frutos.
Era una higuera de la cual saqué una bolsa entera de frutos que fui comiendo de a poco.
¡Qué lindo es ser pequeño!
¡Puedes acomodarte en cualquier lugar, y la comida es enorme!
¡Para mí, es uno de los mayores placeres de la vida trepar descalzo!
Ah! el sentimiento de la corteza haciendo cosquillas en los pies, y esa aspereza en las manos...
Luego de disfrutar por unas horas, me fui a continuar mi exploración.
Llegué a una cerca de madera, donde veía un prado que se extendía hasta donde llegaba la vista, y los caballos pastaban tranquilos.
No me quise acercar demasiado a eso animales enormes, así que busqué a mi alrededor y
Encontré otros frutos blancos semi transparentes en un arbusto.
Según mi hermano, esto se comía también, aunque, había que lavarlos bien
Buscando agua...
¿A que no adivinas lo que encontré?
¡Si! ¡Un cachorrito!
¡Había un cachorrito nadando en el abrevadero!
¿No le atinaste? que mal, igual, te perdono.
¿Soy muy bueno sabes?
Al parecer, el cachorrito no podía salir, y estaba rodeado de unas peligrosas y aterradoras avispas.
Aun así ¡corrí sin dudarlo! (casi) ¡a su rescate!
Por suerte esas abejas solo estaban tomando agua y nada más...
Ahora, mirando al cachorrito, éste se sacudió, dejándome empapado.
*Con los labios hundidos y ojos de pescado
Lo bajé lentamente, y mirándolo con ojos fieros...
¡Me sacudí también!
¡El cachorrito era un buen tipo como yo! luego de uno mimos, ¡le agradé también!
(Foto de un niño contento con un cachorrito)
Volví, contento a casa, cuando me encontré a mi hermano montando a caballo.
Contento, le pregunté si me podía llevar.
Y…
Casi me atropelló luego de preguntarme si "era un cobarde" y galopar a toda velocidad hacia mí.
Con lágrimas, corrí por 2 minutos.
Dos minutos infernales en los que se reía sádicamente.
Escondiéndome entre los animales, en la higuera. Recién allí lo pude perder.
Mi corazón latía tan fuerte, que sentía ganas de vomitar.
Tenía miedo de vomitar mis órganos, como tanto lo decían mi hermano y padre, así que me forcé a tranquilizarme...
y arrancar los pedazos de espinas que se me clavaron cuando huía.
…
Estuve tres horas allá arriba.
Bajé con las manos, rodillas, y pies raspados.
Con lágrimas en los ojos, ése fue mi primer intento de asesinato. A los 7 años de edad.
Fue tomado como una simple broma entre hermanos.
...
Regresé a casa sosteniendo mi bolsa fuertemente en mi pecho.
Solo cuando me alejé de mi hermano, pude respirar tranquilo.
Fue una noche, mitad pesadilla, mitad alegría.
¡Ese cachorrito es ahora mi mejor amigo!
…
Pasaron un par de años.
Ahora, una vez más, estoy sobre un árbol.
Mi hermano invitó a sus amigos, y empezaron a cargarme, y molestar.
Llegaron al punto de decir "¿es el niño un gato, o un mono?"
"por las orejas, un mono" dijo el gordito
"no, un marciano. Un loco marciano" dijo mi hermano. "¡bajémoslo a pedradas!"
…
Una hora después, al ver que no se iban. Y que su madre no volvía, bajó persiguiéndolos con una de las piedras que lanzaron.
¡El niño está loco!
Se reían mientras corrían.
Para cuando me di cuenta, me había encerrado afuera.
Con mi pelota ahora rota.
Y un frio helando los huesos,
Esperé que mis padres llegaran mientras me encogía contra la pared.
Permanecí así por solo 3 minutos antes de recuperarme. ¡No lloraré!
¿Cómo puedo seguir en esta posición como un camarón? ¡Esto no va conmigo!
Me levanté, y miré las rejas seriamente.
Intenté pasar la cabeza, y funcionó a gatas.
Así, pasé entre las rejas como una serpiente contorsionista.
Una vez más, ser casi esquelético es lo mejor.
El mayor problema, siempre está en la cabeza... ¡Já! ¡En tu cara, Hermano!
¡Gracias a ti, aprendí algo nuevo!
…
-¡mamá!
*llorar de un enemigo odiado
¡Llegó mamá! ¡Eso es! ¡Pégale más fuerte, Ma!
Con una extraña felicidad, lo vi siendo golpeado por mamá.
Pero… como que algo estaba mal…
¿Eh? ¿Cómo está bien luego de la paliza?
¿Cartones? ¡Tenía cartones bajo la ropa!
¡Hermano malvado y tramposo! ¡No te perdonaré!
…
En la noche. Dormían en una cama doble. Uno arriba, y el otro abajo.
En medio de la noche, se escuchó una voz débil hablando.
-hermano. Odio lo que haces, pero no te odio.
Te perdono.
(Antes de oscurecer totalmente, él se lo dijo de la nada)
Él no respondió.
La cama solo se movió un poco cuando se volteó.
----
Ahora, estábamos en una "práctica para vencer los miedos"
Era realmente algo tonto, ¡Yo no tengo miedos! Pero, mi hermano, por otra parte, le temía a las cucarachas.
Cuando le quité una cucaracha a mi hermanito con la mano, mamá gritaba de terror, seguida de mi hermana, gritando con el pelo esponjoso.
Y… de mi hermano, con grito de niña.
Sonreí maléficamente por dentro, pero solo suspiré, y me lavé las manos luego de tirarla a la basura.
hay que actuar genial, actúa genial.
"¿tanto por una cucaracha que no les hace nada? ¿De qué tienen tanto miedo?
No puede ser, tch*, no puede ser."
De alguna forma, mamá y mi hermana se reían.
Tal vez porque solo tenía 10 años, o porque mi voz está cambiando. ¡Pero estoy seguro que soné como todo un don juan!
Sonriendo por dentro, seguí lavando mis manos diligentemente.
¡La higiene es importante, chicos!
Aun así, el miedo de él por las cucarachas, seguía fuerte.
Tal vez porque una se le metió por la remera cuando dormía, y bajó a...
Aun retumban sus gritos en mis tímpanos.