PARAÍSO CANTO XX
Cuando aquel que da luz al mundo entero del hemisferio nuestro así desciendeque el día en todas partes se consuma, 1
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el cielo, que aquél solo iluminaba, súbitamente vuelve a hacerse claro, con muchas luces, que a una reflejan.
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Recordé este fenómeno celeste,cuando calló aquel símbolo del mundo y de sus jefes su bendito pico;
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pues que todas aquellas vivas luces entonaron, luciendo aún más, cantigas que se han borrado ya de mi memoria.
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¡Oh dulce amor que de risa te envuelves, qué ardiente en esos sistros te mostrabas, de santos pensamientos inspirados!
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Cuando las caras y lucientes piedras de las que vi enjoyado el sexto cielo sus angélicos sones terminaron,
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creí escuchar el murmurar de un río que claro baja de una roca en otra, mostrando la abundancia de su fuente.
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Y como el son del cuello de la cítara toma forma, y así del orificiode la zampoña por donde entra el viento,
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de igual manera, sin tardanza alguna, por el cuello del águila el murmullo subió, cual si estuviese perforado.
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Allí se tornó voz, y por el picosalió en palabras, como lo esperaba mi corazón, en donde las retuve.
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«La parte en mí que ve y que al sol resiste siendo águila mortal -me dijo entonces- ahora debes mirar atentamente, 31
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pues de los fuegos que hacen mi figura, esos por los que brillan mis pupilas,son los más excelentes de entre todos.
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Ese que en medio luce como el iris, fue el gran cantor del Espíritu Santo,que el arca trasladó de pueblo en pueblo: 37
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ahora sabe ya el mérito del canto, en cuanto efecto fue de su deseo,por el pago que le ha correspondido.
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De los cinco del arco de mis cejas,quien del pico se encuentra más cercano, consoló a aquella viuda por su hijo: 43
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ahora sabe lo caro que resultael no seguir a Cristo, conociendo esta vida tan dulce y su contraria.
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Y aquel que sigue en la circunferencia que te digo, en lo más alto del arco, con penitencias aplazó su muerte: 49
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ahora sabe que el juicio sempiternono cambia, aun cuando dignas oraciones de lo de hoy abajo hace mañana.
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El que sigue, conmigo y con las leyes, bajo buena intención que dio mal fruto, por ceder al pastor se tornó griego: 55
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ahora sabe que el mal que ha derivado de aquel buen proceder, no le es dañoso aunque por ello el mundo se destruya.
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Y aquel que está donde el arco desciende, fue Guillermo, a quien llora aquella tierra que a Federico y Carlos ahora sufre: 61
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ahora sabe en qué modo se enamora de un justo rey el cielo, y en el brillo de su semblante así lo manifiesta.
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¿Quién creería en el mundo en que se yerra que el troyano Rifeo en este arcofuese la quinta de las santas luces? 67
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Ahora ya sabe más de eso que el mundo no puede ver de la divina gracia,aunque su vista el fondo no discierna.»
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Como la alondra que vuela en el aire cantando, y luego calla satisfechade la última dulzura que la sacia,
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tal pareció la imagen del emblema del eterno poder, a cuyo gusto todas las cosas adquieren su ser.
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Y aunque yo con mis dudas casi fuese cristal con el color que le recubre,no pude estar callado mucho tiempo,
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mas por la boca: «¿Qué cosas son éstas?» me impulsó a echar la fuerza de su peso: por lo cual vi destellos de alegría.
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Y luego, con la vista más ardiente, aquel bendito signo me repusopara que yo saliera de mi asombro:
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«Ya veo que estas cosas has creído pues yo lo digo, mas no ves las causas; y te están, aun creyéndolas, ocultas.
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Haces como ése que sabe de nombre las cosas, pero si otros no le explican su sustancia, él no puede conocerla.
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Regnum caelorum sufre la violencia 94
de ardiente amor y de viva esperanza, que vencen la divina voluntad:
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no como el hombre al hombre sobrepuja, mas la vencen pues quiere ser vencida,y con su amor, así vencida, vence.
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La primer alma y quinta de las cejas ha causado tu asombro, pues las ves pintando las angélicas regiones. 100
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No dejaron sus cuerpos, como piensas, gentiles, mas cristianos, con fe firmeen los pies por clavar o ya clavados.
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Pues una del infierno, donde nuncase vuelve al buen querer, tornó a los huesos;y esto fue en premio de esperanza viva:
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de una viva esperanza que dio fuerzas a la súplica a Dios de revivirle,para poder corregir su deseo.
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El alma gloriosa de que hablo,vuelta a la carne, en la que estuvo un poco, creyó en aquel que podía ayudarla;
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y creyendo encendióse en tanto fuego de verdadero amor, que en su segunda muerte, fue digna de estas alegrías.
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La otra, por gracia que de tan profunda fuente destila, que nadie ha podidover su vena primera con los ojos,
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puso todo su amor en la justicia:y así, pues, Dios le abrió, de gracia en gracia la vista a la futura redención;
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y él en ella creyó, y no tolerabala peste de su antiguo paganismo;y reprendía a las gentes perversas.
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Las tres mujeres que viste en la rueda derecha le sirvieron de bautismo, antes del bautizar más de un milenio. 127
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¡Oh predestinación, cuán alejadase encuentra tu raíz de aquellos ojos
que la causa primera no ven tota!
Y vosotros mortales, sed prudentes 132juzgando: pues nosotros, que a Dios vemos,aún no sabemos todos los que elige; 135
y nos es dulce ignorar estas cosas,y nuestro bien en este bien se afina, pues lo que Dios desea, deseamos.»
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Por la divina imagen de este modo, para aclarar mi vista tan escasa,me fue dada suave medicina.
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Y como a un buen cantor buen citarista hace seguir el pulso de las cuerdas,por lo que aún más placer adquiere el canto,
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así, mientras hablaba, yo recuerdoque vi a los dos benditos resplandores, igual que el parpadeo se concuerda, llamear al compás de las palabras.
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