Al levantarme sentí una resequedad en mi boca, fui corriendo hacia la cocina para poder calmar esta sed. Cuando pasé por la sala vi a mi padrastro y mi madre hablando en la sala. Era festivo por lo tanto ninguno de dos tenía que ir a trabajar.
Al momento que iba a abrir la puerta del refrigerador, escuche el cantar de un pájaro, el pájaro estaba cantando exactamente la misma melodía que había escuchado esa misma noche. Su sonido me atrajo demasiado hasta tal punto que me escabullí para salir por la puerta delantera sin que nadie se diera cuenta.
En el arbol estaban posados dos pajaritos, tenian un hermoso plumaje azul y la cabeza de un color naranja. Mientras ellos cantaban yo me fui acercando poco a poco para apreciarlos mejor. En el instante que estuve debajo del ellos, observé que en el tronco del arbol había algo enterrado, algo que la fuerte lluvia del día anterior habia desenterrado. Me agache e intente mover las raíces que habian pero eran demasiados gruesas y estaban agarrando fuerte mente un cofre.
Quizas es un cofre del tesoro de un pirata, o tal vez un archivo oculto del FBI, mientras estaba pensando en que podia contener esa misteriosa caja, escuche un fuerte Pum y después vi como solo uno de esos pajaros se alejaba rápidamente, mientras que su compañero caía lentamente.
A la distancia habian unos chicos con unos rifles de aire, gritando como una bestia y regocijándose de haberle atinado al pajaro. Estos se me empezaron a acercar, como una jauria que queria llevar su presa, pero yo me abalance hacia adelante interrumpiéndoles su paso.
Mi cuerpo estaba tenso, no queria pelar contra ellos solamente queria que no le hicieran mas daño al pajaro, ellos me empezaron a insultar diciéndome mil y un insultos, tantas cosas que ni con agua bendita se limpian esas gargantas. luego de ver que no me movía, se empezaron a agrupar y a camina hacia mí, sabía que me iban a golpear, asi que retrocedí rápidamente y recogi el parajo y sali corriendo hacia mi casa. Menos mal que habia dejado la puerta entreabierta, porque era poca la distancia que me separaba de esos idiotas cuando cerre la puerta.
Afortunadamente mis padres solamente me alzaron la voz y me dijieron que me calmara. Fuí corriendo rapidamente a la habitación, y ahi revise como estaba el pajaro. Tenía un gran moreton justo en el omoplato derecho, justo debajo de su ala. En todo este momento el no habia hecho ningun ruido , hasta el momento que le toque la cresta. En ese instante, el parajo empezo a ponerse de pie, pero fue en imposible para el. Aunque no tenia ni un rastro de sangre, posiblemente el golpe le haya fracturado alguna parte.
Acomodé la cesta de ropa, le puse cobijas en su interior para alcochonarlo y tambien fui a buscar un plato de agua para dejarlo al lado. creando asi una pequeña casa para el.
Me pase toda la tarde viendo y cuidando el pajaro, de esos momentos aprendí que le gusta cuando le tocan la cabeza y que le duele mucho en la herida porque cuando rozaba mi dedo por esa zona el emitia un fuerte grito.
Siempre he sido fanatico de los animales, pero nunca habia tenido uno. Asi que decidi buscar en la computadora más sobres los pajaros.
Esta misma noche los sueños fueron muy raros.
Desperté en el mismo campo donde habia estado la noche anterior, esta vez el sombrero estaba a mis pies. cuando lo levanté vi que en su interior estaba el pajarito.
A poca distancia habia un sendero hecho de piedras, mientras lo recorría observaba los altos árboles. Árboles que incluso se estiraban hasta al cielo y que sus hojas se mecían de lado a lado con las suaves brisas del viento.
Alla cuando el camino acababa se encontraba un gran edificio, me fui acercando, poco a poco fui apreciando de que era una estación del ferrocaril y dentro de ella parecia que no habia nadie.
Cuando por fin estuve en el porton, aparecieron una sombras caminado en todas las direcciones. Una de ellas fue de camino hacia mi, retrocedi rapidamente y oculte el pajaro detras de mi y de repente la sombra se detuvo por un largo tiempo. luego esta dio media vuelta y siguió deambulando por la estación con el resto de ellas.