Kanji
—Quiero que me ayudes, Kanji. Tú, tanto como yo, odiamos a Akira y este es el momento que tanto estuvimos esperando.
—No puedo hacer nada contra él ahora. Eso afectaría a lisa y lo menos que quiero es hacerle daño. Por más odio que le tenga, imaginar el golpe que sería para ella, evita que quiera hacerlo.
—Ella aprenderá a vivir sin él. De igual manera, en cualquier momento lo van a matar. Tiene tantos enemigos, que no creo que sepa que fuimos nosotros.
—Lin, ya lo dije. Si tú no piensas en tu madre y tu mujer, yo sí. Lo mejor será no interferir por ahora.
—Ahora que su relación está destruída, si algo le sucede, no será un golpe tan fuerte para ellas. Si él no estuviera en medio, podrías ser tú quien se quede con ella, como siempre debió ser.
—Escúchame, Lin. Tu madre no siente nada por mí y no la voy a obligar hacerlo. El único que puede llenar ese vacío en su corazón, es ese infeliz. No hay nada que se pueda hacer. Es mejor que olvides esas ganas de vengarte de él. Al final de cuentas, es como tu padre.
—No es mi padre. Yo no puedo simplemente olvidarme de lo que nos hizo, y no solo eso, él y yo tenemos una deuda pendiente. Ese desgraciado mató a mi hermano, a la única persona que estuvo para mí cuando todos me dieron la espalda. No voy a descansar hasta acabar con ese tipo.
—El odio no trae nada bueno. Si no le importaras a ese desgraciado, no estuvieras respirando hace mucho, ni tampoco te hubiera criado y educado de la forma que lo hizo.
—Tal parece que lo estás defendiendo, Kanji. Él solo me utilizó para lograr lo que quería, jamás le importé.
—Solo digo lo que veo y lo que pienso. No te aconsejo que sigas con esto, Lin. Dedícate a esa familia que vas a tener con Kaori y quítate ese odio hacia él. El odio solo trae desgracias, y a la que entres en este miserable mundo, no hay retorno. No creo que Kaori quiera verte con las manos manchadas en sangre de su padre. Lo que vaya a pasarle, le pasará, pero tú, no metas tus manos en eso, o te vas a arrepentir luego.
—Veo que no me vas ayudar, yo que creí que teníamos cosas en común, pero veo que me equivoqué. No voy a rendirme luego de esperar tantos años para acabar con ese maldito.
—Como se nota que son hermanos, se parecen y hasta piensan igual.
—No me compares con él, Kanji.
—Lo siento, Lin. Te aprecio mucho, pero no puedo ayudarte en esto. Ya tu madre me está odiando, y no le daré otro motivo más. Quiero llevar la fiesta en paz, al menos con ella. Es cierto que Akira me debe muchas, pero tendré que tragarme todo eso. No sería justo que lisa siga sufriendo más. Es por eso que te pido que no hagas nada, piensa en tu madre y tu novia. Terminarás arrepintiéndote después, sé porqué te lo digo.
—Gracias por el consejo, pero no lo pedí. Buscaré la forma de hacer las cosas por mi cuenta. Gracias por tu ayuda— Lin se fue de mala gana de la casa.
«Cría cuervos y te sacarán los ojos»
Parece que su final ya está cerca, lo peor es que, será ese mismo cuervo que crió.
Lisa
Dos semanas después….
Nos habíamos quedado en Manhattan por dos semanas, mientras me recuperaba un poco. Hoy regresamos a nuestra casa junto a Kaori. Las cosas entre Akira, Kaori y yo, han estado bien. No hemos sabido nada de Lin, es como si se los hubiera tragado la tierra.
Regresamos a mi casa, solo vinimos de pasada a buscar nuestras cosas e irnos, pero para nuestra sorpresa, la casa estaba destrozada. No había quedado nada sin ser destruído.
—Tenemos que salir de aquí, mamá.
La casa que me costó tener, no quedaba nada de ella. Habían acabado con todo y no pudimos recuperar nada; ni siquiera estaba James o los empleados. El único que sabía de la localización de esta casa era Kanji. Pensar en que pudo haber sido él, me dolía demasiado. Estoy destinada a perderlo todo. Ese pensamiento provocaba esa punzada en el pecho.
—¿Qué haremos, Akira?
—Por lo pronto viajaremos a mi casa para salir del niño, todo lo material lo iremos recuperando poco a poco. Voy a ordenar a que quemen la casa.
—Mi casa.
—Lisa, conseguiré una mejor para nosotros.
—El valor que tenía esta casa era inmenso. Ninguna casa que compres podrá tener el mismo significado para mí; era la primera casa en la que tuve el manejo por completo de ella. La casa que me costó trabajo mantener y organizar para que pareciera un hogar luego de tu abandono— sentía mucho dolor en el pecho, que dije lo que sentía, y sé que lo hice sentir mal.
—Lo siento, Lisa— Akira bajó la cabeza.
—No te preocupes, mamá. No hay nada que se pueda hacer ya. Quedamos en que haríamos borrón y cuenta nueva. Vivimos muchas cosas en esta casa, y sé lo doloroso que debe ser esto para ti, pero tenemos que dejar todo eso en el pasado. De igual manera, teníamos que irnos, mamá.
—Pero verla así duele.
—Saldremos de esta — Kaori me abrazó.
Salimos de la casa y unas camionetas se estacionaron al frente nuestro y Akira se puso frente a nosotras.
—Entren a la casa— nos ordenó, pero ya era tarde.
Varios hombres encapuchados se bajaron con unos rifles en mano y nos apuntaron a los tres, uno de ellos se puso al frente de los demás y le apuntó a Akira con una 9mm. Akira estaba con su mano metida en el traje sujetando su arma, pero sabía que si hacía un movimiento en falso, podrían dispararnos a los tres. Lo peor es que yo no estoy armada, ni siquiera vinimos con los hombres de Akira, porque yo misma le pedí que no los trajera por Kaori. Akira quitó su mano lentamente del traje y se quedó mirando a la persona que le apuntaba.
—¿Así que viniste por mi cabeza? Me pregunto si realmente vas atreverte a disparar frente a tu madre y tu sobrina, Lin. ¿Por qué no te quitas la capucha para que así te vean?
—¿Lin?— sentí un escalofrío por todo mi cuerpo al escuchar lo que dijo Akira. Mi hijo jamás haría esto.