Me quedé en la oficina por unas horas, haciendo informes y encargándome de las entrevistas de los nuevos empleados. El estar en la empresa me tuvo la mente ocupada, me sentía cansada y quise irme a la casa. Kanji se quedó con los últimos que faltaban y preferí irme. Llamé al chófer y pasó a recogerme.
—¿Realmente no sabes nada de Akira?— le pregunté al chófer al subirme al auto.
—No, señorita.
—De ahora en adelante trabajarás para mí, estarás bajo mis órdenes. Tu nueva jefa seré yo. De hoy en adelante, haremos de cuenta que jamás existió o que está muerto, ¿Estoy siendo clara?
—Sí, señora.
—Y si ese ser se comunica contigo, te prohíbo a dar información de nosotros. Si quiere información que venga directamente y la averigüe por su cuenta, si es que tiene los cojones de hacerlo.
—Como ordene, mi señora.
Llegué a la casa y me encontré con los niños.
—¡Mamá!— caminaron ambos hacia mí, y me dieron un abrazo.
—¿Papá tampoco vino contigo hoy?— preguntó Kaori, mirando hacia la puerta. Sentí un dolor en el pecho y las lágrimas querían bajar, pero traté de aguantar. No quiero preocuparlos.
—No, mi amor. El negocio le ha tomado algo de tiempo, pero pronto volverá— pronunciar esas palabras, ocasionaban un dolor punzante en mi pecho, sentía un nudo en la garganta. Lin se me quedó mirando.
—No te preocupes, Kaori. Papá es alguien ocupado, pero estoy seguro que volverá con nosotros pronto. ¿Qué tal si te adelantas al jardín y luego te alcanzo?— le dijo Lin a Kaori con dulzura.
—Esta bien— dijo Kaori energética, y corrió al jardín.
—¿Papá te está dando más problemas otra vez?— preguntó directamente. Me quedé en silencio, es como si pudiera ver detrás de mí. Ver su parecido a Akira me lastima—. No soporto verte fingir, mamá. ¿Por qué lo excusas? ¿Qué te hizo esta vez?—decirle la verdad, sólo alimentará el resentimiento que hay entre los dos.
—Nada, Lin. Está ocupado con su negocio, eso es todo. Ve al jardín con Kaori, no la dejes sola —acaricié su cabeza y traté de caminar, pero me aguantó la mano y me jaló hacía él.
—Sabes que no soy un niño ya, ¿Verdad? Te amo demasiado, mamá. Me duele verte triste, y más si es por mi hermano. ¿Crees que creeré esa excusa de su negocio? Ha pasado un año, mamá; un maldito año sin una llamada o sin aparecer por aquí. Te he escuchado llorando en las noches, ¿Y dices que nada está pasando? No soy estúpido, podrás engañar a Kaori, pero a mí no.
—Lo siento— no pude contener mis lágrimas. Me dolió el alma al escuchar esas palabras, porque sé que en el fondo se preocupa por mi. Le he estado preocupando y ocultando las cosas—. Perdóname por ocultarte las cosas — Lin me abrazó fuertemente. Ya no es más un niño, su altura ya es la de un adulto y su forma de pensar tambien.
—Dime que está pasando, quiero ayudarte, quiero verte feliz— no encontraba cómo hablar, el nudo en mi garganta me impedía pronunciar una palabra. Me quedé descargando mi dolor en su pecho y cuando sentí la fuerza para poder hablar le dije la verdad—. Maldito sea, ¿Cómo se atrevió? — Lin le dio una patada a la silla que estaba cerca, y la tiró a un lado—. Ya es suficiente; ya es suficiente de que sigas pasando por esto, por culpa de él. Él no merece a una mujer como tú. No es justo que sigas sufriendo o sintiendo culpa, cuando tú has sido tan buena y fiel a él. ¡Lo mataría, te lo juro!
—No hables así, Lin.
—Solo un poco hombre es capaz de hacerle esto a una mujer y más a su hija. Yo no soy su hijo, es comprensible que no tenga compasión o amor hacia mí, pero ¿Y Kaori qué? Odio tener que presenciar esto, y no poder hacer nada. Déjalo ir, mamá. No llores más por él, no te sigas torturando más, no vale la pena. Haz tu vida, y olvídate de que una vez existió. Sé que es fácil para mi decirlo, no puedo imaginar por lo que estás pasando en este momento, pero no quiero ver a mi madre triste por alguien que no fue capaz de valorarla y que la tiró a un lado como un trapo; no solo a ti, también a Kaori. Que por aquí no se aparezca nunca, porque no respondo de mí. Esto no podré perdonárselo nunca.
—Yo no quiero que odies a tu padre. Sí ha sido muy cruel con esto, pero no quiero que le guardes más resentimiento o rencor, por favor— Lin sujetó mi mentón y me hizo mirarlo.
—Es muy tarde, mamá. No te preocupes, yo te cuidaré y no dejaré que nada ni nadie te lastime más, te lo prometo— sonrió relajado y me volvió abrazar.
—¿No vas a venir, Lin?— escuché la voz de Kaori, y sequé mis lágrimas.
—Ve, mi amor, y gracias por escucharme.
—Puedes hablar conmigo siempre, no importa lo que sea, yo te escucharé y te apoyaré. Te amo, mamá— me dio un beso en la frente y se fue con Kaori.
Lin es tan lindo, siempre me ha demostrado su amor incondicional. A pesar de no ser su madre, me trata como si lo fuera. Me lastima saber que ahora siente más resentimiento hacia Akira; aunque se lo merezca. No hubiera querido que supiera la verdad, pero es imposible ocultársela. Él me conoce tan bien, casi igual o más que Akira.
Subí a mi habitación y me servi un trago, me tiré a la cama y me tapé con la almohada para descargar toda la carga que sentía. Sé que no merece mis lágrimas, pero no puedo evitarlo. Luego de esto, juro no voy a llorar más por ese desgraciado. Yo dejé todo por él. Le di la espalda a mi familia, perdoné cosas imperdonables, lo amé a pesar de todo y así me paga. ¡Lo odio tanto!