Chapter 171 - 171

—Estoy muy feliz por ellos. Es un poco difícil explicar esto, pero Akihiro es la única familia que me queda. Siempre hemos sido muy unidos y la noticia me impactó un poco al principio, pero no implica que no esté feliz por su relación. Akihiro y Amaya merecen ser felices los dos— actué lo más normal posible.

—Lo siento, estoy igual de impactada que usted. Considero que es muy pronto para que tengan una relación.

—Son adultos, no podemos interferir en su decisión. Solo esperemos que sean felices. Yo me iré para la casa, estoy un poco cansada.

— Haré lo mismo. Gracias por habernos acompañado, señorita.

—Espero podamos hacerlo más seguido — me despedí y tomé un taxi para la casa.

Al llegar a la casa fui a mi cuarto a descargar la frustración que sentía. No podía aguantar que Akira hiciera esto. Estoy segura que lo hizo para molestarme y me siento herida. Podrá ser un maldito plan, pero no lo soporto. Lo dejé ahí con ella y me siento insegura. Por cumplir con su plan es capaz de acostarse con ella y si él está con otra, no podré soportarlo. Casi me delato sin querer, por más que intenté contenerme. Si no se me hubiera ocurrido la brillante idea en ese momento, todo se hubiera venido abajo. Todo lo que tenga que ver con Akira me afecta de una manera increíble. Saber que se quedó solo con ella ahí y ella tiene intenciones de acercarse a él, me molesta. Quisiera correr allá y restregar en su cara que él es mi esposo. ¿Desde cuando me volví así con él?  Nada más que lo miren o lo toquen me molesta. No es mucho lo que puedo hacer, mientras siga su plan tendré que ser fuerte y actuar como si nada estuviera pasando.

Me quedé esperando por largas horas a que Akira llegara. Me quedé en mi habitación acostada, quería saber que había hecho, cuando escuché la puerta de la habitación y lo vi. Me levanté, pero Akira no dijo nada, solo se acercó a mi.

—¿Cómo la pasaste con tu novia?— le pregunté, intentando hacerme la despreocupada.

—Muy bien — intentó acercarme a él y me besó en la frente. Se acercó tanto que pude ver un chupetón en su cuello por lo que lo empujé. Su ropa olía al perfume de ella.

—¿Estuviste con ella? — le pregunté molesta.

—Todo por el plan, ¿No crees? — su estúpido comentario acabó de molestarme y terminar con la poca paciencia que tenía.

—Ya veo, mientras sigas con el plan no quiero que interfieras en mi vida ni decisiones, Akira. Quiero que mantengas tu distancia como si fuera tu prima realmente. Permiso— me dirigí a la puerta para salir de la habitación, pero Akira me sujetó por el brazo y me empujó a la cama—Parece que no estás satisfecho con ella.

—¿Te crees que me dejarás solo cuando te estoy hablando?

—Ya escuché lo que tenía que escuchar, no me interesa escuchar más.

—¿Me vas a explicar desde cuando te has vuelto una cualquiera?

—¿Qué dijiste?

—Lo que escuchaste.

—Será mejor que me sueltes Akira o no respondo.

—No lo haré, si le cumples a los demás cabrones con los que estás, debes satisfacer a tu marido primero — ¿qué mierda está diciendo? Akira intentó arrancar mi camisa, pero lo empujé. Su cara daba miedo.

—Pareces otra persona. ¿Qué mierda te pasa, Akira?

—¿No es lo que debo preguntarte yo, lisa? Eres una perra.

—Tu actitud me molesta, será mejor que me vaya.

—No vas a ninguna parte hasta que cumplas tu papel de esposa.

—Te acuestas con otra mujer y me tratas de esta forma, ¿No sé supone que sea yo la que esté molesta y reclamándote? No voy acostarme contigo y menos luego de que estuviste con otra y me lo admites tan descaradamente en mi cara.

—¿Y yo tengo que acostarme con una perra que se la pasa seduciendo a otros?

—No sé de lo que estás hablando, Akira.

—Yo te diré de lo que estoy hablando— Akira estaba muy agresivo, jamás lo había visto así. Intentó tirarme de vuelta a la cama, pero le di una patada y salí corriendo del cuarto. Si me quedo un segundo más ahí, no sé qué pueda pasar. Me encerré en otro de los cuartos y cerré la puerta con seguro.

—¿Por qué te escondes? ¿No vas a dar la cara?— estaba forcejeando la puerta. Este hombre ha enloquecido. No puedo entender su comportamiento. No se veía que estuviera borracho ni nada parecido.

—Akira, será mejor que te vayas de aquí. Estás no son formas de hablar. Cuando se te pase lo que tienes, hablaremos de lo que sea, ahora vete de aquí.

—No me des ordenes y sal de ese maldito cuarto, antes de que rompa la puerta.