Chapter 112 - 112

Ha pasado un año desde que nos mudamos a Nueva York, no he podido acostumbrarme a la temperatura. Las cosas entre Akira y yo no han cambiado, seguimos actuando como la perfecta familia feliz frente a Kaori. Pasamos los días festivos juntos en familia, no hemos podido arreglar nuestra relación. Cada vez siento menos probabilidades. 

Akira ha estado haciendo negocios e invirtiendo dinero.  Reconstruyó un edificio para convertirlo en un Hotel. Es donde se la ha pasado la mayoría del tiempo, y es muy poco lo que está en la casa. Cuando estamos a solas parecemos dos completos desconocidos. Se podría decir que ha estado haciendo un esfuerzo por no incomodarme. La última vez que tuve un acercamiento con él, fue el día del avión, luego de eso no ha sucedido nada más. Cada vez está más distante. La situación ha estado muy cargada entre los dos, con mucha razón.

He llamado a mi madre todo este tiempo. No está feliz de saber que me fui junto a Akira a otro lugar, no le dije dónde estamos, pero sé que se preocupa. La relación con mi madre también ha estado algo complicada. Mr. Jefferson está con ella, lo último que supe de él es que estaba en un viaje de negocios. No sé si ya haya regresado con mi mamá.

Había pensado en buscar un trabajo, quiero sentirme independiente y útil. No quiero que Akira nos mantenga por el resto de su vida, sin yo haberme realizado como persona. No tengo experiencia en ningún tipo de trabajo aparte del poco tiempo que tuve de asistente en su empresa, y sé que no soy buena en eso, pero aún así quiero tratar de hacer algo por mi cuenta. No he querido consultarlo con Akira porque sé que se negará. Será mejor hacerlo por mi cuenta, además como él mismo dijo, estaríamos cada quien por su lado.

Escuché la puerta de la casa abrirse, supuse que sería Akira quien llegó. Se acercó y me miró.

—Hoy es la fiesta de inauguración del hotel. Quería pedirte que fueras mi acompañante.

—Supongo que no hay problema.

Hace mucho tiempo no salimos juntos, me servirá para estar un poco más cerca de él, y conocer el ambiente donde va a estar.

—Pasaré a buscarte a las 8—Akira subió a la habitación sin decir nada más

A esto me refiero cuando digo que estamos distantes.

Aún falta mucho para la fiesta, será mejor que vaya a buscar un vestido. No sé si tenga algo adecuado, de no ser así tendré que ir a comprar uno. Al subir a la habitación encontré una caja encima de la cama. Al abrirla me encontré con un hermoso traje azul, aunque para mi gusto tiene demasiado escote. Tal parece que tenía todo planeado como siempre, pero ¿En qué momento lo hizo?

No quisiera dejar a Kaori, pero no puedo llevarla a un lugar así. Cada día que pasa está más grande y es locura con su padre; se parecen tanto. Por ella y por mi, intentaré acercarme un poco a Akira está noche. No quiero que las cosas sigan de esta manera por más tiempo. No lo soporto.

El tiempo pasó muy rápido, cada vez eran más los nervios al saber que estaría con Akira esta noche. Hace mucho tiempo no pasaba tiempo con él. Solo espero que las cosas no salgan mal. Me arreglé y me puse el traje, se veía realmente bonito. Quizás me ayude para que Akira vuelva a fijarse en mí.

¿En qué estoy pensando?

Miré la hora, y ya era tiempo de que Akira viniera. No quiero hacerlo esperar. Hablé con la nana para que cuidara de Kaori esta noche. Estaba dormida, así que le di un beso en la frente y salí de la habitación. Bajé las escaleras, y me encontré a Akira al bajar. No pensé que estaría un poco antes del tiempo esperado, ¿Que más podría esperar? Estamos viviendo en la misma casa.

Akira se quedó mirándome, lo que me hizo sentir un poco nerviosa. Hace mucho no me mira de esa forma. Agarró mi mano y la besó.

—Te ves muy hermosa— desvió la mirada al decirlo

Al soltar su mano pude darme cuenta que estaba excitado, era muy visible y no quise decir nada que lo avergonzara; aunque tampoco parece que lo haya disimulado bien.

—Lo siento, ¿Nos vamos?— carraspeó

Akira no sabía dónde meter su cara. Tal parece que fui muy obvia; aunque me hace algo feliz de haber causado algo en él, luego de todo este año distante.

Al llegar al hotel estaba lleno de muchas personas, era un lugar muy grande. Todo lo que tuvo que haber costado construir un lugar así. Akira me sujetó la mano para entrar, ya que habían demasiadas personas afuera. Su mano se sentía tan cálida, era como si hubiera olvidado su calidez.

—Bienvenido, Sr. Akira—dijo el portero

—Grácias. ¿Todo en orden?

—Si, señor.

—Perfecto. En unos diez minutos daré la presentación, verifica que todo esté en orden con eso.

—Si, señor.

Akira me sujetó la mano y me llevó a conocer a varios de sus socios, la mayoría hombres mayores. Akira es muy bueno en este tipo de negocios. Me sacó aparte para hablar.

—Lisa, esas personas que te presenté son las únicas que conocen mi verdadero nombre, los demás en este lugar no. Será mejor que no me llames por mi nombre, llámame como gustes.

—Entiendo, eso haré—Akira sonrió, y me pasó una copa de vino

—No vayas a embriagarte, princesa— rio

—No, no lo haré.

—Me toca dar la presentación, no te vayas de aquí.

—Suerte.

—Ya la tengo— sonrió, antes de irse

Muestra tanta seguridad, es como si ya estuviera acostumbrado a esto. Al subir todo el mundo le aplaudía, entre hombres y mujeres. Todos los admiran y las mujeres lo desvisten con la mirada. Es un hombre joven y guapo, es más que razón suficiente de que sea así. No tengo que ponerme celosa por eso, ¿No es así? No tengo razón para estarlo; aunque está viviendo y estamos casados, más tenemos una hermosa hija, no estamos juntos. Él puede encontrar a alguien más, aunque me dolería si lo hace. Sentía ganas de llorar al imaginarlo, no puedo llorar aquí. Caminé al baño, ahí pude descargar todo sin necesidad de ocultarlo. Tengo que ser fuerte no puedo estar más así, no logro cambiar las cosas llorando. Debo buscar la forma de que nuestra relación funcione, fui yo quien decidió terminar. Sequé mis lágrimas y volví a la fiesta. Akira estaba rodeado hablando con una hermosa mujer, alta, delgada, pelo rojo. Me descuido unos minutos y sucede esto.

Akira

—¿Cuántos negocios tiene?— preguntó la de desconocida

—Unos cuantos— respondí indiferente

—Me encantaría ser una socia más, y poder ayudarte en el crecimiento de este Hotel.

—No se preocupe, tengo varios socios que se encargan de eso. Es una amable propuesta.

—¿Es cierto que es un hombre sin compromisos?— preguntó otra mujer

—No estamos aquí para preguntas personales. Si no tiene una propuesta o un negocio que ofrecerme, será mejor que no perdamos el tiempo hablando— sonreí

Lisa

—Disculpa la tardanza, darling—me acerqué a Akira, intentando alejar a esa multitud de mujeres hambrientas

Akira se quedó sorprendido, pero en segundos me siguió la corriente.

—Tengo algo que atender, les pido una disculpa—Akira se despidió de la multitud, y salimos de ese lugar

—¿A qué se debió eso, corderito?— su pregunta me ruborizó

—Nada, solo te vi en un aprieto y quise ayudarte— desvié la mirada

—Ah, ¿sí? A mí me parece que fue por celos— me encaró

—No, no lo era— estaba visiblemente nerviosa, y Akira rio

—Lo que digas—puso su mano en mi cintura, acercándome así a él

—Permiso, Sr. Akira— nos interrumpió una voz desconocida, y retomé mi postura, alejándome de Akira

—¿Pasó algo?— preguntó Akira

—Si, señor. Lo están solicitando en recepción.

—Lisa, ya mismo vengo. No te vayas de aquí.

—Esta bien, Akira— sonreí

Me hizo un guiño, y se fue con el empleado