Día 4, el día que Theo Bonavista se integró al grupo de Alexander Vólkod, también fue el día que Cristóbal Santana conoció a Lucy Bell.
P.O.V. Cristóbal Santana.
Los 4 jóvenes ya se han apartado lo suficiente, voy a recostarme un rato en la nieve, todo es demasiado confuso.
Poco después de llegar al purgatorio ya no tenía control de mí mismo, ese hombre me obligó a hacer cosas horribles, fui su marioneta durante un buen tiempo, y solo escuchaba los gritos de ese bruto de Guerra.
Realmente creo que no estoy hecho para esto, maté al hombre por puro enojo, pero no creo poder hacer eso de nuevo.
Según lo que me dijo ese dios, tengo que matar a una persona en cada uno de los anillos, de lo contrario la marca en mi mano empezara a arder, además, solo puedo curarme si asesino a otra persona.
No quiero hacer eso, no quiero matar a nadie, ¿Por qué tuve que tener tan mala suerte?, ¿Por qué le dije a esa luz que si quería una vida eterna?
Mi vida no fue la mejor, pero fue lo suficientemente larga, aparento mucha más edad de la que tengo, tengo 65 años y pareciera que tengo más 80, trabaje demasiado, por eso envejecí tan mal y supongo que solo quería disfrutar una vida sin preocupaciones.
No hay nadie que quiera volver a ver en el más allá, no hay nadie que llore por mí en la tierra, supongo que da lo mismo si me rindo aquí y vago un tiempo por este anillo.
-Oye, ¿Ya dejaste de pensar tonterías? -Dice una voz en mi cabeza, esa voz pertenece a Guerra.
-Por favor, cállate -Digo.
-Si quieres que me quede callado empieza a matar.
-Oíste mis pensamientos, ¿Cierto?, me doy por vencido, no quiero hacer nada de esto.
-Que aburrido, eres el portador más aburrido que me ha tocado en siglos.
-¿En serio?, que honor más grande.
-Bueno, parece que las cosas están por ponerse interesantes.
-Que bien por ti, dime, ¿Qué es lo que va a suceder?
-Se acerca la portadora de mi hermano Muerte.
-Entonces ya no tendré que oírte más.
-¿Acaso no vas a pelear?
-No, ni un poco.
-Hombre anímate, sería una gran pelea, ese desgraciado de Muerte es un misterio para mí, nunca habla conmigo, pero todos sus portadores son unas auténticas máquinas de matar, todos sus portadores han llegado a Terra Nueva.
-¿Terra Nueva?, ¿Acaso no era Terra Nova? -Digo entre risas.
-Es igual.
-Veo que no eres muy listo Guerra.
-¿De qué sirve la inteligencia cuando eres lo suficientemente fuerte para hacer que las cosas sean como quieres que sean?
-Gracias por compartir uno de tus pensamientos absurdos, mi estimado inquilino.
-¡Ponte de pie y ve a pelear!.
-No, por cierto, Guerra, cuantos de tus usuarios han llegado a Terra Nova.
-Solo los más grandes guerreros de la humanidad, digamos que un 60% de mis portadores.
-Vaya, ese Muerte es mucho mejor que tú, su índice es de un 100%.
-Por eso quiero que pelees, mata a la portadora y ayúdame a dañar sus estadísticas.
-Que patético, pareces un niño haciendo un berrinche porque no es capaz de vencer a su hermano en un juego.
Guerra grita enfurecido.
-¡Púdrete maldito fósil! -Grita.
-¿Sabes?, en realidad tú eres mucho más viejo que yo, anciano -Digo en tono burlón.
Guerra se queda en silencio.
Me pongo de pie y empiezo a buscar con la mirada esa portadora, pero no consigo ver a nadie. Si es tan fuerte como dice Guerra debe ser intimidante.
Algo distrae mi atención, escucho un murmullo cerca, demasiado cerca, como si alguien estuviera murmurando directamente en mi oído.
-Oye Guerra -Digo- ¿Escuchas eso?
Guerra no contesta.
-Vamos Guerra, no seas tan gruñón, solo seré un portador más que no llego a Terra Nueva -Digo de forma burlona.
El murmullo se vuelve cada vez más molesto.
-Guerra, responde idiota.
Guerra empieza a gritar como desquiciado, grita palabras que no soy capaz de entender.
-Santana -Dice Guerra después de detener sus alaridos- Si tu no quieres divertirte, yo tomare el control de ahora en adelante, al fin he logrado romper el sello.
Mi visión se torna opaca, mis piernas no me responden, no soy capaz de respirar adecuadamente. Trato de hablar pero las palabras no sale de mi boca.
-Esto es algo que normalmente solo hace el estúpido de Hambre -Dice Guerra- El solo pensar que tengo que copiar sus acciones me enferma, pero eres el humano más patético que jamás haya conocido, Santana.
Apenas y puedo escuchar las palabras de Guerra, no siento ninguna parte de mi cuerpo. Todo está negro, es diferente al control de ese hombre, siento náuseas y mucho dolor de cabeza.
-Seguro te sientes agobiado por mi inmenso poder -Dice Guerra- Todos los humanos pueden soportar la voracidad de Hambre o el ego de Triunfo, pero muy pocos pueden soportar mi ira.
Guerra guarda silencio un momento, no puedo ver lo que hace, pero creo que está buscando a la portadora.
-¡Excelente! -Grita- ¡Ya encontré a la portadora, vamos a saludarla, Santana!
P.O.V. Lucy Bell.
Estoy a punto de entrar en el anillo de nieve, pude pasar sin problemas el anillo desértico gracias a la ayuda del señor Muerte.
-Señor Muerte -Digo- ¿Puede escucharme?
-Alto y claro pequeña -Dice el señor Muerte desde mi cabeza- ¿Qué sucede?
-Solo quería agradecerle por guiarme, de no ser por usted seguramente ya me habría rendido.
-No tienes nada que agradecer pequeña, es para mí un honor poderte ayudar.
El señor Muerte es muy amable, habla conmigo todo el tiempo y se preocupa por mí.
"Pequeña, déjame aliviar tu dolor, quiero guiarte a un lugar en el que puedas ser feliz" esas fueron las primeras palabras que me dijo el señor Muerte.
Él me dijo que tiene 3 hermanos con los que no puede hablar, o algo malo les pasaría a ellos, por eso siempre habla con sus portadores para poder tener amigos que recordar.
Es triste que a pesar de que tiene una familia no puede disfrutar con ellos, no me ha dicho el porqué, solo dice que seguramente sus hermanos morirían si escucharan su voz.
Él me dijo que al hablar con sus portadores no lo hace de forma verbal, él es capaz de transmitir sus pensamientos solo a los seres humanos. De esa manera es capaz de comunicarse conmigo.
-Señor Muerte, ¿Falta mucho para llegar?
-Estamos a unos pocos metros pequeña, tendrás que caminar unos 5 o 10 minutos más.
-Entendido señor.
El señor Muerte me relata historias de sus antiguos portadores, algunos de ellos, son personajes que conozco de los libros de historia.
-Señor Muerte, ¿Todos ellos utilizaron tu relicario? -Digo mientras sostengo el collar de perlas que él me obsequió.
-Así es pequeña, pero tranquila, no tienes que usarlo si no quieres, si lo deseas puedo salir para protegerte en cualquier momento.
-Gracias.
Acelero el paso lo más que puedo mientras sigo escuchando las historias del señor Muerte.
P.O.V. Muerte.
La pequeña Lucy está cada vez más cerca del 3er anillo, mientras más avancemos, menos personas habrá, y más seguro será para ella.
Tantas cosas horribles por las que tuvo que pasar, es injusto, y ella sigue sonriendo, aún tiene esperanza, a pesar de que murió, aún tiene ganas de vivir, quiero llevarla hasta Terra Nova y que pueda olvidar todo lo que le causó dolor alguna vez.
La presencia de uno de mis hermanos nuble mi mente, es Guerra, esto es malo, sus portadores siempre son un gran problema.
-Lucy, debes caminar un poco más de lo planeado -Digo.
-¿Qué sucede? -Pregunta ella.
-Uno de mis hermanos está cerca, es Guerra, tenemos que alejarnos antes de que sea demasiado tarde.
-E-Entendido.
Lucy empieza a correr a su derecha, pretende rodear al portador de mi hermano.
-Hola pequeña -Dice una voz.
Ya es demasiado tarde, el portador encontró a Lucy. Ni siquiera pude oírlo, ¿Cuántas personas a matado ya?
El hombre está cubierto de sangre. Tiene el cabello lleno de canas y sus ojos solo emiten ira.
-¡Hermano!, ¿¡Puedes escucharme!? -Dice el hombre.
¿Hermano?, Guerra no pudo ser capaz, su trato no le permite tomar control sobre su portador, él tuvo que romper su sello para hacer eso, ¿Por qué el haría algo así?
Lucy empieza a correr lo más rápido que puede, pero no tiene caso, en cualquier momento Guerra nos alcanzara.
-Lucy -Digo- Déjame salir.
Lucy niega con la cabeza.
-¡Lucy ese tipo es muy peligroso! -Exclamo- ¡Por favor déjame salir para ayudarte!
-¡No! -Grita Lucy- ¡Yo también puedo escuchar tus pensamientos señor Muerte!, ¡Se que si peleas con tu hermano lo puedes matar, y luego el desaparecería! -Lucy está llorando- ¡No quiero que pierdas a tu hermano por mí!
-Lucy es solo un fragmento de mi hermano, no le pasara nada a él.
-¡No me mientas!, ¡Ni siquiera usted tiene idea de lo que pasara señor Muerte!.
-Lucy, por favor -Digo- No pienses en mí, piensa en ti esta vez.
-¡No lo hare!, ¡Me estas pidiendo que obligue a mi amigo a hacer algo horrible por mí!
Lucy tiene razón, no sé lo que le pasara a Guerra, cuando los fragmentos vuelven a nuestros cuerpos originales, todo lo sucedido queda guardado en nuestras memorias.
La única forma en la que puedo vencer a Guerra antes de que le haga daño a Lucy es hacerlo oír mi voz.
Si mi voz llega a la memoria del cuerpo original de Guerra, el morirá. Es solo una teoría, pero es posible.
No quiero perder a mi hermano, pero le prometí a Lucy salvarla.
-Supongo que tendré que hacer trampa Lucy -Digo.
Tendré que romper el sello y así desencadenar mi poder.
-¡Oye pequeña, eres muy lenta! -Dice Guerra.
Guerra con un solo salto logro alcanzar a Lucy.
Lucy cae sentada de la impresión.
-¡Hermano! -Grita Guerra- ¡Para ser el único de los 4 que puede elegir su portador me parece que elegiste una que no parece tener oportunidad! -Dice a carcajadas- ¡Enana, te daré 30 segundos para que me demuestres de lo que eres capaz!
Guerra siempre es así de confiado cuando se trata de humillar al más débil.
Querido hermano, tu confianza será tu perdición con esos 30 segundos podre romper fácilmente el sello. Resiste Lucy, yo te salvare.