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Chapter 868 - Historia Paralela La Caída Capítulo 71: Próximo trabajo.

Agatha que estaba leyendo los informes, frunció el ceño al sentir tantas miradas y levantó la cabeza viendo que varios jóvenes adultos la miraban y murmuraban entre ellos.

Ella estaba en el patio de la nueva Academia de Héroes fundada por el Héroe y Director Aarón Vincent.

Ella no era una heroína y creía que su esposo era más héroe de lo que era ella, pero para el público en general, la Luz de Plata representaba un signo de heroísmo y proeza que estaba a la par con los más altos.

Y más ahora que ella apareció en varias ciudades de Egipto para salvarlas con un hechizo que cubrió ciudades enteras… Ella ascendió al rango SS cuando sucedió la calamidad no-muerta y no tuvo opción cuando hubo tanta destrucción.

"No debería haber venido." Murmuró Agatha sentándose en un banco en silencio.

Quizás era por su disposición o expresión, pero nadie se acercaba a pedirle autógrafos o fotos y para ella era bueno.

Si fuera sincera prefería seguir trabajando en Egipto y si bien las cosas se habían calmado, la situación era de por sí grave.

Muchos murieron durante la calamidad y cada uno de ellos se volvían a levantar, pero el problema no eran los no-muertos, sino que los jugadores que estaban usando este momento para moverse.

Ella había recibido varios informes de gremios de jugadores en naciones como Irak e Irán compraban armas militares. Países como Pakistán, cuyos gobiernos eran una mezcla de influencias de jugadores y fuerzas externas, o Turquía, cuyos militares estaban también influenciados o comprados por gremios, se encontraban vendiendo armas.

Tal acto no era nada comparado a los mayores vendedores… Las mafias del continente americano y a diferencia de las dificultades de algunos países, ellos no andaban con juegos.

Sudamérica era controlado por mafias y sus gobiernos eran corruptos a un nivel sin precedente y las mafias vendía las armas de esas naciones a los gremios de jugadores.

Quizás las armas de fuego no dañarían a un rango B o A, pero si encantaban las balas y las armas la situación cambiaba y quizás con la suficiente potencia de fuego podían ser lo suficiente para marcar la diferencia.

La compra y almacenamiento de armas por parte de los gremios de jugadores significaba una sola cosa… Guerra.

Tarde o temprano esos bastardos harían la guerra y si no era entre ellos sería en contra de sus vecinos y lo más aterrador era la influencia que Malik Zamora, el líder del gremio The Eternal Guards tenía en los demás gremios de jugadores.

Era tanta la influencia que nadie podía suponer cuáles eran las acciones de ese líder y cualquiera que fuera su decisión, las repercusiones serían enormes.

Agatha suspiró mirando el cielo y sintiendo el sol en su rostro.

"…"

Justo cuando vio a su esposo salir de una de las salas de entrenamiento acompañado del Director Vincent y rodeado de profesores, alumnos y varios invitados extranjeros, ella vio que su reloj holográfico parpadeaba varias veces.

Ella lo abrió y volvió a fruncir el ceño al darse cuenta de que no había llegado ninguna notificación y no había problemas.

"¿Sucede algo, querida?" Preguntó Antón con una suave sonrisa.

Ese hombre alto se había pelado completamente y como llevaba una camisa ajustada, los músculos podían ser vistos.

Ella saludó al Director Vincent que llevó al séquito que lo seguía a la siguiente sala y ella miró a su esposo de pie a cabeza.

"¿Tratas de enamorar a las estudiantes?" Preguntó Agatha levantando la ceja.

El físico entrenado y los músculos que resultaban con facilidad, la expresión y los rasgos del hombre lo hacían ver como un hombre maduro y experimentado, pero lo que destacaba no era su rostro, que para varios era promedio, sino que la sonrisa y los ojos tan apacibles y tranquilos.

"Dame un par de años y te aseguro que mi apariencia será la de una joven colegiala universitaria." Dijo Agatha al ver que la expresión seria de su esposo temblaba.

El hombre conocido como el Gigante de Acero la miró detenidamente tratando de contener la vergüenza y luego, al suspirar, se acercó y le dio un beso.

Ella no estaba mintiendo. Ahora mismo ella estaba rejuveneciendo cada vez más y la energía mágica en su cuerpo prácticamente la estaba convirtiendo en una joven mujer lejos de su edad real.

Y probablemente llegaría el punto de que ella se convirtiera en una joven mujer y si bien su esposo no rejuvenecía, tampoco envejecía, así que si seguían de esa forma podían hacer uno que otro juego de roles nocturnos.

"¿Te preocupa algo?" Preguntó Antón al verla tan pensante.

Agatha lo miró y al encontrarse con los ojos negros de su esposo dio una suave sonrisa.

Que estuviera pensando sobre los juegos de roles que podían hacer con su esposo era una prueba de que su mente quería relajarse lejos del trabajo y de lo que sucedía.

"Un poco. Aurora ascendió al rango S y Alice no parece quedarse atrás. Me preocupa en lo que ellas se están metiendo." Dijo Agatha con un tono serio y mirando a su esposo, mencionó. "La calamidad no-muerta, las acciones de los gremios de jugadores y también la falta de respuesta de nuestra nuera… Hay muchas cosas de la que estar preocupada."

No estaba mintiendo. Las preocupaciones no venían de lo que sucedía a este mundo, sino como sus hijas podrían intervenir en esos asuntos.

Aurora decidió de inmediato ir cuando vio lo que ocurría en Egipto y Alice la siguió y era probable que ellas no pararan y más cuando Aurora era un rango S.

Por ahora, Agatha evitó que se inmiscuyera en asuntos como era matar momias y zombis que surgieron, pero era inevitable que la situación escalara y llegaría el momento en que esa situación fuera una en la que Aurora no le gustara.

Los jugadores y la guerra le preocupaban por las repercusiones que causarían y como estas afectarían a sus hijas.

"Había imaginado que estarías feliz de que ella no este." Dijo Antón con una mirada curiosa.

Él se estaba refiriendo a Jezabel y su nuera no estaba presente en este mundo. La razón era que todo le estaba aburriendo y su nuera prefirió encargarse de lo que fuera que tuviera planeado para su hijo mayor.

Quizás Jezabel era problemática por su inconsistencia, su aburrimiento y como a veces reaccionaba excesivamente, pero ella era dentro de todo confiable. A Agatha no le gustaba que se acercara a sus hijas, pero en este punto con el tiempo le había estado cayendo bien y era una pena que sus charlas y encuentros no estuvieran.

"De todos los dioses la prefiero a ella." Respondió Agatha y de reojo miró el reloj holográfico de su esposo que parpadeaba.

"Ha estado así desde que llegue a la academia." Dijo Antón al darse cuenta a donde ella miraba y frunciendo el ceño, preguntó. "¿Sucede algo?"

"Quizás." Respondió Agatha.

Una vez que sucedía algo podía ser el azar, pero varias veces… Agatha simplemente sonrió.

Preguntándose quien tenía el coraje de tratar de jugar con sus relojes holográficos.

******

"Gracias por arreglar mi reloj holográfico, compañero."

Una joven estudiante agradeció a su compañero que estaba detrás de un escritorio y el joven en su veintena dio una sonrisa brillante.

"No necesita agradecer, compañera. Usted pagó e hice mi trabajo." Dijo el joven y sonriendo tranquilamente al ver que la joven la pasaba varios billetes, agregó. "Recuerde tener cuidado con las redes y los mensajes. Últimamente, hay muchos virus problemáticos. Aunque bueno, si usted se vuelve a encontrar con lo mismo puede venir de vuelta."

Sonrisa brillante y un discurso digno de un vendedor. La compañera del joven hombre sonrió y luego de pagar se fue animada de no haber perdido sus archivos.

Al quedar solo en la pequeña oficina llena de drones viejos y todo tipo de computadoras antiguas, el joven contó el dinero que había ganado por el trabajo de cuidar el reloj holográfico de su compañera y lo guardó en su billetera.

¿Quién había imaginado que la Academia de Héroes diera tantas oportunidades de trabajo? La primera tanda de estudiantes mayormente eran de niños ricos cuyos padres prestigiosos los apoyaban económicamente para que maduraran.

Estudiantes de rango C o B que si bien tenían talento no se comparaba a los que recibían becas como él… Un Rango A en sus veinte años, uno de los únicos talentos informáticos de toda la Academia de Héroes y uno de los mejores de su clase.

Liam Hafen mantuvo su sonrisa y tarareó al sacar su dinero y contarlo. Le encantaba el dinero, pero los estudiantes de la Academia de Héroes eran una diminuta y pequeña fuente de ingresos, que le era útil para uno o dos drones menores.

Las ganancias que sacaba afuera desde que abrió su red de información lo estaban volviendo rico y las tareas ponían sus habilidades a su límite, pero esto no era suficiente.

Era bueno, pero podía ser mejor y para serlo, necesitaba tomar riesgos.

"¡Liam!"

Él reaccionó ante el grito desde la entrada de su oficina y se giró para mirar a su compañera y una de las pocas personas a la cual él no podía detener.

"¡Mi compañera Serena! ¡Bienvenida!" Exclamó Liam con una sonrisa brillante y viendo que la joven mujer no sonreía, preguntó. "¿Sucede algo, compañera?"

Su tono tan animado y respetuoso hizo que la mujer frunciera el ceño y ella activó su capacidad, desactivando todas las computadoras y relojes holográficos, llevando a que Liam que estaba trabajando con su IA en secreto, sonriera aún más.

"Escuche que sigues quitándole dinero a otros estudiantes." Dijo Serena al cruzarse de brazos.

"Creo que has escuchado mal. Ellos traen sus relojes holográficos y yo me encargó de solucionar sus problemas y eliminar los virus e incluso recuperar sus archivos personales. Todo por un pago. Es trabajo." Respondió Liam sonriendo mientras se apoyaba en el escritorio.

La mujer lo miró y…

"La mayoría de los virus son de tu creación. He escuchado que se han extendido fuera de la Academia. Si las cosas siguen así, tendrás problemas." Dijo Serena con un tono serio.

"¿Tiene alguna prueba de su acusación, compañera?" Preguntó Liam y viendo que su amiga fruncía el ceño enojada, sonrió. "Vamos, no es para tanto. La próxima actualización del reloj holográfico eliminará esos virus."

Él se encargaba de borrar los virus y ayudar a sus compañeros, pero ellos no necesitaban saber que el creador de la mayoría de los virus de la academia era él y era lo mismo con varios virus que se vendían en internet.

En ese sentido no era su culpa que ellos fueran descuidados, aunque tampoco era algo que las seguridades normales de los relojes holográficos podrían detener y por tal razón era necesario que la gente fuera a individuos como ellos… Liam creó un problema y también daba la solución todo en uno.

Un mercado propio.

"¿No sales beneficiada? Debe haber estudiantes que van a ti por ayuda." Dijo Liam y viendo que Serena se cruzaba de brazos frunciendo el ceño, señaló. "Bien. Tú ganas. Daré uno que otro descuento por tiempo limitado."

Serena frunció el ceño y luego suspiró molesta, pero en vez de quejarse se sentó al frente y lo miró seriamente.

"Escuché que has estado saliendo mucho de fiesta estas semanas y que has estado trabajando en asuntos turbios. Uno de nuestros compañeros te vio en un bar de mala muerte." Dijo Serena con una mirada preocupada y un tono serio.

"¿Celosa?" Preguntó Liam con una sonrisa orgullosa, pero ella no cambió de expresión.

"Preocupada. Liam no sé en qué te estás metiendo, pero hazlo con calma. No te metas con cosas que están más allá de tus capacidades." Dijo Serena con una voz que sonaba a un pedido.

La preocupación y la tensión de la joven mujer hizo que él dejara su sonrisa y mirara directamente a Serena con una expresión seria.

"Ambos somos diferente, Serena. A ti no te gustan los riesgos y prefieres la seguridad, pero yo creo que hay que tomar riesgos. Me encanta el dinero, pero… No puedo decirle no a un desafío." Dijo Liam y sonriéndole tenuemente a su amiga, agregó. "Y no te preocupes por mí. No terminaré muerto. No soy un objetivo fácil y si la cago, probablemente no nos lo veremos, pero seguiremos en contacto."

¿Cómo fue que ella descubrió que él estaba metiéndose en asuntos turbios? Independientemente de quien le contara, no podía hacer nada más que seguir adelante.

Tenía un trabajo y lo había estado planeando durante meses enteros y ahora lo estaba cumpliendo.

Fue a un bar de mala muerte y se encontró con un Sabio con el cual se embriagó y fue de fiesta durante varias semanas por diferentes bares de toda la Ciudad Atlántida… Y fue en esa fiesta con tan prestigioso sabio en la cual él aprendió lo suficiente como para que su plan iniciara.

Sin embargo, este trabajo no debía ser mencionado y si fallaba, él tendría que dejar todo y escapar, prácticamente borrándose por completo.

Aun así, no moriría tan fácilmente.

"Eres… Un idiota." Murmuró Serena y levantándose, comentó. "De igual forma no vengas a buscarme a la academia si la cagas. Yo y unos compañeros crearemos una red de información. He conseguido la aprobación de los jefes de arriba."

"Y te quejas de mi trabajo." Replicó Liam.

Que ella consiguiera la aprobación de los jefes de arriba no apuntaba al Director Vincent, sino que, a las autoridades de la ciudad, lo que significa que ella trabajaría ilegalmente con la aprobación de la Empresa Cosmos y de la ciudad Atlántida.

Hacer un trato con las autoridades que prácticamente gobernaban la ciudad para conseguir permiso de crear una red de información ilegal no era algo que cualquiera pudiera lograr.

"Me encubriré diciendo que es una empresa de seguridad." Dijo Serena y viendo la hora, ella lo miró. "Cuídate. No seas estúpido y no la cagues. De última, si necesitas trabajo ven a mí."

"Claro, si necesitas dinero para financiar tu empresa dímelo. Te lo daré." Replicó Liam y ella soltó un bufido antes de irse.

Serena era buena y probablemente era la mejor para evitar ser atrapada por otros, pero ella no hacía trabajo arriesgados. Siempre tenía en mente su seguridad y la de su gente, aceptando trabajos no complicados y ganando decentemente, pero él era diferente.

Estaba solo y lo estuvo durante mucho tiempo. El único que debía preocuparse era por sí mismo.

Así que tomar riesgos y aceptar desafíos era posible y más si las ganancias eran altas… Ese pensamiento lo hizo a él abrir su reloj holográfico y luego de poner varios códigos, una proyección se abrió a gran escala.

Su IA siguió con el trabajo que estaba haciendo.

Usando los relojes holográficos de los dos visitantes de gran importancia que vinieron hoy a la Academia de Héroes, él estaba extendiendo su influencia para cumplir su siguiente trabajo.

Infiltrarse en el sistema de seguridad más alto de la tierra… Infiltrarse a la Iglesia del Tiempo y el Espacio que estaba protegido por la Empresa Cosmos.

Ese era su próximo trabajo.