"El Undécimo Portal Abismal en Inglaterra finalmente fue cerrado. A pesar del tiempo, las bajas se mantuvieron en mínimas. Los miembros de la expedición se encuentran en cuarentena, pero esperamos escuchar sus historias pronto."
Aurora, que estaba en la entrada a una sala de descanso, escuchó el noticiero de televisión y vio como diferentes oficinistas hablaban entre ellos.
Ella estaba en uno de los pisos de la Empresa Cosmos y como el edificio estaba modificado con magia espacial, las oficinas tenían diferentes habitaciones con diferentes comodidades.
Esta sala de descanso tenía un televisor de gran tamaño, sillones y sofás para descansar cómodamente y varios empleados estaban reunidos escuchando la noticia.
Hace un par de días Érica y los miembros de la expedición finalmente salieron y cerraron el portal.
Aurora había leído un informe sobre los sucedidos y la verdad fue que estaba bastante sorprendida. No por lo que se encontraron en el interior, ya que ella misma había visto un ser extremadamente poderoso en el décimo portal abismal.
El 'Árbol' que los Zarquianos adoraban cubrió todo el mundo con sus hojas y ramas para protegerlo.
Sin embargo, lo que la sorprendió y alegro fue su amiga. Érica Reynolds tuvo una mayor participación en este portal, una participación que estuvo a la altura de los rangos SS y era imposible que no fuera categorizado como tal cuando ella mató dos rangos SS.
"Me ha superado." Murmuró Aurora mientras volvía a caminar por los pasillos.
Su tono fue bromista y contento. Se alegró de que Érica mostrara sus habilidades y si bien no sabía que tal correcto eran los informes que ella recibía, creyó que su amiga era capaz de lo que decían.
En parte fue que su madre la dejo ir a la torre y si lo que decían de su hermano sobre que era un gran archimago era cierto, entonces pudo haber progresado en esa biblioteca, si es que no obtuvo ayuda de alguien más.
Aurora, al pensar que su cuñada estaba en la torre mágica de su hermano, no supo qué hacer.
Si lo que ella vio en su sueño fue verdad, entonces su cuñada estaba verdaderamente aquí y su presencia parecía ser una ocasión excepcional. Ella se abstuvo de seguir reflexionando en ese tema.
No quería hablar de su cuñada que probablemente la esperaba, ni tampoco de su maestro, el espacio blanco, su sistema y…
"…"
Ella se volvió a concentrar para evitar esos pensamientos. En su mente solamente estaba ella, aun así, reflexionar sobre todos esos temas era demasiado para este momento en donde solamente quería relajarse.
Y que estuviera en las oficinas de la Empresa Cosmos vestida con un saco negro, una camisa blanca y una falda blanca usando el estilo que ella se imaginaba como la de una oficinista era la clara prueba de que no quería pensar demasiado.
Lo bueno fue que Érica pidió que no vayan a verla y no lo hizo porque no los quería cerca, sino que, todo lo contrario. Su amiga quería alejarse de la política de Inglaterra, las reuniones de aristócratas y los estaba usando a ellos como excusa para escapar a Zerzura.
Así que cuando Érica saliera de la cuarentena, ella viajaría a Zerzura y Aurora al tener tiempo decidió visitar la empresa.
Lo hizo de sorpresa no queriendo que Kairos preparara nada y si bien su novio probablemente sabía que estaba aquí, ella quería venir de sorpresa.
Llevaba cerca de una hora explorando y la verdad era que las oficinas de la Empresa Cosmos eran verdaderamente atractivas.
"..."
Aurora pasó por una entrada de una sala de descanso y vio a los oficinistas descansando.
Algunos hablaban entre ellos y miraban televisión, otros estaban usando el casco de realidad virtual mientras estaban sentados en el sofá y algunos de ellos estaban sentados en almohadones en el suelo mientras trabajaban con sus relojes holográficos.
Otros tomaban refrescos y comían uno que otros aperitivos que podían sacar de las mini heladeras en la sala y ella al seguir caminando se encontró con las oficinas.
Estaba en el decimonoveno piso del edificio que era la sede de la Empresa Cosmos y todo este piso eran las oficinas de la empresa subsidiaria dedicada al diseño y desarrollo de juegos.
En el edificio cada piso pertenecía a una subsidiaria diferente y todo el piso conformaba la Empresa Cosmos de forma global.
Como el espacio estaba extendido en el interior se encontraban distintas oficinas y equipos o departamentos dentro de esas empresas y lo que le sorprendió a ella era la diferencia de estilo del trabajo que cada piso tenía.
A diferencia de otros pisos en donde se notaba que se exigía tener cierto estándar en la vestimenta o en donde trabajaban más metódicamente, aquí había más libertad.
Los diferentes equipos de desarrolladores tenían sus propias secciones de oficinas y al pasar uno podía ver como los desarrolladores trabajaban, ya fuera en sus escritorios o comunicándose entre ellos dándose ideas.
La vestimenta era más casual y centrada en la comodidad, lo que hizo que ella que vino vestida ligeramente formal pareciera fuera de lugar.
A ella le gusto este ambiente y si tuviera que elegir en donde le gustaría trabajar escogería una empresa con este ambiente de trabajo.
Aunque en cierta forma ella no tenía las habilidades ni la capacitación para trabajar aquí o en las mayorías de las subsidiarias, excepto aquella encargada de las mazmorras y los usuarios de habilidades. Subsidiaria que existía y que estaba en uno de estos tantos pisos.
"¿A dónde vamos ahora?" Murmuró para sí misma al acercarse a un portal.
Como había múltiples pisos y el interior de los pisos tenían numerosas oficinas y salas, existían portales cada varias habitaciones y las personas podían elegir viajar a otro portal cercano o ir a otros pisos.
Ella, a diferencia de los otros, también podía viajar con la diferencia de que no tenía ningún límite para elegir.
Al acercarse al portal y usar su reloj holográfico para conectarse al portal, vio los diferentes pisos y también secciones.
Cada piso con una subsidiaria diferente y luego en los pisos subterráneos estaban desbloqueados para viajar a los laboratorios. Cada laboratorio tenía su nombre propio e iban desde el desarrollo de armas hasta desarrollo experimental de armas químicas o de genética.
Laboratorios que probablemente estaban clasificados para el exterior estaban disponibles para ella y Aurora en este punto no estaba sorprendida.
La Empresa Cosmos tenía al Sabio Lucius que estaba conectado con el Dios de la Tecnología y también tenían la tecnología quoariana y ellos la aplicaban o investigaban. El laboratorio de armas químicas era uno de los tantos ejemplos de tecnología restringida y oculta.
Y Aurora leyó los diferentes laboratorios y luego al descender vio secciones con nombres curiosos como 'hangar' o 'laboratorio estelar' y ella tuvo curiosidad de ir al hangar.
¿Si iba al hangar se encontraría con aviones de combates o aquel objeto desconocido que liberó un láser en las tierras sin ley y de la cual se rumoreaba que pertenecía a la Empresa Cosmos?
Como esos rumores se trataban de la Empresa Cosmos, que era dueño de la Ciudad Atlántida, las redes se quedaron en silencio y no extendieron ese rumor muy diferente a su intento de asesinato y los rumores de su video.
Video que en este punto probablemente se había extendido sin parar y que la insistencia de la iglesia y la Empresa Apicius estaba deteniendo.
"..." Ella respiró hondo y rascó la cabeza y exhalo.
Hablar del video significa que ella tenía que hablar de la verdad. Del hecho de que el tiempo retrocediera, de que el Sumo Pontífice apareciera en ese momento a pesar de que ella no tenía ninguna relación con él.
No solamente tendría que hablar de ello, ya que el Sumo Pontífice podía tener sus razones, pero un hecho estaba claro. No fue él quien retrocedió el tiempo, sino que alguien lo hizo y si ella quería encargarse del video, sentía que tenía que hablar con ese alguien.
Y esa charla la asustaba un poco, no por el estatus o la fuerza de aquel con el que debía hablar, sino que las preguntas que tenía. Preguntas personales que estaban relacionadas con su persona y otras preguntas relacionadas con temas más amplios.
¿Su sistema la engañó y la manipuló? Que tuviera esa pregunta ahora mismo mostraba que no estaba en el estado emocional correcto para hablar civilizadamente con él.
Ella no creía que él la engañara, su sistema utilizó otra forma de referirse a sí mismo, pero no lo hizo con mala intención ni con deseos de engañarla o manipularla y ella no podía imaginar algo así cuando siempre él la cuido en su forma tan ingenua y que ahora ella lo estuviera pensando dejaba ver que ella todavía no estaba en el mejor estado emocional.
"Permiso."
Aurora se hizo a un lado inconscientemente al darse cuenta de que estaba evitando que otras personas pasaran al portal y ella reaccionó de inmediato.
Su mente estaba hecha un desastre en este momento. No estaba en el estado correcto que a ella le gustaría para hablar con él, ni con sus maestros, pero ya era tarde para ignorar la verdad.
Que su sistema la hubiera dejado completamente mostraba que él la conocía lo suficiente bien como para saber que no podían volver atrás.
"Vamos a dejar de pensar en el tema." Murmuró Aurora al elegir un laboratorio de investigación de genética.
Ella entró en el portal no queriendo distraerse con sus pensamientos, preguntas y dudas que no podía responder ahora y no era que no pudiera porque alguien o algo se la prohibiera, sino que ella no estaba lista para las respuestas.
"Siempre fui esa clase de persona." Murmuró al llegar al otro lado.
Siempre fue la clase de persona que prefería ignorar la verdad que estaba al frente de ella. Lo hizo con su sistema y sus capacidades, también lo hizo con sus maestros y era especialmente obvio en el caso de sus maestros.
Ellos eran extremadamente fuertes y tendrían que ser superconocidos en la tierra, pero no lo eran. Era más, su maestro ni siquiera sabía dónde quedaba el continente africano, a pesar de que decía que vivía ahí y ambos tenían un mayor conocimiento de otros mundos, de lo que probablemente tenían de la tierra.
Aurora no era ingenua. Ella supo desde hace mucho tiempo que sus maestros no eran normales y aunque no lo mostrara, tuvo sus dudas con su sistema y también tuvo sus suposiciones.
Ella se volvió a concentrar mientras caminaba por el pasillo y vio las diferentes secciones.
En el pasillo estaban diferentes puertas y los nombres de los laboratorios estaban grabados ahí. Cada puerta estaba encantada con magia espacial que conectaba al laboratorio y por la poca cantidad de científicos que estaban en el área, fue claro que esas puertas eran una de las múltiples entradas al laboratorio.
Ella no entró a ninguno. No quería descubrir los secretos de la empresa y si bien estaba habilitada para acceder a cualquier área, usar los privilegios que su novio le daba no era algo que le agradara.
Al igual que antes no molestó a los trabajadores de las diferentes oficinas y simplemente fue una espectadora, esta vez fue similar y como no quería entrar a ningún laboratorio siguió su camino hasta que encontró otro pasillo que dirigía a un comedor mediano.
Al entrar al comedor, ella vio a un robot mecanizado a la espera para servir los diferentes tipos de comida.
"¿Desea algo?"
La voz robótica tan plana le llamó la atención y ella eligió carne y una ensalada tan solo para quedarse mirando como el robot lo preparaba.
El robot tenía manos humanas, pero el torso era delgado y desde la cintura para abajo tenía una parte metálica amplia con ruedas. Ella había visto robot de construcción antes, así que no se sorprendió por lo avanzado, sino que por la agilidad y experiencia al moverse.
Servirle lo que ella quería en un plato, ordenarlo bien y luego darle la bebida fue hecho en un momento.
"¿Bastante increíble no? Fue un diseño del departamento de robótica." Aurora, al escuchar la voz, se giró y la mujer que le había hablado antes, le sonrió. "¿Nueva? No pareces ser de la sección del laboratorio. ¿Vienes de arriba?"
La mujer era alta, de cabello marrón y ojos azules. Tenía un cabello largo y llevaba una túnica blanca, que daba la impresión de ser mayor de lo que realmente parecía.
Rondaba en su veintena, pero el cansancio y las ojeras le daban una sensación de una mujer adulta mucho mayor.
"¿Desde arriba?" Preguntó Aurora con curiosidad.
No era la primera vez que alguien le hablaba, pero la empresa no era tan rigurosa con la seguridad. No era que la necesitara, ya que para llegar a cualquier piso posiblemente se necesitaba tener autorización y no era fácil de conseguir.
"Sí. Así es como nos referimos a aquellos que vienen de las oficinas." Respondió la mujer y recibiendo la comida que el robot le había guardado, sonrió. "Liz Trenus. Asistente del laboratorio."
Liz era guapa, especialmente cuando sonreía, ya que a pesar de que se notaba cansada, seguía siendo brillante y agradable.
Aurora también dio su nombre y luego le dio una mirada a la joven mujer.
"¿Trenus? ¿Cómo Aquila y Elerius?" Preguntó Aurora y viendo que la joven mujer asentía, murmuró. "Supongo que eres la hija de Elerius."
Ambas estaban caminando a la misma mesa y la joven mujer levantó la ceja al escucharla y Aurora simplemente sonrió al haber acertado.
Aurora, en su tiempo en la casa de su novio, se dio cuenta de que él no era muy sociable y de todos los conocidos, él que tenía con quien se relacionaba más era con Elerius y Aquila y ella había notado la confianza que él tenía por los gemelos.
A pesar de que era una relación de subordinado y jefe, Kairos hablaba de ellos y le contó que Elerius tenía familia.
Al sentarse, Aurora probó la comida y mientras la disfrutaba notó que la joven mujer la miraba con curiosidad.
"Pensé que dirías algo." Dijo ella y mirándola en calma, agregó. "Ya sabes, suponer que mi padre me puso aquí. Todos conocen lo elitista que es la Empresa Cosmos y todos los que vienen desde afuera piensan que estoy dentro por contacto. Mi edad no me ayuda."
"¿Es así?" Dudó Aurora y bebiendo un trago del jugo, comentó. "No pensé que otros hablaran de esa manera y más cuando Lucius es quien controla todo."
Liz le dio una mirada seria y entrecerró los ojos por unos segundos.
"¿De verdad vienes desde afuera?" Preguntó y al dudar, chequeó su reloj holográfico y la volvió a mirar.
Aurora simplemente se rio.
Liz parecía abierta y directa. Lo suficiente como para acercarse a ella y hablarle amistosamente, pero fue obvio que tuvo curiosidad sobre ella y a la vez no confió en ella. No cuando, ella entendía bien como los laboratorios se movían.
Kairos le contó que los diferentes laboratorios eran cerrados y lo era porque Lucius era muy controlador con quien permitía que estudiara su conocimiento y quién no. Así que quien controlaba todo no eran personas influyentes como Elerius, sino que ese científico excéntrico.
"¿Y? ¿Estoy habilitada para estar aquí?" Preguntó Aurora y riéndose suavemente, cuestionó. "¿O piensas que soy una espía?"
Ella levantó su ceja como si estuviera enojada, pero ni siquiera ocultó la sonrisa divertida que llevaba en su rostro.
"Diría que una oficinista perdida en vez de una espía." Replicó Liz en voz baja y comiendo con rapidez, preguntó. "Tengo unos minutos disponibles. ¿Quieres que te guie?"
"¿Tienes curiosidad por qué vine aquí?" Preguntó Aurora y Liz al ser atrapada, asintió.
Ella cortando la carne vio como la joven mujer estaba expectante. Liz era curiosa y se notaba a simple vista.
Quizás en parte se debía a que probablemente aquellos que estaban habilitados para moverse en esta zona eran miembros de los diferentes laboratorios y no simples oficinistas como ella parecía.
A diferencia de las oficinas, el trabajo que se realizaba en los pisos subterráneos del edificio era más restringido y clasificado.
"He venido a buscar información sobre los jefes" Dijo Aurora luego de pensarlo.
"¿El Señor Lucius?" Preguntó la joven y al ver que ella apuntaba más arriba, frunció el ceño y murmuró. "No puede ser mi padre, ya que no es el jefe del Señor Lucius, así que… ¿El Señor Cosmos?"
"¿'Señor Cosmos'?" Preguntó Aurora y esta vez fue ella la que no ocultó la curiosidad.
El modo en el que se refirió a Kairos como 'señor' dejaba ver respeto y a la vez cierto reconocimiento y para ella fue curioso.
"Sí. Desde que era joven estuvo al mando de la empresa. Incluso mi padre lo trata con respeto." Respondió Liz en calma y la miró atentamente, no pareciendo querer hablar, como si entendiera algo.
Aurora se dio cuenta de que su novio tenía el respeto de la joven y…
"Es un señor muy guapo, ¿no?" Preguntó Aurora, vio como la joven mujer trataba de controlar su expresión, pero le fue difícil.
"Tiene novia." Dijo ella y mirándola detenidamente, murmuró. "Aunque ya lo sabes."
Esta vez fue el turno de Aurora de estar ligeramente sorprendida y Liz quien se rio suavemente.
"He escuchado los rumores y también mi padre me contó un poco de ti." Reveló Liz en calma. "Aunque no me dijo tu nombre, él dijo que alguien importante vendría y por eso estuve mirando para ver si me la encontraba."
"Bueno, me has encontrado." Respondió Aurora y sonriendo, agregó. "Espero que lo que tu padre te haya contado fuera agradable."
Kairos no tenía demasiadas personas con las cuales se relacionaba aparte de los gemelos Trenus y Lucius, así que era bueno si ella les caía bien a ellos.
"Dicen que tu llegada lo ha cambiado bastante. Para bien, por supuesto." Reveló Liz al mirarla.
Aurora simplemente sonrió.
Él también la cambio para bien.