El asesino oyó el zumbido de su teléfono. Era un mensaje de texto de Rebecca. El mensaje decía "Hola JP, lo siento no puedo verte esta noche. No me siento muy bien, y sería una pena esparcir mis gérmenes. Nos vemos otra noche" El asesino bajo el teléfono. Sabía que le estaba mintiendo. ¡Esa perra! El la amaba, y sin embargo ella estaba follando con otros tipos. Sintió su visión bombeando y una incontenible ira por todo su cuerpo. Debería pagar. ¡Pagar muy caro! Entonces el asesino se calmo, y vio las cosas claramente de nuevo.
Cuando la razón prevaleció, el asesino se dio cuenta de varias cosas. Para empezar, no sabía si Rebecca estaba mintiendo. Estadísticamente, lo más probable es que estuviera con otro tipo que enferma. ¿Pero si ella estuviera con otro hombre, quien era él para culparla? Después de todo, él estaba lejos y distante, diciéndole mentiras sobre su vida, para llenar los vacios. Le gustaría ser honesto con ella, pero no podía confiarle a ella, o a nadie más su secreto.
El asesino se dio cuenta, que cuando se trataba de la fidelidad, el estaba fallando miserablemente con Rebecca. Desde que empezaron a verse, había tenido sexo con otras mujeres. El asesino no sentía ninguna culpa por el asunto, ya que estas acciones no habían sido su elección. Nunca elegiría estar con otra mujer que Rebecca; ella era su todo, y aún así el había sido infiel. Este comportamiento era por no ser libre, pero esperaba pronto ganar su libertad. ¿Y si su plan fracasaba y no le diera su libertad? Bueno, no viviría el resto de su vida como un prisionero, sería libre de una manera o de otra, incluso si fuese la libertad de la muerte. El asesino se aseguro sin embargo que su plan era a prueba de fallos, y continuo con el siguiente paso.
Encendió su computadora y pirateó las redes del CSMI. Le gustaría saber cómo iba su investigación. Parecía que todo el mundo era ajeno a su existencia. Su ignorancia era satisfactoria para el asesino, ya que demostraba que sus crímenes eran perfectos, pero también era poco inspirador, por la emoción del juego que estaba jugando. Abrió el archivo de James Locker. Ese tonto tendría que pagar el último precio, pero sería el último. El asesino quería que James se diera cuenta del porque tenía que morir, si no todo seria inútil.
El asesino se había decidido. Dejaría a la policía con otra pista, y luego esperaría unos pocos días, para continuar con su siguiente objetivo. Esto fue porque sentía pena por su próximo objetivo, que no merecía morir. Debido a esto le dejaría a ella unos pocos días más para vivir, y tal vez el destino aseguraría su supervivencia de esta manera. El asesino creó una nueva entrada en el expediente de la policía, y escribió lo siguiente "Gran trabajo oficiales, ahora conozco lo que ustedes saben. ¡Buena suerte para que me encuentren! / El Asesino". Después de hacer esto, el asesino se sentía entusiasmado y satisfecho y se fue a la cama.