La tarea de John Dean fue contactar con Mosman Scrooge Security (MSS), la empresa de seguridad responsable por custodiar la mansión de Di Maestro. El llamó a la compañía, y lo refirió en un mensaje de voz a un número de emergencia. Llamó a ese número, y lo refirieron a un tercer número, porque ayudar en investigaciones policiales, no era una emergencia de acuerdo a las normas de MSS. John miró su reloj. Mostró las 7 am, y probablemente la oficina de MSS, abriría a las 10 am. John contemplaba sus opciones. Podría llamar por horas, y recogería argumentos con una interminable lista de números telefónicos, o podría ir a casa, y desayunar con su familia, tomar una corta siesta, y visitar las oficinas de MSS en horario de trabajo, y obtener la ayuda que necesitaba. John eligió el enfoque diplomático y sencillo "esperaría el horario comercial", consciente que la demora, dejaba en riesgo que el sospechoso saliera fuera del país. "Bueno, en este caso, no habrán más tiroteos en el aeropuerto" se dijo a sí mismo con tranquilidad.
A las 10 am John Dean entró en las oficinas de MSS, y se reunió con el gerente de asuntos públicos, Richard Monroe. Richard Monroe resultó ser muy útil, y la siguiente conversación ocurrió:
John Dean:
- Estoy aquí por el asesinato en la mansión Di Maestro.
Richard Monroe:
- Sí, he oído hablar de eso, ya que fue nuestro equipo, quien reporto el crimen a la policía. Es una gran tragedia para uno de nuestros mejores clientes.
John Dean:
- Bueno, lo entiendo. Como es que los guardas de seguridad, aparecieron tan rápido en la escena del crimen, ¿el asesino activó una alarma?
Richard Monroe:
- No estamos seguros sobre esto. Porque una alarma se disparo, y cuando esto sucede, todas las cámaras de seguridad ocultas o visibles, envían una transmisión en vivo a nuestro comando central, esto fue lo grabado. Pero cuando lo grabado llegó, ya Miranda Di Maestro estaba muerta, y el autor no se ve.
John Dean:
- Interesante, ¿alguna teoría de como sucedió esto?
Richard Monroe:
- Bueno, o las cámaras estaban rotas, o el asesino sabía lo que estaba haciendo. Parece que desactivo remotamente toda nuestra seguridad, mató a la señora Di Maestro, y luego paso desapercibido.
John Dean:
- Ya veo. ¿Y cómo podría hacerse esto, exactamente?
Richard Monroe:
- Bueno, ningún sistema es más fuerte que su eslabón más débil. Dado que los sistemas de seguridad fueron ordenados para ser controlados remotamente, podrían haber adivinado la contraseña correcta. Muchas personas no son buenas, escogiendo buenas contraseñas.
John Dean:
- Ya veo, ¿Por qué se activó la alarma entonces?
Richard Monroe:
- Estamos investigando esto ahora. Fue activado por la misma persona que había desactivado el sistema, o por un fallo del sistema. Tendremos que hacer una investigación interna, y volver con ustedes está tarde.
John Dean:
- Por favor; aquí está mi tarjeta. ¿Algo más que añadir?
Richard Monroe:
- Si, Hubo un incidente más temprano en la tarde, con un hombre borracho amenazando a la víctima, Miranda Di Maestro, por el intercomunicador, por lo que se vio obligada a llamar a seguridad. Este evento activó la cámara por diez minutos, hasta que nuestros hombres la apagaron. Por favor, tome está memoria USB con el video.
John Dean:
- Muchas gracias. Ha sido de mucha ayuda; por favor, llámeme más tarde hoy, cuando tenga sus análisis completados.
Richard Monroe:
- Así lo hare, señor, buena suerte con la investigación.
Después de la conversación, John volvió a su auto, para ver el video del incidente anterior, en la mansión Di Maestro antes en la noche. El podía ver a un hombre borracho en la calle, maldiciendo y pateando una botella plástica vacía. John inmediatamente reconoció al hombre "Oh, mi Dios es Michael Fuller!", se dijo a sí mismo, volviendo a caer en la silla, en apuros para decidir qué hacer.