Chapter 38 - CAPÍTULO 38- Un nuevo Sandro.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 38

Entro a la casa y todas mis compañeras se acercan a mí.

—¡Daniel, gracias por revivirnos!- Dicen todas, excepto Rem y mi abuela.

Las chicas me abrazan... Qué cariñosas son... Supongo que necesito un poco de cariño en estos momentos.

—No se preocupen, no fue nada... ¿De quién es esta casa?

—Una anciana nos la rentó.- Dijo Rem.

—Aunque nos cobrará mil monedas de oro porque nos permitió pagarle después.- Dijo Sara.

Las estafaron... El oro no vale mucho en este mundo, pero mil monedas por una habitación fea, es algo inaceptable... Pero bueno, con tal de ayudar a una anciana, supongo que no importa.

—Vaya, vaya... Ya veo... Vámonos. Qué alguien saque su teléfono para ver el mapa.

—Los demonios nos quitaron nuestros teléfonos.- Dijo Cris.

Rem se acerca a mí.

—L-lo siento, yo tenía tu teléfono, así que los demonios también me lo quitaron.

Suspiro... Mierda, ya no tenemos teléfonos... Será complicado.

—Ya no puedo crear teléfonos... Bueno, pues supongo que no podemos hacer nada al respecto... Tendré que volar a ciegas, sin saber el rumbo... Vámonos.

—¿Por qué ya no puedes crear teléfonos?- Dijo Sara.

—Luego se los digo.

Salimos de la casa... Tendré que llevarlas a todas volando... ¿Cómo lo haré?

—Será difícil llevarlas a todas volando... Tengo una idea. Vamos, necesito madera.

Minutos después.

Entramos en un bosque y toco un gran árbol.

—Crea.

Transformo el árbol en tablas de madera y sus hojas caen al suelo.

—Bien.

Toco las tablas de madera.

—Crea.

Transformo las tablas de madera en un carruaje de madera.

—Bien... Suban, las llevaré volando con este carruaje.

—¿Podrás?

—Supongo. Suban, por favor.

Las chicas se suben en el carruaje, menos Daniela y mi abuela.

—Nosotras te acompañaremos volando.- Dijo mi abuela.

—Para que no lleves tanto peso.- Dijo Daniela.

—Muchas gracias.

Me acuesto en el suelo y empiezo a arrastrarme para ponerme debajo del carruaje... Creo que, usando magia, seré capaz de levantar este carruaje... Debo intentarlo.

—Muslar asio. Arches Nexus.

Empiezo a elevarme y levanto el carruaje poco a poco.

—Es un poco difícil, pero puedo soportarlo.

Me elevo rápidamente, y Daniela y mi abuela vuelan debajo de mí. Están usando sus alas de ángel.

—¡¿En dónde está el norte?!

Daniela me señala la dirección con su dedo índice.

—¡Por allá!

—¡Vamos!

Me voy volando rumbo a esa dirección.

Espero que no me ataquen dragones ni perderme como la última vez.

Por favor, que nada raro pase, literalmente acabo de matar al Rey Demonio después de matar a un dictador malvado de otro mundo. Merezco un largo descanso.

7 horas después.

Veo un gran ejército de humanos... Estoy muy cansado... Tengo hambre.

Les preguntaré si tienen comida que me regalen.

—Ahí... están.

Bajo poco a poco cerca del ejército.

Aterrizo y me acuesto en el suelo.

—Necesito... descansar.

Me arrastro y me levanto.

—¡¡¿Son del ejército del Rey Finder?!!

—¡¿Eh?!

Escucho cierta voz conocida.

—¡¿Daniel?!

Sandro pasa entre los aventureros y se acerca a mí corriendo.

—¡Estás vivo!

Sandro... Sinceramente, lo odio un poco... Pero no tanto... Y se ve.. ¿diferente?

Sandro se para frente a mí y me sonríe.

—Conociéndote, supongo que ya resolviste todo tú solo.

Le sonrío... Supongo que puedo presumir lo que hice.

—Me gusta tu actitud, has cambiado, lo presiento... Y creo que no puedo decirte que no, acabé con todos los demonios del mundo y derroté al Rey Demonio.

—Realmente eres increíble... Lamento haberte molestado antes.

Me extiende su puño derecho... Quiere que seamos amigos.

—Quiero comenzar de nuevo. ¿Amigos?

Dudo por unos momentos, pero creo que Sandro cambió un poco después de su muerte... Creo que ya no lo odio.

La muerte cambia a las personas... Y Sandro se disculpó con las chicas que acosó... Él cambió.

Chocamos los puños.

Tener amigos hombres es una de mis metas... Y Sandro es conocido como uno de los mejores aventureros. Tenerlo como amigo me beneficiará.

—Amigos.

—Por cierto, ¿qué te pasó en el ojo?

Bueno, eso es un secreto.

Creo que no puedo decirle la verdad... Aparte, seguramente nadie me creerá si digo que una Diosa me lo dio a cambio de mi corazón puro.

Me rasco la cabeza.

—No lo sé... Simplemente se volvió así... No sé por qué.

—Qué raro.

Sandro se da media vuelta y grita.

—¡¡Daniel derrotó al Rey Demonio!! ¡¡Estamos libres de demonios!!

Libres temporalmente.

Todos los aventureros gritan y celebran.

Sandro me abraza con su brazo derecho.

—¡Debemos celebrar!

Una fiesta... Me agrada la idea. Me muero de hambre, y quiero comer.

—Está bien... ¿En dónde estamos?

—Nos dirigíamos hacia la frontera... Siendo sincero, no sé en dónde estamos.

—¿Cuánto llevan caminando?

—Tres días.

—Ya veo... Bueno, necesito tiempo para pensar, los acompañaré de vuelta al reino de la Reina Kate.

Tengo sed... Volar es agotador.

Al anochecer.

Sandro no es tan mala persona después de todo, es realmente agradable. Dejó atrás su actitud molesta y ahora es más simpático... Creo que morir le aclaró un poco la mente.

Sandro, mis compañeras y yo, estamos sentados alrededor de una gran fogata. Les conté mi gran aventura en el mundo 20.

—Vaya, qué gran aventura tuviste.- Dijo Sandro.

—¡Realmente eres genial!- Dijo Sara.

—¡Derrotaste a un dictador malvado! ¡Dani, eres genial!- Dijo mi abuela.

—Fufu. Gracias abuela.

—Cristina, lamento mi comportamiento. Realmente me arrepiento de lo que le hice. Espero que me perdones.- Dijo Sandro.

—No te preocupes, te perdono.

Mi abuela es una persona muy buena, era obvio que lo perdonaría.

Me levanto... Debo avisarle a los demás lo que pasa.

—Creo que debo ir a avisarle a los demás reinos de que ya no es necesario ir a atacar Delsmo. Daniela, vamos. Muslar asio.

Daniela sube a mi espalda.

—Luego regreso, adiós. Arches Nexus.

Me voy volando de ahí... El viento está muy helado... Mierda, me voy a congelar, y no tengo ropa puesta... Bueno, de hecho, me dormí un poco cuando llegamos, y cuando desperté, se me olvidó ponerme ropa.

—Tengo mucho frío.

Las alas de Daniela aparecen y me abraza con sus alas. Sus alas son suaves y calientes.

—Daniela, tus alas son muy suaves y calientes. Gracias, ya no tengo frío.

—De nada.

—Por cierto, Daniela, eres libre.

—¿Qué dices?

—Si ya no quieres ser mi familiar, puedes irte.

—¿Por qué dices eso? ¿Qué pasa?

—En 283 días aparecerán más demonios, esos demonios son mucho más poderosos que los demonios que derroté... Es demasiado peligroso... Por mi culpa moriste una vez... Estar cerca de mí será bastante peligroso... Por eso te doy la oportunidad de irte.

—Me niego. No te preocupes, no te dejaré. Si lo que dices es verdad, necesitarás mi ayuda. Te prometo que entrenaré duro para no ser una molestia.

—No estás obligada a hacerlo.

—Pero quiero hacerlo... ¿Quieres alejarte de las demás...? ¿Quieres estar solo? ¿Es lo que planeas hacer?

—Es lo que iba a hacer... Ellas murieron por mi culpa, y no quiero que mueran de nuevo por mi culpa.

—Ellas te aprecian mucho, estoy segura de que no te guardan rencor... No te odian... Aparte, ellas tienen un gran potencial, pueden convertirse en grandes aventureras con el entrenamiento adecuado.

—Supongo que tienes razón... Ya veremos.

Una hora después.

Veo el ejército del Rey Finder.

—Creo que ese es el ejército del Rey Finder. Daniela, baja e informales de la situación actual. Yo iré a Soular.

—Está bien.

Daniela baja de mi espalda y se dirige al ejército volando... Mierda, tengo frío otra vez.

—Tengo frío... Debo aguantarme.

Mas de 3 horas después.

Veo un gran ejército de semihumanos. Veo al Rey Dreifus. Él está sentado sobre su caballo, y está usando una camisa negra, que se ve algo caliente... Qué envidia.

—Llegué.

Aterrizo frente a él y su caballo se detiene.

—¡Daniel, ¿en dónde estabas?!

Baja del caballo y se acerca a mí.

—¿Por qué estás vestido así? ¿No tienes frío...? ¿Y qué le pasó a tu ojo?

—Frío sí tengo, pero no se preocupe... Siendo sincero, no sé por qué mi ojo se volvió así.

Se quita su camisa negra.

—Toma.

—No podría.

—No te preocupes, tengo más ropa guardada entre mis cosas.

Tomo la camisa y me la pongo.

—Muchas gracias... Está caliente.

—Usa magia para calentar tu cuerpo... ¿En dónde estabas?

—Es una larga historia, pero en pocas palabras, derroté a todos los demonios del mundo y también derroté al Rey Demonio.

El Rey parece demasiado impresionado con la noticia.

—¡¿Qué?!

—Es la verdad.- Digo sonriendo.

—¡Genial, eres genial!

Me abraza con fuerza.

—¡Mis hijas son muy afortunadas!

Cierto, estoy comprometido... Mierda.

Lo había olvidado.

—Regresen, ya no es necesario ir a atacar Delsmo.

—¡Claro!

—Entonces... Supongo que la boda será en unos días, ¿no?

—Por los acontecimientos ocurridos... Creo que la boda será en cuatro días.

—Está bien... En cuatro días regresaré a Soular. Adiós.

—Cuídate, Daniel... Y gracias por salvarnos.

Le sonrío.

—No se preocupe...

Me alejo caminando de él... Me casaré sin sentir amor... Es demasiado triste.

—Arches Nexus.

Me voy volando de ahí... Mejor no pienso más sobre ese tema... Solo espero que las princesas no me obliguen a tener sexo con ellas. No tendré sexo con personas que no amo. Perderé la virginidad con la persona que ame de verdad.

—Daniel derrotó al Rey Demonio.

El Rey sonríe.

—Ese chico no deja de sorprenderme.