Así pasaron varios meses en donde el amor de Camile y Oliver crecía día a día, la rutina no les permitía estar todo el tiempo juntos como ellos querían pero aprovechaban cada instante para demostrarse el amor que se tenían.
Maylen crecía tan hermosamente, las empresas progresavan a pasos agigantados, la felicidad y la prosperidad llegó a sus vidas para compensar todos aquellos momentos tristes que habían quedado atrás.
Camile, Oliver y sus padres estaban tan atareados estos últimos días ya que el sábado era el 1° cumpleaños de la princesa de la casa, de la adorada Maylen, todos estaban tan felices , prepararon lo mejor para ese día.
Llego el tan ansiado Sábado, todo había quedado perfecto , Maylen estaba preciosa con su vestido de princesa y una pequeña coronita, la fiesta transcurrió en forma excelente todos se reían y la pasaban lo mejor posible, Maylen pasaba de brazo en brazo todos querían tenerla cerca si es una niña tan dulce que todos la adoran, Camile y Oliver tomaron en brazos a Maylen y se acercaron donde estaba el pastel todos juntos cantaron el Feliz cumpleaños, luego de las fotos y de muchas risas, el cumpleaños llego a su fin todo había salido perfecto, Maylen se quedó dormida después de el día tan cansador y feliz que tuvo.
Oliver y Camile se sentaron en la sala y conversaron como lo hacían siempre por un bueno tiempo, se pedían consejos mutuamente para todo y intercambiaban ideas muy frecuentemente, su matrimonio era muy feliz amaban todo lo que tenían y sobre todo se amaban con locura, Camile miró fijamente a Oliver y le dijo Mi destino eres tú, él la beso tiernamente y le dijo tu eres lo mejor que me pudo pasar, se quedaron abrazados por un largo tiempo sin decirse palabras solo estar así era sufiente para ellos, al estar tan cansados se quedaron dormidos en la sala.