'Si le preguntas a una persona, "¿Te gustaría saber quién fuiste en tu vida anterior?" entonces casi todos responderán, "Sí. Estoy muy interesado".
Pero pocos de ellos piensan en lo que realmente significa. Porque saberlo y recordarlo son cosas completamente diferentes.
Especialmente cuando lo recuerdas y no puedes olvidar. Cuando recuerdas los eventos que ocurrieron hace décadas como si ocurrieran solo ayer. Cuando recuerdas personas que estaban cerca de ti y que ya no están vivas.
Cuando la persona que te considerabas, esa persona ya no existe.
El que solías ser es para siempre en el pasado.
Entonces, ¿de qué sirve toda esta memoria? ¿Cuál es el punto de recordar lo que se fue hace mucho tiempo? También quiero saber la respuesta a esta pregunta.
Espero poder algún día entender por qué todo fue como fue y cuál fue la razón por la que sucedió.'
. . .
La niña abrió los ojos y sintió que estaba acostada en las manos de un hombre. La llevaba a lo largo del largo corredor gris, y solo la luz tenue y parpadeante de las lámparas que colgaban a lo largo de la pared daba algunas señales de vida en este vacío silencioso.
Ella miró al hombre. Su rostro no mostraba emoción. Ella ya había visto una foto similar. Él la miró y sonrió.
Sí, ella ya había visto esos ojos y esa mirada. Había una vez. Hace tanto tiempo, que incluso ella ya lo había olvidado.
El hombre abrió la puerta de la habitación, trajo a la chica adentro y cerró la puerta. La acostó en la cama, de pie en medio de la habitación.
La niña trató de abrir los ojos, pero todas las fuerzas parecían haberla abandonado, y ella ni siquiera pudo hacer eso.
Su mente estaba lista para desconectarse en cualquier momento, y lo último que escuchó fueron las palabras que el hombre le susurró al oído:
"Es hora de despertar, mi pequeño gatito. Has dormido demasiado. Estoy cansado de esperarte".
Puso la música tranquila y los sonidos de una melodía clásica sumergieron a la niña en un sueño profundo y olvidado.