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Chapter 3 - °•Capítulo 3•° •'[Miedo]'•

Caminaba arrastrando mis pies hacia el instituto cuando en el camino me encontré con un cansado y molesto Axel que me dió un pequeño golpe en el hombro. Yo lo ignoré, estaba muy cansado para sus tonterías pero empezó a jalarme el brazo para detenerme y no pude hacer más nada que mirarlo serio esperando una excusa valida.

—¿De verdad vas a ir a la escuela después de lo de ayer?-dijo con el ceño fruncido, que gracioso.

—Sí, claro, porque yo fuí el que le dió la paliza a ese idiota.-nótese el sarcasmo.

—Oye, sabes que nos culparán a todos.-me miró decidido tratando de convencerme.

—Entonces que nos culpen juntos, no pienso volver a mi casa, al menos no hoy.-lo miré enojado el sabía cómo era mi relación con mis padres, no había necesidad de hablar más de eso.

—Vamos a mi casa.- me miró con desdén volviendo a jalar mi brazo.

—Primero, sueltame y segundo, ¿qué hay de los demás? ¿Qué pasa con Skyler?- dije enojado, no me gustaba que me obligara a hacer cosas.

—Llegarán ahora, ya les envié un mensaje, vamos amigo no es la primera vez que nos escapamos.- me sonrió, pero sus ojos reflejaban riesgo y aventura, qué más podría desear.

—Maldita sea, esta bien, ¡pero más te vale darme algo de beber!- grité exasperado.

Él sabía que amaba meterme en problemas por eso odiaba esa detestable sonrisa que en el fondo usaba para manipularme y caer en sus trampas. Nada de lo que el hacía me molestaba, solo que me metiera en sus peleas, oh vamos soy un flacuchento que se cae con un soplido obviamente no me iba a gustar. Por fin decidió soltar mi brazo y caminó en la dirección contraria a la escuela, claramente, yo lo seguí, que idiota de mi parte. En el camino nos pusimos a hablar de estupideces ya que realmente no es algo relevante hablar de relaciones y menos conmigo.

—¿Amigo es normal estar tan idiota por una persona?- preguntó riendo y empujando mi hombro.

—Realmente no lo sé, nunca me he enamorado de alguien.- me encogí de hombros indiferente a lo que dije.

Se hizo un silencio sepulcral, pero no era malo, él decidió ignorarme y seguir pensando en su Bella. Yo nunca tuve alguien para pensar en esa persona, solía alcoholizarme demasiado para mantener algo serio, lo intenté, claro que sí, pero las personas se cansan, se desgastan y al final se quiebran. Una vez casi me enamoré pero cuando me miró a los ojos me dí cuenta que esa persona no servía para estar en este mundo y no hizo más que morir porque era su deseo. 

Cuando llegué a la realidad me dí cuenta que ya habíamos llegado a su casa y me detuve para seguirlo adentro. Su casa no estaba lejos de la escuela pero todos íbamos caminando, vivíamos en lugares normales pero Axel vivía en una zona un poco peligrosa, aún así no importaba mucho. Yo fuí directamente a su habitación, anteriormente había estado en su casa, incluso había dormido ahí varias veces y sus padres a ésta hora por lo general estaban en el trabajo. Él llegó unos minutos después, yo estaba viendo mí móvil boca abajo en su cama cuando sentí todo mí aire irse, el se había tirado sobre mi aplastando mí cara contra la cama.

—¿Con quién habla Romeo?- tomó mi teléfono para ver qué hacía pero solo veía Instagram.

Y recordé las cosas que había en la galería cuando empezó a revisar mi teléfono, lo empujé quitandolo de encima y le arrebaté mí móvil enojado.

—¡No vuelvas a tirarte sobre mi, pedazo de idiota!- le grite muy enojado y me senté en la cama, decidido, mi teléfono ahora tendrá contraseña.

—¿Qué sucede? ¿Por qué te enojas tanto?- dijo confundido y se sentó frente a mi.

—No es tu maldito problema.- lo miré con el ceño fruncido.

—Claro que lo es, ¿somos familia o no? ¡No seas un imbécil ahora Phoenix!- me gritó aclarando que me había pasado de la raya, porque sí, muchas veces era un imbécil.

No quise responderle y simplemente mantuve mi ceño fruncido bloqueando mi teléfono. Sé que no debo tratarlo así pero estaba muy asustado de que él y sobre todo él se enterara de lo que había hecho... O de lo que hicimos. Él volteó los ojos y se tiró en la cama viendo el techo, sin decirme nada, tal vez él pensaba "Para qué hablar con un imbécil que siempre será imbécil" Seguramente algo aún peor, pero tuvo que decir esas malditas palabras.

—Eres un buen hermano... A pesar de no mejorar, eres bueno.- y el muy maldito me sonrió.

Quería decir algo, pero no sabía si no podía o si tenía miedo, y el timbre me interrumpió, así lo pensé a pesar de que no planeaba decir nada. Axel se levantó a regañadientes a abrir a lo que serían los demás, mientras, yo clavé mi rostro en las almohadas gritando a todo pulmón, siempre lo hacía, sentía que me liberaba pero nadie me escuchaba, como un infinito vacío dónde solo las estrellas podían verme retorcerme, en éste caso la almohada.

Escuché voces acercarce pero no le presté atención y me quedé boca abajo en la cama, perdiendome en mis solitarios pensamientos. Pero nooo Phoenix White no puede descansar con personas cerca, sentí como una pesada mano me golpeaba una de mis nalgas por lo cual yo me quejé y me senté rápidamente mirando a los demás con rabia.

—Oh vamos galán, trajimos cervezas.- Nora me sonríe mostrando los paquetes de cerveza.

—¿Había necesidad de una maldita nalgada?- dije mirando a Nora enojado.

—Oye, oye, que fue Elli.- dice subiendo los brazos como si tuviera un arma.

—Entonces ven aquí y emborrachemonos.- la miré y le sonreí.

Nos acomodamos los cinco en la cama de Axel, obviamente él abrazado con Sky, Ellie con su cabeza en las piernas de Nora y sus piernas sobre mí, parecíamos un nudo pero así estábamos cómodos. Hablabamos de cosas triviales y todos bebíamos mientras reíamos, claro que, en algún momento nos tendríamos que ir porque los aguafiestas de los padres de Axel nos echarían pero teníamos hasta la noche así que no nos importó mucho beber de más.

En un momento Nora se acercó a mí y tenía una mirada preocupante, parecía triste pero decidida, yo no sabía si hablarle o esperar que ella me dijera algo, pero solo nos miramos. Sentí que hablamos con las miradas, ella quería hacer algo pero en el fondo de su mirada había miedo, de repente los míos también reflejaron furia y miedo. Ella era como una hermana mayor para mí y nos entendíamos perfectamente pero a veces ninguno de los dos sabía qué hacer porque ambos éramos un desastre. Tomó un gran trago, de esos que piensas "si me emborracho lo olvidaré" Y supuse que necesitaba ayuda, tenía miedo porque no sirvo para ayudar a las personas, pero ella es familia. A pesar de que todos ellos sean familia les oculto algo que no debería ocultar, algo que puede destrozarnos, tenía miedo del peso que cargaba y de lo que podría ocasionar.

Tenía miedo de empezar a estar inseguro, inseguro de no poder mantener éste secreto.