2 meses después
Las últimas semanas Denisa poco a poco estaba mejorando, iba a ver a Juliette al centro por mucho que su hija se negara al verla cuando estaba más consciente, ya que el traumatismo cerebral la tenía con muchos problemas y las veces que estaba más despierta rechazaba la visita de esta, mandandola al infierno millones de veces.
Daphne seguía yendo a superar sus miedos y traumas junto con la psicóloga, la pérdida del bebé y el casi secuestro de Juliette han hecho que la muchacha se le cayera el corazón al suelo destrozándose como pedazos de cristales junto con lágrimas de dolor y anhelo. Jason muchas veces asistía con ella para superar juntos las pérdidas para seguir subiendo cada día más el ánimo.
Los hermanos seguían con sus proyectos, también con sus vidas, sin darle mucha importancia a Juli, tampoco la querían visitar, a pesar de que estuviera vigilada las veinticuatro horas del día, no deseaban mantener el contacto con la menor.
El lunes Jason y Daphne de nuevo asistieron a ver a la psicologa, pero esta vez salieron con una buena sonrisa, el motivo; un viaje para distraer las penas. Mientras salían de la consulta, caminaban por la ruidosas calles de Nueva York conversando sobre este tema algo más divertidos y animados. Debatieron varios países y continentes ya sea americanos, asiáticos, africanos, sin olvidarse de europa también. Dafi se le ocurrió una magnífica idea, pensó en su magnífico y hermoso país, país europeo con mucha historia de dioses, con leyendas, sin dejar de lado los fascinantes colores vivos. Grecia.
— Quiero que veas a mi familia y los paisajes que Grecia te puede ofrecer. — añadiló algo más entusiasmada. Jay esbozó una sonrisa con ternura mientras la miraba con ojos brillosos de amor, la amaba y con locura.
— Me parece genial, honey, ya lo sabes.
— También que pruebes las exquisitas comidas, que veas los extraordinarios paisajes, ¡Oh! Desearía pasear por el olimpo conti… — Jason al verla tan agitada y nerviosa por querer decir de todo, la detuvo atrayéndola hacia él y capturó su boca con deseo y cariño. Ella lo rodeó y luego escondió su rostro en su pecho, disfrutando de la calidez que Jay podía ofrecerle —Te quiero mucho — habló aferrándose cada vez más a su novio mientras el chico cerraba los ojos gozando de la compañía de su pequeña Daphne.
— Créeme que yo te quiero más.
♥
Después de tantas horas de viaje llegaron a Grecia. Daphne agotada arrastraba su equipaje, en el avión había dormido poco por la emoción y Jason parecía estar igual de cansado pero aún podía resistir. Deseaba llegar a la ciudad de Atenas donde se alojarían a un hotel y una semana después estarían en Santorini.
Los abuelos insistían en pasarlos a buscar e ir directamente a Santorini pero Daphne se negaba mil veces, estar en la capital era lo que más apetecía, más tarde irían a ver a la família.
Al arribar a la habitación del hotel, la joven arrojó sus pertenencias y se dejó caer sobre la cama bastante agotada, pero estaba bien y la emoción seguía por los aires. Jay la observó soltando una sonrisa, la observó de arriba a abajo, llevaba puesto un chándal corto y sobretodo cómodo, cosa que hizo que se mordiera el labio porque apesar de todo lucía atractiva.
Se acercó a su novia tumbandose sobre ella teniéndola bajo él, de espaldas.
— No lo entiendo. — dice Jason apartando su melena poniéndola de lado dejando su cuello a su vista para empezar a esparcir besos sobre su suave piel, que ya estaba erizada. Ella soltó una risilla adorable, le provocaba cosquillas el aliento de Jay sobre su piel, se encontraba feliz.Complaciente.
— ¿Qué es lo que no entiendes? — preguntó curiosa. Jason le dio una palmada en el culo, juguetón.
— No entiendo cómo puedes ser tan hermosa, inocente y tan jodidamente sensual a la vez. Explícamelo. —Dafi rió divertida ante tal respuesta sin saber que contestar, no se consideraba inocente, pero si él lo decía era por algo.
Empezó a mover sus caderas rozando su culo contra la dura erección de su novio. Delicioso.
— ¿Qué es lo que quieres Daphne? — mordió sus labios lujurioso.
— Muchas cosas.
— Concreta.
— A tí.
Jason sonrió victorioso, quería más.
— ¿No te apetece una parte en concreto?
Daphne asiente acariciando su pene duro bajo los pantalones.
— Quiero verla en tu boca. Vamos cielo, se que lo deseas. — se levantó y giró a su novia que ya mordía sus labios sintiéndose excitada —. Responde.
— Sí, es lo que quiero.
A pesar de estar tan cansados, el deseo y la lujuria no quedaba atrás. Ambos lo deseaban.