Los sobrenaturales son una especie cuya naturaleza intrínseca están estrechamente ligado al mâyâ. La manipulación de esta misteriosa energía, considerada por ellos como el poder del origen, varía en cada individuo, dependiendo de su linaje sobrenatural y su comprensión de esta.
Debido a estas diferencias, la raza sobrenatural, se ha dividido en diferentes tribus, agrupándose según su "atributo mágico" derivado del mâyâ. En total, existen nueve tribus, cada una con sus propias características únicas.
Los sobrenaturales del placer, son una tribu experta en ilusiones y en magia mental, ellos toman los sentimientos de los seres vivos como un catalizador para maximizar sus habilidades. Estos seres se caracterizan por ser amorfos, cambiando su apariencia de acuerdo a sus necesidades y a los deseos de sus víctimas.
Cuando Sol me dijo que en su sangre corría el linaje de esa tribu, no pude evitar preguntarme cuánto de sus poderes ha heredado, después de todo, esta fue nombrada por los seres humanos, en la antigüedad, como incubus o súcubos por su gran... Capacidad para los deseos carnales.
Me pregunto cuánto de ese gusto por las cosas R-18 y sus inusuales pasatiempos, han sido influenciado por su sangre sobrenatural, lo cual, también explicaría muchas cosas raras sobre mi amiga.
Tal vez mis pensamientos estaban evidentemente escrito en mi cara ya que Sol me explica de repente "he heredado algunas habilidades de ellos, sin embargo, evito utilizarlas lo más que puedo" después hace una pausa y resalta con su voz " mis pasatiempos no tienen nada que ver con mi linaje, así que deja de hacer esa cara de comprensión".
Yo asiento, confirmando que había entendido su punto, en cuanto a mi excepticismo sobre lo veraz que es su última declaración, decido sabiamente guardarlo para mi misma para evitar discusiones innecesarias.
Al final, después de una corta conversación sobre si deberíamos informar a mis padres de esta nueva información, decidimos aclararles las cosas personalmente el próximo día libre. Luego nos dirigimos al club ya que los chicos nos esperaban impacientes por nuestra demora, estaban algo ansiosos de escuchar los detalles de nuestra no tan grata aventura nocturna.
También aproveché ese momento para contarles sobre las circunstancias de mi tía abuela. La mirada de Plutón sobre mí, fue tan intensa cuando relataba todo lo sucedido, tendría que hablar a solas con él y aclararle las cosas más tarde.
Sin embargo, ahora lo más importante era discutir sobre nuestro próximo curso de acción para evitar que esta delicada situación nos sigan afectando de manera negativa.