Estamos desarrollando varios preparativos para nuestro viaje a otro continente. Decirlo parece agotador, pero gracias a las [Puertas Demoníacas] no nos está costando nada.
Preparamos los suministros para la Embarcación Ambrasm Parabellum y empezamos a transportarlos. Fue como una mudanza, como cuando te cambias de oficina. El proceso fue bastante simple. Por eso no hay mucho que decir.
Lo acabamos todo hoy. Con solo un día de trabajo. Y luego cada miembro volvió a su posición.
Yo sudé hasta apestar con un largo entrenamiento, jugué con los niños para enseñarles lecciones valiosas y cómo luchar, probé la deliciosa cocina del [Héroe de la Cocina], y finalmente disfruté de una noche elegante con Kanami-chan.
Es el día antes de partir a una nueva tierra, pero no hubo nada particularmente inusual. Fue un día de paz.
Día 370
Después de despertar y hacer el entrenamiento matutino como siempre, tomé un baño, ya que había sudado bastante. Terminé los preparativos y armé todo frente a la [Puerta Demoníaca], todo antes de la comida del mediodía.
El grupo estaba formado por docenas de los miembros principales como Minokichi-kun y Kanami-chan, los niños Oni, Auro y Argento, junto con otros pocos miembros como Pelirroja, todos reunidos ante mí.
Cuando realizamos los preparativos, crucé la [Puerta Demoníaca] y me adentré en la Em- barcación Ambrasam Parabellum. Cuando aparecí en el océano pude ver la concurrida ciudad comercial, donde el puerto es muy popular. Atracamos la Embarcación Ambrasam Parabellum cerca de la Ciudad Laberinto Dur Gha Varia, las dos31 ciudades laberinto más cerca que he visto nunca.
Aparentemente, parece estar más viva de lo usual, o al menos es lo que logré entender luego de observar la Ciudad Laberinto Dur Gha Varia por un largo tiempo desde lejos.
Entre la gran cantidad de clientes que llenaban las calles ceremoniosos sonó la voz de un pregonero. Tras ella, los transeúntes empezaron a sonreír.
Antes de nuestra llegada, durante el festival aparentemente, sonó un silbato anunciando nuestra partida y se levantó un ancla, asegurándome así que pudiéramos zarpar en cual- quier momento. Como no hay ninguna otra embarcación como la nuestra, que recorre el mundo periódicamente, este debe ser un evento conmemorable para ellos.
Para prepararme para el traslado, me bañé en la brisa marina por un momento.
El último silbato ruidoso sonó una vez más, y una gran manivela de rueda incrementó el número de rotaciones gradualmente. Una cumbre como una montaña tomó lentamente velocidad. Lentamente, pero lo hizo. Y nuestra proa empezó a girar poco a poco hacia el vasto océano.
Al escuchar el silbato me percaté de la situación. La Ciudad Laberinto Dur Gha Varia de- seaba que todos los marineros llegaran a salvo al destino de su travesía. Por eso empezaron a tocar la canción que un famoso [Juglar] del pasado había escrito.
El sonido de los instrumentos musicales se mezcló con las voces de los hombres del mar. Era un alegre y confortable sonido, enérgico, el cual era placentero para oír.
Mientras se despedían de nosotros a tal gran escala, empezamos nuestra búsqueda de deliciosos nuevos ingredientes que aún no conocemos. Partimos a un nuevo continente.
31 La embarcación es un laberinto en sí.