Hoy es nuestro cumpleaños. Ha pasado un año desde que reencarné. De repente los re- cuerdos corrían por mi mente. Han pasado muchas cosas en un año tan intenso como este.
Esa noche, que marcó el principio y el fin de mi vida, fui asesinado por Aoi, quien con- sideraba una hermana pequeña. Incluso ahora, si me pongo a pensarlo, no puedo evitar preguntarme cómo acabó ocurriendo todo. No le guardo rencor en absoluto por matarme. Incluso me preocupa si la arrestaron por homicidio. El único culpable soy yo por ser tan manso como para dejarme matar. Aoi, que era casi como una hermana, me apuñaló. Pero aunque lo hubiese hecho con algún tipo de arma militar, debería haber opuesto algo de resistencia.
Cuando intento averiguar el porqué de mi comportamiento esa noche, mi mente se nubla. Los recuerdos de esos momentos no son muy precisos. Parece ser que por algún tipo de interferencia no puedo quitarme la duda de la cabeza. Por ello he decidido dejarlo a un lado. Se ha vuelto demasiado problemático.
Como sea, después de morir reencarné en un pequeño goblin, luchando por sobrevivir. Y tuve varios encuentros y desencuentros. En este mundo pude darme cuenta de lo dura que es la vida, así como la muerte que la acompaña.
Rememorando el pasado, me encontraba comiendo con Minokichi-kun y Kanami-chan. Todo empezó comiendo orugas como desayuno. Zampando junto a todos nuestros com- pañeros. Incluidos los que dejaron de crecer, siendo goblins sin avanzar en su [Evolución].
La carne estaba muy bien preparada, servida sobre sus jugos. Habiendo comido todo lo que he comido hasta ahora, los [Tesoros Sagrados] y la carne de dragón juegan en otra liga, pero esta carne tenía un sabor nostálgico a los días de recién nacido.
Mientras estaba profundamente inmerso en estas emociones, me fijé en la cara de todos los que estaban sentados alrededor. Cada uno parecía estar comiendo las orugas teniendo algo en mente. Había quienes simplemente disfrutaban del bocado, otros tenían sus caras teñidas de pesar. También, quienes miraban a la nada, hacia el cielo, o quienes solo son- reían. Había reacciones de todo tipo.
Se repartieron varias orugas por cada goblin. Como había solo unas pocas, una vez las ter- minaban, iba sirviendo un poco de licor demoníaco en las copas de cada uno. La misma cantidad que una copa de sake. Puede parecer un poco injusto ya que sus cuerpos no eran todos del mismo tamaño pero era inevitable debido a la cantidad de alcohol disponible. Fue como poner a prueba nuestra paciencia.
Una vez todos tuvieron su copa servida, bebimos a la vez. Igual que con las orugas, la reacción de cada uno fue diferente. Hubo quienes se relajaron bebiendo el delicioso sake. Otros dejaron caer lágrimas de gratitud por poder disfrutar del selecto licor demoníaco, pues no estaba al alcance de su estatus. Algunos ascendieron de lo más alto por el golpe, más allá de cualquier cosa que hubieran experimentado jamás. Y finalmente los hubo que temblaron del éxtasis. Aun así, algunos nos servimos más bebida, como yo.
Burasato y Supesei no estaban sentadas en nuestro círculo, lo cual me molestó un poco. Pero celebrar nuestro cumpleaños era mi principal preocupación. Solo por hoy, mi prota- gonismo era indiscutible. Con el evento que hubo por la mañana, de la misma manera que ayer, me pasé el día divirtiéndome hasta la tarde.
Cuando el cielo se tiñó de rojo tuvo lugar la parte más emocionante del festival: las finales del torneo de lucha. Ubicamos el campo de batalla en el Campo Exterior de Entrenamien- to. Reforzamos su terreno para que fuera más duradero, pudiendo incluso reducir los daños provocados por sus ocupantes para así poder luchar sin contenerse.
Vengador y Pelirroja sobrevivieron al torneo y llegaron a las finales. Eran una combina- ción de puntos fuertes y puntos débiles, la lucha entre dos personas que se habían abierto paso a través de sus habilidades daría lugar a un duelo final realmente intenso. Con todo lo que habían progresado desde que empezaron, no se sabía quién tendría la ventaja.
Como si se hubieran puesto de acuerdo, ninguno utilizó sus habilidades, solo técnicas de combate puramente físicas. En este aspecto, no había mucha diferencia entre ambos. Si tenemos en cuenta su género, Vengador cuenta con una resistencia más alta, pero se ve superado por Pelirroja en términos de agilidad y flexibilidad.
Mientras Vengador mantenía una postura cómoda y firme, Pelirroja se movía a su alre- dedor a gran velocidad, intentando romper su equilibrio. Sus piernas eran lo único que Vengador podía seguir, con gran dificultad incluso para una bestia como él, que usaba ambos brazos para poder abarcar todo su campo visual. Si hubiera dejado tan siquiera una apertura, Pelirroja hubiera hundido sus garras y colmillos en el cuello de Sigurd como una verdadera bestia carnívora. Aun así pudo defenderse de los ataques sin hacer movimientos innecesarios, desviándolos lateralmente o bloqueándolos.
Finalmente el festival concluyó con la victoria de Vengador. Es una lástima que Pelirroja haya perdido, yo estaba de su parte. Su crecimiento ha sido destacable. Comparable al de Minokichi-kun y Kanami-chan. No puedo evitar pensar en lo débil que era Pelirroja al principio. Bueno, puede que la próxima vez consiga ganar, a pesar de lo que los demás esperen de ella.
Como sea, entregamos el premio a Vengador y pasamos al último evento del segundo día del Festival del Nacimiento. Era algo simple: apuntar a un objetivo colocado dentro de un círculo de unos tres metros de diámetro en un límite de tiempo. Eso es todo. Ah, y el objetivo era yo.
Por supuesto solo bloquearía sus ataques ya que no podía moverme del círculo. Los parti- cipantes podían lanzar varios ataques simultáneamente a larga distancia. Aunque aquellos que se atrevieran también podrían intentar el combate cuerpo a cuerpo.
Si alguien conseguía asestar tan solo un golpe, se ganaría recompensas de jefes de mazmo- rras, o el equivalente a lo que ellos quisieran. Así de relevantes serían los premios.
Y así empezó el último evento, conmigo esperando a ser abatido.
En el gran bosque, donde el ruido es incesante incluso por la noche, pasé el último día divirtiéndome. Acabar el día simplemente hablando entre nosotros no habría sido una buena manera de terminar.
Por cierto, la primera en pasar la prueba fue Kanami-chan. Como era de esperar, no logré evadir algo como congelar el aire. ¿Qué sería lo que quería ganar?
Bueno, eso solo significaba que pasar la prueba era posible.