Hoy quería comprobar el buen funcionamiento de cada instalación de la base.
No parecía haber ningún problema en particular en el «Aeropuerto», que es la base aérea de los dragones, ni tampoco en la «Mina Original» o el «Área Residencial», que es donde viven los miembros en el asentamiento. Ahí todo estaba bien, no había nada que contro- lar. Como suelo ir con frecuencia al «Campo Exterior de Entrenamiento» a practicar los combates a gran escala, ya sabía que allí tampoco pasaba nada. Ayer visité el «Taller» de los herreros, así que tampoco era necesario que fuera hoy. El «Complejo Termal Parabellum» ha aumentado recientemente el flujo de clientes elfos, por lo que será mejor que lo visite más adelante, cuando se vuelva a estabilizar.
Con todo, los lugares a los que me dirigí fueron los siguientes:
1. Las «Grandes Plantaciones» donde Doriane y los enanos agricultores cuidan de los cultivos.
2. El «Rancho» donde tenemos a nuestros familiares mágicos: lobos, caballos, osos y otros monstruos como los coccorones, a los que criamos como animales domésti- cos.
3. La «Fábrica» donde producimos en masa distintos productos usando esqueletos ne- gros como mano de obra.
4. El Bazar que es el lugar donde vendemos estos productos y también sirve para preparar vendedores para trabajar fuera de la base en un futuro.
5. Y la «Primera Mina» que es la puerta de entrada para atravesar una montaña que lleva a otra mina un poco más lejos.
Estos fueron los 5 lugares de patrulla.
Primero fui a las «Grandes Plantaciones». Habíamos cultivado en ellas una gran variedad de vegetales, sobre la tierra de los bosques. Tal vez fuera la influencia del Gran Bosque, tal vez el efecto de nuestras mejoras con piedras espirituales en el suelo, o tal vez ambas cosas, pero nunca había visto unos cultivos creciendo a tanta velocidad. Y lo más importante, la calidad de la cosecha era excelente.
Las verduras salen deliciosas y se han convertido en productos populares incluso en el ex- tranjero. Se ha convertido en una fuente de beneficios bastante respetable. Nuestro fuerte es que no dejamos que el sabor caiga con el tiempo, cuando las verduras se pasan, porque disponemos de una logística sin igual que las pone a disposición de todo el mercado en un periquete.
Corren rumores de que ya es la marca de verduras más vendida. Estoy pensando en con- tactar directamente con algún restaurante conocido para cerrar tratos comerciales.
Dada la facilidad de producir rápidamente grandes cantidades de comida de calidad, tan solo con las plantaciones nuestra economía ya sería autosuficiente, por lo que son una de las instalaciones más importantes.
Los que trabajan aquí son principalmente enanos agrícolas, Porevikus, así como los siste- mas humanos y vegetales, etc. que adquirieron el trabajo [de granjero] para ayudar y cosas por el estilo.
Aquí trabajan principalmente enanos agricultores, previcos, humanos y plantoides con la profesión de [Granjero]. Todo el mundo dice que prefiere el trabajo en la granja que el combate peligroso o las relaciones molestas con clientes. Les estuve ayudando durante un tiempo, llegué a sudar y todo, y me encontré trabajando alegremente con una sonrisa.
Hombres de mediana edad con cuerpos entrenados en el campo balanceaban su azada junto con los otros trabajadores más jóvenes. Cosechan a un ritmo tan rápido que aun viéndolos era difícil de creer. Además, hacen reuniones para mejorar los procesos y las verduras obtenidas. Tienen un entorno de trabajo envidiable.
Al finalizar la visita en las «Grandes Plantaciones», mi siguiente destino fue el «Rancho». Aquí fue donde comenzamos con los familiares mágicos, por lo que criamos a bestias como coccorones y bullfurs.
Me encontraba mirando el establo, cuando observé las condiciones de crecimiento de sus animales y los documentos de los miembros que trabajan aquí. Para mejorar el sabor de nuestro ganado, ni que fuera un poco, cada ensayo y error que los trabajadores intentaron estaba escrito en estos documentos, junto con el resto de lo que hacían cada día y noche en el «Rancho». Y las investigaciones estaban dando resultado.
Algunos de los documentos exponían el sabor de los cambios en la comida que se le da al ganado, qué hacer para crear un ambiente libre de estrés, cómo el sabor se ve afectado por la subida de nivel del animal, la lista de enfermedades que deben abordarse de ante- mano, y así sucesivamente. Han descubierto muchas mejoras.
Les eché una ojeada rápida y les pedí que continuaran con el buen trabajo. Sé el tiempo que han invertido en investigar todo eso, y la única forma de aprender es a través del fracaso.
Los veteranos demuestran ser buenos si se les da la oportunidad de experimentar. Aun- que eso no significa que los nuevos son perezosos o tienen poca energía. Todos los que trabajan duro reciben una bonificación como resultado. Ser productivo o no depende de cada uno.
Por cierto, Kumajirou y Kurosaburou también estuvieron aquí y se unieron a mí. Se divir- tieron mucho en su visita. Me tiraron al suelo y jugué con ellos un buen rato.
Kumakichi, el otro oso que pertenece a Minokichi-kun, y el amado caballo de Kana- mi-chan también estaban allí. Pero no tuvieron mucho protagonismo, pues todavía viven en el «Rancho».
Después del «Rancho», salimos hacia la «Fábrica», donde producimos distintos artículos sin distracciones, como una máquina. La calidad está asegurada en nuestra producción en serie a un precio fijo.
Hay muchos otros productos superiores a los productos que producimos aquí, pero los nuestros son mejores porque los vendemos a un precio inferior.
La producción no tenía ninguna brecha. Mi labor fue intentar inventar una línea de nue- vos productos para desarrollar, así como aplicar alguna mejora que escuché de los miem- bros que trabajan aquí durante la visita.
Después de la «Fábrica», fuimos a la zona del «Centro Comercial». Pero no fuimos para arreglar algo, sino todo lo contrario.
Originalmente, este era un lugar para prepararse para trabajar en tiendas fuera del bos- que. Los pendientes comparten información externa constantemente, de modo que los trabajadores aprenden lo que pasa cuando un empleado sale al exterior. Con la guía de los herreros, los formadores han desarrollado una método para guiar a los nuevos miembros del equipo.
Esto era todo lo que quería ver. Luego teníamos que dirigirnos a la «Primera Mina». Está- bamos un poco lejos, así que fuimos montados en un camión esqueleto.
Al final del camino recto que construimos penetrando a través del bosque, había una montaña que no había cambiado de tamaño. Esta era una de las primeras minas ubicadas en el Gran Bosque que la amante de las minas Asue-chan encontró.
Asue-chan la encontró con otro demonio cavando más de cien metros hacia abajo, pero la descartamos durante un tiempo porque no era interesante en ese momento, ya que solo era una mina ordinaria. La abandonamos y nos dedicamos a otras cosas.
Aquí no se extraen metales mágicos raros, pero una mina sigue siendo una mina. Los in- tentos de reutilizarla han aumentado últimamente porque aquí no hay muchos problemas. De hecho, ahora la están utilizando para mejorar su minería los miembros que se convir- tieron en [Señores Terrestres Demoníacos de Mina].
Hay lugares que Asue-chan excavó profundamente hace tiempo, por lo que ya tienen mu- cho tiempo y esfuerzo ganado.
Se han vuelto populares, así que es probable que dichas instalaciones aumenten en el fu- turo. Todo para acumular conocimientos, enseñar a otros cómo proceder, cómo evitar derrumbes y otros accidentes, etc.
El día de visita llegó a su fin cuando el Gran Bosque que nos rodeaba se tiñó de rojo con el sol poniente. Pasamos una tarde tranquila frente a la mansión mascando y mordisquean- do orugas hasta que Minokichi-kun y Asue-chan regresaron por la [Puerta Demoníaca].
Decidimos comer las orugas juntos para recordar viejos tiempos. Siendo ahora un grupo de 4 demonios, Kanami-chan y yo, con Minokichi-kun y Asue-chan, nos entretuvimos con historias de nuestro ascenso de goblins a demonios superpoderosos.
Después de todo, un año de reencarnación pasa tan rápido... La era de goblins y hobgo- blins fue un período corto. Se sentía en algún lugar distante como si hubiera pasado hace mucho tiempo.