Oniwaka evolucionó. Ahora es un [Demonio Violento del Infierno (Demonio del Mal
Porvenir)].
Él siempre ha tenido un cuerpo enorme, pues era un gran ogro, pero ahora es incluso el doble de grande. Además, la musculatura de su cuerpo se ha desarrollado hasta ser tan gruesa como una armadura. Su piel es de un tono rojizo oscuro, como si estuviera teñido de sangre. Su pelo es de un color púrpura oscuro lustroso, y es fino como un cuchillo.
En la parte superior de la cabeza tiene dos cuernos que apuntan hacia arriba como gruesas estacas. Son extremadamente afilados y parecen poder llegar a perforar cualquier cosa de un cabezazo.
Sus ojos carmesí brillan con la mirada de un animal hambriento. Sus afilados colmillos han crecido en gran medida. Tanto que las armaduras metálicas no tienen ninguna posi- bilidad en su contra.
Su armadura protectora, el taparrabos, el cual usa como única pieza de ropa, ahora tiene patrones atigrados. Y como arma utiliza una bola unida a una cadena. Parece ser una he- rramienta útil para capturar prisioneros. Aunque el arma se ve pequeña en las manos de Oniwaka, el tamaño de la bola de hierro excede los 30 centímetros de diámetro y es muy pesada.
Llegué a pensar que existiría alguna habilidad que restringía el gran nivel de poder de Oniwaka, tanto físico como mental, pero ahora ya he descartado tal conjetura ya que es imposible. Si observas su arma en detalle, te das cuenta de que la cadena puede expandirse y contraerse a voluntad. Su longitud puede cambiar de 1 a 10 metros. Incluso puede usar- la como cota de malla si se la envuelve alrededor del cuerpo en su forma extendida. Sin embargo, balancear el arma en ese estado debe de ser difícil. Posiblemente podría hacerse daño mientras lo usaba si no iba con cuidado. Aunque no debería ser un problema si es constante practicando. Aun así, es realmente útil tener un solo objeto de ofensa y defensa.
No tengo mucho conocimiento sobre ese tipo de arma. Pero tan solo hay que verla para saber lo útil que es. Yo mismo he utilizado mi hilo para atacar de manera similar a veces.
Su otra arma biológica era una maza con picos. Tenía una apariencia brutal. Era enorme para sostenerla con una mano y parecía una gruesa columna de hierro con picos alinea- dos de forma regular. Su peso es tal, que desata un fuerte viento si lo balancea. Incluso si solo lo agita ligeramente, podría dañar la zona más cercana. Cuando lo haga en serio, la mayoría de la gente no podrá soportar la onda de choque y quedarán destruidos al tomar directamente un golpe suyo. Incluso defendiéndose, no saldrían ilesos con algo más que un simple rasguño.
Físicamente era muy potente, pero era obvio que no tenía la capacidad para clasificarse
como [Magia]. Podía infligir estados mentales anormales, como [Miedo], con sus ataques como rugido o el simple poder de la observación. Pero aun así, no era [Magia] de por sí.
Un [Demonio Violento del Infierno (Demonio del Mal Porvenir)] es una subespecie que se especializa puramente en estadísticas físicas. Puede confundirse por un cerebro de puro músculo. Tiene una ligera vulnerabilidad a la magia o brujería.
Sin embargo, estoy asombrado de que él no parece tener casi ningún problema con la vita- lidad y la defensa mágica. Su piel se regenera cuando se quema, lo haría incluso si quedara carbonizada entre las llamas del infierno. También puede soportar balas de cañón o lanzas de hielo o de roca con su gruesa armadura muscular.
Me inquietan un poco sus ataques mentales y cosas por el estilo, pero seguro que no ten- drá ningún problema si los complementa con artículos mágicos para controlarlos.
Se ha criado siguiendo a Minokichi y Asue, cuya carrera evolutiva es superior en aspecto físico. De alguna manera siento una sensación de desapego al ver que es casi el subordina- do de estos dos grandes demonios.
Me pregunto si me sentiría mejor teniendo más contacto físico con él. Estoy al borde de haber fallado como padre. Bueno, yo personalmente ni siquiera he vivido un año todavía. No debería estar demasiado preocupado.
Poniendo mis sentimientos personales de lado, hoy era el undécimo día de la celebración del festival.
Dado que era el último día, subí a la plataforma que construí levantando la tierra, después de haberme llenado de vitalidad con un gran desayuno a base de carne de dragón e ingre- dientes de la mazmorra. Al igual que el primer día cuando declaré la apertura de la explo- tación, miré a los miembros ordenados y di unas palabras de apreciación en el [Campo de Entrenamiento Exterior].
Al igual que el primer día, el número de miembros alineados superaban las 3 000 unida- des. Sin embargo, los miembros que participarían en el evento de hoy eran menos de 1
000, lo que representaba menos de un tercio del total.
El cuerpo de atención médica Prière, dirigido por Seiji-kun, preparó grandes cantidades de medicina mágica para proporcionar el tratamiento necesario durante el evento. Sin embargo, el mejor sistema de cura es sumergirse dentro de las aguas termales, que tienen beneficios como acentuar la resiliencia natural. Desde heridas leves como un arañazo o un golpe, hasta heridas graves como una fractura conminuta (fractura en que el hueso queda
reducido a fragmentos pequeños) o la explosión de órganos internos. Suele curarlo todo hasta el punto de no tener efectos secundarios. Por suerte, en el evento no hubo muertos por accidentes inesperados.
No obstante, nunca puedes estar seguro de si todas las lesiones son completamente re- cuperables. Existen límites para la regeneración debido a las diferencias en el grado de habilidad física entre los miembros, los hay más débiles y luego están las clases altas como Kanami-chan y yo. También influye el tiempo que tienen para descansar, y si este va más allá del límite del propio cuerpo.
Es difícil eliminar la fatiga que ya se ha aferrado a las profundidades del cuerpo con solo descansar. Hay quienes necesitan un descanso más duradero por los traumas causados por el miedo y el estrés extremos. Restando a todos ellos, quedaron estos menos de 1 000 miembros.
Y los menos de 1 000 no estaban en un estado perfecto, en su mayoría estaban lastimados y cansados. Solo que simplemente no estaban al límite todavía.
Como yo había organizado el evento, hubo momentos en los que, entre que hacía una cosa y otra, pude notar la calidad mejorada y la cantidad de poder mágico que emanaban los cuerpos de los aproximadamente 3 000 miembros alineados. Luego, de alguna manera, esta simplemente disminuyó, aunque naturalmente yo me limité a permanecer allí.
Pese a que no eran perfectos, no cabía duda de que casi todos habían mejorado una o dos etapas, o incluso tenían más fuerza que antes del festival. Muchos miembros lograron [Evolucionar], lo que nos llevaría a un mayor éxito en la Guerra Santa.
Me pregunto si el crecimiento de los miembros, especialmente los goblins y los hobgo- blins, era notable o no, ya que aún estaban particularmente en el período de crecimiento infantil. La grasa inútil que antes contenían sus cuerpos había disminuido por el trabajo duro y se habían vuelto más musculosos. Antes parecían soldados un tanto desprevenidos en su guardia. Pero ahora, ya fuera que lo hizo la [Evolución] o no, parecían tener el talen- to demoníaco que pasarían a nuestra futura descendencia.
De todos modos, me dirigí a mi asiento, que estaba al lado del [Campo de Entrenamiento
Exterior] para explicar las cosas del último evento. Después de agradecer a los apenas 1
000 miembros que lo lograron hasta este punto, anuncié que las diez personas que habían supervisado los eventos hasta entonces es decir, Kanami-chan y yo, Minokichi-kun y Asue-chan, Burasato-san y Supesei-san, Kugime-chan y Aifu-chan, Vengador y Oxida- do tendrían una batalla contra los aproximadamente 1 000 valientes restantes.
La reacción de todos fue... las miradas de asombro de los combatientes frente a las de los miembros superiores. Oxidado parecía tener sentimientos encontrados al verse igual a la
plantilla de miembros de clase superior, y también Vengador mostró de alguna manera una expresión desanimada.
Oxidado tenía cara de saber que los miembros [Supervisores] que estaban frente a ellos eran buenos. ¿Por qué reaccionas así, Oxidado? pensé. Pero luego me di cuenta y me pareció que tal vez él también hubiera querido luchar contra nosotros. Es muy codicioso y no quiere perder la oportunidad de hacerse más fuerte cada día que pasa.
Vengador seguramente pensaría algo similar. Era bastante evidente. En primer lugar, yo quería mano de obra y Vengador sucumbió a mí para lograr su venganza. Ese increíble hombre tan fuerte quería adquirir más poder y dar su objetivo de venganza por consegui- do con esta [Guerra Santa].
Como ese era el caso, entonces debía conceder su deseo. Agrupé los 8 Generales Demo- níacos con Oxidado y Vengador contra la composición de los casi 1 000.
Clamores y rugidos valientes formaron un ligero eco desesperado en el vasto bosque. Me gustaba que estuvieran tan dispuestos.
Dicho esto, decidí comenzar de una vez el evento en el [Campo de Entrenamiento Exte- rior]. Por supuesto, tampoco iríamos completamente en serio. Si nos pusiéramos serios, podríamos matar a alguien por accidente. Aparte de eso, limitamos las capacidades de cada uno, los [Miembros Principales], por ejemplo usando nuestras armas especializadas de madera construidas expresamente para el entrenamiento.
Aun así, mi existencia y la de algunos miembros puntuales de la tribu hacen que haya dife- rencias inevitables. Sin embargo, este simulacro de batalla no sería de ninguna utilidad si los cuerpos no pudieran revocarlas con su espíritu de lucha como si fuera una batalla real.
Ya que usábamos las armas con las que nos sentíamos más a gusto pero de madera, ¿sería su estrategia centrarse tanto como pudieran en destruirlas como objetivo principal?
Las hice de una madera robusta y flexible de color marrón oscuro llamada [Astoread], de la cual solo pude reunir una pequeña cantidad del gran bosque. Era la única cuyas carac- terísticas nos permitían usarla sin que se desintegrase. Tiene una excelente reputación por su robustez.
Nadie moriría instantáneamente ni siquiera con un golpe directo, dadas las medidas de seguridad. Pero no podíamos abusar demasiado de su uso, por mucho que quisiéramos, porque podríamos romper varios huesos fácilmente.
Por el momento, yo me dediqué a golpear y ahuyentar con cuatro lanzas en mis cuatro brazos. Encontré a algún miembro fuerte, diría que eran hasta 100 veces más tenaces que
antes. Pero pude disiparlos a todos usando las lanzas. Solo fui un poco lejos con algunos cuando tuve que contraatacar. En ese caso, les sirvió para aprender, ya que golpeé señalan- do sus puntos débiles.
Esta vez, los niños Auro, Argento, Oniwaka y Opushi vinieron agresivamente hacia mí, mi motivación se elevó. Ellos piensan que su padre es extraordinario, por lo que jugué amable, cuidadosa y concienzudamente con ellos. Hubo algún contacto físico violento, pero estuvieron a la altura, al ser de un linaje demoníaco.
De todos modos, Minokichi-kun y Asue-chan, de la división de peso pesado, protegieron mis flancos. Actuaron violentamente con hachas y martillos de madera, respetando siem- pre su turno.
En un momento dado me zambullí en el lugar donde había más personas y, debido a que sus defensas eran débiles, rompí nuestra formación de batalla sin cuidado. Los dos grandes ogros en cuestión montaron una escena tan desastrosa que ni siquiera pudieron resistir algunos ataques de los subordinados.
Así, gracias a la experiencia de los eventos anteriores, las bajas fueron un poco más lentas que antes.
Burasato-san corrió por todo lo largo y ancho del campo luchando inexorablemente con- tra Vengador, quien hizo alarde de técnicas de espada que había cultivado en combate real.
Su movimiento físico era más refinado que antes, consumía menos fuerza física y requería menos concentración, ya que redujo los movimientos desperdiciados. Aumentó los golpes únicos, su agudeza y el peso que ponía en ellos. Y perfeccionó su modelo de ofensiva y defensiva reaccionando incluso con contraataques.
Burasato-san tenía el poder, pero Avenger aguantaba bien. Ya que ponérselo fácil era inútil cuando peleabas con Vengador, Burasato-san envolvió su espada de madera en sangre y la fortaleció. El entorno se trituró justo después, mientras emitía un destello intenso.
Justo como ella esperaba, creó un gran vacío a su alrededor. Ese nivel no podía competir con el de los otros miembros. Puso esa medida preventiva para evitar la muerte inevitable de quien se le acercara.
Burasato-san estaba con Kanami-chan en la retaguardia, Kugime-chan colocó una barrera inexpugnable un poco más adelante.
En cuanto a Kanami-chan, tan exuberante como siempre, iba armada con la pistola de agua comprimida [Mizutama], pero cargada con balas de agua no fatales. Disparaba con- tra los miembros descuidados desde una gran distancia. Los miembros no podían acer-
carse demasiado porque ella complementaba sus ataques con poder mágico. En cierto sentido, casi no había intervalos lo suficientemente largos entre los disparos continuos de Kanami-chan. Apuntaba y apretaba el gatillo a la vez insaciablemente.
Sabiendo que no era letal quizá se pasó de precisa con la puntería. Tan solo el poder débil de las balas fue lo que salvó a los miembros de ella. Pudieron esquivar las balas de agua con movimientos mínimos o tal vez aumentaron su agilidad desde la última vez gracias al entrenamiento. Por lo tanto, ella no hizo disminuir mucho los números tampoco.
Supesei-san sacó a relucir [Magia] de bajo nivel en forma de llovizna débil. Para la vista fue verdaderamente un evento digno del festival. Lo calculó todo para que la magia plural aumentase las estadísticas de los demás esta vez. Por ejemplo, colocó magia para producir una llama explosiva y un remolino de viento en la misma área. Sublimó al extremo el sis- tema de mezclar [Magia] simple.
Si bien aumentaba el grado de dificultad de su conjuro, si podía estabilizar la misma téc- nica en la guerra real, entonces nos sería relativamente fácil usar magia mixta. Nuestra potencia crecía por momentos. Pero parecía estar lejos del uso práctico, ya que todavía estaba en etapa de investigación.
Debido a que la magia de la misma persona usa el mismo combustible, llamado poder má- gico, puede mezclar cualquier cosa con relativa facilidad, pero cuando se trata de la magia de los demás, esta se resiste y parece que se mitigue.
Bueno, dejando a un lado el detalle del procedimiento, los miembros se movieron con rapidez debajo de la incesante magia que caía. Podía ver el reflejo de las experiencias pa- sadas.
Se puede decir que Kugime-chan era la más callada, pero controlaba a los miembros que se acercaban a ella con [Ojos de la Parálisis] y [Ojos del Caos], repartiendo sus efectos constantemente. Aun cuando estaba cerca del escudo de un compañero, ella leía la acción para ver la trayectoria física de la misma, señalaba un blanco concreto y lo hacía rodar por el suelo.
Kugime-chan hizo caer a muchos miembros, sin necesidad de requerir una batalla para ello. Ya es difícil atraer más atención que ella, pero lo consigue con la devastación del en- torno que causan sus ataques.
Hay compostura en los movimientos de Kugime-chan. Pronostica un futuro próximo para ver todos los movimientos de sus compañeros y contrincantes. Emana una sensación de elegancia. Da la impresión de que está bailando mientras pelea.
Yo continué golpeando con la misma estrategia para prevenirlos. Quería que los miem-
bros desarrollaran un método para vencer a la bruja que controlaba el flujo de la batalla libremente. Sin embargo, eso parecía ser un poco demasiado difícil todavía.
Caminé a lo largo del campo de batalla con esa sensación en busca de Aifu-chan, que era más del tipo búsqueda y captura. Me sentí deprimido al verla. Es un miembro manejable. Actúa sin saber lo que está haciendo.
Algunos compañeros estaban tratando de defenderse, pero los ataques de largo alcance no eran efectivos contra ella. Principalmente debido a la corrosión que produce. Pero tampoco se puede atacar fácilmente de cerca, porque perturba la mente de quien se acerca demasiado.
Incluso si de alguna manera consigues sortear la perturbación mental y acercarte a ella, te intercepta de todos modos. Su capacidad para la batalla es inesperadamente alta, pues repetido este entrenamiento una y otra vez. Las acciones que emprende son incomprensi- bles a simple vista, y parecen ser difíciles de contrarrestar.
El último evento estaba creando en mí un sentimiento extraño, desde la mañana hasta entrada la tarde. Hubo un momento en que los casi 1 000 también estaban cansados. Algunos de ellos empezaban a ver algunos ataques como inevitables. Y eso era aún más improductivo para su vitalidad.
Por eso decidí reajustar el evento y hacer que los aproximadamente 2 000 restantes se unieran. Habían descansado durante la mitad del día. Por mucho que hubieran alcanzado su límite, con ese generoso reposo deberían al menos haberse recuperado un poco. Ha- bían podido meditar durante horas toda la experiencia que consiguieron en los eventos pasados. Debían estar en plena forma.
Al fin y al cabo, diseñé este último evento con un agujero para los cadáveres, para dejar claro que no habría problema en deshacernos de ellos, e invitar a los contendientes a que dieran lo mejor de sí mismos, no muriendo, pero sí esforzándose al máximo para no ter- minar en la tumba. Debían participar todos.
Una vez terminado, después de que Seiji-kun proporcionara un tratamiento mínimo ge- neralmente rápido a todos los participantes, inauguré la ceremonia final.
Primero pronuncié unas palabras de aprecio considerablemente cortas. Luego anuncié que durante seis días, contados a partir del día siguiente, habría un descanso para que se recuperaran de todas las lesiones, descansaran y repusieran fuerzas. De esta manera, siete días más tarde, les transmitiría un plan para partir hacia el sitio donde va a tener lugar la [Guerra Santa].
Distribuí armas de las mazmorras a quienes tuvieron resultados excelentes, como recom- pensa por su gran esfuerzo. En su mayor parte, fueron objetos que conseguí al matar monstruos de mazmorra, así como cosas de los cofres del tesoro de los jefes, aunque de estas tenía menos.
Por cierto, reservé un artículo mágico de clase [Legendario], que obtuve de un cofre del te- soro de un jefe de mazmorra, para premiar a los mejores miembros en una fecha posterior.
A los miembros más magullados les dije que se pusieran de pie tan dignos como pudiesen. Pero tan pronto como terminé la ceremonia de clausura cayeron al suelo, casi como ma- rionetas desprovistas de sus cuerdas.
A quienes sobrevivieron se les escapó una sonrisa irónica involuntariamente. No era tan malo. Era bueno, de hecho. Haber resistido les causó satisfacción.
Por último, los invité a todos a un banquete para celebrar mi complacencia con los resul- tados del festival. Nos fuimos a dormir muy tarde. El licor estaba buenísimo, después de todo.