Al avanzar sin detenernos durante toda la noche, reducimos muy significativamente la distancia que quedaba hasta la ciudad laberinto [The Gambling11]. Unas cuantas horas más y habríamos llegado a nuestro destino.
Pero decidimos organizar un pequeño descanso en unas aguas termales naturales que se encontraban en una montaña en nuestra ruta. Con la excusa de deshacernos del cansan- cio, disfrutar de ellas nos venía perfecto. Las encontramos por accidente al cruzar una carretera, antes de llegar a la ciudad laberinto [The Gambling] y moler un jefe tras otro.
Al principio eran unas simples termales, en las cuales mucha gente no se interesaría. Pero cambié el paisaje usando [Creador del Universo], las volví de un tamaño respetable y alteré la profundidad para que así nos cubrieran hasta los hombros. Las transformé en una piscina donde bañarse al aire libre.
La vista desde ahí era excelente, gracias a eso, Kanami y yo disfrutamos bebiendo. Nos disolvimos en esa fuente natural de energía que penetró en las profundidades de nues- tros cuerpos, mientras probábamos una variedad de bebidas. Fue la mejor forma de relajarse. ¡Las aguas termales son geniales!
No lejos de nosotros estaban Vengador y compañía, ligeramente avergonzados por su
desnudez, pero al poco tiempo se unieron a nosotros. En fin
De algún modo, mientras disfrutábamos de las aguas termales, nuestra presencia atrajo monstruos que vivían en la zona:
Monos de Cabellera Roja, cuya inteligencia era baja, suficiente para usar pa- los y piedras como armas y atacar en grupos.
Capibaras12 Celestiales, del tamaño de un niño humano, cubiertas con una piel de color rojo oscuro. Con una mirada dulce y de naturaleza tranquila, eran populares como mascotas.
Osos Esbeltos, con un cuerpo de tres metros cubierto de pelo muy grueso y abundante, caracterizados por sus largas y delgadas patas.
Tigres de Plata, que eran objetivos habituales de caza por sus hermosas pieles plateadas, que se venden a precios muy altos, pero gracias a su excelente ca- pacidad de lucha son capaz de enviar a la mayoría de sus cazadores furtivos al
11 Actividad de apostar dinero en juegos recreativos.
12 Una capibara o carpincho es un roedor americano de hábitos acuáticos que alcanza el metro y medio de longitud y llega a pesar más de 80 kg. Tiene la cabeza cuadrada, el hocico romo y las orejas y los ojos pequeños. Su piel se utiliza en peletería.
inframundo.
Entre otras especies, estos comenzaron a reunirse alrededor de la fuente termal. Por extraño que suene, al parecer, estos monstruos nos temían instintivamente, temblaban de miedo mientras nos miraban. Pensando que los cazaríamos, inmediatamente se incli- naron ante nosotros.
Si no fuera por las aguas termales, habríamos matado a todos los monstruos aquí reu- nidos. Pero en ese momento, mientras disfrutábamos del baño, no tenía ningún deseo de cazarlos.
Preguntándome por qué no huyeron cuando nos vieron, llegué a la conclusión de que probablemente querían entrar en la fuente termal, pero no se atrevieron a actuar al vernos aquí.
Entonces agité mi mano gentilmente, y los capibaras reaccionaron entrando lenta y cautamente en el agua, disfrutando de su fantástica temperatura. No podía entender la expresión de sus caras debido a la diferencia en nuestras razas, pero se veía que les deleitaban las aguas termales.
Las dimensiones de la fuente termal que creé eran bastante grandes, sin embargo, el número de monstruos que llegaron en poco tiempo fue tan significativo que generó que se llenara. Hice un baño más y, de nuevo, casi inmediatamente fue abarrotado por la multitud. Tuve que hacer un tercero para tener espacio suficiente para todos.
Habiendo terminado el trabajo, me sumergí de nuevo hasta mis hombros. Lo más común es que el mundo salvaje se divida en cazadores y presas, pero aquí todos los monstruos disfrutamos de las aguas termales sin discriminaciones.
Quienes aparentemente estaban en la parte superior de la cadena alimenticia eran los tigres de plata, siendo los monos su presa habitual. Verlos pacíficamente relajarse uno al lado del otro era un raro espectáculo.
Los asentamientos humanos todavía no habían llegado hasta ese lugar, por lo que era bastante poco probable que alguien lo conociera. Me pregunto si este espectáculo se repetiría por algún tiempo. Al parecer, inesperadamente creé un hito local aquí.
Mientras pensaba en ello, acaricié la cabeza de una de las capibaras que nadaba a la altura mi pecho. Probablemente su especie gozaría de vidas muy largas. La capibara se regodeó con mi mano sobre ella. Haciendo lo mismo, el resto de ellas se acercaron a no- sotros. ¡Se veían tan lindas olisqueando el aire! Kanami-chan también decidió acariciar su suave pelaje. En mi opinión, Kanami abrazando a las adorables capibaras hacía aún más linda la escena.
Decidí dejar a estas criaturas y su ternura. Después de eso, hice un par de puestos de piedra, en caso de que viniéramos de nuevo. Entonces me calenté un poco con Vengador y compañía, restaurando la energía mágica y la fuerza en las aguas termales.
La noche llegó una vez que nos recuperamos. Estaba demasiado relajado. ¡El terrible poder de las aguas termales!
En mi estado, alimenté con carne de fomorianos negros a los monstruos ahí reunidos,
dando inesperadamente un banquete. Bueno, a veces es bueno pasar un día como este.
Rodeado de las capibaras y los tigres de plata que se acercaban a mí, me quedé dormido en un grupo de bultos esponjosos.