Hoy fue la inauguración de la tienda. Abrimos a las 9 a.m. Principesa ya estaba allí y exclamó ¡He venido! con una mirada triunfal. A pesar de que hacía tanto frío exterior como para ponerse a nevar, ella estuvo esperando ahí durante tres horas. Honestamen- te, es tonta.
Llevaba ropa de invierno de alta calidad para mantener la temperatura, pero siendo tan joven, si se hubiera quedado más tiempo fuera, lo más probable es que se hubiera res- friado. Me preocupó por un momento, y la llevé a un pequeño puesto de aperitivos que había establecido cerca de la entrada de la tienda, donde le serví un poco de té caliente.
La Primera Reina, la Heroína Oscura y sus criados llegaron solo unos minutos más tar- de. Cuando me miraron, un escalofrío me recorrió la espalda, pero estoy tratando de no pensar en eso por el momento.
La Primera Reina pensó que había sido la primera en llegar, pero cuando vio que Princi- pesa ya estaba allí, puso una expresión controvertida momentáneamente que me produ- jo una profunda impresión. Se pusieron a discutir como una madre y una hija normales; por su estado de ánimo despreocupado parecía que no era nada grave y que, efectiva- mente, se llevaban bien entre sí.
A pesar de tal evento, la apertura procedió sin ningún problema. Dado que estaríamos toda la semana de rebajas por la inauguración, recibimos más visitantes de lo que es- peraba. Apenas lo difundimos distribuyendo volantes y cosas por el estilo, pero parece que Principesa había estado hablando con los nobles y el Presidente, con los plebeyos.
Es inesperado, pero a pesar de haber escatimado en publicidad, ¡parece que hay una posibilidad de que podamos vivir de esto gracias a nuestros conocidos!
A pesar de pensar eso, los nobles y los plebeyos causaron algunos problemas al estar reunidos en el mismo lugar. Sin embargo, parece que los problemas se resolvieron de forma segura con un buen entendimiento mútuo. No me molestaré hablando de lo suce- dido; no es digno de mención.
Por otra parte, Samurái mostró inesperadas dotes como vendedora. Al parecer, ella ya había trabajado en un puesto similar a tiempo parcial antes de venir a este mundo, por lo que estaba acostumbrada a este tipo de cosas. Además de eso, la experiencia que ha ganado de vivir en este mundo la ha hecho capaz de captar y responder rápidamente a las sutilezas de las otras personas. Yo solo daba por hechas cosas como su capacidad de lucha y su radar para viajeros, pero parece que he descubierto algo inesperado. Ella era perfecta para esto, así que le di el rol de encargada. Aunque me sonrió sin muchas ganas a modo de respuesta, quiero que trabaje duro ya que esto le supondrá un aumento de sueldo, entre otras cosas.
Aunque hubo unos cuantos problemas, el primer día terminó de la siguiente manera. Al ser más popular de lo que pensaba, puede que al final sea inesperadamente fructífero para nosotros. En cuanto a Herrera-san, a pesar de hacer este tipo de trabajo por prime- ra vez, parece que la contabilidad es su fuerte, así que la dejaré a cargo de ello a partir de ahora. Sin embargo, ya que yo soy nuestro representante, voy a tener que pensar en productos nuevos y tácticas para el futuro. Mientras tanto, cociné la presa que me traje de la mazmorra ayer, me la comí y luego me fui a la cama.
Una cosa más. Los monstruos de la [Mazmorra de la Era de los Dioses] están muy sabrosos. Casi se fundieron en mi lengua cuando me los comí crudos, pero eran aún más deliciosos cocinados. No debería limitar mi exploración a las mazmorras de [Ran- go Semidivino], creo que también daré una vuelta por las de [Rango Divino]. Mientras limpiaba mi exceso de baba pensé: Algún día... llegaré a las mazmorras de [Rango Divino Superior]...
Hoy fue el día en que me decidí por un objetivo claro para el futuro.