Temprano por la mañana, me despertó un escalofrío extraño. Todavía en la cama, usé [Radar Multifunciones Preciso] para determinar la razón de mi presentimiento. La res- puesta que obtuve fue que la Primera Reina y la Heroína Oscura, cuyo paradero era desconocido hasta el momento, por alguna razón, estaban en una habitación vecina abandonada.
Seguí examinando su presencia en detalle con el fin de averiguar qué estaban haciendo allí. Era como si estuvieran usando las habilidades de la Heroína para encubrirse mien- tras echaban un vistazo a nuestra habitación.
Me miraban fijamente a mí, en dirección a mi cama. Sin fijar el radar en Kanami-chan y Pelirroja, que estaban tumbadas a mi lado, me di cuenta de que ambas estaban mirándo- me también. Esto me hizo todavía más mala espina.
La Primera Reina estaba excitada y respiraba con dificultad a través de su nariz, lo que era algo cautivador. A pesar de que ella no se movía mucho, como de costumbre, la He- roína Oscura estaba rodeada por una atmósfera similar a la de la Reina.
Parecía que estuvieran susurrando algo entre ellas, peleando entre sí. Pero no lograba escuchar lo que decían, y no solo porque había una pared separando las habitaciones, sino porque la Heroína estaba utilizando sus habilidades para suprimir sus voces. No ser capaz de oírlas me producía ansiedad. No podía ser nada bueno, al menos para mí. Solo me convencía más de ello a medida que pasaba el tiempo.
Por el momento, me levanté de la cama y actué como si no pasara nada. El nivel de ex- citación de las dos mujeres en la habitación de al lado aumentó cuando hice eso. Se me puso la piel de gallina.
Debido a que me temblaba un poco el cuerpo, me puse mi poncho favorito hecho por
Parabellum. Con eso, su presencia cambió a una terrible decepción.
En fin, en primer lugar, decidí tomar un baño. Era un poco desagradable que mi cuerpo todavía estuviera húmedo por el sudor que desprendí la noche anterior, pero no permití que eso afectara a mi salud mental.
Después de experimentar tal situación esta mañana, regresamos a la capital real. Bueno, solo los miembros que iban a estar trabajando allí a partir de ahora, el resto de nuestro grupo regresó a la base. Decidí hacerlo de esta manera ya que sería un poco molesto si fuéramos todos a la vez a la capital, ya que había quienes todavía no habían visto el mundo exterior del gran bosque en el que vivimos. Otra razón fue que pensé que sería una buena oportunidad para que ampliasen sus horizontes.
Dicho esto, ya que no sería divertido que los siguieran y encontraran nuestra base, se- paré a mis miembros en diez grupos, liderados por gente como Minokichi-kun y Burasato-san, y después les asigné diferentes rutas para regresar a la base. Cada grupo contaba con varias decenas de miembros; eran el número perfecto, ya que eso les permitiría practicar la sincronización como grupo. Su transporte no sería un problema tampoco, ya que tenían ciempiés esqueléticos a su disposición.
Por cierto, las rutas por las cuales viajarían se decidieron en base a sus resultados en la batalla. Quienes lograron mejores resultados irían por rutas con más ventajas, tales como aguas termales o lugares de interés turístico. Quienes fueron menos activos y no alcanzaron tanto, irían por rutas ligeramente más duras y peligrosos, para que así pu- dieran aumentar su fuerza.
Probablemente ellos se motivarían por la diferencia en sus rutas. Y no había ningún pro- blema si alguien no conseguía superarlo, ya que ellos eran los únicos que iban a sufrir la pérdida.
Después de regresar a la capital real, recibí la recompensa de Principesa. A pesar de re- cibir una gran cantidad de dinero por la formación de los guardias de palacio, lo que nos dio por participar en la guerra estaba a un nivel completamente diferente.
Éramos verdaderamente un factor importante para detener el golpe de estado, siendo los peones de Principesa, nos darían una buena cantidad de dinero. Sin embargo, des- pués de pensar en el futuro, decidieron que no solo recibiríamos monedas y lingotes de oro como recompensa, sino que también iban a hacer una excepción y concedernos algunos privilegios y una parcela de tierra dentro de la capital real.
Una de mis recompensas fue la mansión de cierto noble, por lo que decidí descansar en ella, mientras el susodicho esperaba su ejecución por su participación en el golpe de estado.
La mansión se encuentra entre el distrito del palacio y el de los nobles, una ubicación conveniente por varias razones, incluyendo el hecho de que me permitiría viajar fácil- mente a ambos distritos. Dado que los nobles que viven aquí son ricos, los jardines son espaciosos. Esta tierra se adapta a mis propósitos, ya que una pequeña parte de la man- sión había sido utilizado como un almacén antes.
Solo había una sirvienta y un mayordomo empleados, así que contraté a quienes pos- tularon al puesto, personas que anteriormente habían trabajado para Principesa. Por mi parte, voy a usar esta finca como la sede para mi futuro negocio, estoy pensando en hacer diversas modificaciones en el edificio. Sin embargo, ya decidiré cómo renovarlo más tarde.
Por el momento, pasé el día seleccionando qué elementos de la mansión eran necesarios y cuáles no. Después de terminar con eso, dediqué el resto del día a descubrir habitacio- nes escondidas, riquezas y otras cosas por el estilo, con mis hijos.